Suplemento El Baldio 2 - Septiembre 2008

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suplemento cultural del semanario Eœa nº 2 · año 1 · septiembre 2008 elbaldio@ea.com.py prohibida su venta por separado

Kambaœi La guitarra menos dogmática del mundo sonó con Dokma.

Juan Heilborn juan@ea.com.py Fotos de Mónica Matiauda

Kambaœi breve Nació en Lima, San Pedro, en 1932. Trabajó como obrajero talando árboles, vino a Asunción intentando cobrar salarios atrasados y se quedó a vivir. Está casado con María Elena «La Rubia» Cantero y tiene dos hijas. Trabajó, a la par de su labor musical, como portero del Ministerio de Salud y de Canal 9. Actualmente tiene una pensión graciable del Senado, sin embargo tiene severos problemas de salud y económicos.

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n la penumbra invernal de una cocina rural, rodeado de unas diez o doce personas, Kambaœi y su guitarra hacían un dúo perfecto, sólido, de pura música, dos intrumentos tocándose mutuamente. Más de veinte años después, el borroso recuerdo infantil se hizo presente en un auditorio lleno, joven y rugiente, frente a este señor que con un «A ver si sale» nos avisó que iba a salir y muy bien, toda la música que lleva dentro. Por otro lado Dokma, definido ya como el único grupo de rock de culto del país que permanece en actividad –el metal tiene su historia aparte, que ya será contada–. Una banda sólida, creativa y ecléctica, que no intercambia potencia por calidad. Y esa misma noche dieron una de sus mejores versiones, enchufados por la emoción, con una seguridad que no les costó la dosis de humildad que ameritaba su invitado. En el marco del ciclo «La canción es siempre la misma», el sábado 16 en el teatro del centro Juan de Salazar se presentó Dokma, que tuvo el honor de ser acompañado al final de su actuación por el guitarrista Efrén Kambaœi Echeverría. La organización encabezada por Felipe Vallejos metió un golazo: el hecho de juntar en un escenario dos exponentes de semejante categoría, de tan disímiles procedencias y estilos constituye un símbolo musical importante en la música paraguaya de los últimos años.

Es que la presencia –por estos días– de Kamba’i en un escenario junto a músicos de calidad es, cuando menos, significativa. Porque en el estruendo de los aplausos no se pudo evitar un resabio de remordimiento, de sabor a culpa intentado redimirse; propio de una generación que creció sin referentes musicales con los que sentirse identificados y que intenta, vaya uno a saber si en vano o no, reivindicar a los grandes olvidados de generaciones anteriores. En este caso, un músico sin parámetros conocidos que –por esa latinoamericana costumbre estatal y de cúpulas culturales– fue (¿o sigue siendo?) infravalorado allí donde las decisiones se toman, donde los apoyos se eligen. Porque es obligatorio reiterar que Efrén Echeverría es un guitarrista único. Un autodidacta excepcional, quien no sólo inventó una afinación propia para acompañarse a él mismo y reproduce con su guitarra lo que escucha (desde el rezo del rosario hasta el emblemático «Ryguasu kokore», pasando por originales versiones de polcas y guaranias), sino que su portentoso sentido musical –no encuentro otra manera de llamarlo– transforma en melodía lo que ve con sus ojos, como en «Jaguaœi karæ». En otras palabras, una persona de las que nos queda mucho por aprender –de esas que no vuelven a aparecer en el mismo siglo– no sólo por su técnica, sino por su estatura humana, que con humildad, humor y su enorme calidad nos hace sentir nada menos que privilegiados. Dokma aportó lo suyo, y muy bien; Efrén todo lo demás; para un evento en que la música –trabajada, querida, celebrada– fue protagonista.

Videos http://es.youtube.com/ watch?v=gZtHuUh3pek http://es.youtube.com/ watch?v=Zyxb_eEF7rA http://es.youtube.com/ watch?v=QbHtfxkik94 http://es.youtube.com/ watch?v=6wN6I92Uabc http://es.youtube.com/ watch?v=KMPZmyE-5so http://es.youtube.com/ watch?v=9jm4POivFrA http://es.youtube.com/ watch?v=sQfnDVxK8Qw


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opinión

septiembre 2008 · semanario E’a · s u p l e m e n t o e l b a l d í o

políticas culturales en el paraguay

o cultural o nada

De compromisos y responsabilidades

Cambio Paraguay

Fides Gauto · yeruti@gmail.com

Mónica Krei · monicakrei@gmail.com

ste tema es amplio y serio y este artículo es un pequeño acercamiento (no más) al mismo. La pregunta es ¿qué se está haciendo y qué más se puede hacer en cuanto a las políticas culturales en nuestro país?, sobre todo lo que tenga que ver con el crecimiento artístico y cultural de la juventud. En esta circunstancia tan particular de la historia de nuestro país, pareciera que tenemos derecho a soñar con que algo mejore, algo cambie… No quiero decir que antes no tuviéramos derecho, pero ahora, con el inicio de esta nueva era, (jaœe chupe), las posibilidades se amplían, ya no podemos estar simplemente quejándonos porque «no se hace nada luego» por los niños, por los jóvenes, por la cultura. En líneas generales, la gran mayoría de los proyectos culturales hasta hoy están realizados a pulmón, con el sudor y la sangre de quienes, aunque parezca trillado, viven «por amor al arte»: en los ámbitos del teatro, la danza, la pintura, la música, la literatura... Hemos escuchado tantas veces esa frase: «no contamos con ninguna ayuda del gobierno», ni más ni menos que los chicos que piden colaboraciones en el colectivo. También es cierto que algunos sí

han contado con esa bendita ayuda, pero son casos aislados, podríamos llamarles «los artistas privilegiados» o como se escucha por ahí «los cultura jara de siempre». Entonces se hace complicado un verdadero desarrollo en este ámbito, porque para ser artista debés enfrentarte a la gran disyuntiva: o estás en el grupo élite, de esos que solo se conocen entre ellos o hacés malabarismo en los semáforos, conste que ser artista callejero tiene muchísima dignidad. Pero qué es lo que podemos soñar, que el arte salga a la calle, sí, no para mendigar sino para crecer, para transmitir ideales y esperanzas, superar la mediocridad, dar lo mejor de cada uno y de la sociedad toda Así que, hay mucho que hacer. Don Lugo y sus colaboradores tienen una gran responsabilidad, saldar la gran deuda con la educación (y con la cultura) es una prioridad, pero no podemos simplemente sentarnos frente a la tele y ver qué pasa, debemos reconocer que podemos ayudar, cada lector de Eœa, tiene una idea que puede aportar, producto de su experiencia y sus penurias, ya como artista, ya como simple ciudadano hambriento de manifestaciones culturales. Creo que al menos debemos intentarlo, este es el momento, ¿no creen?

