Buenos días: Antes de mencionar las motivaciones que impulsaron la construcción de mi ensayo, me gustaría agradecer al InfoDF por la organización de este certamen universitario, debido a que me parece muy valiosa la actitud que ha tomado el instituto con respecto a la inclusión de la juventud universitaria en la construcción de nuevas temáticas, tales como: 1) el acceso a la información y 2) la transparencia. Asimismo, agradezco a mi familia y a la UACM por el apoyo que me han proporcionado a lo largo de mi formación, pero en especial agradezco el apoyo que me ha brindado la Dra. Norma Gómez para la consecución de mis metas. Ahora bien, abordaré las dos principales motivaciones por las cuales se condujeron las líneas de mi ensayo. Mi primera motivación sería la reusarme a creer que la democracia en el mundo, y en especial en nuestro país, se encuentra en un proceso de anquilosamiento, y hasta de uso como forma de gobierno. En la actualidad los déficits de legitimidad por los cuales atraviesan las democracias modernas han sido objeto para argumentar la posible extinción de la democracia como forma de gobierno preponderante de la modernidad. Desde mi óptica, lo anterior no es del todo preciso, ya que es muy posible que se pueda volver a dotar de legitimidad a la democracia rearticulando los actuales mecanismos de obtención, control y ejercicio del poder en una lógica orientada hacia la transparencia. Para lograr lo anterior es necesario re pensar a la democracia no solamente como una forma de gobierno, sino como una forma de sociedad, lo que inmediatamente nos aleja de las concepciones mínimas acerca de la democracia. De lo anterior se desprende mi segunda motivación. Y esa es la de colocar el acceso a la información como un mecanismo institucional que genera nuevas herramientas para que la sociedad puede reducir de manera importante su relación asimétrica frente al Estado. Lo anterior se materializa mediante la participación de la ciudadanía dentro de los canales institucionales, en donde su objetivo será el de resolver los problemas que les aquejan dentro de su barrio o colonia. De este modo, el acceso a la información dota de certidumbre a la participación ciudadana, ya que le brinda la herramienta necesaria para no caer en los
amagues clientelares que se pueden suscitar en su acercamiento con el Estado. En síntesis, el ejercicio efectivo del derecho de acceso a la información y la participación ciudadana, podrían revalorar nuestra democracia, dado que se abrirían mayores canales de vinculación entre la sociedad y el Estado, lo que abre la posibilidad para que la democracia aumente su grado de legitimación, gracias a la inclusión de la sociedad para que ésta trate de influir en la formulación de las políticas públicas. Por otro lado, existe un gran reto para los institutos de transparencia y de acceso a la información en nuestro país. Ese desafío al que me refiero apunta a la necesidad de hacer expansivo el ejercicio sobre el derecho de acceso a la información hacia toda la sociedad mexicana, ya que es sumamente importante que este derecho no se quede reservado para ciertos grupos sociales. Es decir, existe un reto para los institutos de transparencia y también para los hacedores de las políticas públicas para diseñar e implementar programas que vinculen al indígena, al ama de casa, a personas con discapacidad, administradores de unidades habitacionales, entre otros. La importancia radica en que la capacitación sobre el derecho de acceso a la información es indudablemente un efecto multiplicador de ciudadanía, lo que permite que los ciudadanos puedan articular su derecho de acceso a la información con el derecho a la participación política, lo que concretamente se puede realizar mediante la participación de los ciudadanos desde su espacio local en tratar de influir en la formulación de las políticas públicas. Los retractores de las teorías participativas señalan que lo anterior es impensable, debido a que nos pueden salir los dientes y las garras, y con ellas destazar de manera constante la gobernabilidad del Estado. No obstante, por eso mismo se hace hincapié en la distinción entre incidir y decidir. No se busca que el ciudadano decida sobre las políticas públicas, indudablemente eso sería un caos y un error, sino que el ciudadano influya en la decisión de los hacedores de políticas. Y para lograr lo anterior es toral el papel que juega el acceso a la información.
Finalmente, me gustaría señalar que no es casualidad que tres instituciones hermanas, como la UNAM, UAM y la UACM, traten de aportar todo su esfuerzo para no sólo promover el desarrollo educativo, sino también para ser los principales puntos de referencia en la resolución de las diferentes exigencias que se viven en nuestro país. Es por ello que invito al público en general a acercarse a los ensayos aquí vertidos, pues todos ellos han sido hechos con un gran esfuerzo, pero sobre todo, con la modesta intención de hacer de México una sociedad más equitativa. Muchas gracias por su atención.