EDUCACIÓN POPULAR
En nuestra práctica surgen ciertas inquietudes acerca de definir esta como un espacio de educación popular. Estas inquietudes pueden estar movilizadas por el resquemor a estar contribuyendo a la construcción de un espacio elitizado de prácticas educacionales; a seguir reproduciendo el sistema tradicional de educación al que tantas críticas le dedicamos; o bien estar solo respondiendo a una necesidad ansiosa de nombrar lo que hacemos. Sin embargo, según la organización ECO, asociada desde sus orígenes a movimientos populares, nos hace ver que esta necesidad de definición podría estar impulsada por una exigencia característica de la práctica en educación popular. Se podría reconocer que:
Estamos buscando la manera de convertirla de práctica individual en práctica colectiva, de avanzar hacia un lenguaje compartido que permita reflexionar y sistematizar lo que hacemos. Procuramos así, plantearnos simultáneamente el problema de la orientación proyección de nuestras actividades y el problema de su potencialidad. (ECO, 2012, p.11)1
Es así como el reconocimiento colectivo de experiencias de educación popular surge como un aspecto fundamental en la formación del sentido de nuestra práctica, convirtiendo el diálogo de diversas experiencias, comunidades y territorialidades, en un espacio primordial. En las siguientes páginas compartiremos diálogos acerca de esta diversidad de prácticas y significados.
¿Cuál es su necesidad de educar? ¿qué nos hace sentir o pensar que somos capaces de realizar esta labor?
EAC: En nuestro caso, ninguno de nosotros es pedagogo, por lo que nace la pregunta, ¿Por qué lo estamos haciendo? ¿Por qué somos capaces de hacerlo?
EACLE: Creemos que se anteponen las ganas y la educación por sobre si tenemos los estudios o no. También, es parte de la educación popular
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—Es necesario abrir instancias de autoformación comunitaria más allá de los talleres, abarcando todo tipo de conocimientos, de manera holística
1 ECO (2012) ECO en el horizonte latinoamericano (I). La Educación Popular bajo la dictadura. Santiago: ECO.
reconocer que todos tenemos saberes que podemos compartir y también, reconocerse como una persona que puede compartir esos saberes, por ahí va. Es el cariño o la necesidad de compartir algo para que más personas puedan saber, para que se puedan formar vínculos. Es parte de una vocación más que un conocimiento profesional. En el fondo, uno no solo está educando a otros, sino que también se está educando uno mismo.
EPPA: Algunos de nosotros llevamos varios años trabajando en torno a la educación popular y surge de la necesidad de aportar en el territorio que vivimos, de entregar algo a la población que me entregó los valores. Lo encontramos gratificante, por eso también levantamos una red de organizaciones populares, para no quedarnos con la experiencia de Puente Alto, sino que, levantar escuelas en diferentes barrios.
EACLE: Ahí volvemos a la cuestión de la forma en cómo entregar ese conocimiento, que es bien esencial y específica en lo que hacemos. No es una clase en una universidad, en donde [la educación] está regida por un marco pedagógico riguroso; uno puede apelar a la rigurosidad de la enseñanza siempre revolucionando dicho metodismo. Desde los mínimos detalles tenemos que hacer la diferencia.
EPPA: Por ejemplo, nosotros hemos estado trabajando mucho en la emocionalidad con los niños, porque trabajamos en una población relativamente conflictiva.
EAC: Por nuestra parte, como escuelita no tenemos una educación formal como docencia o pedagogía, consideramos que es un tema súper complejo porque trabajamos con personas, con grupos humanos distintos y que no son comparables. Algunos integrantes del equipo estamos trabajando en un colegio también, y es algo completamente distinto a otros grupos en los que hemos trabajado, es como si no hubiésemos aprendido nada durante todo este tiempo. Llegar a un colegio desde fuera, a un espacio tan de ellos es duro, complejo, pero gratificante. Se aprende, y ese también es nuestro objetivo.
Si bien la pedagogía tiene diversos estudios y respaldos científicos de cómo es el proceso de aprender, en la experiencia es en donde uno
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—Todas las instancias de encuentro son educativas, no sólo los talleres.
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más aprende de ella. Cada persona es un universo, no se le puede enseñar de la misma manera a todos, es un poco iluso pensar en tener una fórmula para enseñar tal o cual cosa. Hay que adaptarse, aprender, visualizar, y todo eso se aprende en el hacer.