el derecho (y el respeto) a ser diferente

Los derechos de los pueblos indígenas Nohelia Faguaga · noheliafaguaga@gmail.com

ás allá de la caridad está la justicia En esta declaración de 46 artículos se enunsocial y la primera aparece como cia voluntades, sentires y derechos de pueblos una forma anterior a ésta última del mundo y Paraguay está en este mundo con en la historia. Estas dos formas de todos sus mundos, sus lenguas originarias y acción coexisten y comparten es- ancestrales, culturas y seres humanos diversos, pacios físicos y territorios sicológicos. pobladores milenarios de estas tierras. Los estados nacionales están basados en En el Artículo 1 de esta declaración se reun sistema de derechos cuyos agentes son sus conoce a los indígenas como sujetos de dehabitantes, independientemente de sus prác- recho, «como pueblos o como personas, de ticas caritativas. El estado garantiza (debería y todos los derechos humanos y las libertades puede) una vida digna para todos y todas las fundamentales reconocidos por la Carta de las Naciones que en él existimos. Para reclamar lo que nos Unidas, la Declaración Universal de Derechos es propio, tenemos que conocerlo y no sentir Humanos (3) y la normativa internacional de que se nos dan como favor cuando en realidad los derechos humanos». es un derecho por ser persona. Se agrega en el Artículo 3 que «los pueblos Paraguay firmó el año pasado la Declaraindígenas tienen derecho a la libre determición Universal de los Derechos de los Pueblos nación. En virtud de ese derecho determinan Indígenas. Firmar un tratado significa que los libremente su condición política y persiguen habitantes de ese país pueden tomar esa legislibremente su desarrollo económico, social y lación, de hecho deben hacerlo, para mejorar cultural». Más adelante en la declaración se amplía: sus condiciones de existencia y «Los pueblos indígenas, en ejercicio de su deampliar sus libertades. Enlace recho de libre determinación, tienen derecho Esta declaración ha tenido a la autonomía o el autogobierno en las cuespoca difusión, ya que si bien favo- Declaración Universal de tiones relacionadas con sus asuntos internos rece a los pueblos indígenas perju- los Pueblos Indígenas. y locales, así como a disponer de los medios dica a los y las que viven de estos http://www.un.org/ para financiar sus funciones autónomas». pueblos, tomándolos como objeto esa/socdev/unpfii/ de investigación y lucro y no como es/drip.html sujetos políticos y culturales.

esde el 20 de abril asistimos a la verbalización del cambio: una esperanza que se posa en la palabra de políticos y gente de a pie. Hasta el mismo presidente (el primero, no?), Fernando Lugo, en su discurso en la asunción dijo que «el cambio en Paraguay es un cambio cultural», poniéndole fin a la isla de tierra roabastiana o inaugurando el despertar del Paraguay real de Barrett. No sé si será verdad o no, pero Lugo ha dado en la tecla: el cambio es cultural o es nada; y para ello nos acercamos a pensar cómo sería el cambio cultural, la definición de una política cultural en un país devastado en su dignidad, en donde impera (con mayoría) la ley del menor esfuerzo, del para-qué-si-todoes-igual y donde lo cultural es la asignatura pendiente del Estado y la sociedad paraguaya. Pensar una política cultural paraguaya no es moco de pavo si entendemos al Paraguay como ese todo en el que conviven el mundo españolizado de la colonización y la tradición lingüística del universo guaraní, entrelazados, enemistados, cofraternos en la era de la globalización. Más que nunca quizás, tanto en enunciación como en aplicación, una política cultural para Paraguay debe corresponderse con el pluralismo cultural en todos sus pliegues y dimensiones, sobre todo aquellos postergados y/o utilizados como caballito de batalla de la identidad paraguaya. La teoría nos dice que la política cultural es una dimensión retórica en la que conviven pluralismo, democracia, globalización, identidad y nación. Esto implica también las formas de pensar, hacer y vivir la cultura de un país. Esto de dimensión retórica es muy simple, sólo hace referencia al conjunto de palabras que dicen (y también niegan, por los mecanismo de omisión) que será entendido por cultura para una sociedad. Sería demasiado mbore, sin un contexto vasto y previo, poner en discusión aquí la política cultural actual o su inexistencia hasta el momento. Esto es materia pendiente para una investigación exhaustiva, porque no construye nada el plagueo irresponsable de todos los días: justamente este es uno de los puntos fundamentales para un cambio cultural. Sin embargo, sí podemos afirmar, por la experiencia lejana o cercana, que cada uno comprende bien el mecanismo de inclusión-exclusión que se ha aplicado hasta el momento. Me animo a ser ridículamente optimista al pensar que una política cultural en Paraguay se está gestando, o que al menos está la voluntad política del decirla. No es en vano el trabajo del Foro Cultural Permanente. No es vano el trabajo detrás de la Ley de Lenguas. No es en vano la esperanza depositada en la Ley de Cultura o las acciones del Ministerio de Cultura. Seguramente todo esto no será suficiente para una política cultural paraguaya, que debe acabar una realidad demasiado postergada, resignada y de exclusión, pero como retórica, como inicio de una enunciación es válida y sólo el tiempo nos dirá si en la aplicación real será lo que esperábamos.


opinión

s u p l e m e n t o e l b a l d í o · semanario E’a · septiembre 2008

Guarani ñeœæ ha Plan Nacional de Cultura Perla Álvarez · perlaalvarezbritez@gmail.com

o haipÿ mbÿkÿmíme añehaœãta ahechauka mokõi mbaœe: pete^va, mbaœéicha rupípa tekotevæ ojejesareko ha oñeñatende guarani ñeœære polítika tetã reko reheguápe (ha ndahaœéi koœápe año opÿtavaœerã, ojehechavaœerã opaite tetã rembiapo oguata haguå guaraníme avei); ha mokõiha, mbaœembaœépa ikatúne ija ojejapóvo koœåga guive upe Secretaría Nacional de Cultura guive.

Mbaœérepa ñañeœævaœerã guaraníre Plan Nacional de Cultura-pe

Jaœevaœerã pe mbaœe ñande kuaukavéva tetã háiha ambue tetã renondépe ÿvÿ tuichakue ningo guarani ñe’æ.

Ñepÿr€rã jaœevaœerã guarani ñeœæ ñane retã kuaukaha tuichavéva, herakuãvéva ha ojehecharamovéva ko ÿvÿ tuichakue jave. Opa tapicha osæva ñane retãgui, ko ÿvÿ rembeœ†pejepe, oñeñanduka haguã paraguaiháicha ojeko guaraníre, jepe ápe noñeœæi okápe oñehaœã ñeœæ sogue mimínte jepe ani haguã okañÿ pÿtagua reko apÿtépe, heœiségui avei: «ápe aime che che reko reheve». Ha péva ojerohorÿ okápe. Guarani hína ñeœæ ojepuruvéva ñane retãme, ñane ñeœæ ÿpÿ ha Amerikaÿguavoi, ñande ÿpÿkuéra ñeœæ katu opaite paraguaikuéra ñeœæ avei, taimboriahu, taœiviruheta mbaœéva. Katu ñane retã sãmbÿhÿ oguata åga peve castellano-pe año, oñemboÿke guarani ñeœæ. Tapicha oñeœæva guarani añónte apÿtépe o^ máva imboraihu ap^va, iñeœæme noguahæi rupi mbaœeveichagua marandu, ambue teko, ambue arandu, tekomboœe ha kuaatÿ imoñoœõmbÿréva.

