446 años de Caracas

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Contenido Jorge Rodríguez Gómez Freddy Ñáñez Felipe Saldivia Gustavo Borges Revilla

Consejo editorial

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direCtora

Misceláneas

Guiacaipuro

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La música caraqueña nació en mabil

Sexo en la Colonia

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¡Feliz cumpleaños, Caracas!

Ficciones para una memoria de Caracas

Zonia García Melany Pérez

diseñadoras

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ilustrador

El apasionado cronista de Catia

Vivir de una esquina a la otra

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Sibaritas y pelabolas

“Petróleo Crudo”, bandido célebre

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Mercedes Chacín

editor jefe

Carlos Cova

Coordinadora editorial

Odry Farnetano

direCtora de arte

Edarlys Rodríguez

asesor editorial

Reinaldo González

redaCCión

Rocío Cazal Mabe Chacín Kay Yam Hung Gustavo Mérida

Alfredo Rajoy

fotógrafos

Ambrosio Plaza José Rivera

CorreCtor

Rodolfo Castillo

Colaboran en esta ediCión

Clodovaldo Hernández, Ángel Méndez, Jessica Dos Santos, Neirlay Andrade, Nathali Gómez, Malú Rengifo, Rodolfo Porras, José Roberto Duque, Jonathan Mendoza, Nathaly Bonilla, L. “Razor” Balza y Nataly Sanoja. Archivo Ciudad CCS. Ilustración de portada: Alfredo Rajoy.

impresión

Fanarte, C.A.

epale.ciudadccs@gmail.com/@epaleccs Comercialización y Ventas: 0212-8080323/0426-5112114 Distribución: 0212-3686750 Una publicación de la

— artes

— mÚsiCa

— miradas

— entrevista

— gastronomía

— novela

Falsas, maliciosas y escandalosas reflexiones de un ñángara (XV y XVI)

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— Cuentos del arañero

CirCula Con el Diario Ciudad CCS ReviSta GRatuita

— perfil

— sexodiversidad

— opinión

— Ciudad

— mitos

— CruCi CompaCto

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— la bitáCora de amón-ra


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CARACAS 446 AñoS

4A FERIA DEL LIBRO DE CARACAS Como parte de la Semana Aniversaria de la capital, del 26 de julio al 4 de agosto se realizará la 4a Feria del Libro de Caracas, en la Plaza de los Museos y el parque Los Caobos. La programación, organizada por la Alcaldía de Caracas y el Gobierno del Distrito Capital, contempla cerca de 400 actividades culturales que incluyen foros, charlas, conversatorios, cine, presentación de libros, cortometrajes, entre otras. En sus ediciones anteriores, la Feria dedicó sus espacios a los géneros narrativa, dramaturgia, ensayo y reflexión. En esta oportunidad la literatura infantil también tendrá un importante lugar para el debate y la interacción entre niños y adultos. Durante el evento, el alcalde Jorge Rodríguez entregará los premios a los ganadores del Concurso de Literatura Stefania Mosca.

29 28 26 03 30 VENEZUELA ES MI ESCUELA

Literatura Presentación del libro de Luis Delgado y Diógenes Carrillo, editado por el Fondo Editorial Ipasme. Hora: 2:00 pm Fecha: 29 de julio

CEREBRO, LECTURA Y COMPRENSIÓN

Programación académica

Júpiter Editores realizará una conferencia interactiva, a cargo del Dr. Luis Arocha Mariño. Hora: 5:00 pm Fecha: 28 de julio

VOCHI Y LOS GUARDIANES DEL BOSQUE

NAUFRAGIOS Literatura

Un cortometraje en formato tridimensional, con una duración de 12 minutos. Dirigido por Adick Rincones. Fecha: 26 de julio

El Fondo Editorial Fundarte presentará el libro Naufragios, de Miguel Bonnefoy y Luis Laya. Hora: 10:00 am Fecha: 3 de agosto

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Caracas, 21 de julio de 2013.

Cine

PATAS ARRIBA

Cine Largometraje venezolano dirigido por Alejandro García Wiedemann. Se trata de una semblanza de las responsabilidades y los valores familiares. Fecha: 30 de julio


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LA ERA PUNTOFIJISTA

FORO Programación académica Foro Hablando se entiende Caracas. "La Literatura como constructora de la Historia”, auspiciado por el GDC. Hora: 5:00 pm Fecha: 1o de agosto

Literatura

Presentación del libro de Jeudiel Martínez, publicado por la editorial La Estrella Roja. Hora: 2:00 pm Fecha: 26 de julio PROYECTO WARAIRA REPANO El foro contará con la participación de Carlos Noguera, Esteban Mosonyi, Beatriz Bermúdez, Nancy Sánchez y Maritza Arroyal. Hora: 3:00 pm Fecha: 28 de julio

27 PLUMÍFEROS

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LOS LAZOS DE AMISTAD ENTRE LOS PUEBLOS VENEZOLANO Y CUBANO Una conferencia encabezada por José Gregorio Linares, de la UBV. Hora: 11:00 am Fecha: 27 de julio

Cine Película animada dirigida a las niñas y los niños. Una historia en que las aves son los protagonistas. Daniel Filippo es el realizador. Fecha: 27 de julio

REVERÓN

ANTOLOGÍA INFANTIL VENEZOLANA

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Literatura La editorial La Estrella Roja presentará el libro de José Javier Sánchez. La actividad estará a cargo de Kevin Vargas. Hora: 10:00 am Fecha: 31 de julio

LIBRO DE FUNDAMBIENTE

Cine

Literatura

Presentación del libro Los valores y ejercicio práctico de plegado de papel, de Beatriz Aiffil. Hora: 5:00 pm Fecha: 3 de agosto

Largometraje dirigido por Diego Rísquez, basado en la vida y obra de uno de los más singulares pintores venezolanos. Fecha: 3 de agosto

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Programación académica

Conversatorio sobre las obras del “Chino” Valera Mora, Cristóbal Alva, William Osuna y Kelvin Malavé. Hora: 6:00 pm Fecha: 30 de julio Caracas, 21 de julio de 2013.

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PERFIL


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Guaicaipuro: En El pantEón nacional y En los altarEs dEl puEblo El gran caciquE dE la rEsistEncia indígEna ocupa lugarEs privilEgiados dE la vEnEzuEla actual: El rEcinto dE los grandEs héroEs nacionalEs y la prEsidEncia dE la cortE india, una dE las vEintiuna quE conforman El Espiritismo criollo. a pEsar dE tan notablEs sitialEs, hay quiEn siguE diciEndo quE, salvo En la imaginación dEl historiador José oviEdo y baños, EstE guErrEro irrEdEnto nunca Existió POR CLodovaLdo HERnándEz ILUSTRACIóN aLFREdo RaJoY

Está en el Panteón Nacional y está en los altares de muchos creyentes: el cacique Guaicaipuro es, en muchos sentidos, predecesor del Libertador Simón Bolívar y, a la vez, de José Gregorio Hernández. No es poca cosa para alguien que vivió en el borroso siglo XVI y cuya existencia —incluso— ponen en duda unos cuantos sabihondos. ¿Cómo que la ponen en duda? Pues sí, hay gente que dice que Guaicaipuro no existió, salvo en la febril imaginación del historiador José Oviedo y Baños, quien, de acuerdo con las versiones de aquellos, era una especie de versión colonial de ciertos periodistas actuales: lo que no sabía, lo inventaba.

En todo caso, aceptando lo que ya se considera una verdad histórica, hay que decir que Guaicaipuro, también llamado Guaicaipuró, es el emblema de la resistencia indígena a la invasión española de lo que ahora son Caracas y Miranda. Con una valentía a toda prueba, este hombre de la macrofamilia caribe y perteneciente a la etnia de los teques, se convirtió en guapotori, es decir, el jefe de todos los jefes. Recibió el poder de mando de manos de Catuche, cuando apenas tenía 20 años. Tuvo bajo su autoridad a numerosos caciques que dan nombre a zonas de la capital y sus cercanías, como Chacao, Naiguatá, Catia y Baruta (este último fue Caracas, 21 de julio de 2013.

uno de sus hijos, procreado con la cacica guerrera Urquía). También estuvieron en su estado mayor otros significativos líderes como Paramaconi, Terepaima, Paramacay y Urimare. Según la versión de Oviedo y Baños (escrita después de 1700, valga acotarlo), los españoles habían descubierto unas minas de oro cerca del lugar donde se ubica actualmente Los Teques y, por supuesto, procedieron a lanzarse sobre esas tierras con la misma voracidad que les llevó a buscar El Dorado hasta en las selvas más inhóspitas. La región pertenecía a los dominios de Guacaipuro quien, de inmediato, salió en su defensa. Las autoridades españolas Edición Número Treinta y nueve. Año 01. ÉPaLE CCS


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ordenaron a fieros militares, entrenados en las guerras contra los moros, aplastar a estos indígenas irredentos. Contaban con una notoria superioridad en armamentos y los pertrechos, pues iban dotados de arcabuces, armaduras, caballos y perros amaestrados para matar. También tenían el respaldo de indígenas rivales de los caribe, fundamentalmente de etnias pertenecientes a la macrofamilia arawak. Sin embargo, los guerreros de la resistencia tenían a su favor el conocimiento del terreno y la determinación absoluta de su líder.