EPPA: Claro, no hay ningún libro que te enseñe cómo abordar estas temáticas. Hay que ir educándose, apoyándose en el equipo, en los compañeros, todos nos complementamos.
Este tema apunta más a la experiencia personal: ustedes antes de la escuela, ¿se informaron sobre educación popular, metodología o didáctica pedagógica o algo así?
EACLE: Sí, algunos de nosotros se han instruido en el tema, algunos desde la educación formal y otros desde la autoformación. Es algo intuitivo, pero es importante ir investigando.
EPPA: Nosotros hacemos talleres de formación de educadores populares y tomamos distintos autores.
EACLE: Creo que va de la mano de cómo te encuentras marginado en la sociedad, ya que todo esto te condiciona para ver otros tipos de educación. Muchas veces te sientes parte del sistema y terminas reproduciéndolo de otra manera, pero si te reconoces como un sujeto que no funciona dentro de las lógicas del sistema dominante, empiezas a buscar otras formas de hacer práctica. Yo llegué a la escuela para aprender y no para educar. No tenía conocimientos de educación popular tampoco, pero sí sabía que había que romper los esquemas de la educación formal, porque a mí y a muchas personas que conozco no nos acomodaban. Además, el conocimiento [en la educación formal] es autoritario, limitado y disciplinado, te controlan mediante eso, por lo tanto, entiendo que desde el reconocerse como un sujeto reprimido y condicionado, se pueden buscar otras lógicas de funcionamiento.
EAC: Creo que hay un punto en común en nuestra necesidad de educar y es que intenta romper el esquema conductista establecido, como en la organización de la sala de clases o las pruebas con alternativas. Eso determina el conocimiento de forma muy potente y a ninguno de nosotros nos hace sentido, por eso pensamos que podemos aprender de otras maneras.
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—Es un flujo de saberes: aprendiendo y enseñando.
EPPA: A nosotros nos pasa que nos consideramos un complemento a la educación formal, porque no podemos sacar a los niños de los colegios.
EACLE: Un punto importante y que considero es la tarea más difícil del educador, es que todos aprendemos de distinta manera. La escuela tradicional nos enseña todo lo contrario, todos debemos aprender igual y al mismo ritmo. Ahí entramos con otro tema, la especialización.
EAC: Creo que otro aspecto importante a considerar también es la biografía y el contexto en que viven las personas a las que estamos educando, también influye en el proceso de aprender.
EACLE: Es como la educación popular funciona, ponerte en el aquí y en el ahora, siendo consciente de tu realidad.
EPPA: Por ejemplo, nosotros hacíamos desayuno con pan y cecinas, que era lo más barato, y nos cuestionamos el tema de la procedencia de los animales y el maltrato animal. Así que empezamos a implementar desayunos con alimentos que no provengan del maltrato animal, pero ¿Qué pasa si el resto de la semana los niños siguen comiendo carne? Quizás no generamos un gran cambio, pero aportamos un granito de arena.
EACLE: Pero igual lo hacen, con respecto a eso y a otras cosas. Es importante abordar los temas que se están generando a nivel social, por ejemplo, el pensamiento feminista, es importante que asumamos que podemos incorporarlo. No necesariamente haciéndolos feministas, pero sí vincularnos con la reflexión sobre estos temas.
EAC: Respecto a eso, en este momento nuestra facultad está en toma feminista y logramos tranzar para que nosotros pudiéramos entrar y funcionar con normalidad. Bajo ese contexto tuvimos que tomarnos media hora en que nos reunimos con los chicos y chicas asistentes a clases para que llegaran mujeres de la toma a explicarnos lo que estaba pasando2, de este modo hicimos parte del proceso formativo lo que estaba sucediendo en el espacio que habitamos. Eso es importante considerar el contexto en el que se está inmerso.
2 Durante la toma feminista del 2018, las actividades regulares se interrumpieron, al igual que la ocupación de los espacios de la facultad. Es por esto que al querer ocupar espacio de la facultad, era necesario dialogar con quienes llevaban adelante la movilización.
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EACLE: Además hay que considerar los lineamientos que se van a tomar, el trato que uno tiene que tener en esta sociedad contemporánea. Ya no se puede seguir soportando conductas que nos heredaron, tenemos que cambiarlas, sobretodo porque estamos educando también. Hay que hacerse cargo de todo esto, siempre hacer vanguardia para que nos beneficie a todos y traspasarlo a nuestros estudiantes que lo replicarán con las personas que están a su alrededor. Ahí va el tema de fondo, el qué queremos como educadores. Que sean mejores personas y ser mejores personas con ellos.