Guarani hína Paraguái retãÿguakuéra mbojoaju ha mbojojaha. Katu kóva ñane retãme åga peve noñemombaœepái gueteri. Upévare tapicha iñeœæ guaraníva hetave jeÿ oguerot^ iñeœæ ha oñehaœã oñeœæ vaivai castellano, upéicha vaicha ku oñemombaœevétava ichupe. Ãva ha hetave mbaœére guarani ñeœæ katuete oikemantevaœerã Plan Nacional de Culturape. Ñañeœæ ñaína mokõi mbaœe guasúre: ñaime ñande deréchope ñañemombaœévo ha jaikovévo ñane ñeœæme ñamboÿkeœ�re ambue ñeœæme, ñaime ñande deréchope jajekuaaukávo ñande reko ha ñane ñeœæ teépe.

Mbaœe mbaœépa ikatúne ojejapo Secretaria Nacional de Cultura guive Jaœevaœerã opaichagua tembiapo ñande reko paraguái rehegua oguata porã haguå ojoajumantevaœerã ambue tembiapo guasu tetãÿgua ñakãrapuœãrã rehegua ndive. Ápe tembiapo rÿs�i ikatúva ojegueroguata: • Tekotevæ oñembaœapo guarani ñeœæ oñakãrapuœã haguå ha upéicha ipuruharakuéra avei ojehecháta ipÿpe. Tojekuaa ha toñehenduka (jahechavaœerã ñande resa ha ñande apÿsa rupi) opárupi guarani castellano ÿkére térã haœeño tetã mbaœapohápe; ikatu haguåicha ojeœe «ovalénimboraœe avei che ñeœæ» térã «avalénimboraœe che» ha upekuévo tapicha oipurúva anivéma haguå ot^ ha oñeñandu porãve. Opamavaœerã ñemboÿke ñane retãme

ha umíva apÿtépe ñeœæ ñemboÿke imbaretéva ñande apÿtépe jepe heta jeÿ ikañÿmbÿ. Peichagua tembiapo rupive ojehapoœokuaa ã teko avÿ. • Opaichagua teko ha arandu mbaœeœapo ñemurãme oikevaœerã guarani ha oñemokÿreœ� vaœerãvoi. Kóva tembiapo oñemotenondevaœerã. Audiovisual, kuatiahaipÿre, aranduka, purahéi pÿahu, ha hetave mbaœe mitãme ha kakuaápe guarã. • Ojerekovaœerã taœãngambÿrÿ guaraníme. Opaichagua tembiapo rehegua, marandurã, tekomboœerã, pÿtuœu, vÿœarã, tesãirã, ha hetave mitã ha kakuaávape guarã. • Ojejerurevaœerã pukoe umíva oreko haguå apopÿrã aravo oñehenduvehápe ha opa mbaœe rehegua. Ojeœe vaœerã mbo�pa castellano ha mbo�pa guarani ikatu haguåicha oñemombarete guarani jepuru. • Ñohaœãnga, ñeœæpotÿ, purahéi ñerenohæœÿahu oñemokÿre�vaœerã, • Oñemboahasavaœerã kuatiakuéra tekotevæva guaraníme, tetãÿguakuérape oguahæ haguã marandu arandu ha ñande reko ñemoherakuã rehegua. Néi hetave mbaœe o^ne. Vaicháku ñane retãme oipeju kangÿmíva ÿvÿtu pÿahu, opaitépe guarã, hiœã avei upe ÿvÿtu kunuœ€ ohupÿtÿ ñane ñeœæ ha ipuruharakuérape. Åga jajapóramo ã mbaœe ikatúne jahapÿtÿ añete guarani okakua haguã ipuruhára javeve.

estancias·errancias·querencias cine

música

El 17º Festival Internacional de Cine

Mbarakapu Rock Fest

Es ya el evento más importante del séptimo arte en Paraguay. Este festival da a conocer al público paraguayo el cine de calidad que no llega a la cartelera comercial, celebrando la cinematografía como cultura, arte y diversión. El Festival se desarrollará este año desde el 11 al 30 de setiembre, bajo el lema «La Literatura en el Cine». La localidad será en el cine del Shopping Villa Morra y las funciones especiales de Arte & Cultura en otros lugares. Las Actividades Paralelas de valor formativo y cultural se llevarán a cabo en el Centro Cultural el Cabildo, Fausto Cultural y la uaa.

El sábado 20 de setiembre, en La Manzana de la Rivera (Ayolas 129 c/ B. Constant) se realizará este evento creado para difundir el trabajo, el talento y la creatividad de guitarristas paraguayos vinculados al rock en todas sus vertientes. Mbarakapu comenzará a las 17hs y desde las 21:30 habrá un festival de solistas con la presentación de Gabriel Lema (jazz, folk, blues, rockœn roll), Axl «Korsakov» Torres (ex Divinity) y Francis Montanaro (ii Raíces). Como bandas de apertura del festival estarán Las Residentas del Rock y Rushmore. También se desarrollará, a partir de las 18:00 hs., tres talleres que tendrán como temas: «Introducción a la guitarra Slide», «Desarrollo del lenguaje e identidad como solista», y «Arpegios melódicos para guitarrístas avanzados», a cargo de Gabriel Lema y Federico Espínola. A partir de las 20:00 hs. se realizará un el panel «Historia del rock nacional desde sus protagonistas», que tendrá como panelistas a Chester Swann, Felipe Vallejos (ex Shaman) y Patrick Altamirano (Revolver). También se podrá ver una expo relacionada al mundo de la guitarra y al rock nacional, que incluirá fotografías de la historia del rock paraguayo, trabajos de luthiers locales, prueba de instrumentos y una feria abierta de demos, discos y materiales de bandas nacionales. Las entradas anticipadas tendrán un costo de ‚ 15.000 y en boletería ‚ 20.000. Contactos: purorock.revista@gmail.com.

«La Literatura en el Cine» Una gran parte de las películas seleccionadas y los eventos paralelos se relacionarán a la relación del cine con las novelas, cuentos, poesías y obras de teatro adaptadas a la pantalla grande. El Foro Cine y Literatura incluirá charlas e ilustraciones, a cargo de invitados extranjeros Las Actividades Paralelas principales serán: el 5º Foro de Cine del Mercosur, el Taller sobre el Cortometraje y el Foro Cine y Literatura. La motivación principal para seguir con el evento cada año es desarrollar la cultura cinematográfica en el Paraguay, tanto en la formación del público para la preciación de la diversidad cultural y artística en el cine como para la producción audiovisual nacional. Más informes en www.pla.net.py/cinefest.