RELatoS IndICan quE La dERRota dE La bataLLa dE maRaCaPana FuE PRoduCto dE InExPLICabLES ConFuSIonES PoR PaRtE dE aLgunoS gRuPoS IndígEnaS. ¡moSCa, PuES! —

La lucha entre las tropas españolas y las de Guaicaipuro duró unos siete años, con victorias y derrotas para cada bando. El triunfo indio más impactante fue la destrucción de la villa de San Francisco, fundada por el mestizo Francisco Fajardo en una zona cercana a la confluencia de los ríos Guaire y Valle (cabe suponer que por los lados de la actual Plaza Venezuela). La derrota más comentada fue la de la batalla de Maracapana, en la que la coalición caribe, con Tiuna en día les dirían pitiyanquis). El grupo llegó como mariscal de campo, fue vencida por sigilosamente hasta el lugar donde Guailas fuerzas de Diego de Losada. caipuro y sus más cercanos colaboradores habían montado un campamento. El relato, Los relatos de la refriega indican que hubo siempre según Oviedo y Baños, indica que inexplicables confusiones por parte de al- los atacantes arrojaron antorchas contra las gunos grupos indígenas. Por ello, a esta ba- chozas, obligando al cacique y a sus homtalla se le considera una prueba de cómo los bres a salir en medio de una gran sorpreerrores, las divisiones y las incongruencias sa. Guaicaipuro murió cercado, al mismo pueden significar una derrota crucial para tiempo, por las tropas enemigas, por el fuecualquier movimiento popular. ¡Mosca, go y por los perros asesinos. Antes de morir pues! gritó: “¡Matadme, aquí me tenéis, matadme para que con mi muerte os libréis del temor Luego de la batalla de Maracapana, que tuvo que siempre os ha causado Guaicaipuro!”. lugar cerca de la laguna de Catia, De Losada decidió liquidar a Guaicaipuro convencido Desde que esta odisea se difundió, Guaicaide que, sin su liderazgo, la alianza caribe puro se ganó su lugar entre los más valientes se debilitaría y podría consolidar la ciudad nuestroamericanos de todos los tiempos. de Santiago de León de Caracas, que había También se lo ganó entre los enemigos de fundado en 1567 pero que seguía existien- las clases dominantes. Los gobiernos predo precariamente, bajo constante amena- vios se encargaron de desdibujar la esencia za. En 1569, De Losada impuso la misión de todas las luchas indígenas y así vemos a uno de sus lugartenientes, Francisco In- que en la ciudad conviven los epónimos de fante, quien salió al mando de 80 soldados líderes de la resistencia con los de crueles y guiados por indígenas proespañoles (hoy conquistadores; usted, por ejemplo, va para Edición Número Treinta y nueve. Año 01. ÉPaLE CCS

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Caricuao o Macarao, lugares con nombres de caciques indígenas, y debe utilizar la autopista Francisco Fajardo, quien era hijo de una india pero luchó en contra de los pueblos originarios; o atraviesa La Yaguara, tierra aborigen hasta en su nombre, por la avenida Garci González de Silva, que rinde “honor” a uno de los más sanguinarios genocidas de indígenas que haya pasado por estos pagos en medio milenio. La intención de ocultar la saga indígena se evidencia, también, en el hecho de que fue apenas en 2001 —y eso, gracias a la terca voluntad del comandante Hugo Chávez— cuando Guaicaipuro fue llevado, de manera simbólica, al Panteón Nacional. El indio, en cambio, tiene mucho más tiempo establecido en el panteón de las creencias populares. Guaicaipuro preside la Corte India, una de las veintiuna en que, según los entendidos, se divide el espiritismo venezolano. De esa corte forman parte también otros personajes, aunque ninguno tan conocido como el cacique, al menos fuera del ámbito de esta religión: el indio Ojo de Águila, el indio de la Fuerza, la india Rosa, la india Tibisay, el indio de la Paz y el indio Águila Blanca. En este rol, Guaicaipuro es muy efectivo para deshacer los conjuros de enemigos visibles o invisibles, conocidos o desconocidos, gratuitos y fortuitos. Se los juro por un puñado de cruces. También por el empeño del Comandante, Guaicaipuro prestó su nombre a una misión destinada a defender a los pueblos indígenas, a varios consejos comunales, comunas y salas de batalla social. Ese, sin duda, es otro de los tantos logros ideológicos de Chávez, pues, como dijera Martí (ojalá lo entendáis, proespañoles y pitiyanquis): “Con Guaicaipuro y Paramaconi —los desnudos y heroicos Caracas— hemos de estar/ y no con las llamas que los quemaron/ ni con las cuerdas que los ataron/ ni con los aceros que los degollaron/ ni con los perros que los mordieron”. Amén.


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EL SILENCIO, 1940. FOTO ARCHIVO CARACAS EN RETROSPECTIVA

MÚSICA

LA MÚSICA CARAQUEÑA SE ELABORÓ EN LOS “MABILES” DE EL SILENCIO UNA MODALIDAD DEL MERENGUE CARAQUEÑO, O MÚSICA CAÑONERA, DENOMINADA “RUCANEO”, SERVÍA DE FONDO PARA SATISFACER LAS APETENCIAS MUSICALES DE LAS PROSTITUTAS DEL BARRIO POR ÁNGEL MÉNDEZ

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¡Matilde! ¡Quítate de la ventana! ¡Recuerda que El Silencio está muy cerca!... No se andaban por las ramas las doñitas de la época con los pimpollos en flor. Asegura en uno de sus libros costumbristas el periodista Oscar Yanes que las damas decentes ni siquiera miraban hacia esa barriada de mala muerte, antro de perdición, llamado El Silencio. Allí las prostitutas de todas las nacionalidades (francesas, portuguesas, argentinas y criollas) salían a la calle con una mano en la cintura y, en la otra, una botella de cerveza para partírsela en la cabeza al cliente que osara “tirarles un carro”. Toda la urbanización era el Pigalle caraqueño y ellas tomaban las calles de El Silencio como centro de trabajo. “Los ladrones y asesinos más buscados se ocultaban en El Silencio”, asevera Yanes, pero también allí, en esos tugurios de mala muerte denominados “mabiles”, las putas, con sus labios de carmín, olorosas a pachulí, pulían la hebilla al compás de un merengue libidinoso llamado “rucaneao”, que nada tenía que ver con su homónimo dominicano.

LA MÚSICA CAÑONERA

Hubo dos tendencias musicales en la capital. La primera de ellas era la “serenata”, donde los cantantes desarrollaban la pasión acompañados por instrumentos de sonido suave, acordes al estilo: el cuatro, la guitarra, la mandolina, el violín, la charrasca de cobre, el tambor e, incluso, el arpa. La segunda corriente, la que se desarrolló en los “mabiles” (centros de tolerancia donde se podía bailar), se le llamó “rucaneao”: un merengue interpretado por músicos que utilizaban instrumentos mucho más estridentes Edición Número Treinta y nueve. Año 01. ÉPALE CCS

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como el violín, la trompeta, el saxo alto, el trombón, las maracas y el redoblante. En estos casos el repertorio solía ser instrumental, alternando la melodía con improvisaciones. La mayoría de los músicos que interpretaban este género eran músicos sin escuela, por lo cual casi siempre lo hacían por propinas. Y fue a ellos, los que conformaban las orquestas “vente tú”, a quienes se les puso el remoquete de “cañoneros” en alusión a un pequeño cañón de bambú que usaban para anunciarse cuando llegaban a tocar a las casas. Este merengue caraqueño estaba adobado con letras de corte picaresco, costumbrista, bastante subidas de tono que reflejaban el lugar donde cohabitaba. El merengue rucaneao era la variable impúdica del merengue venezolano —que más tarde se vestirá de etiqueta— y sus canciones en el barrio El Silencio eran otra cosa. Bastaba un grupo de cuatro o cinco músicos y un buen improvisador para que las féminas pudiesen alebrestar al cliente de turno. Asegura el musicólogo Rafael Salazar que era —y es— uno de los géneros menos conocidos, incluso por los mismos venezolanos, a pesar de ser el sonido de la Caracas de ayer.

ORIGEN DEL RUCANEAO

A pesar de la demolición de El Silencio y su cambio de uso por obra y gracia del presidente Isaías Medina Angarita, el merengue caraqueño se mantuvo hasta mediados de 1950, porque muchos lugares destinados al baile y a la bebida siguieron existiendo. Comparando el rucaneao con algún baile de nuestros tiempos, uno se atrevería a decir que el citado género era como la “lambada”,


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Bailando rucaneao en un mabil

Levantamiento Sanitario de El Silencio (1940). Nótese la cantidad de prostíbulos

donde el restriegue y el quiebre de cintura Fue el fin del barrio. Los mabiles pasaron a la clandestinidad. El merengue rucaneao, se hace obligatorio. como el tango en su momento, ya era visto Quienes se han dado a la tarea de investi- como música marginal. Alejandro Calzagar nuestras costumbres, aseguran que la dilla, en su libro La salsa en Venezuela, al palabra “rucaneao” viene de una golosina tocar el tema del merengue caraqueño se gelatinosa, amelcochada, llamada “rúcano”, pregunta: “¿Qué nos quedó del merengue popular en algunas regiones del país como caraqueño? Ese rucaneao, ese que se desGuárico y Aragua, donde también le han apareció junto con los mabiles y que llamallamado “templón”. Otros aseveran —de ban música de arrabal. Ese que sonaba en manera equivocada— que el rucaneo igual- los traspatios cubiertos con chapas de zinc mente se le llamaba “en un ladrillito”, por el corrugado, bailado sobre pisos de cemento, poco desplazamiento que sugiería y realiza- en un localcito con una barra y unas meba la pareja. La verdad es que esta modali- sas que servía de taguara por los lados de El dad tiene más que ver con el bolero que con Silencio, cuna del merengue caraqueño que el merengue rucaneao que, por las razones también se esfumó”. que fuere, se prohibió tocarlo, bailarlo o cantarlo en las casas de familia y salones de Y EL MERENGUE USÓ FRAC baile de aquella gente respetable, que acla- La Caracas posterior a Medina Angarita mó al general Medina Angarita cuando este era otra cosa. Comenzaba a construirse la ordenó e inició la reurbanización de El Si- rancia sociedad. El vals colidía con el polencio, el 25 de julio de 1942. Extraemos un pulacho; el merengue persistía, pero hafragmento del texto escrito por Yanes: bía necesidad de elevarlo. Al maestro Luis Alfonso Larrain se le ocurrió vestirlo de “—Por fin vamos a terminar con este foco frac, para que pudiera entrar en los elegande pecado —dijo monseñor Pellín en voz tes salones burgueses en los que bailaba alta, para que lo escuchara el propio Gene- la nueva sociedad caraqueña. Larrain deral Medina y cuando el Presidente se quedó butaba, a finales del año 1939, en el Hotel viendo con sonrisa de satisfacción al cura- Majestic para deleite de unos y sorpresa de periodista, monseñor agregó: —Presidente otros, como señala Calzadilla: “De los maMedina, la familia caraqueña no tendrá con biles nada quedó y de la música ‘musicada’ qué pagarle lo que usted está haciendo hoy por cinco, o seis, o siete músicos al fondo —y lo abrazó...” de un mabil, solo el recuerdo de algunos Caracas, 21 de julio de 2013.

pocos caraqueños”. Algunos de esos músicos se exhibían como reliquia. La música cañonera pasó la expresión de una Caracas en desuso. “El merengue de Luis Alfonso Larrain no tenía el mismo sonido del mabil: lo rudo, lo cáustico, lo arrabalero quedó blanqueado. Ya no se le escuchan las entrañas a El Silencio de Caracas; el sucio quedó reducido a pulcro, musicado de modo impecable para ser aceptado en los hoteles y dancings del momento”.