EAC: Claro, en el fondo, uno intenta contribuir a la formación de mejores personas y uno igual ser mejor persona gracias al proceso. Nosotros cuando planificamos la escuelita no pensamos crear artistas, no es nuestro fin, queremos formar a personas más íntegras, entregar valores y que ellos nos entreguen también. No queremos ser formativos académicamente, sino más a nivel personal. Ver el arte no como un fin, sino como un medio. El arte como una herramienta de transformación social.
EACLE: En nuestro caso, para el carnaval son importantes los temas que vamos a tocar, además del espectáculo y su calidad, debido a que a las personas que participan les importan los temas que elegimos y que tengamos opinión acerca de ellos. Está por ejemplo, el tema de la migración, la discriminación en todas sus formas, -como hacia la homosexualidad- o el de la violencia; y esa es nuestra tarea, tocar estos temas. Presentamos el arte como una herramienta que nosotros conocemos y permitimos que otros también la conozcan, incluso nos ha pasado que algunos han terminado especializándose en el área.
EPPA: Todos tenemos esa visión, estamos generando cambios en las personas que participan en nuestros espacios y esto a su vez, está generando un pequeño cambio social. Nuestro objetivo es que después los mismos niños se hagan cargo de la escuela en el futuro o creen nuevos espacios.
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—Los talleres orientados a autoeducarnos y tener una formación crítica y constructiva como individuos (como los talleres de sexualidad que se realizan, aportan buena instancia de cuidado y prevención).
EAC: A nosotros nos ha pasado que llega gente que tomó los talleres y después de dos años se une al equipo. Es bonito, porque logras plantar esa semilla, es un cambio micro, quizás, pero no deja de ser.
EACLE: Así avanza la sociedad, entregando el conocimiento, dejando que te copien. Si te copian, es que estás haciendo las cosas bien. Es una transformación del pensamiento.
Entonces, ¿concluyen que es necesario que se formen ustedes también?
EPPA: Sí, no podemos quedarnos solamente en las ganas, tenemos que formarnos. Siempre es bueno actualizarse y contextualizarse en las problemáticas que nos acontecen.
EAC: Además, nunca hace daño aprender. Aunque te enseñen algo mal, también es bueno aprender la forma en que no hay que hacer ciertas cosas.
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Ycomunidad territorio
—Hay necesidad de mayor vinculación con el territorio y otras organizaciones del territorio.
Entendemos cotidianamente el territorio como algo rígido, un espacio físico demarcado, al cual uno pertenece y es capaz de identificar. Se habla de espacialidad, de lo terrestre, marítimo, de límites y fronteras, elementos que dirigen la definición a lo estrictamente geográfico.
Pero nuestra necesidad de hablar de territorio surge desde otros motivos, desde el interés por quienes habitan en ese espacio. Este grupo humano, que a través de elementos comunes es capaz de reconocerse como comunidad, tiene sentido de pertenencia y memoria social, tiñendo los espacios de códigos y lenguajes que le caracterizan.
Al estar situado nuestro quehacer educativo dentro de un territorio y/o comunidad, debemos ser responsables de lo que esto significa, hacernos conscientes del contexto y sus necesidades para que nuestro trabajo tenga un sentido en el lugar. Como no siempre tenemos la fortuna de pertenecer o identificarnos con este, es a través de la sensibilidad que empatizamos con quienes lo habitan
El territorio físico y la comunidad con la que trabajan estas tres escuelas es diversa, y permite que el diálogo en torno a su relación con este se nutra de diversas experiencias. Santiago Centro, Lo Espejo y Puente Alto, son los territorios implicados.
Ustedes son escuelas que trabajan con la comunidad de manera directa, ¿Qué beneficios les brinda a ustedes como escuela y como personas?
EPPA: En primera instancia esta el beneficio de la vinculación, dado que la forma en la que la comunidad acogió nuestro trabajo permitió que esta participase en el de forma activa. También vislumbramos otros factores que nos enriquecen en este trabajo, como lo es la posibilidad de adentrarnos en diversas realidades. Adentrarse en realidades y experiencias nuevas para el equipo, problematizar la experiencia social del entorno que nos rodea, desarrollar nuevas habilidades como el desarrollar el trabajo mutuo, ponerse en el lugar del otro, aprender a trabajar en el medio y el contexto que nos rodea.
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¿Cuáles son esos vínculos que mencionan?