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los innombrables

septiembre 2008 · semanario E’a · s u p l e m e n t o e l b a l d í o

Acá estamos, somos unas 30 personas. Es la tardecita del 14 de agosto. El Auditorio del Museo de las Memorias, es un collage de periodistas, poetas, y familiares de víctimas de la dictadura. Una amiga me dice emocionada «este viejito es parte de la historia de la poesía, la teología de la liberación y la revolución en Latinoamérica». El señor al que mi amiga hace referencia tiene cabellos blancos, barba blanca, ropa blanca, usa anteojos y una

ernesto cardenal en el museo de las memorias

boina negra. Tiene 83 años, fue poeta, sacerdote y guerrillero. En realidad sigue siendo las tres cosas, aunque para muchos, más que nada es un poeta. Poeta

Dios, Poesía y Revolución

extraño, casi un mito de la tros de tortura en la época de los Somoza, y que Por Carlos Bazzano también llegaban entrenadores gringos para carlos@ea.com.py que materializan la intensidad de su enseñar los mejores métodos para la tortura, como en tantos países de Latinoamérica. Fotografía de vida en sus poemas. Es la primera vez Antes, muchos años atrás, cuando no tenía Fides Gauto que se viene a Paraguay, luego de Rubén canas, mucho antes, cuando Ernesto era un muchacho inquieto y lleno de sueños, salió de Darío es uno de los más conocidos de la la comodidad de su hogar para dedicarse a la literatura nicaragüense. Un susurro llega poesía, «de qué pensás vivir» le decía su padre. Sin embargo el joven se fue, cantando a a mis oídos «en 2005 fue nominado a la belleza de esas muchachas tan lindas. Como recibir el Nóbel de literatura». Bueno, acá él mismo cuenta al auditorio, «este amor a la belleza de las muchachas me llevó al amor de estamos, el poeta, sacerdote y guerrillero Dios, la fuente de toda belleza, y la fuente de ahora está recorriendo el museo de las las muchachas, y luego ese amor a Dios me llevo al amor a la revolución.» Ese amor a Dios le memorias, luego conversará con nosotros… hizo entrar en un monasterio trapense en Estados Unidos, «renuncié a mi país, a mi trópico, a mis lagos, a aquello que yo amaba tanto». Allí en el monasterio de Kentucky conoció al rnesto Cardenal sigue caminando, sus sacerdote Thomas Merton. El viejo Merton le pasos son lentos y a la vez decididos. Se dio la formación religiosa, ya no católica sino detiene en algunos rincones que algudel cristianismo nuevo «él me hizo ver que na vez fueron espacios de tortura y muerte. esas órdenes religiosas eran ya arcaicas, que Piensa, siente, observa cada espacio, escucha había que buscar otro tipo de cristianismo». «Esa es la atentamente los comentarios de sus guías. CaDice Cardenal emocionado por los recuerdos. mina lenta, lentamente, como recordando pepoesía, y Merton marca un antes y un después en su sadillas y al mismo tiempo soñando. Ahora se vida, le enseñó a observar con otros ojos a los acerca al centro del salón. La gente se levanesa es la pueblos originarios de América, a la poesía, a ta de sus asientos y lo aplaude. Con una voz revolución, la teología y a la revolución. ronca y a la vez diáfana, como recordando a «Eso después me hizo ser revolucionario. es comunicar». compañeros muertos en celdas como las que Porque después de haber salido del monasteacaba de ver, Cardenal, ahora habla. rio trapense, ya siendo sacerdote visité Cuba en el año 70. «Solo quiero decirles que me parece imMi primera visita a Cuba fue mi segunda conpresionante lo que vi, esto es mucho peor que versión, la conversión a la revolución. Y esto en Honduras y Nicaragua, incomparablemenpuedo decir que resume mi pequeña historia, te peor y no sé si en otros países habrá algo y me ha traído al Paraguay nuevo». semejante, creo que esto debe ser más conoA esta altura de la conversación, su acento cido, porque se desconoce lo que aquí se ve ya se nos vuelve familiar, el viejito genera un en este museo. En primer lugar comprendo afecto instantáneo. Quizá muchos años atrás el por qué Somoza vino para Paraguay, a donde viejo monje Merton sufrió de añoranza cuanencontró la justicia de la muerte. Comprendo do le dijo al joven Ernesto (que no estaba hepor qué escogió este lugar, donde fue acogido, cho para la vida vertical del monasterio) que porque hasta en eeuu no lo admitieron. Estaera su hora de partir, «Es muy bueno que salba tan desprestigiado que los gringos solo le gas», le dijo Merton, «esta vida no es para ti, ni dieron dos, tres días, en Florida, y de ahí tuvo para mi, que soy también poeta». Merton llevaque salir. No pensaron regresarlo a Nicaragua ba más de 20 años de monje. Cardenal volvió porque había empezado la revolución. Y entonces aquí fue a Nicaragua, su país, a su lago, a su clima. En acogido por este hombre (Stroessner). Solentiname, en ese archipiélago, escogió un El autor de «Hora 0» habla con conocimiento de causa. Participó de la Revolución Sandinista, pequeño terreno para trabajar con un grupo y tener al fin una vida contemplativa. con el triunfo de ésta, fue ministro de cultura. Los presentes cuentan al poeta nicaragüense la historia del Museo de las Memorias y la parti- Solentiname y el fsln cipación de la inteligencia norteamericana en «Se atravesó en mi vida Solentiname, Dios lo esas salas de tortura. Cardenal sabe de poesía, puso en mi camino, y entonces yo no pretendictaduras y revoluciones. Ahora nos cuenta día otra cosa más que tener un pequeño grupo que en Nicaragua hubo también muchos cen- que se juntara conmigo para vivir una vida con

literatura. El viejito es uno de esos seres

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Dios. Pero resultó que Merton me había dicho que el contemplativo no puede estar indiferente a los problemas sociales y políticos de su país, mucho menos en América Latina donde había tantas dictaduras militares. “Eso fue también muy importante, porque yo al principio pensaba que uno tenía que renunciar a todo lo que uno era. Y él me dijo “no debes renunciar a nada, debes ser el que tú eres porque eso es lo que Dios quiere de ti, que tú seas el que eres”. Bueno, entonces fue ahí que yo entré al Frente Sandinista. Poco a poco fui asimilando la revolución guerrillera, que era con las armas. Yo creía que no podía uno defender esa violencia armada, pero me di cuenta que en nuestro caso, era una dictadura que no permitía ninguna otra opción, había que hacer lo que estaba haciendo aquel pequeño grupo de guerrilleros, que después fue apoyado por toda Nicaragua, hasta por los sacerdotes y los obispos. Pero nada más que tres meses antes del triunfo de la revolución, los obispos dijeron que la teología católica también defendía la guerra justa, y que San Agustín y Santo Tomás de Aquino, pero entonces todo el pueblo de Nicaragua ya estaba con la revolución, sin necesidad de saber San Agustín y Santo Tomás de Aquino».

Poesía y revolución «La poesía y la revolución deben ser lo mismo, cultura es revolución, revolución es cultura. Se puede decir lo mismo por la poesía, que la cultura comenzó por la poesía. Parece que el primer lenguaje que tuvo la humanidad fue la poesía, algunos dicen que más bien fue el canto, antes que el hombre pudiera articular palabras tenía unos sonidos que ya no eran de los animales, que era música, piensan entonces que serían canciones de amor, y también canción de cuna, la madre era arrullo, era un instinto materno, que da sentido al lenguaje en un sentido lingüista más moderno, y después la poesía, y después la prosa mucho más tarde. Esa es la poesía, y esa es la revolución, es comunicar. Antes la humanidad no se comunicaba, antes no éramos humanos, éramos animales mudos antes que hubiera lenguaje. Cuando uno se comunica con otro, explica su pensamiento, y dice una mentira también, porque el lenguaje también es para mentir, como lo sabemos los que hemos sido víctimas de la dictadura, entonces ahí se va creando la humanidad. Y la revolución también es lenguaje, es comunicarnos, esos niños, y esta nueva juventud que va a venir (en Paraguay), pues van a tener también otro lenguaje, ya no más mentira, sino la verdad. Estoy muy emocionado».