LOS PIONEROS

La primera agrupación en grabar este tipo de música fue Los Criollos. Entre los títulos que aún escuchamos están “Carmen la que contaba dieciséis años”, de Balbino García; el merengue “Chupa tu mamey”, de Ernesto Magliano; el pasodoble “El Romantón” de Francisco Muro y “La pelota de carey” del maestro Lorenzo Herrera. Todos los domingos la agrupación se presentaba en la retreta de la Plaza Bolívar, para deleite de los parroquianos. Desaparecida esta agrupación, en 1946, llegaron Los Antaños del Stadium, quienes se iban al viejo estadio de San Agustín a aupar a los equipos y, entre entrada y entrada, tocaban para los fanáticos. Fue fundada por Jacobo Espinoza, su primer director. Han grabado 27 albúmes, entre discos de vinilo y discos compactos. Edición Número Treinta y nueve. Año 01. ÉPALE CCS


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SOBERANÍAS SEXUALES

Sexo en la colonia POR GUStAvO mÉRidA ILUSTRACIÓN ALfREdO RAjOy

500 años son pan, y una sonrisa en la historia Las y los adolescentes que se inician en estos asuntos suelen tener prisa. Por eso, joven varón heterosexual que estás presto a penetrar PTT Lizardo a tu jovencísima compañera, tienes que adiestrarte en el arte de la colocación rápida y correcta del condón. Practica bastante. Los precios oscilan entre 30 y 60 bolos el paquete de tres. Para practicar, compra los más económicos. La práctica hace al maestro; quita el Entre recuerdos e imágenes imaginarias uno puede, y debe, mas- plástico que envuelve la cajita y déjalos ahí. Luego de varios intenturbarse en paz. En paz con uno mismo. Eso está bien, la cosa que- tos, verifica el tiempo: debe tomarte menos de seis segundos abrir la da íntima y perfecta. Pero cuando tienes que escribir sexual y sobe- caja, extraer el preservativo, romper el envoltorio sin dañar el conteranamente acerca de cómo era el asunto en otros tiempos, cuando nido, sacarlo, colocártelo correctamente y seguir en lo que estabas. éramos colonia o antes de eso, no hay mucha paz. Hay angustia. Caracas cumple 446 años esta semana y no hay recuerdo que sirva No tengas pena. En la soledad, aprovecha y ensaya la manera adecuani imagen que valga para describir, o contar, las costumbres antes da y rápida de ponértelo —valga la redundancia— rápido. La rapidez y después de tirar. Contar cómo se tiraba no necesita de mayor es clave, sin que vaya en desmedro de la correcta colocación. Por lo esfuerzo. Todo esto es muy importante. Si no es por todas esas general, siendo adolescentes, ella aún es una espectadora de primera uniones entre indígenas, primero, y cívico-militares-africanas-in- fila que, definitivamente, tiene que admirar tu destreza. No te voltees dígenas-españolas y canarias, después, desde hace 500 años (y más, para que ella no te quite la vista, demuestra la pericia que adquiriste bastante más) hasta hace poquito, ni yo escribiría esta columna ni usted la leería. Angustiado, fui en búsqueda de información, datos, estadísticas y cualquier vaina que sirviera para cumplir con la pauta. No se puede entrevistar a los muertos, por tanto, no hay una fuente a la cual acudir. Entre tanta -bueno... no tanta. Pero para que parezca que estuve echándole bolas- información que obtuve, toneladas y toneladas, supe que el condón, tal como lo conocemos, se empezó a fabricar entre 1830 y 1850, más o menos. Por eso y, además, porque para la historia 500 años son apenas una sonrisa, porque Caracas es muy joven y porque, según algunas páginas que están llenas de noticias sesgadas, somos el segundo país de este continente con la mayor cantidad de adolescentes preñadas, decidí hacer algo al estilo Jaimito: le dijeron que el examen oral era acerca de la vaca y estudió todo lo de la vaca. El examen fue del cochino. “El cochino tiene dos orejas, cuatro patas y un rabo, como la vaca. Hablando de la vaca…”.

HABLANdO dE CONdONES

Antes de 1850, obviamente, no se usaba tanto el condón. Como regalo, en el próximo número de Épale CCS, irá un particular mapa de la ciudad. Existe la posibilidad de que alguna vez regalemos condones con la revista; mientras tanto, es muy importante que la juventud que no sepa (que, según la estadística, es bastante), aprenda a usarlos. Edición Número Treinta y nueve. Año 01. ÉPALE CCS

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con la práctica. Otra vez, siendo adolescente, la frecuencia masturbatoria es alta, así que aprovéchala para ensayar todo lo que puedas. Los discursos acerca de cuándo empezar a tirar les tocan a otra gente. Si creemos en esos números estadísticos, vale la pena propiciar en las y los jóvenes de la joven ciudad el uso del condón. En esta semana aniversario de Caracas la idea es que no quede preñada si no desea hacerlo. Caracas ya no es virgen pero no le han metido por todas partes, o no se ha dejado meter (para que no se arrechen las feministas).

Si CREEmOS EN ESOS NúmEROS EStAdÍStiCOS, vALE LA PENA PROPiCiAR EN LAS y LOS jóvENES dE LA jOvEN CiUdAd EL USO dEL CONdóN —

Así que, carajito todavía, usa condón para que no dejes preñada a varón heterosexual fiebrúo, es importante que antes de sacarlo, tu jeva. Y tú, carajita aún, exígele que se lo ponga si quieres dársela, luego de eyacular, te sostengas el condón para que no pase que se quede dentro de ella y pueda derramarse el semen. Y si no están o pónselo. Tarda en aprender todo lo que quieras. tan apurados, y si existe cualquier otro motivo que los anime, no Entonces, cuando las y los adolescentes que están tirando estén se olviden que en cada cajita vienen tres. Todavía les quedan dos. usando condón, no se contará tanta carajita preñada. Por último, Úsenlos.

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MIRADAS

FOTO AÉREA DE CARACAS, 1936

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Feliz cumpleaños, caracas. ¿QuÉ celebramos? A CARACAS LA REgIStRARon MuCho DESPuÉS DE hAbER nACIDo y nADIE LE PREguntó “y tú, ¿QuÉ QuIERES SER CuánDo SEAS gRAnDE?”. LE MoChARon LA nIñEz y LA obLIgARon A SER LA MADRE DE toDoS, PESE A Lo QuE DIJERA Su AbuELA CuMAná. LA EnEMIStARon Con EL MontE y LAS CuLEbRAS y LA IMPLICARon En toDoS LoS DELItoS, hAStA QuE no QuEDó otRA QuE DECLARARLA CuLPAbLE. AhoRA, tRAS LAS REJAS, noS CuEntA Su hIStoRIA, o Lo QuE QuEDA DE ELLA POR JESSICA DoS SAntoS FOTOGRAFÍAS ARChIvo “vIEJAS fotoS ACtuALES” y “CARACAS En REtRoSPECtIvA”

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13 ¿PoR QuÉ ELLA?

Dicen, porque no existe documento alguno que lo avale, que Caracas fue “fundada” por Diego de Losada el 25 de julio de 1567. Sin embargo, desde hace cinco años su busto no figura en la plaza que solía llevar su nombre en la parroquia 23 de Enero de Caracas. ¡Ajá!, los habitantes de la zona decidieron, a través de una consulta popular, tumbar esa verga, dársela al Instituto de Patrimonio Cultural y rebautizar el espacio como la Plaza del Combatiente Revolucionario. ¿Por qué? Sencillo. Consideraron que rendirle homenaje a Diego de Losada era un acto de agravio a la venezolanidad y a los pueblos indígenas que él mismo asesinó. Una opinión parecida a la de nuestro pintor y dramaturgo César Rengifo, cuando en 1975 rechazó la Orden Diego de Losada por colonialista (sí, ya saben, la orden, un invento que solo se les ocurriría a AD y Copei). ¿Que cómo es la vaina? Pues así, señores. Así mismito: desde 1498 los españoles juraron que habían “descubierto” las costas venezolanas y empezaron, salvajemente, a colonizarnos. En 1558 se aventuraron a expandir, aún más, sus garras y pretendieron llegar a lo que hoy conocemos como Caracas. Nuestras tribus indígenas lograron resistir durante varias décadas pero, en 1567, una “expedición” (así le decían a uno en el liceo, ¿no?) proveniente de El Tocuyo, y precedida por el fulano Diego de Losada, logró dominarnos por la fuerza e imponernos el absurdo nombre de “Santiago de León de Caracas”. Santiago por el apóstol tradicional de la reconquista española, que era el santo militar de España; León por el nombre del gobernador de la provincia para ese momento, Ponce de León; y Caracas porque así se llamaban las tribus indígenas que habitaban nuestro valle. El mismo valle que se encontraba (encuentra) cubierto de una especie vegetal maravillosa conocida como pira que los indígenas llamaban “caracas”. En ese momento los colonizadores decidieron que fuera esta, y no otra, la “capital” de Venezuela. ¡Se salvaron Coro y El Tocuyo! La vulnerabilidad, por su cercanía al mar, y el constante ataque de los piratas hizo que perdieran su condición de capital, cediendo a la entonces plácida y protegida Caracas la provincia de la Capitanía General. Igual,

Monjas a Principal. En primer plano, la Casa Amarilla, 1886

En ESE MoMEnto LoS CoLonIzADoRES DECIDIERon QuE fuERA EStA, y no otRA, LA “CAPItAL” DE vEnEzuELA. ¡SE SALvARon CoRo y EL toCuyo! — La Guaira,1910

nicaba a San El puente Ayacucho sobre el río Guaire. Comu 1924 íso, Para El Juan con

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14 la protección no duró mucho si tomamos en cuenta el intento de invasión fallido por parte del inglés Amyas Preston quien, al mando de 500 hombres, logra asaltar y, posteriormente, quemar la ciudad. Por eso, en 1678 se empezó a construir, sin que llegase a terminarse nunca, una muralla defensiva que pretendía circundar toditica la ciudad, o sea, sus ¿25 cuadras?

