Así trabajamos Didácticamente todo el profesorado participante valoró como muy positiva la actividad, no solo por los contenidos teóricos proporcionados (amplios, profundos y tratados desde una óptica muy variada) sino también por la forma de abordarlos en la práctica: han sabido llegar al alumnado en todo momento, han conectado con sus inquietudes y les han hecho partícipes constantemente de la idea del proyecto. Al trabajarse, en nuestro centro, desde dos ámbitos curriculares distintos, Lengua e Historia, el alumnado ha podido llegar a comprender lo que es el patrimonio, tanto material como inmaterial, y valorarlo aún más al verlo «in situ» tras trabajarlo en las aulas con el profesorado. La valoración, en general, del alumnado participante nos transmite la idea de que han quedado encantados con la actividad, ya que empatizaron muy bien con los ponentes (tanto en el Museo Arqueológico como en la Catedral) y para algunos de ellos ha sido una experiencia apasionante (contamos con alumnado inmigrante que nunca había
visitado el casco antiguo de Oviedo, y muchos de los residentes, asturianos, nunca habían entrado en la Catedral; otros, como el alumnado de 2º Bachillerato, ven apasionante el trabajo que un arqueólogo o una historiadora del arte pueden llegar a hacer; y para otros, el realizar un recorrido «como si viajaran por una máquina del tiempo» como los antiguos peregrinos medievales, fue como confirmar que el pasado existió y no solo es la teoría que los libros de texto reflejan). En general, y según ellos, ha sido muy positivo. Nuestra experiencia con el proyecto, desde el punto de vista docente, es que ha sido muy enriquecedora. Todo el profesorado coincide en que no solo el alumnado ha aprendido, ya que nosotros, al abordar los contenidos y por supuesto con la salida didáctica realizada, hemos podido comprender y constatar que el alumnado aprende mucho más con este tipo de actividades que con las meramente teóricas del aula, al tiempo que nuestro conocimiento y práctica didáctica se ha visto enriquecida.
Tan solo hemos encontrado, en común, un «pero»: la afluencia de personas en la Catedral así como en la Cámara Santa facilita la distracción del alumnado. Sabemos que no depende del proyecto, pero sí que ha sido una tónica que todos los que hemos participado (más aún en los segundos grupos) hemos constatado. No obstante, esta pequeña salvedad no nos impide plantearnos la petición del proyecto para el próximo curso, ya que esperamos repetir y mejorar algunos pequeños detalles. Mónica Aza Estébanez, de Geografía e Historia Jefa del Dept. de Actividades Complementarias y Extraescolares y coordinadora del Proyecto In Itinere
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