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los innombrables

en la vida de un hombre de mirada triste El Evangelio según Cardenal Seguimos conversando, a esta altura casi todos los presentes ya le hemos preguntado algo. El poeta toma un poco de agua y vuelve a Solentiname a esa comunidad que en la actualidad es casi un mito. «Ahí, en esa comunidad donde yo estuve más de 12 años, desarrollamos con los campesinos pintura, y después también la artesanía, y después la poesía. Hubo un taller de poesía, y esa poesía ha sido divulgada en varios países, en varias lenguas. Y después el Evangelio de Solentiname que para mí es lo más importante que hicimos. Comentábamos el Evangelio a la luz de la revolución, a la luz del marxismo también, porque ya nos estábamos haciendo marxistas y nos hicimos marxistas. Esa era la lectura espiritual para nosotros. Por último los muchachos, y también algunas muchachas, ya entraron en la lucha armada, en la guerrilla. Y en esa lucha también algunos de ellos murieron, eso fue Solentiname. Fue una experiencia modesta, pero alguna importancia tuvo la teología de la liberación que tuvieron estos campesinos, y sus prácticas de esa teología, luchando, y algunos muriendo».

Pregunta corta, respuesta larga, y un final inesperado en Nicaragua. Uno de los asistentes preguntó: –¿Cuál es tu visión a casi 30 años de la proyección que tuvo la revolución sandinista, el presente y futuro que pueda tener? «La revolución fue muy bella como lo pueden atestiguar las personas que están aquí, y que estuvieron en el tiempo de la revolución. La revolución duró 10 años y pico. Perdimos las elecciones por injerencia de Estados Unidos, 8 años de guerra, un bloqueo económico, todo eso hizo que el pueblo se cansara un poco, no de la revolución pero sí de la situación en que estaban. El mismo Fidel les había dicho a los comandantes de la Dirección Nacional del Frente, de que era muy riesgoso, que podían perder las elecciones, porque hacer unas elecciones en tiempo de guerra... Bueno, el hecho es que la perdimos». »Pero no se perdió la revolución por ese motivo, sino que se perdió la moral de muchos de los comandantes, no de todos, pero de varios de ellos. Y antes de entregar el poder al nuevo gobierno, robaron millones de dólares, empresas de todas clases. Estábamos ya en un régimen que iba a ser socialismo, muchas empresas eran parte de la economía nacionalizada, y eso iba a pasar a la propiedad privada. Y eso dejó de ser ya revolución». »Esa corrupción es la que ahora está go-

bernando Nicaragua: Daniel Ortega, su mujer, y sus hijos. Allí hay una dictadura también, no militar ni policíaca, porque el ejército y la policía que tenemos es un éxito de la revolución, no ha cambiado. Aunque los Ortega, están haciendo esfuerzo por apoderarse de eso, porque es lo único que no tienen, todo lo demás lo dominan». »Con este gobierno tenemos una democracia corrupta, y eso pues es lo contrario de una revolución; sus discursos son pura demagogia. Daniel ataca a los Estados Unidos ferozmente, pero ha firmado el convenio de Libre Comercio con los Estados Unidos y servir así a los Estados Unidos, pero no en las palabras. Los gringos saben que eso es retórica y lo impor- «la Iglesia en tante para ellos son los hechos, en los cuales penumbra él está de acuerdo con el Banco Mundial, con el fmi y con todas esas cosas». parece que »Las peores alianzas: el ex presidente Aleestá llena de mán es aliado íntimo de Daniel Ortega. Además se ha aliado con el gran enemigo que tuvimos demonios.» nosotros, el cardenal Ovando, los que estuvieron en Nicaragua saben quién era el cardenal Ovando para la revolución, y ahora es íntimo de Daniel. También con los somocistas ha hecho alianza, con la contra, que eran torturadores y asesinos. Ortega ha aliado Enlace muchas clases de grupos para llegar al poder. Con todas esas alianzas horribles los que están Poema de Ernesto gobernando en Nicaragua son Daniel Ortega, su Cardenal en ea.com.py mujer y sus hijos, repartiéndose todo lo que www.ea.com.py/cardenal pueden. No deben de juntarse con los otros nombres de la nueva América Latina que está emergiendo: la revolución cubana, la revolución bolivariana, ahora la nueva Bolivia, y el nuevo Paraguay también. Es un error confundirlo, el verdadero sandinismo está en la oposición del llamado sandinismo que gobierna. Perdieron la moral y se perdió la revolución». Son muchas las preguntas, y muchas las respuestas de Cardenal en el Museo de las Memorias. La reunión termina con aplausos y abrazos Enlace al poeta. Afuera ya es de noche, pasado mañana viajará al Departamento de San Pedro con http://afp.google. Lugo y Chávez para hablar con los campesinos, com/article/ALeqM5 sabemos que él hablará de dios, la poesía y la jSOMCDpv8mwNnb revolución. En el momento de la despedida no Bv7_4u1RcoukqA sabemos lo que ocurrirá tiempo después.

Ahora es 28 de agosto. Mientras cierro este artículo me encuentro con la siguiente noticia de (afp) proveniente de Managua, «Ernesto Cardenal, condenado por delito de injurias y calumnias», luego leo que el escritor atribuye la condena a un acto de venganza política del presidente nicaragüense, Daniel Ortega, por sus críticas formuladas en Paraguay. Intelectuales y poetas nicaragüenses apoyan a Cardenal, entre ellos Gioconda Belli denunciando que la actitud del gobierno contra el autor de «Oración a Marilyn Monroe». «No es más que una muestra de la cobardía con que actúan los que ostentan el poder en contra de quienes se muestran críticos y adversos». Al final del artículo Belli anuncia que denunciarán el caso en foros internacionales y advierte que el poeta, «no está solo y un ataque contra Ernesto es un ataque contra todos nosotros los escritores del país"».

Quién es Ernesto Cardenal Nació en 1925 en Granada, Nicaragua. Tras culminar sus estudios de bachillerato viajó a México e ingresó en la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad Nacional Autónoma de México, publicó sus primeros poemas en revistas mexicanas. En 1947 obtuvo la licenciatura y entre 1948 y 1949 estudió Literatura Norteamericana en la Universidad de Columbia (Nueva York) donde terminó doctorándose. Pasó un largo periodo de tiempo en un monasterio trapense de Kentucky, Estados Unidos. Se ordenó sacerdote en 1965 y creó en su país la abadía de Solentiname, poderoso foco de la revolución cultural y religiosa americana. Combatió contra la dictadura del general Anastasio Somoza, siendo nombrado en 1979 ministro de Cultura por la revolución sandinista. Se destacan entre sus obras: Epigramas (1961), Oración por Marilyn Monroe y otros poemas (1965), El estrecho dudoso (1966) y Homenaje a los indios americanos (1969). Sus últimos libros editados han sido Telescopio en la noche oscura (1983), Quetzatcóatl (1985), Cántico cósmico (1989). Recientemente ha publicado lo que hasta el momento constituye su última obra: Vida perdida (1999).