CARACAS En 25 CuADRAS

Caracas no dejó de ser un gran valle agrícola pero, con la llegada de los conquistadores, junto a nuestros verdaderos cultivos indígenas tradicionales, se empezó a sembrar trigo, avena, caña de azúcar, frutas y hortalizas de España. Para comienzos del siglo XVIII, Sabana Grande era un gran sembradío de fresas y naranjas; Maripérez era una vasta zona de cultivos, con huertas y maizales; La Pastora, un inmenso algodonal. Desde lo que hoy conocemos como El Paraíso hasta los límites de Antímano, estaba destinado a la caña de azúcar y el trigo, que un molino transformaba en harina para exportar (¡ah!, pero los ratones y las ratas que llegaban en los barcos españoles destruyeron hasta un tercio de nuestras cosechas, pequeño detalle); Macarao era tierra de duraznos y en Chacao se cultivaba arroz. Luego, en 1577, dibujaron el primer plano urbano de la ciudad, diseñado de acuerdo a las fulanas Ordenanzas de Felipe II: un documento que definía, nada más y nada menos, que el orden que se le debía dar a los “descubrimientos, poblaciones y pacificaciones” de los españoles en nuestra América Latina. ¡Ajá!, los españoles llevaron a cabo la más grande empresa de creación de ciudades de la historia de acuerdo a un modelo común: la “cuadrícula”, según la cual Caracas quedó dividida en cuatro calles y 25 cuadras fundacionales alrededor de una plaza mayor. Para fundarla escogieron la explanada, ligeramente pendiente, llamada Catuchaquao (Catuche), por el nombre de una quebrada que pasaba cerca. Este nombre significa “la quebrada del guanábano”. Las primeras cuadras fueron: Catedral (bautizada el día que llegó el primer obispo a la ciudad), Altagracia y La Candelaria. Por cierto, La Edición Número Treinta y nueve. Año 01. ÉPALE CCS

Candelaria era el extrarradio, luego lo fue La Pastora, luego Antímano o El Valle, luego Chacaíto y La California. Y así fue creciendo la ciudad, de a pedazos.

y toDo, toDo, tEníA DuEño

Junto a la “fundación” de Caracas, se empezó a repartir y vender a diversos pobladores (los ricos, obvio) pedazos de la ciudad. Sí, los colonizadores se atrevieron a ponerle precio y entregar lo que no era suyo, lo que era nuestro, de todos y de nadie a la vez. El primer propietario fue Manuel de Figueredo, a quien los españoles, por la insignificante y maldita suma de 15 pesos de oro, le adjudicaron toda la hoya del Catuche, desde lo alto del cerro hasta lo llano, y también la vertiente norte (poco, o nada, importó que de ahí se surtiese de agua una buena parte de los habitantes del valle).

La laguna de Catia, 1930

Para la segunda mitad del siglo XVIII, toda la falda sur de la serranía también tenía dueño: Juan Nicolás de Ponte era el amo y señor del extenso potrero de Apolinar y de las vertientes occidentales de la quebrada de Cotiza. Por otro parte, Manuel de Urbina poseía todo lo que se hallaba entre las quebradas de Cotiza y de Gamboa; y el famoso Juan de Ávila disfrutaba de todo lo comprendido entre el alto de Papelón, las quebradas de Cuño, o de Las Barrancas, y la quebrada Chacaíto, hasta la cumbre donde se avista el mar, es decir, todito “el cerro de Ávila”, que se llamó así por “pertenecerle” a él (ya vieron por qué Chávez se empeñó en cambiarle el nombre, ¿no?).

¿y LA MoDERnIDAD PA’ CuánDo?

La imagen colonial de Caracas no cambió sino hasta 1870, cuando llegó el entonces presidente Antonio Guzmán Blanco con su “maravillosa” idea de hacer una “Caracas de un solo piso que se asemejara a una diminuta París”. ¿Y por qué teníamos que tener un solo piso? El terremoto de 1812 provocó que tres cuartas partes de la ciudad se quedara sin casas, entonces los caraqueños empezaron a construir viviendas de un solo piso por miedo a otros movimientos telúricos. Y, más o menos, ¿en qué Caracas, 21 de julio de 2013.

Las Delicias de Sabana Grande, 1939

EL PRIMER PRoPIEtARIo fuE MAnuEL DE fIguEREDo, A Q ESPAñoLES, PoR LA InSIgnI y MALDItA SuMA DE 15 PESo oRo, LE ADJuDICARon toD hoyA DEL CAtuChE —


15

San Jacinto, 1932

E QuIEn LoS IfICAntE oS DE DA LA

Mercado de San Jacinto, 1939 Caracas, 21 de julio de 2013.

Edición Número Treinta y nueve. Año 01. ÉPALE CCS


16 nos parecíamos nosotros a los franceses? ¡Ah!, no sé. Al cierre de esta edición aún no encuentro respuesta a esa vaina. El hecho es que Guzmán Blanco derribó templos y conventos para construir obras como el Teatro Guzmán Blanco (1881, hoy Teatro Municipal) y remodeló la Plaza Mayor —donde funcionaba un mercado— para convertirla en lo que hoy es la Plaza Bolívar. También contrató la construcción del Palacio Federal Legislativo (1877) y la remodelación de la fachada del Palacio de las Academias (1875), todo a imagen y semejanza de las renombradas obras de la arquitectura europea. Dentro de este programa se reformuló también el Paseo Guzmán Blanco (1875, luego Paseo El Calvario y hoy Parque Ezequiel Zamora), colocándole jardines, caminatas y esculturas, incluida una de él mismo. Sí, sí, el humilde Guzmán Blanco mandó a hacer toda una capilla neogótica y muy afrancesada donde hubiese una estatua en su honor, una escultura que el sabroso humor venezolano bautizó como la estatua del “manganzón”.

Arco de la Federación desde Caño Ama

rillo

El presidente Cipriano Castro continuó las obras, pero fue el dictador Juan Vicente Gómez —por supuesto— quien dedicó todos los fondos públicos a obras de infraestructura: vías, trenes, puentes y túneles a lo largo del territorio nacional. A su vez, activó el tranvía como sistema de transporte público. ¡Ah!, también realizó trabajos para la incorporación de la red eléctrica en Caracas, direccionando las aguas servidas a los ríos cercanos (¡oh!, he aquí los orígenes de la contaminación del río Guaire, El Valle y las demás quebradas que atravesaban la ciudad. ¡Aplausos!).

ContInuó LA ExtEnSIón y LA DIvISIón

En 1928 comienzan a aparecer nuevos desarrollos en las periferias que hoy conocemos como La Florida. Las haciendas de las cercanías (Blandín y Mosquera, entre otras) fueron parceladas por grandes urbanizadores que mandaron a construir casas “estilo americano”, que terminaron siendo vendidas a extranjeros por la renuencia de los caraqueños a irse a vivir “lejos del centro”. Unos años después ocurrió lo mismo, cuando a los adinerados se les presenta una Edición Número Treinta y nueve. Año 01. ÉPALE CCS

Río Guaire. Al fondo, el “Horno crematorio”, 1934

Caracas, 21 de julio de 2013.


17 El plan era impulsado por los urbanistas franceses Maurice Rotival, Jacques Lambert y Henri Prost, quienes supieron aprovechar muy bien el llamado “boom petrolero” de Venezuela. El proyecto, que prestaba especial atención al tema vial (Caracas ya estaba rebasada por 6.013 vehículos con un crecimiento anual de 30%), creaba avenidas centrales, grandes paseos, edificios oficiales, zonas industriales y viviendas planificadas para los sectores menos favorecidos, que llegaban de los campos a construir sus casas con sus manos y sin el permiso de nadie. ¡Ah!, no, no, ni de vaina, eso último no. Con el inicio de la Segunda Guerra Mundial Rotival se marcha de Venezuela y, al poco tiempo, el país cambia de gobierno y empieza el estilo american way. ¡Ay, carajo!

A Lo DIzQuE AMERICAn wAy

Plaza Altamira (circa, 1945)

nueva oportunidad de vivir en la tranquilidad del campo pero cerca de la ciudad, en la urbanización Altamira, promovida por Luis Roche en los terrenos de la hacienda El Paraíso. La cosa iba tan en serio que se construyó, en 1945, una plaza para que sirviera de atractivo a la nueva urbanización. La plaza Altamira posteriormente cambió su nombre a plaza Francia por un convenio entre las ciudades de Caracas y París, para tener una plaza Francia en Caracas y una plaza Venezuela en París. Al mismo tiempo que esto sucede en las periferias del este, el inicio del funcionamiento del Banco Obrero, en 1928, contribuye a la construcción de casas pobres para obreros de ingresos medios y bajos en la zona de San Agustín del Sur. ¡Plum!, se hace cada vez más tangible la división de clases.

PLAn RotIvAL y LA DIvISIón DEfInItIvA

Entre 1936 y 1939 es presentado el Plan Monumental para Caracas o Plan Rotival, el cual traería como consecuencia —con su parcial aplicación— la fragmentación de Caracas en dos ciudades: la del este y la del oeste. Cualquier parecido con la realidad no es mera coincidencia. Caracas, 21 de julio de 2013.

La época de la posguerra trajo a Caracas una gran cantidad de inmigrantes, mano de obra que construyó (y, a veces, también se alojó) urbanizaciones emergentes como Bello Monte, San Bernardino, Chacaíto, la avenida Presidente Medina (esa avenida Victoria que aún conserva la arquitectura y las maneras de los inmigrantes italianos que la construyeron), La Candelaria (el reducto de los canarios, primero, y de los gallegos, después) y La Carlota. Sin contar el sinfín de fuentes de soda que, años después, se convirtieron en restaurantes que han hecho que la comida española e italiana tenga espacios casi inamovibles en nuestra ciudad. Por cierto, San Bernardino luego se hizo una especie de “distrito médico”, hasta que los cambios en la normativa sanitaria mundial recomendaron la construcción de centros de atención primaria y especializada a lo largo de toda la ciudad, y así nacieron los hospitales Pérez Carreño y Domingo Luciani. A la par, fueron creciendo y consolidándose distintas infraestructuras, algunas pensadas para el “turismo” y basadas en la “modernidad” gringa: la Fuente Monumental de Plaza Venezuela (1952), el Hotel Tamanaco (1953), la Concha Acústica (1954), El Helicoide (1955, diseñado como una especie de centro comercial futurista que incorporaba en su interior el tránsito vehicular, ¡ja!), el Hotel Humboldt (1956), la hacienda Edición Número Treinta y nueve. Año 01. ÉPALE CCS


18 Ibarra que terminaría transformándose en la Universidad Central de Venezuela (19461956), el hipódromo La Rinconada (1957, sí, se jodieron los apostadores y hasta los pobres caballos del “viejo” hipódromo de El Paraíso). Veinte años después jugarían a crear el Club Ítalo, Los Campitos y El Poliedro de Caracas para el sano esparcimiento de “todos”. ¡Ah!, sí, sí, y el Paseo Los Próceres (1957). Además, llegaron los teatros y cines con sus nombres norteamericanos: Imperial, Broadway, Castellana, Metropolitano, Palace, Las Palmas, El Conde, Radio City, París, Junín y el Teatro del Este.

