Viajes Al día siguiente nos fuimos a ver Pompeya, a todos nos fascinó poder ver el famoso Vesuvio o las famosas momias. Una vez acabada la visita guiada, tocó comer, al fin íbamos a poder probar la pizza italiana, después de comer fuimos a Nápoles aunque por falta de tiempo solo pudimos hacer una ligera visita desde el bus. El tercer día tocaba ver Roma, eso significaba que era día de caminar. Por la mañana vimos El Vaticano, la basílica y los museos vaticanos, ya de tarde vimos el Panteón, los foros; en cuanto al Coliseo tuvimos que consolarnos con verlo por fuera ya que debido a una visita oficial no pudimos entrar. Al día siguiente tocaba hacer maletas para irnos a Siena, probablemente la ciudad que más nos gustó a la mayoría. Comimos en Siena y por la tarde tocaba continuar ruta hasta Florencia, aunque antes hicimos una pequeña parada en Pisa. El cuarto día empezaba, tras una larga noche de aventuras entre habitaciones. Por la mañana vimos la catedral, la Piazzle Michelangelo y la Fontana del Porcellino, después de comer tuvimos tiempo para ver la ciudad. Algunos compañeros, pese a la incertidumbre de no saber si iban a poder entrar en La Academia, o no decidieron intentarlo, y tras dos horas de cola, pudieron entrar. Era el último día completo en Italia, y eso significaba que era turno de ver Venecia. Una vez en Venecia cogimos un Vaporetto para llegar a la Plaza San Marcos. Tras una visita a la Basílica, tuvimos tiempo para poder perdernos por los canales de Venecia, pese a que el tiempo no nos acompañó. Algunos compañeros subieron en góndola. Desde Venecia, nos fuimos al que sería el último hotel del viaje. Al día siguiente, las caras en el desayuno eran bastante diferentes a las del primer día.Todos nos lo habíamos pasado muy bien y no queríamos volver. Desde el hotel nos fuimos al aeropuerto de Venecia. Tres horas después estábamos en Madrid, donde tocó correr un poco para coger el vuelo de conexión, pero afortunadamente o desgraciadamente llegamos a cogerlo. Ambos vuelos fueron buenas ocasiones para recuperar horas de sueño. Una vez en Oviedo tuvimos el merecido recibimiento. En resumen, pasamos una semana en grande, en la que aprendimos un montón de cosas, pero sobre todo disfrutamos con y de nuestros compañeros y compañeras.
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