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música

septiembre 2008 · semanario E’a · s u p l e m e n t o e l b a l d í o

La guerra por el petróleo chaqueño llevó a cientos de miles de paraguayos y bolivianos a creer que luchaban por una causa patriótica. La sangre que regó el inmenso kaœaguÿ petrolífero sin embargo guarda aún algo de su gloria y su nobleza en las composiciones de una de las figuras emblemáticas de nuestra cultura: Emiliano

Entre la guitarra y el fusil

Emiliano

Rivarola Fernández. Por Hernán Maciel hernan@ea.com.py

Ilustración Juan Andrés Franco

«Jakuœéke Paraguái…» A principios de marzo de este año se realizó el seminario latinoamericano sobre protagonismo popular, soberanía e integración donde participaron distintas personalidades de diferentes países de la región. Entre los visitantes a nuestro país estuvo Julio José Chiavenato, escritor brasilero que se dedicó a investigar las causas y consecuencias tanto de la guerra del 70 como la guerra del Chaco. Julio José cuenta que se fascinó con la historia del Paraguay después de una visita a Caacupé, donde estuvo preguntado sobre uno de los monumentos hecho para los niños mártires de Acosta Ñú. Un niño que estaba por el lugar lo llevó junto a su abuelo, quien le contaría la historia y el por qué de aquel monumento. Julio José decía que no le contó una historia, sino que le cantó una canción en guaraní sobre la guerra y que después le tradujo al castellano para que entendiera. Desde ese momento quedó conmovido por la historia del Paraguay. Quizás los acordes de aquella canción que escuchó Chiavenato eran de alguno de las tantos emilianore, como se conocen las obras de este poeta incrustado en el corazón y la mente de nuestro pueblo como una bala que no termina de matar. Es cuestión de imaginar cómo la guitarra herida por la polca revive nuestro pasado y nos lleva nuevamente hacia aquellos parajes inhóspitos, hacia el campo de batalla. Emiliano Rivarola Fernández entregó su vida al canto, a la poesía y, de alguna manera, a la guerra. No es casual que este poeta tan elogiado y reconocido, incluso perseguido en su época, hasta hoy se halla identificado con las contiendas bélicas y el heroísmo que caracteriza a la «raza guaraní», como él llamó a nuestra gente.

«Ahayhúgui che retå “Che la reina” rohejata Frontera lado aháta Ahuvaitívo umi ava».

Ella y algunos vecinos y parientes tuvieron que movilizarse hacia Piribebuy arrastrados por el horror de la guerra. 1869 no tenía fin y los aliados estaban apoderándose de todo. Hasta que ocurrió lo fatal. Un 12 de agosto genocida, Silvestre de 12 años, quedó huérfano igual que todos los niños del mundo. Su madre fue violada y asesinada por el feroz Luisón de tres cabezas que decía estar luchando contra un solo hombre mientras se devoraba a los niños que encontraba a su paso. Pero Silvestre Fernández logró escapar de sus fauces. Antes, también empuñaría el fusil y vestiría de soldado y perdería la inocencia para siempre. Cuando el Mariscal es asesinado Silvestre huye ya sin nadie y sin nada. Silvestre sobrevive y con los años va a parar a Asunción donde trabaja de carpintero. Ya en 1892 Silvestre decide viajar a Acahay para visitar a algunos parientes que también sobrevivieron. Y Allí se enamora de Bernarda Rivarola, sobrina del Cnel. Valois Rivarola.

«Na tahupimí mano a la vicera/ Ha tambojoja che marakamí»

Enlace

«Ikatúnte aju jevy/ Ndahaœaéi katuete amanóvo…» Don Simeón Fernández se presentó para defender la patria, quizás conciente de su último destino, en el Campamento Cerro León. El honor y la patria y todo por lo que había luchado en su vida lo reclamaban. Fue así que dejó en casa para que le esperen, hasta la eternidad si era necesario, a María Ana y al pequeño Silvestre que tan solo tenía 9 años, su único hijo. Los años pasaron y la guerra consumía la tierra, a los hombres, al futuro… pero no la esperanza. María seguía esperando a Simeón, que parecía llegar a veces entre la noche, vivo y sonriendo. Pero sería María la que llegaría hasta él.

http://www.staff. uni-mainz.de/lustig/ hisp/guarani.htm

Videos http://es.youtube.com/ watch?v=uiwHUAys-BE http://es.youtube.com/ watch?v=Wz4FIZQY2lc

Sería Emiliano el único fruto de ese encuentro y al igual que su abuelo y su padre también lucharía por lo que creía honorable y noble. Pero Emiliano empuñaría tanto el fusil como la guitarra. Y más. Haría que los soldados que, junto con él, irían a defender la «soberanía territorial» se llenasen de fervor patriótico y de coraje contra el enemigo, que no sería otro que la población indígena de Bolivia que también fue engañada por el supuesto nacionalismo que predicaban sus Jefes. Canciones como «Rojas Silva rekávo», «Che la reina» y «13 Tuyutí» nacieron de su inspiración de soldado y poeta. Lo desconocido y lo inhóspito eran enfrentados por los soldados paraguayos escuchando las canciones de Emiliano, que escribía en medio del fragor de la batalla. Emiliano, incluso en la guerra, llevaba su guitarra bajo el brazo por todos lados alegrando los momentos en que descanzaban.

Aquello que el pueblo sentía él lo traducía en poesía y música. El genio popular se hizo carne en él. Sus obras ayudaron a levantar la autoestima y la moral de la gente; trajo con su canto no solo la historia de nuestra valerosidad sino también contribuyó a la reveindicación del idioma nativo, al hacer sus canciones en el idioma en que hablaba el pueblo. Su aporte al idioma guaraní y la conciencia de nuestra propia historia es incalculable. La vigencia de los emilianores es indiscutible. Solo falta ir en algún barcito, en algún lugar donde una guitarra temple el ambiente para escuchar entre a las voces un «ñahendúna pete^ emilianore mbaœe» y que inmediatamente el fervor antiguo renazca y todos los reunidos sientan que somos parte de algo común, más grande que los engaños y trampas que nos ha hecho la historia que cuentan en los libros.

«Mboriahu memby Toiko mbaœapópe Opa hesasæne okaru haguå Ha rico raœy, jevyœa saingópe Mboriahu ruœáire oñemohyvatå.»


entrevista

s u p l e m e n t o e l b a l d í o · semanario E’a · septiembre 2008

Eœa tuvo en Buenos Aires la oportunidad de conversar con el escritor y militante sindical Humberto Bas, nacido en Santiago Misiones en 1965 y residente

La literatura o el rayo fulminante de Saulo Por Ever Román

en la ciudad Argentina de Neuquén desde hace 26 años.

ingeniería y opté por la literatura. Empecé a escribir en el 88, aprovechando un largo paro de docentes universitarios. Entonces toda la noche me la pasaba escribiendo hasta la mañana. Escribía nada, cualquier cosa, impulsos. Escribía poesía con métrica de escuela que no le voy a mostrar a nadie. Ahí leí a Proust y me dieron ganas de escribir un relato acabado. En estas circunstancias uno está tan lábil que cualquier escritor te influye. Después mi objetivo fue terminar un cuento y otro cuento. Creo que tengo una novela manuscrita de esa época. La historia de un hermano internado en un hospital militar al que yo le mando una carta que habla mal de Stroessner y entonces todos me perseguían. Una boludez. En un taller literario El año pasado, Humberto escribí un par de cuentos que salieron bien, Bas publicó en Asunción que todavía me gustan. Uno de ellos fue «La la novela El Superpalo culeada». Un vómito que terminé en una hora. (Jakembo Editores)

Nos encontramos en Anchorena y Pueyrredón, Capital Federal, en el piso de una amiga de Bas, con una botella de vino enfrente y algunas anteriores conversaciones encima. Yo acababa de terminar su novela El Superpalo, así que estaba atragantado de preguntas. Primero: ¿quién es este que escribe tan bien? Después: ¿Qué hace viviendo en Neuquén? A continuación, un extracto de la conversación que responde en parte estas preguntas.