Ciudad Universitaria

y noS voLvIMoS gRISES

Ya usted se había dado cuenta, ¿verdad? Sí, lo sé, yo también. No fue sino hasta 1958 que los “planificadores” de Caracas notaron que sufríamos de algo que denominaron “índice deficitario de zonas verdes”, y dele antibióticos con eso. En 1958 se propuso el Plan General de Parques para el Área Metropolitana, que incluyó el Parque del Este (1958-1964) y la refacción o consolidación de otros como el Parque del Oeste, el Parque Zoológico El Pinar, el Zoológico de Caricuao, el Parque Los Chorros, la remodelación del Parque Los Caobos y el Paseo El Calvario, las Cuevas del Indio y algunas plazas como la Plaza Bicentenaria (tanta paja para que en los años 90 llegaran los centros comerciales y ¿áreas verdes para qué?).

Plaza Venezuela, 1956

Ante el amenazador crecimiento de la ciudad las comisiones de “planificación” urbana también decidieron crear el Metro, “la gran solución para Caracas”, ¡ujú!, también se suponía que en Sabana Grande “siempre sería de día”. ¿Qué? ¿Que siguió el peo? Bueno, tranquilos: autopistas, viaductos y distribuidores para todo el mundo. Aparecen la autopista La Araña-Caricuao, la avenida Boyacá (por todos conocida como Cota Mil), el segundo piso de la Autopista del Este, la avenida Libertador, que es la única que entierra canales de velocidad dentro de la ciudad y que se implantó sin miramientos en la zona Norte entre Maripérez y Chacao (a su paso se demolieron edificios, casas y se inhabilitaron calles que se convirtieron en eso que hoy conocemos como “calles ciegas”); la

23 de Enero Edición Número Treinta y nueve. Año 01. ÉPALE CCS

Caracas, 21 de julio de 2013.


19 avenida intercomunal de El Valle, la autopista Prados del Este-Baruta-La Trinidad y los distribuidores Baralt, El Pulpo, La Araña y El Ciempiés.

y Aún ASí, no noS DIMoS AbASto

El crecimiento poblacional también se dio en todas las direcciones, llenando las cinco vertientes del valle. En el suroeste aparece la urbanización Caricuao y la avenida intercomunal de El Valle vio cómo, en su recorrido, se levantaban las barriadas de nuestras clases pobres. ¿Cuáles? Las que agarraron sus recuerdos, su cuatro, su cultura, su fuerza física, para venirse en busca de unas supuestas “mejores condiciones de vida”. Dejaron los campos en manos de futuros latifundistas y se vinieron para acá a construir en las llamadas “periferias” de esta ciudad de concreto que nunca les abrió la puerta delantera. ¿A construir? ¿Ellos mismos? Sí, viviendas improvisadas que se fueron constituyendo en las denominadas, así como así, “zonas marginadas” de Caracas. ¿Y qué dijeron los “planificadores”? ¿Los qué? ¿Cuáles planificadores? No sé, pero al parecer durante las campañas electorales le regalaban al pueblo pobre insumos de construcción para garantizar sus votos.

¿y AhoRA?

¡Coño! ¿Y ahora qué hacemos con este desastre? ¿Lo escondemos bajo la mesa o continuamos arreglándolo a la par que soplamos las velitas año tras año? Vamos a darle, a ver si algún día te vemos libre, ciudad capital. Acuérdate de las palabras del alcalde Jorge Rodríguez en tu fiestecita del año pasado: “Creo que Caracas es una ciudad llena de cicatrices que se está levantando desde las cenizas para resurgir como el fénix. Es una ciudad que nació en rebelión, que aún no sabemos cuándo nació; unos dicen que contaba con 25 cuadras fundacionales, otros nos hablan de los riachuelos. Una historia que nos han vendido por años, pero donde la única verdad que conocemos es que la Caracas de antes estaba dividida en dos: una donde, mal que bien, había servicios y espacios para el disfrute; y otra arrojada en los lechos de la montaña, que fue obviada por todos. Eso, eso no se repetirá más nunca”. ¡Eso es! ¡Ahí está el deseo! ¡Sopla, sopla!

Avenida Fuerzas Armadas, vista norte-sur

Centro Simón Bolívar desde la plaza O’Leary Caracas, 21 de julio de 2013.

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OPINIÓN

Ficciones para una memoria petareña de caracas POR NEIrLAy ANdrAdE ILUSTRACIÓN ALFrEdO rAJOy

Soy de Petare, así que mi conexión con Caracas, hasta hace poco más de un lustro, estuvo signada por una sola cosa: el Guaire. De hecho, ser de Petare significa nacer “al lado del río”. No parece una imagen feliz, es más bien amarilla y sucia, pero me gusta, me gusta haber “navegado” hasta acá. Digamos que provengo de un pequeño infierno llamado Petare y que Caracas tiene el potencial de ser mi purgatorio. Uno de mis paisanos del río, Alí Gómez García, lo narra así: “Mi tía Hilda se quedó acostumbrada a decir que ‘voy para Caracas cuando iba a comprar algo en el centro de la ciudad, que es bien chévere y la atraviesa un arroyo jediondo, que dicen los viejos antiguos que una vez se llamó río Guaire, o sea que yo más bien nací y me percaté de la vida en una ribera del Guaire”. Llegar (o regresar) a este purgatorio (que no promete cielo, pero sí amenaza con devenir infierno) ha sido tema de depresiones literarias. Es célebre el aburrimiento de la pobre María Eugenia Alonso cuando descubre que Caracas no es “una copia pequeña de París”; la frase infame data de las misiones diplomáticas de Guzmán Blanco a suelo galo y fue motivo de burla entre los costumbristas. El desencanto de la protagonista de Ifigenia no es gratuito. La compra de muebles y altares parisinos para la basílica de Santa Teresa hizo que propios y extraños fantasearan con el afrancesamiento de la ciudad. Ya en 1883, un español de apellido Güell y Mercader advertía que Caracas “convirtióse, como por encanto, en una capital europea”. La idea de que este pedazo de tierra puede ser otro más chic se prolongó hasta finales de los 50 y encontramos en la pluma de uno de los socialdemócratas más insignes, Mariano Picón Salas, lo siguiente: “Se fue haciendo de la ciudad una especie de vasto -a veces caótico- resumen de las más varias ciudades del mundo; hay pedazos de Los Ángeles, de San Pablo, de Casablanca, de Johannesburgo, de Jakarta”. Caracas promete ser otra, pero, mientras tanto…“Usté me tapa esta quebrada y me corta aquel monte allá que con la ingeniería me arreglo yo, pero doctor mire que esto es zona verde. Qué zona verde ni que manga ‘e chaleco pichón, que este edificio no me lo tumba ni Edición Número Treinta y nueve. Año 01. ÉPALE CCS

Caracas, 21 de julio de 2013.


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NO tOdOS LOS hIJOS dE LA CIudAd dE LOS tEChOS rOJOS hAN ENCONtrAdO EN ELLA uNA mAdrE AmANtíSImA —

“Pocas cosas me gustan tanto en este mundo como el color del Ávila al atardecer”, confiesa un García Márquez alucinado por los tres meses posteriores a su llegada a Venezuela en 1957. La visión de las “azules lomas” nublaron de lágrimas los ojos de Pérez Bonalde en Vuelta a la patria, pero no todos los hijos de la ciudad de los techos rojos han encontrado en ella una madre amantísima. Un Bolívar amargo declara en el “Manifiesto de Cartagena”: “Yo soy, granadinos, un hijo de la infeliz Caracas, escapado prodigiosamente de en medio de sus ruinas físicas y políticas”.

Mandrake, entonces cerramos esta calle y la estatua del poeta ese la Curiosamente, la proclama desdichada se remonta al año del temudamos para El Llanito; cuál casa colonial, eso lo que es un peli- rremoto. Pareciera que la ruina persistió como un fantasma desde entonces y llevó a Cabrujas a sentenciar: “Como hay personas que gro, pa’bajo es que va y después veremos”. proclaman con orgullo pertenecer a un pueblo de grandes consEl relato pertenece a Aníbal Nazoa, se remonta a la década de los tructores, me atrevo a exhibir —hasta con cierta jactancia— que 70 y recoge una de las singularidades constitutivas de esta urbe: la provengo de un pueblo de grandes ‘derrumbadores’, un pueblo deimprovisación. Incluso, nuestro orden es confuso. Con éxito, Jenny molicionista que hizo del escombro un emblema”. Tallenay logró, en 1878, dar cuenta de la relación complicada de las calles y sus intersecciones: “El sitio en el que cuatro cuadras consti- Todo comenzó con la bola de acero que tumbó el Hotel Majestic. El tuyen los cuatro ángulos de dos calles que se cruzan es una esquina”. último episodio de esta trama de escombros fue la caída del Retén de Catia. “La demolición ha sido, durante muchos años, nuestro Dos siglos después, el trazado irregular trae consecuencias al bol- principal sentido arquitectónico”, apunta Cabrujas. Mientras que sillo. “Nadie, ni el matemático más insigne del mundo, es capaz Mario Briceño Iragorry se muestra más optimista: “Nos cubrimos de establecer un cálculo aproximado acerca del costo real de una del polvo de las demoliciones; somos caballeros condecorados por el asombro, para que comience a levantarse —acaso más feliz— la carrera de taxi en Caracas”, escribe Nazoa. Caracas del siglo XXI”. Míticas también son las “colas fantasmas”, a lo que Aníbal pregunta: “¿Por qué no se crea un Departamento de Ciencias Ocultas que Juan Nuño dijo que ninguna ciudad es inocente. La sabiduría de Caracas consiste en saberse imposible, es decir, condenada a no pose ocupe de averiguar la causa?”. der ser. Mi idea de ciudad, desde los 18 años, está atada a un poema de Cavafis: “No hay barco para ti, no hay camino. / Al perder tu LOS hIJOS dEL dErrumbE Dice Ítalo Calvino que “cada ciudad recibe su forma del desierto vida aquí, / en este rinconcito, en toda la tierra la has destruido”. al que se opone”; Caracas se alza contra una montaña. Key Ayala fue capaz de cifrar el sino de los hijos de este valle: “Nacidos bajo Soy hija de extranjeros, mi memoria de Caracas es ficción. El reel signo del Ávila, a él vuelven. Bajo el signo del Ávila nacieron y cuerdo más lejano de esta ciudad es mi madre impidiéndome tocar bajo el signo triunfaron. Sea el signo del Ávila todavía por siglos, los garabatos de Picasso en una sala fría de museo. Mi primera alucinación caraqueña fue “El gusano de luz” de Julio Garmendia, nuestro signo”. pero la traición vino al quite: el animalejo de la infancia era una El Waraira Repano emerge como promesa, respiradero, expiación; librería que ya no existe. Así quedó sepultada mi esperanza en tortambién es desvarío. El Ávila de Orlando Araujo es “un toro, una no a esta ciudad y comprendí, para siempre, que el desencanto es un placer literario. esfinge, un lomo de lagarto azul y verde y amatista”. Caracas, 21 de julio de 2013.

