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8 CONSEJOS PARA CUIDAR LA PIEL

Es importante cuidar nuestra piel y no solo por razones de estética. Nuestra piel también nos ayuda a mantener el balance hídrico del organismo. A través de sus receptores se encarga de la correcta percepción del tacto, presión y temperatura. Nos protege de los microorganismos dañinos, las radiaciones solares y productos químicos.

Hay que tener en cuenta que los productos para el cuidado de la piel deben seleccionarse para que se adapten al tipo de piel que tengamos. El tipo de piel se determina genéticamente. Hay cuatro tipos básicos de piel sana: normal, seca, grasa y mixta. Nuestro dermatólogo puede indicarnos qué tipo de producto es más adecuado para nuestra piel. También la edad, el sexo, los factores ambientales y la fisiología de cada persona resultan factores determinantes para decantarse por un tipo de productos o tratamientos cosméticos. Con estos consejos podréis mantener vuestra piel bella y saludable:

1. Limpieza diaria. Os recomendamos que realicéis la limpieza dos veces al día, por la mañana y por la noche. La finalidad de la limpieza después de levantarnos es la de eliminar residuos proteicos y el sebo que se ha ido generando en la piel mientras dormimos. En cambio, por la noche la limpieza se centra en la eliminación de los restos del maquillaje o la grasa que se ha generado durante el día.

2. Protección solar durante todo el año. No sólo en verano tenéis que resguardar la piel de las radiaciones solares; también hay que tomar precauciones en el resto del año. El sol afecta a nuestra piel continuamente y puede provocar manchas, quemaduras, envejecimiento prematuro, etc. Además, aumenta el riesgo de sufrir cáncer en la piel. No salgáis al sol sin protección. Tenéis que usar una crema solar con un SPF que esté adaptado a vuestro tipo de piel. También es recomendable usar gafas de sol, gorros o sombreros.

3. Hidratación diaria. La hidratación es muy importante para mantener tu piel sana y elástica, no sólo en el rostro, sino en todo el cuerpo. Una piel deshidratada es una piel enferma. En el mercado existen muchas cremas y lociones hidratantes donde podéis elegir cual es mejor para vuestro tipo de piel. También os aconsejamos usar jabones suaves sin perfume. Y no olvidar de hidratar vuestra piel desde dentro. El agua nos ayuda a eliminar toxinas, mantiene la piel hidratada y actúa como un anti-age natural. Se recomienda beber entre 2 y 3 litros de agua al día lo que equivale a 8 vasos diarios.

4. Exfoliación (peeling). La exfoliación es la eliminación de las capas más superficiales de la piel. Nuestro cuerpo se conforma de miles de células. La renovación celular se ralentiza con el paso de los años, así que hay que ayudar a nuestra piel restaurar las células muertas por nuevas. La exfoliación puede ser mecánica, con geles tipo scrub, o química, con alfa hidroxiácidos. Lo ideal es realizarla una vez a la semana. Es aconsejable realizar el proceso por la noche, a última hora. Es una buena higiene para que podamos tener una piel sana y bien cuidada.

5. Alimentación saludable. Una dieta saludable no es solo buena para nuestro cuerpo sino también para nuestra piel. Puede llegar a ser la responsable directa de la aparición de hasta el 25 % de las arrugas. Hay varios alimentos que tienen diferentes propiedades y beneficios que ayudan a prevenir el envejecimiento de la piel y la regeneración celular. Entre ellos son el aguacate, el kéfir, la kombucha, el yogur, los frutos secos y las semillas. Para mantener nuestra piel bella y saludable es recomendable comer cada día frutas y verduras, ricas en antioxidantes.

6. Evitar alcohol y tabaco. El tabaco es muy perjudicial para la piel. Cuando fumamos se liberan gases de combustión y aumentan los radic ales libres, que dañan las membranas de las células y provocan el envejecimiento prematuro de la pie l y la destrucción de los tejidos. El consumo de alcohol reduce los niveles de oxígeno de nuestra sangre y la producción de colágeno. También el alcohol es un diurético, por lo que puede hacer perder una gran cantidad de agua del cuerpo, dejando la piel deshidratada y sin brillo.

7. Controlar el estrés y dormir 8 horas al día. Tomarse las cosas con calma es de gran ayuda para la salud. Y también para la piel. El estrés produce desequilibrios hor monales que alteran el funcionamiento de las glándulas sebáceas, generando más g rasa de lo habitual. También disminuye la renovación celular y los poros se obstruyen con las células muertas, apareciendo acné o granitos. Nuestro organismo se regenera por la noche, por lo que un sueño profundo y reparador será muy beneficioso para nuestra piel. La falta de sueño está asociado a la producción de radicales libres que pueden causar el envejecimiento de la piel.

8. Hacer ejercicios. Practicando deporte podemos tener nuestra piel más bonita. Cuando hacemos ejercicios, los niveles de oxígeno de nuestro cuerpo aumentan. Lo que ayuda a eliminar las toxinas e impurezas que pueden obstruir los poros y provocar brotes. Además el deporte es el mejor detoxificante para la piel, porque al sudar y aumentar la temperatura corporal, eliminamos toxinas. También los ejercicios aumentan la producción de colágeno, que es una proteína esencial para la salud de la piel. Ayuda a que la piel tenga un aspecto terso y joven y contribuye a la cicatrización de las heridas.

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