EPPA: El vínculo principal es con las personas que participan, nos referimos a la forma en la que abrieron las puertas de su población y comprometen su presencia y asistencia. Sin esos factores no podríamos desarrollar nuestro trabajo, ya que ese es uno de los enfoques políticos del proyecto, la vinculación con el barrio y el territorio. Hacerse consciente de las problemáticas del sector: el hacinamiento, la droga, la delincuencia. No buscamos llegar a resolverlo nosotros, porque somos pobladores de otros territorios de Santiago, pero sí que ellos reflexiones sobre sus necesidades.
Cuando hablan de territorio, ¿Hablan solamente de su población?
EPPA: Sí, solamente de la villa, porque vinculación con otros territorios no tenemos. Procuramos que entre los monitores de la escuela exista alguno que viva en el territorio que abarcamos.
EACLE: En nuestro caso, nosotros participamos con gente de todas las comunas de Santiago, el trabajo en el territorio no es tan directo como la Escuela Popular de Puente Alto. La expresión más grande de esto es cuando hacemos la escuela en la plaza o para el carnaval, ahí hay un reconocimiento desde la comunidad hacia la escuela. El tema del territorio se asocia más con la forma en la que surgió la escuela, cuando se abrió un nuevo espacio en la comuna (Lo Espejo); pero hoy en día, después de siete años, ya no es de Lo Espejo, sino de la Región Metropolitana. Si bien se imparte dentro de esta población y comuna, la gente que asiste al espacio es externa. Las personas pertenecientes a la población somos quienes iniciamos el proyecto. Un beneficio es que el rango etáreo con el que trabajamos, que es desde la adolescencia hacia arriba, permite que los asistentes a la escuela puedan movilizarse con más autonomía a través de la capital.
Otro beneficio es que funcionamos dentro de un colegio, por lo que se visibiliza cuando la gente sale de sus casas y ve algo distinto.
Otro factor importante es el vínculo con el territorio y su historia. Atrás del cementerio de Lo Espejo fue donde dejaron el cuerpo de Víctor Jara, el del jefe de gendarmería de la UP y de otros detenidos durante la dictadura. Eso es parte de la identidad que se transmite a quienes vienen de afuera.
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—Les cuerpes como primer terreno.
Al principio eran participantes de Lo Espejo y luego se fue incorporando gente de otras comunas, ¿Sintieron un cambio en el grupo humano con eso?
EACLE: Sí, durante el primer año (2012) los vecinos de Lo Espejo que tomaban los talleres no estaban tan involucrados, pero cuando comenzó a llegar gente de otras comunas, que muchos de ellos tenían oportunidad de conocer el arte, iban más comprometidos al espacio. Ante tal panorama los vecinos de Lo Espejo se involucraron más y comenzaron a aprender de este intercambio de vivencias. Al principio, las personas iban para escapar de su realidad buscando un carácter recreativo, pero cuando comenzó a crecer la escuela todo comenzó a cambiar: la organización, las personas que asistían, los talleres que se impartían. El primer año llegamos a ser 50 personas, hoy tenemos 250 de todas las comunas de Santiago: San Joaquín, Ñuñoa, La Reina, Puente Alto… sin embargo, la mayoría de las personas que participan son de Lo Espejo.
¿Creen que el funcionamiento de las escuelas cambie si cambian de territorio?
EACLE: Creemos que el componente territorio no es tan fundamental o de gran peso en nuestro caso. Nuestra base son los vínculos afectivos con la gente que participa, así que sí podríamos hacerlo en otro lugar. Actuamos desde el encuentro y desde los lazos.
EPPA: En nuestro caso sucede que el compromiso de la gente es diferente. Creemos que existen grandes diferencias al participar en una escuela desde sus inicios a incorporarse después. Nos ha pasado que hemos intentado levantar escuelas en otros lugares, pero los nuevos monitores desaparecen y pierden el compromiso.
¿Creen que esa pertenencia al proyecto tiene directa relación con que están interviniendo con un territorio que no es propio?
EACLE: Participamos de un proyecto que hace memoria social de un territorio, la gente nos pregunta si somos de ese lugar y nosotros decimos que no, y hay resistencia por sobre lo que hacemos. Entonces las personas toman confianza solo cuando ven productos y se visibiliza lo que estamos haciendo, cuando es más de ellos que nuestro.