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ENTREVISTA

José Vera El cronista dE catia: un apasionado dE su tErruño LLeva 27 años estudiando eL territorio donde nació y en eL que ha vivido durante casi 60 años. es un incansabLe Luchador por eL rescate de La pLaza boLívar de propatria y de La cuLtura en eL buLevar. ahora recuerda cómo era eL oeste de La caracas de ayer POR RoCío CAzAL FOtOgRaFías JoNAThAN MENdozA

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Caracas, 21 de julio de 2013.


23 Caracas es rica en historia: tenemos héroes, guerreros, apátridas, batallas, deslaves, terremotos... Cada parroquia también tiene algo que contar y, por eso, Antímano, Caricuao, La Pastora y El Junquito, por ejemplo, cuentan con su historiador. Catia, sin ser parroquia, también tiene el suyo: José Vera, quien se considera cronista desde 1992, aunque seis años antes ya era todo un estudioso de la historia del sector, enclavado en la parroquia Sucre. Hace unos 10 años, aproximadamente, la municipalidad le dio ese título por ofrecer sus conocimientos en la calle y escuelas a niños, adolescentes y adultos.

—¿SIEMPRE VIVIó ALLí?

—Yo vivía en la tercera avenida de Nueva Caracas. Nací en la Calle Real de Los Flores de Catia, dentro de un carro. Ahora vivo a tres cuadras de allí. De hecho, nací el 28 de julio del 1953, igual que el presidente Chávez, solo que él nació en 1954. —¿quÉ SIgNIfICA CATIA PARA uSTEd?

—Es todo para mí, peleo por Catia. He salido de Catia a pasear, por lo que no sé si muera ahí, nunca sabemos. Catia es mi pasión, por eso el trabajo comunitario en los hospitales para mí es grande. Soy Guardián de la Salud de Catia, trabajamos sin sueldo, Allí, en Catia, nació, se crió, armó su negocio pero con orgullo de velar que el paciente, y trabaja de manera voluntaria como guardián venga de donde venga, sea bien atendido. de la salud. —¿LA PLAzA BoLíVAR AúN Del oeste es un experto en la materia, aunque ExISTE? también conoce parte de la historia de Cara- —Aún está, sí. Está diagonal al Centro Cocas. Su archivo fotográfico se basa en más de mercial Propatria, en la parte de atrás. La 900 imágenes en blanco y negro, otras sepia y estatua de Bolívar tiene cinco metros de ala color. Su libro Indio Catía está casi listo y es- tura. No es un Bolívar a caballo, no es un pera publicarlo a corto plazo. Bolívar con espada ni parado. Es un Bolívar encajado en piedra. Vino de Ecuador y la colocó Eleazar López Contreras el 9 de mar—¿PoR quÉ SE dEdICó A SER zo de 1937. Después, Marcos Pérez Jiménez EL CRoNISTA dE CATIA? —Comencé a ser uno de los historiadores de mandó a hacer una escuela llamada AlejanCatia en 1992, cuando rescaté la historia del dro Fuenmayor en el contorno de esa plaza, Mercado de Catia siendo su presidente. De la cual se inauguró el 30 de enero 1954. Pasó tanto leer, buscar libros y estudiar, me vine el tiempo, comenzaron a hacer el Metro de dando cuenta de toda la historia de Catia. Tan- Caracas, pusieron otra escuela al lado de esa to investigué que en la Biblioteca Nacional me plaza y luego colocaron bloques. llamaban “el ratón de la biblioteca”. —ENToNCES yA No ES PLAzA... —¿ENToNCES TIENE 21 AñoS —Está cerrado por los cuatro costados. Yo le CoN ESE TíTuLo? llamo el Bolívar secuestrado, el Bolívar escon—Sí, de mucho antes, pero yo digo desde 1992, dido. Ya no es plaza sino parte de la escuela. que es cuando una revista que se llamaba Ro- Sin embargo, le pongo su ofrenda floral desde dando por Catia tomó en cuenta mis trabajos hace 20 años. Pido que se abra el espacio, se y proyectos. En realidad, desde el 1986 estaba abran esas puertas para que la gente conozca su Bolívar. Es más, Catia es la única parroquia estudiando sobre Catia. que tiene tres próceres: Bolívar, Sucre y Rafael Urdaneta. —¿PoR quÉ SE LLAMA CATIA? —Tengo la historia de Catía, un indígena que en 1558 estaba por acá. ¿Por qué Catia? ¿Por —¿CóMo ERA EL oESTE? qué Catia La Mar? ¿Por qué la hacienda Los ¿LA CARACAS dE ANTES? Muñoz, que hizo el hijo de Francisco Fajardo —Era la añoranza que hoy no gozamos poren esa fecha en Catia? A él le estaban dando que podías participar en cualquier acto. El 25 y unos terrenos que formaban parte del casco 31 de diciembre toda la gente estaba en la Placentral y no los quiso porque quedaban muy za Bolívar de Caracas. Todas las comunidades lejos de la mar. Por eso le pusieron ese nombre: iban a compartir. Era una gran fiesta patriótica de Catia a la mar. donde había bailantas. Caracas, 21 de julio de 2013.

“LA ESTATuA dE BoLíVAR TIENE CINCo METRoS dE ALTuRA. No ES uN BoLíVAR A CABALLo, No ES uN BoLíVAR CoN ESPAdA NI PARAdo. ES uN BoLíVAR ENCAJAdo EN PIEdRA. VINo dE ECuAdoR y LA CoLoCó ELEAzAR LóPEz CoNTRERAS EL 9 dE MARzo dE 1937” —

Historia de Catia Según registros históricos, Francisco Fajardo habría fundado la “Villa de Catia” en 1557, 10 años antes de la fundación de Caracas. Su nombre se debe al cacique Catia, de la tribu Toromaima, considerado un valiente guerrero aliado de Guaicaipuro. Allí, en Catia, se registró la Batalla de Maracapana entre 1567 y 1568, cuando murieron miles de indígenas a manos de los conquistadores españoles. Para el siglo XVII, formaba parte de las parroquias Altagracia, Catedral y La Pastora hasta que el 7 de diciembre de 1936 Catia fue elevada a parroquia, durante el gobierno del General Eleazar López Contreras. Actualmente la parroquia Sucre cuenta con más de 400 mil habitantes, que representan casi el 20% de la población de Caracas.

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24 “¿quÉ PASARíA hoy SI ExISTIERA LA LAguNA dE CATIA? ¿uN ChIquERo o ALgo TuRíSTICo? NoSoTRoS, LoS quE VIVIMoS EN CATIA, EN EL oESTE, ESTuVIÉRAMoS EN EL ESTE y LoS dEL ESTE ESTARíAN AL LAdo dE LA LAguNA, ¿o No?” —

—¿PoR quÉ CARACAS SE fuE CoNfIguRANdo hACIA EL ESTE?

—La primera urbanización fue El Silencio, en el centro, no así Catia. Los Cisneros llegaron de Cuba a Catia pero, por una peste que hubo en Caracas, se mandaron a secar las tres lagunas: la de Los Chorros, la de El Paraíso y la de Catia, en 1932. Esta laguna era de dos kilómetros y medio. No pudieron secarla de un día para otro como hicieron con las demás. Sin embargo, esta laguna continúa siendo un lago viviente debajo de la tierra. Por eso digo que Catia es 80% agua. ¿Qué pasaría hoy si existiera la laguna de Catia? ¿Un chiquero o algo turístico? Nosotros, los que vivimos en Catia, en el oeste, estuviéramos en el este y los del este estarían al lado de la laguna, ¿o no? —¿CóMo hA SIdo EL CAMBIo EN LA CAPITAL?

—Quedan pocas tradiciones. Hay que rescatarlas, aunque ha habido rescate cultural y eso está muy bueno. Lo aplaudo y sigo aplaudiendo. Hay cultura todos los días en el casco central, en Sabana Grande, pero ¿y el bulevar de Catia? Está olvidado. ¿Qué estoy pidiendo? Que nos den parte de la cultura en Catia. Hace falta el teatro de calle, por ejemplo. Recuerda que no todas las personas entran a un teatro. Queremos que sea tomado el bulevar de Catia La Plaza Bolívar de Catia fue cercada y ahora la estatua está en el patio de una escuela y se rescate la imagen de Bolívar. Edición Número Treinta y nueve. Año 01. ÉPALE CCS

Caracas, 21 de julio de 2013.


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foto Archivo viejAs fotos ActuAles

CIUDAD

vivir de una esquina a la otra (i) CaraCas es una de las dos úniCas Ciudades del mundo (la otra es la mexiCana mérida) que mantiene en sus reCodos la nomenClatura de una tradiCión viva, Casada íntimamente además Con la vida de sus habitantes. Con motivo del 446 aniversario de la Ciudad, una serie de Caraqueñas y Caraqueños –natos o “navegados”–, apela a su aneCdotario para elaborar doCe “CróniCas de esquina”, que épale CCs ofreCe en dos entregas espeCiales FOTOGRAFÍAS JOSÉ RIVERA

Caracas, 21 de julio de 2013.