Pero la vida era dura. Sentía la asfixia de pueblo. La vida de campo era dura. Mi padre era chacarero, con un campito. A la gente que mistifica el campo le recomiendo una temporada: carpir, arar, fumigar, ralear. Primero fui al Liceo Militar de Encarnación. Me hubiera dado lo mismo ir a un seminario o una escuela agropecuaria. Esta fue la opción y me fui. A ver, ahora vos decime cómo se llamaba el colegio donde fui. Una sola oportunidad tenés.

¿En tus libros se puede ver tu biografía? No, no. En mi pequeño entorno social soy alguien que escribió un par de cuentos, uno de ellos tuvo cierta repercusión, fue llevado al teatro, hace tres o cuatro años está todavía, eso me granjeó cierta salida a la escena social. También soy profesor de física y matemática, que es como más se me conoce. Y soy un militante cultural y participo activamente en Neuquén en el Sindicato de Docentes.

Liceo Presidente Stroessner. ¡Bien! Yo creo que los liceos no deberían existir. Son instituciones de adoctrinamiento ideológico. A pesar de eso me sirvió. Me relacioné con gente de otras realidades y principalmen- y este año La culeada te me fui de casa. En el liceo me encontré con (Yiyi Jambo), cuento el gusto del estudio, por la competencia. Pues adaptado para el teatro todo era por puntaje, los más altos puntajes por Griselda Nicolau tenían privilegios. Salir un día antes de fran- (Dirección de Paula co, por ejemplo, la gloria. Después de ver gente Mayorga). En la capital golpeada, abusos de todo tipo, quise ser cual- argentina editó hace quier cosa menos ser militar, como le pasa a poco la breve antología la mayoría de los que van a los liceos. Fue ahí La culeada y otros que se me dio la oportunidad de hacer un inter- cruentos (BarcoBorracho cambio estudiantil. La gran atracción era Brasil. ediciones). Tiene Pero había una institución llamada padrinazgo, inéditos las novelas no sé si existe todavía. Yo no tenía padrino sino Bolodo Poro Corloto, solo un buen promedio. Ese año se abrió el in- Cándido y Moraleja tercambio con Argentina y nadie sabía. Yo me y Lès Julianôs. inscribí el último día, elegí estudiar ingeniería industrial eléctrica. Ahí te avisaban en qué lugar estudiarías. Yo hubiera aceptado Siberia. Así paré en Neuquén.

¿De dónde sos, Humberto? ¡Uf! Esta pregunta es una imposición complicada. Yo no me siento paraguayo ni argentino. Esta imagen: nos paramos en una plaza pública frente a una bandera y suena el himno. A mí me conmueve por la educación que tuve. Miro a mis costados y veo personas cantando con la misma emoción: uno puede ser Stroessner o Lino Oviedo. Cualquiera de estas personas que son asesinas, responsables de tanta ignominia. No tengo nada que ver con estos paraguayos. Tengo que ver con paraguayos que están haciendo lo que yo hago, comprometidos con la lucha de clases. Así tampoco tengo nada que ver con muchos argentinos. Del paraguayo tengo la conciencia del bilingüismo y el paladar que no me permite pronunciar la shh. Por supuesto no navego en una universalidad, como para decir latinoamericano. Soy de los pequeños contextos, de donde me siento cómodo. ¿Cuáles serían los pequeños contextos a los que pertenecés? El guaraní y el jopará son territorios de comodidad, de descanso; pero no la sociedad paraguaya. Mis proyectos están en Neuquén, pero no están cerrados allí solamente, sino que siempre es expansionista. Abrir lazos, redes, encontrar otros proyectos similares, que sientan las mismas inquietudes e impotencias. Fue lo que me hizo publicar en Paraguay. ¿Qué periplo te llevó a Neuquén? Y primero me fui de casa, prácticamente exigiéndole a mis padres que me consigan un lugar donde ir a estudiar. En San Ignacio teníamos cerca del colegio un tajamar, donde escapábamos para ir a bañarnos. O íbamos a tomar aristócrata por ahí, andábamos en moto.

¿Cómo empezaste con la literatura? La literatura la descubrí también por accidente, pero recién en el año 82. Yo leía mucho pero no libros, leía fotonovelas, historietas. La pequeña Lulú, Archie, Isidoro, Red Reader, Súperman, Tarzán. También D’artagnan, Toni. Tus influencias… En mis novelas aparecen tributos. Después empecé a leer best-sellers. Para mí leer era una puerta hacia el escape. En Neuquén leía un best-seller por día. Yo tenía un tío marino que me trajo en barco una vez de Buenos Aires. Fue una travesía fabulosa. Los marinos tenían novelas pornográficas y yo me leía 5 ó 6 por día. En el 87, por esnobismo, leí El Otoño del Patriarca. Y fue para mí como Saulo con el rayo fulminante. Esta novela me sintetizó una sensación que tenía sobre Paraguay. Para mí fue como que García Márquez se inspiró en Paraguay. Creo que de ahí no hubo retorno. La lectura es como una droga. Después vino Sartre y fue como un organizador espiritual. Uno no se encuentra con la literatura como escritor, se encuentra como lector. La posibilidad de escribir viene después. Y cuando me di cuenta que había cosas que yo también podía hacer, dejé

Ganó un concurso ese cuento. En Puerto Madryn, Patagonia, leí el cuento en un encuentro de la sade (Sociedad Argentina de Escritores). Gente muy conservadora, como la Sociedad de escritores de Paraguay. Todas eran señorotas, como en Paraguay son señorotes. La mejor repercusión que percibí esa vez fue que las señorotas me pidieron que no siguiera la lectura. Después presenté a un concurso y me dieron una discreta mención. Yo pensé que iba a escandalizar, soñaba con ser Giordano Bruno, pero me dieron una mención. Después se llevó a teatro, una adaptación que sigue recorriendo la Argentina. ¿Tenés relaciones con otros escritores en Neuquén? Yo me movía primero en dos mundos: el político y literario. En Neuquén como en muchas partes estas esferas no se mezclan. Con la gente que hablo de literatura no hablo de política y viceversa. Hablar de política con escritor es triste, triste, y hablar de literatura con gente de política es tristísimo. Después con compañeros creamos un par de revistas una llamada «El Cascotazo» y la otra es «La Poronguita», que son como una síntesis político estéticas. Una vez mostré «La poronguita» en la Sociedad paraguaya de escritores, pero no tuvo muy buena acogida. ¿Se te puede definir como escritor? Yo me siento escritor cuando escribo, y después no lo siento porque nada me lo hace sentir. Nadie dice: ¡ahí va el escritor! Sino que dicen: ahí va Humberto. No soy reconocido como escritor. Publiqué una novela, sí, aunque todavía no se completó el ciclo de la publicación. Me faltan ejemplares para poder distribuirlos. Es un problema logístico con la editorial. Hice la presentación en Asunción y en San Ignacio Misiones, pequeño todo, pero todavía no se completó la publicación. Las antologías de cuentos son de editoriales alternativas, de pequeño número de ejemplares.