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EPPA: Por eso, para todo lo que tenga que ver con trabajo comunitario es importante tener vínculos con alguna entidad del territorio. Nosotros como escuela siempre tratamos de trabajar en lugares donde una persona del equipo pertenezca al territorio, ya que conoce el espacio, es reconocido por los vecinos y sabe desde la experiencia cuál es la realidad y las necesidades de su territorio.
Este sentido de pertenencia o vínculo con el territorio, ¿Debe ser estrictamente habitar en él?
EPPA: Para nosotros sí, por las mismas necesidades de conocer las realidades de la población.
EAC: En el caso nuestro (y tal vez desde un aspecto muy personal) algunos no somos de Santiago aunque habitamos aquí, pero seguimos sin sentirnos parte de este lugar.
EACLE: En la escuela la mayoría de los profesores son de afuera. Más que un sentido del territorio físico es el carácter de pertenencia al proyecto, es cuánto crees en el proyecto. Porque más que contextualizarse en la realidad se sitúa más en el proyecto en sí.
EAC: Nuestro caso está muy condicionado por el hecho de funcionar dentro de la universidad, en lo que respecta a la proximidad de los integrantes del equipo, muy pocos viven cerca del recinto. La Escuelita Arte Colectivo nace por una necesidad de los estudiantes de la sede: el continuo análisis de lo cerrada que estaba la facultad de artes hacia el medio y los sistemas elitistas de ingreso a la universidad (no cualquiera puede entrar y si se buscan talleres estos tienen un costo monetario importante). Quisimos abrir el espacio, lo cual ha sido bastante difícil ya que el edificio mismo está parcelado y segmentado, te cruzas en la calle con alguien porque no hay patio y los espacios para compartir son escasos. Entonces trabajamos en conjunto con gente de las áreas de este edificio y partió por eso. Decidimos hacerlo gratis porque esta es una universidad pública y por lo mismo, suele suceder que llegan personas con expectativas muy altas al estar dentro de la Universidad de Chile.
Se genera un aporte a la facultad, pero porque ven que funciona, que es algo que no se han atrevido a hacer y funciona. También pasa con la gente que se empieza a comprometer con el proyecto, hemos tenido en el equipo a gente que ni siquiera ha sido estudiante de la facultad,
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pero que le gusta la iniciativa. Entonces, desde el equipo, no tenemos un territorio físico definido, porque ni siquiera es nuestro.
Entonces el territorio no es solo el espacio físico, sino donde surgen sus historias y sus necesidades…
EACLE: Al final nuestro territorio es Chile, donde estamos. Qué es lo que podemos hacer desde donde estamos. Porque no va a ser la misma realidad que Perú o Brasil.
EPPA: Pero la pobreza es la misma. Ante todo, somos pobladores y puedo identificarme en diferentes territorios, porque la realidad de esa población es similar a la mía, con problemáticas parecidas y con las mismas necesidades. Puedo caminar y entender los códigos de una población y me siento parte de ella.
EAC: Igual podemos entender el territorio como el lugar al que uno siente que pertenece, por ejemplo, al ser bailarina uno de mis territorios es la danza y no es un territorio físico. Va más allá de lo geográfico.
EACLE: Hay una definición de territorio que daba una organización argentina que se llama Pañuelos en Rebeldía donde trabajan la educación popular desde el territorio. Ahí dicen que se puede entender como el espacio geográfico, pero también como el lugar en que tú tienes una historia, más allá del espacio físico como tal. Es parte de la identidad y no tiene que ser necesariamente el espacio geográfico.
¿Qué sucede cuando tienen participantes inmigrantes?
EPPA: A nosotros lo único que nos complica es el lenguaje, que tenemos que adaptarnos a las distintas expresiones dependiendo del país.
EAC: A nosotros nos pasó que debido a un vínculo que hizo la Escuelita con el Programa de Acompañamiento y Acceso Efectivo a la Educación Superior (PACE), tuvimos la oportunidad de trabajar con colegios de alta población migrante. Sucedió que algunas mamás quisieron luego llevar sus hijos a las clases de Escuelita, y nos preguntaron si aceptábamos a niños inmigrantes, casi pidiendo permiso y con el temor de que no aceptáramos. Ahora hay un niño haitiano que asiste, no entiende muy bien
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—Hay que realizar trabajo directo con los vecinos para armar una red de apoyo mutuo.
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español, pero es participativo. Creemos que con este tipo de situaciones generamos territorio al relacionamos directamente con la comunidad. Entonces, ¿Cómo podemos ir definiendo territorio/ comunidad?