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26 DE nADA SIRVE CORRER Nos gustábamos mucho. Tarde a tarde caminábamos por las calles del centro de Caracas sin decidirnos a nada. El trayecto a la casa se nos pasaba sin siquiera darnos cuenta. Ahora no podría recordar de qué hablábamos para llenar esos minutos de camino. Cruzábamos avenidas, parques, calles y esquivábamos motos, carros, parejas y niños. No era importante el ajetreo y la confusión de la tarde en la ciudad, teníamos la necesidad de acompañarnos y de compartir nuestras fragilidades.

EL CRIStO mUtILADO

día hacer otro hueco, lo enterraba junto con el tesoro, poniendo como guinda final de aquel entierro una figurita religiosa, como para decirle a Dios: “Epa, yo maté a ese tipo, pero no te pongas bravo que soy un hombre de fe”. Así era.

En la Caracas colonial, cuando un rico quería esconder su oro, lo enterraba. Pero los poderosos no se ensuciaban las manos —al menos no con tierra. Tampoco cargaban peso. Era más fácil mandar a un esclavo a trasladar el tesoro y cavar el hueco donde se- EL EntIERRO ría enterrada la guaca. DE LA CALLE BARUtA Hace unos 50 años dos niños en edad preaHabía que asegurarse de que nadie revela- dolescente se sentaron en una esquina sin ra el escondite, y siendo que solo el amo y nombre, en Bello Monte, y se pusieron a exsu esclavo conocían el destino del tesoro, plotar triquitraquis en un hueco que se haúnicamente quedaba una cosa por hacer: llaba junto a la raíz de un árbol que todavía matar al esclavo. Como el muerto no po- está ahí. De pronto el hueco cedió, y cedió

mucho. Dice uno de los muchachos —hoy un señor sesentón— que el hueco debía tener como tres metros de hondo y que lo sabe porque él mismo se metió pa’ revisarlo. En lo profundo del hueco encontró un trapo viejo que estaba envolviendo algo y que, al desenrollarlo, reveló a los dos muchachos la figura de un cristo tallado en madera y cuyas manos habían sido mutiladas. Viendo una vaina tan rara, mi padre —el primer niño— le dejó el cristo a su amigo y se fue a su casa a merendar, olvidando para siempre aquel asunto. El hueco lo taparon y nadie nunca más se preguntó qué había ahí adentro.

EL PACífICO La esquina “El Pacífico” era la proa de un barco. Una “U” que se iba abriendo a manera de “V”. Su nombre no evocaba la condición del no guerrero o del no agitado, más bien evocaba a un océano enorme, profundo y palpitante. La calle de un lado de la “U” llevaba a San Bernardino, un sector en el que convivían una clase media trabajadora y tendiente a prosperar, dos barriadas pobres asumidas como peligrosas y un montón de gente rica, casi toda judía, que prestigiaba el lugar como una zona elegante. Edición Número Treinta y nueve. Año 01. ÉPALE CCS

Caracas, 21 de julio de 2013.


27 Una vez que empezábamos a andar, comenzaba a correr el tiempo en contra porque, si bien era el momento para estar juntos, al llegar a la esquina donde siempre nos despedíamos tendríamos que esperar al día siguiente para volver a hacer ese recorrido. Cada día la distancia de nuestros cuerpos se acortaba un poco más. No sabía si era mi percepción o si de verdad él, poco a poco, invadía mi espacio vital, a tal punto que me sentía arrinconada por las calles de La Candelaria.

pasar algo. Me sentí tan liberada y, al mismo tiempo, tan aturdida que me despedí varias esquinas antes porque no sabía qué podía venir después de eso. Él no supo tampoco que decir y, con una mirada que era casi un beso para una herida vieja, nos despedimos.

La tarde siguiente no había mucho más que contar. Aunque su brazo empujaba al mío, aún no comprendía su lenguaje no verbal y no sabía si las calles se habían Una tarde, en la esquina Peligro, le conté hecho más pequeñas o si él no se daba eso que solo cuento cuando sé que va a cuenta de que casi no me dejaba caminar.

Al llegar justo a la esquina La Cruz, donde ahora nos despedíamos para estar más tiempo juntos, me besó inesperadamente. La torpeza era mutua. Casi me caigo y lo único que se escuchaba de fondo era un reguetón a todo volumen que se escapaba impunemente de un carro. Yo corrí asustada, no dije nada para despedirme. Él se quedó ahí, parado, y yo quería llegar muy rápido a esas esquinas donde vivo. Esa vez, como tantas otras, no logré ser tan veloz. nAthALI GómEz

Décadas más tarde, el amigo de mi padre llevó el cristo a un anticuario, quien le dijo que esa pieza era muy fina, “data de siglos atrás y se usaba para acompañar a los esclavos hasta su lecho final; pero no a cualquier esclavo, sino al aquel que se encontraba junto al entierro de su amo”. Yo sé cuál esquina es esa, y cuál árbol. Y fíjate si será mordaz la vida que, en lugar de ir a buscar ese tesoro, me quedo aquí, escribiendo recetas como buena pelabola y maravillada con esta ciudad que tanto encanto guarda oculto entre sus calles. mALú REnGIfO

La otra calle desembocaba en Sarría, con su sores, consumían pastelitos, sánduches y clase media humilde y un conglomerado de jugos. Era gente de San Bernardino, exclupequeñas barriadas que se hermanaban en yendo —por supuesto— las barriadas. necesidad con las de San Bernardino. El Pacífico me resultaba hermoso pero yo Bar El Pacífico convertía la esquina que no le era pertinente. ocupaba en una presencia hermosa, olorosa a tradición. Su parte exterior era un En la noche el bar también excluía a mupasillo en “U” cubierto con un techo de jeres y niños. Estaba decorado con clarahojalata azul. Limitaba hacia adentro con boyas, sombreros marinos, anclas, fotolas paredes del bar y hacia la acera con una grafías de bergantines y cuerdas. La barra reja de figuras informes. Se llenaba de fa- repetía la forma de “U”. Era elegante, de milias por las tardes, aunque sábados y do- madera con fino reborde. Las sillas altas, mingos también por la mañana. Tomaban cómodas y macizas. ¿Cómo olvidar a la café, veían programas en enormes televi- sosegada, alegre y educadísima mesera Caracas, 21 de julio de 2013.

que acompañó la geografía del bar por décadas? El tiempo convirtió al mobiliario en un escenario de anticuario, más bien art déco. No tuvo decadencia sino postrimerías. En su plenitud, cuando acogía, por fin, a la gente que llegaba por ambas calles y también a algunos intelectuales y artistas de cualquier parte de Caracas, me habitué. Pero pronto fue demolido por el dinero de los adocenadores urbanos, la lógica de lo sensible llegó tarde. RODOLfO PORRAS

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28 DE ESqUInA En ESqUInA Vivir cerca del trabajo se agradece. Y yo soy agradecida. Mi primer trabajo fue en Últimas Noticias como pasante, por allá por el año 1986. Fui pasante y me fui quedando como se quedan los pasantes en los periódicos: explotados y trabajando burda. Ahí empezó mi primer contacto con el centro de Caracas. Y con la primera esquina: Las Mercedes. Hay una iglesia del mismo nombre, y tantas “mercedes” hay por allí que había un restaurante y arepera llamado El Mercedario. Comí y bebí con frecuencia en ese sitio, cerraba tarde, lo cual

siempre, también, agradecí. Aún vivía en la Calle 1 de la parroquia El Valle. De allí ascendí “25 cuadras en la escala social” —al decir de mi hermano Pedro— cuando nos mudamos al edificio Los Tulipanes, ubicado en la avenida Fuerzas Armadas, de Socorro a Plaza España. Mudarnos fue idea de Pedro y él cuadró todo con nuestro “casero”, Eduardo Semtei. Entre las esquinas de Socorro y Plaza España me sucedieron mil cosas. Ahí hice mis mejores fiestas de cumpleaños de la época universitaria y también el 4 de febrero de 1992, cuando mi hermano Pedro dijo: Chávez es un tipo vergatario. Ahí estaba cuando me enteré de la muerte

de Pedro y también cuando me dijo que me habían robado el mes de abril (siempre me hacía molestar por cualquier cosa y se reía), jugábamos nintendo hasta bien tarde y ahí me comí mis primeras creps preparadas por él. Riquísimas. Ahí vi una final entre Caracas y Magallanes (1994), donde al caraquista Henry Blanco se le fue un rolincito entre las piernitas para darnos el campeonato. Casi me divorcio —que después sí fue— de mi ex marido caraquista por culpa de Carlos Trejo, un amigo magallanero que fue implacable con el chalequeo. Ahí vivía también cuando me casé y cuando nació mi María Victoria. De ahí fui a tener a San Bernardino, donde aún vivo. Una parroquia sin esquinas.

LA CUADRA qUE ALImEntó mI CUERPO y ESPíRItU Corría el año 1991 y las medidas económicas propias de neoliberalismo dejaron de ser una abstracción, una decisión lejana que se toma en las altas esferas gubernamentales, para bajar a las catacumbas del pueblo trabajador: se sentía en el bolsillo y, por añadidura, en el estómago. Era el tiempo —la oscura Edad— en que la perrarina comenzó a ser un sucedáneo proteico… para el consumo humano.

tAmAkún: hOmEnAJE AL “tOERO” En La Vega existe un callejón que no lleva el nombre de un prócer (como Bolívar), de un hombre de ascendencia indígena y traidor de su pueblo (como Francisco Fajardo), de un genocida (como Diego de Losada), de un escritor burgués adulado por los adecos de todos los tiempos (como Gallegos o Blanco Fombona), de un ídolo deportivo cuya consagración la definió la industria del deporte de Estados Unidos (como Andrés Galarraga); ese callejón no honra la memoria de ningún político asesino (como Betancourt), de ningún empresaEdición Número Treinta y nueve. Año 01. ÉPALE CCS

rio explotador (como todos los empresarios: como Luis Roche o Eugenio Mendoza), de ningún santo (como el Bernardino o la Mónica), de ningún fantasma autoerótico (como La Consolación). El callejón de nombre atípico e insólita referencia se llama Tamakún y rinde homenaje al señor Agustín Antonio Díaz, un caballero pobre, colaborador y despojado de todo eso que la literatura universal y el lenguaje del poder llaman “grandeza”.

poblarse lentamente, luchando contra la policía, los aguaceros y la criminalización de los medios y los sifrinos de El Paraíso.