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literatura

septiembre 2008 · semanario E’a · s u p l e m e n t o e l b a l d í o

entrevista a eduardo galeano

« A querernos de una buena vez» Por Osvaldo Zayas · osvaldo@ea.com.py Fotografía Hernán Maciel

«

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uego van a decir para recordarme: ¡ah, sí, ese que leía Eœa!» bromeó Eduardo Galeano luego de tomarse una fotografía con el primer número de este periódico. Fue en el lobby del Hotel Chaco. Antes había brindado una entrevista para la prensa paraguaya e internacional. Llegó al Paraguay 14 años después de su última visita. Qué forma rara de medir tiene el tiempo, que no tiene nada que ver con los relojes, reflexionó al asegurar que nunca se había ido de Asunción. En la conferencia que dio en el Teatro Municipal recordó a muchos paraguayos amigos suyos. Aquellos que conoció en el exilio. Habló mucho y de todo. Palabras bellas, simples, pero por sobre todo, reales, igual que su literatura, atada siempre a la realidad llena de problemas sociopolíticos y económicos. A esa señora que es «muy maga, muy loca».

Miedos de Comunicación Al hablar de los medios de comunicación dominantes, el periodista y escritor dijo que más que Medios parecen Miedos de Comunicación. «Están hechos para incomunicar a la gente, no para comunicar, son medios consagrados a la obediencia al que manda, al poder dominante, sobre todo el poder económico, que es el que los compra, a veces directamente o por vía de la publicidad» indicó. Para Galeano es muy común que se utilicen términos como «terroristas», para desautorizar luchas sociales. «Para invalidar, para demonizar los movimientos sociales y al insultarlos los elogian. Porque eso significa que producen miedo, miedo en los que tienen la sartén por el mango, en los amos del poder, que no quieren que les toquen los privilegios adquiridos de manera no muy santas. De algún modo son insultos que elogian: “terroristas”, “populistas”».

medios de comunicación. Somos responsables de lo que decimos, por lo tanto lo que decimos tiene que ser dicho de la mejor manera y de la más honesta manera», remarcó. Él trabajó durante muchos años en un semanario uruguayo llamado Marcha. Allí recibió lecciones inolvidables. «Lecciones de mi gran maestro Don Carlos Quijano. Al que llamaban Don Quijano de la Marcha y que era una especie de hidalgo caballero. Yo era jefe de redacción, tenía 19 años. Le decía: “Don Carlos, no podría pagarnos un poquito más”. Él se ponía furioso porque según él nosotros teníamos que pagar. Al revés, por el altísimo honor de poder decir lo que queríamos», señaló el escritor animado Enlace por los recuerdos. Relató que a veces llegaba el administraPoema de Eulo García dor de Marcha, Hugo Alfaro, y le decía a Carlos www.ea.com.py/abrazo Quijano: «¡Don Carlos, Don Carlos conseguimos avisos!. Fíjese, me acaba de llegar un aviso de «Que La unidad una página completa». «Y Don Carlos se ponía furiosísimo y lo echaba: Te vas de acá. Andate. sea de verdad Dejame en paz. ¡Carajo!, una página menos para poder decir lo que pensamos y viene a decirme y que no nos que es una buena noticia. Pero Don Carlos, de juntemos algo hay que vivir, yo le decía, no nos podría pagar un poquito más. No, me respondía. Es al resolo para vés, y vos tenés que escribir mucho mejor que pronunciar esos que ganan diez veces más que vos, para demostrarles que no es por eso que uno hace discursos que lo que hace. Para que se sepa que no es por la citan a Bolivar plata», recordó. «Está bien Don Carlos, pero no hay porque llegar al hambre tampoco. Una cosa y a su linda es un periodista honesto y otra cosa un faquir voluntad de obligado», refirió. Con sus recuerdos trajo a otro maestro suyo, que América Juan Carlos Onetti. Según Galeano, Onetti soLatina sea una lía mentir para dar prestigio a sus palabras. «Inventaba que eran proverbios y decía que América unida» era un proverbio chino ese de que: las únicas palabras que merecen existir son aquellas mejores que el silencio. Yo siempre supuse que era un proverbio onettiano, por lo mentiroso, pero ahora me enteré que era un proverbio hindú. Y sea chino, onettiano o hindú dice la verdad», aseguró. Para el creador de Patas Arriba. La escuela del mundo al revés y la trilogía de Memorias del Fuego, lo mejor que se puede recomendar a alguien que empieza a escribir, en el periodismo o en otras formas de expresión literarias es que hay que escribir mejor que el silencio. «Es un desafío imposible porque el silencio es un lenguaje perfecto pero bueno, como desafío funciona», manifestó.

Galeano, el periodista El autor de Las Venas Abiertas de América Latina, el Libro de los Abrazos y otras grandes obras, relató que toda su vida estuvo metido en espacios de comunicación alternativos. «Tuve la suerte de tener maestros que me enseñaron el arte del ejercicio de la palabra. Me transmitieron el sentido de responsabilidad en el uso de los

Optimista sobre el cambio en Paraguay El periodista uruguayo ve con mucho optimismo el cambio en Paraguay, que, según aclaró, no es aislado. Pero también precisó que el cambio en toda América depende de que la unidad entre los países sea real. «Que esa unidad sea

de verdad y que no nos juntemos solo para pronunciar discursos que citan a Bolivar y a su linda voluntad de que América Latina sea una América unida. El riesgo está en que los que mandan, la gente electa con la misión de cambiar la realidad, se dedique más a hablarla que a hacerla. Y se discursea mucho pero se hace poco todavía, sobre todo en el camino de la unidad de veras», declaró. Para el periodista, el camino de la unidad de verdad pasa por el reconocimiento de los desequilibrios regionales, de las injusticias que se cometen entre países latinoamericanos. «La cadena de la opresión no tiene solo dos eslabones, sino que cada eslabón humilla al que tiene abajo», explicó. Al referirse al papel de los intelectuales en los procesos de cambios, indicó: «En primer lugar les recomendaría que se dejen de llamar intelectuales, que es una palabra horrorosa que nos reduce al puro intelecto, que los decapita: cabezas que ruedan por los caminos, desprendidas del cuerpo, sin sexo ni corazón». Sin embardo, declaró que aquellos intelectuales que quieran asumirse como integridades, que suman la razón y el corazón, el cuerpo y el alma, «almuerpos, cuerpalmas, haciendo cosas, cada cual en su esfera, en su campo de acción, esos que tienen una visión de las cosas diferente, ellos sí tienen una responsabilidad extraordinaria porque pueden influir en los demás; y bueno, pues que usen esa influencia para que en América Latina nos conozcamos un poquito mejor entre nosotros, nos odiemos un poquito menos y aprendamos a querernos, a querernos de una buena vez. Así somos todos, un poquito más queridos y querientes, en un mundo que nos entrena para el desamor, para el desvínculo», finalizó el creador de Espejos, su último trabajo.


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