EAC: Como territorio podemos entender el espacio geográfico, así como también podemos considerarlo parte de nuestra identidad y sentido de pertenencia con lo conocido, lo querido, lo incondicional y con los lazos que se forman ahí.
EPPA: El espacio físico es importante, pero el territorio abarca mucho más. El territorio somos todos, en cierta manera.
EAC: El sentido de pertenencia lo define. En el fondo, el territorio es la comunidad donde te formas y te sientes parte de ella.
EACLE: Siento que el territorio es donde uno trabaja, ligándose al sentido de pertenencia. Por ejemplo, en un circo hay personas que se sienten pertenecientes al circo, pero son de lugares geográficos muy distintos al que toda la gente se relaciona, ese es su territorio.
EAC: En ese sentido, se puede entender a la comunidad de dos maneras: no solo la comunidad con la que te relacionas, sino que también con la carga histórica que tiene el espacio geográfico en donde estás. A pesar del prejuicio que se crea al estar en Chile, un país en donde el espacio geográfico es prejuicioso, ya que si eres de población eres muy distinto a una persona que vive en el barrio alto, porque tus oportunidades son distintas, tu educación es distinta, tu entorno es distinto. Por lo mismo, esto forma tanto una identidad individual como colectiva. Porque si bien una persona de Las Condes forma parte del proyecto de la escuela y tiene muy arraigada su tradición de Las Condes, quizás no se va a quedar en el espacio porque no comparte un montón de cosas, como puede haber gente que sí.
EACLE: Ese es el tema, eliminar esa barrera de que alguien se limite por el territorio. La educación popular tiene que ser ligada a un todo. Obviamente nos enfocamos a cierto público objetivo, pero la idea es que se pudieran relacionar entre todos.
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—Crear identidad con trabajo político, cultural y social para la población.
Cuando hacen este trabajo de educadores populares, ¿Lo hacen con enfoque en el territorio o con la comunidad?
EPPA: Nosotros por el momento trabajamos con énfasis en la comunidad, sin embargo tenemos una percepción de futuro que se sitúa más allá del territorio, en donde su comunidad se haga cargo de las demandas y necesidades de la escuela. Podríamos ser un ente externo en ese sentido, pero que va aportar a esas problemáticas y ser participativos (desde la acción participativa). En un futuro lejano esperamos que los mismos niños sean los que se hagan cargo de la escuela y sean los educadores populares del futuro.
EAC: De nuestra parte ha sido poco territorial. Nosotros como escuelita estamos metodológicamente apelando a eso este año, porque nos dimos cuenta de que hay ejes muy generales que tocan a cualquier persona, y en base a eso estamos desarrollando definiciones para trabajar estos conceptos de manera creativa.
EACLE: Nosotros estamos en un proceso de definirnos como proyecto y se nos ha cuestionado si somos comunitarios o no. En el fondo, todos somos parte de la escuela y tenemos que ir definiéndonos, y ahí está el vínculo directo entre territorio y comunidad, no tenemos territorio si no involucramos a la comunidad. La escuela surge en base a la necesidad de un territorio.
EAC: Tiene que ver con pensar el territorio como una zona geográfica que tiene sus necesidades y problemáticas, pero la comunidad es algo que se construye.
¿Qué problemática han tenido en el territorio físico?
EPPA: Nos hemos encontrado con algunas entidades vecinales que velan por sus propios intereses personales; también la baja participación e involucramiento de los vecinos en actividades del territorio; conflictos entre vecinos que alteran los espacios de la escuela. Además, la mayoría del equipo viene de fuera de la comuna, lo que arrastra problemas de atrasos, compañeros que están trabajando y tienen poco compromiso en la toma de decisiones. Eso, finalmente, repercute en los niños, porque dos o tres educadores se encargan de 20 niñes. El trabajo se hace difícil y como
75 territorio y comunidad —Espacio de resistencia.
no tenemos espacio físico dentro de la escuela para guardar materiales, debemos esperar a la persona que tenga esos materiales. Siempre hay demora en las actividades.
EACLE: Nosotros también tuvimos conflictos con las juntas de vecinos, al parecer es muy común. En el 2013 nos echaron y finalmente pudimos establecernos en un colegio que nos facilita la directora, que es profesora de arte, con el compromiso de mantener el orden y la limpieza del establecimiento. Ahora estamos habilitando un terreno para tener un espacio durante la semana.
EAC: Aunque trabajamos en la facultad, también tenemos dificultad en conseguir las salas, a veces nos ponen problemas, pero lo importante es que el espacio está.
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