El apodo “Tamakún” se lo puso al señor Antonio un vecino llamado Anseume, porque sus rasgos indígenas y su pelo largo lo hacían parecerse al personaje de las historietas. Frente a su casa estaba la parada de los autobuses que iban y venían de La Vega al centro, pero cuando la gente necesitaba algo decía: De este caballero cuentan los vecinos de El “Vamos a donde Tamakún”. Carmen que llegó a La Vega hacia 1964. El hombre instaló allí su rancho o proyecto de Del señor Agustín Antonio Díaz, dicen los casa y, al poco tiempo, el sector comenzó a vecinos, que murió en 1984. El barrio siguió Caracas, 21 de julio de 2013.


29 Mi primer trabajo en el Consejo Nacional Electoral transcurrió de Monjas a San Francisco y, luego, fui un poco más al sur para trabajar de Municipal a Reducto. De allí salí halada por el periodismo —nuevamente— para trabajar en el diario Ciudad CCS, de Monjas a Principal. Hoy estoy de Gradillas a San Jacinto, haciendo Épale CCS, donde leen ahora. Un ex amigo (¿cuántos ex hay que tener en la vida?) siempre decía que yo vivía en un quicio y que cualquiera me sacaba del mismo. Creo que se equivoca. En verdad, buena parte de mi vida ha transcurrido entre esquinas de Caracas. mERCEDES ChACín

Vagabundeaba por la avenida Fuerzas Armadas y 15 bolívares conformaban todo mi patrimonio para ese momento. El día rozaba su ecuador y las posibilidades de acceder al “segundo golpe” resultaban remotas. Ocurrió el milagro: entre las esquinas de Crucecita y San Ramón me topé con un comedor popular (aún existe, solo que exclusivo para adultos mayores) cuyo menú tenía el subyugante precio de 12 bolos. Hice la correspondiente cola, pagué, tomé la bandeja y me dispuse a mitigar el hambre. Una vez que hube concluido aquella delicia de almuerzo reparé en el entorno

que me circundaba: en su mayoría estaba conformado por ancianos indigentes, quienes acompañaban el plato con medio litro de leche o jugo puesto que el almuerzo carecía de bebida. La primera sensación fue de vergüenza, ya que el hecho de haber comido ahí significaba que estaba dejando sin alimento a alguien mucho más necesitado que yo porque, como una vez me dijo una querida amiga, “una cosa es tener ganas de comer y otra vaina, muy distinta, es el Hambre”. Entonces, aquel acto de usurpación, aquel despojo era poco menos que una felonía.

Luego, y como se piensa mejor con el estómago lleno, me relajé y sentí que estaba donde debía estar: yo era uno más de los millones de venezolanos que estaban siendo vejados por unas medidas que eran explicadas con una terminología que no entendían ni siquiera sus creadores, pero lo que sí quedaba más que clarito era que la brecha social entre los que tienen todo y los que tienen casi nada se ensanchaba de manera dramática. Me sentí orgulloso de pertenecer a ese pueblo que soportaba aquella infamia con estoicismo y dignidad. RODOLfO CAStILLO

creciendo hacia arriba, hacia el cerro, y el callejón, que hoy conecta con la calle Independencia, se prolonga en un retorcimiento de muchas curvas y, por allá, varios metros hacia arriba, todavía siguen llamándolo callejón Tamakún. Esta referencia toponímica ya figura, en la cartografía oficial de la ciudad de Caracas, como calle. Oficialmente se llama calle Tamakún y resulta un oasis este homenaje al hombre sencillo en una ciudad capitalista que, como todas las otras de su índole, sigue rindiéndole culto a tanto invasor, burgués y pseudohéroe comemierda de la historia. JOSÉ ROBERtO DUqUE

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GASTRONOMÍA

PICHONES DE SIBARITA

Una cocina ni tan mantUana POR REiNALdO GONzáLEz d. FOTOGRAFÍA jONAThAN MENdOzA

Lo primero que se siente al entrar a La Cocina de Francy es el aroma a canela y a clavos de especia, exquisito, penetrante, único, que va a ser omnipresente durante toda su estadía en este restaurante de comida tradicional venezolana, ubicado en la esquina de Tracabordo, en La Candelaria. Es un lugar caro, de esos a los que un pelabola como yo (o la compañera Malú) solo puede ir una vez al año o cuando hay que hacer un trabajo para Épale CCS sobre cocina “mantuana”... Cocina “mantuana” significa comida hecha al gusto de los mantuanos (aristócratas blancos descendientes directos y reconocidos de los invasores españoles), con ingredientes oriundos de tierras americanas y algunos traídos del viejo (y expansivo) continente, y preparada magistralmente por las manos de los esclavizados de origen africano. Una verdadera y compleja mescolanza de aromas, sabores, recipientes, técnicas y tiempos de cocción que ha

una obligación legal para todos los restaurantes, ¿no?). Resaltan en los abrebocas las arepas de maíz, plátano, andinas y chicharrón, que no dudamos en pedir (me acompaña mi panita María Martínez); pero pudimos optar por los buñuelos de yuca y plátano o el bollo pelón en hoja de plátano con salsa de tomate Hecha la aclaratoria económica-social-his- criolla (eso de comer en hoja de plátano no es tórica-conceptual-resentida, sigamos con el muy mantuano, ¿cierto?). De tomar, sendos lugar... La Cocina de Francy tiene dos pisos. batidos de mora. En el primero se ubican diez mesas y la barra; en el segundo el número de mesas sube Para el plato fuerte, María, vegetariana ella, a 11 y el ambiente se torna bastante grato: está indecisa entre la crema de caraotas con luz tenue, ideal; obras de arte cinético y una queso palmito, la crema de auyama al perfucámara que recoge todo lo que yo y el resto me del cilantro y la crema de apio con aceite de hierbas criollas. Pide la última. Olletas de de los comensales hacemos. lagarto, mondongo y pelao guayanés compleLa carta no es uno de esos “petetes” escan- tan la sección de cremas y sopas. dalosos y atiborrados de información en los que uno enloquece, más bien es limpia Yo quiero masticar, así que echo un ojo a las y ordenada, con el precio, el IVA y el total carnes: del mar (pescado), del potrero (res) y detallados, además de la aclaratoria “No co- del corral (pollo). Pido filete de pescado en bramos 10% ni propinas” (esto debería ser salsa de ají dulce y coco, pero me dicen que dado como resultado platos deliciosos, con recetas que se han asentado en el tiempo y dan forma a una “gastronomía tradicional venezolana” (este término me gusta un poquito más), tan o más arrecha que otras con mayor reconocimiento internacional.

RECETARIO DEL PELABOLA

Pelabolas ancestrales POR MALú RENGifO mAluRenGiFO@GmAil.cOm

Todo pelabola del siglo XXI cree haber vivido en carne propia lo que es una verdadera peladera de bola, pero hasta en eso estamos pelando bola. La última vez que en Caracas no existió un solo pelabola padeciendo hambre y sed por falta de real fue en el año 1567, cuando comenzó el gran saqueo colonialista en Caracas y el rugido del hambre entre los indios y esclavos negros fue creciendo hasta convertirse, 4 siglos y pico después, en un ensordecedor estallido llamado “Caracazo”.

SE quEdARON CON LA TiERRA

Eso es ahorita, que no comemos acure por ser roedores parecidos a las ratas y darnos grima. Cuentan que durante unas obras reaEdición Número Treinta y nueve. Año 01. ÉPALE CCS

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Calidad Precio Ambiente

no hay, “solo cazón para el mojito con tostones y para el pabellón costeño”. Descarto la carne de res porque ando antojado de carnes blancas, aunque no puedo obviar el talkarí (o tarkarí) de ganzo y el asado negro. Titubeo entre el pebre de pollo y el pollo en salsa de maíz hasta que me explican lo que es el pebre: “Una salsa que lleva aceitunas, pasitas, vino y especias”. “Dame ese”.

Av. Fue rzas Ar madas

Atención

Esq. Puent e Ya

nes

La Cocina de Francy

Esq. Tracab ordo

Av. Méx ico

Esq. Monro y

Las decisiones fueron acertadas. Perfecto contraste dulce-salado en todas las comidas. Cantidades muy adecuadas para mi gusto: ni fallo ni lleno, con espacio para el postre y el café. Tienen bienmesabe, quesillo de jojoto, quesillo criollo, torta de queso, dulce de lechosa, arroz con leche y torta de café. El total: me lo reservo, pero hasta dos cervecitas me tomé y no tuve que fregar.

lizadas en el casco histórico, fueron encontrados un mamonazo de esqueletos de roedores pequeños que, en vida, corrieron por nuestro valle y que el caraqueño de antaño atrapaba con pericia para invitarlo al almuerzo. Para el siglo XVII, la tradición alimenticia caraqueña (del que tenía real) había cambiado. Tenían reses y un consumo de maíz que había desplazado a la yuca, convirtiendo al casabe (hasta entonces un tesoro culinario de orígenes ancestrales) en el pan de los pobres, un alimento de segunda que solo comía la gentuza de las comunidades rurales. Según la investigación de Mario Sanoja e Iraida Vargas-Arenas, Visión histórica de la gastronomía y la culinaria en Venezuela, cuando los mantuanos caraqueños, que ya habían ganado bastante real a costa del sudor de los esclavos, empezaron a obtener créditos de los capitalistas europeos, se dio un mejoramiento del nivel de vida de la clase dominante, que significó para el proletariado el descenso a una pelazón de bola nunca antes conocida en estas tierras.“La clase mantuana comenzó a importar, para su uso, elementos que cambiarían sus hábitos culinarios y gastronómicos”. Mientras tanto,

los hábitos alimentarios de las clases populares caraqueñas se mantenían intactos. Como la nueva costumbre de los mantuanos fue traer ingredientes y comidas de afuera, los platos autóctonos empezaron a ser tratados con desprecio. “Los bajos ingresos y los índices de pobreza crítica” alejaron a las familias de la culinaria tradicional criolla, “derivándola hacia un consumo masivo de alimentos de producción industrial, donde sobresalen la pasta, la Harina Pan, los embutidos, etc., dentro de una concepción alimenticia totalmente utilitaria y de supervivencia”.

dEL CASAbE A LA LATA dE PEGA

Los mantuanos, los mismos de hoy en día, acabaron casi totalmente con nuestra tradición culinaria y la limitaron a los productos que ellos mismos nos vendían. Una movida rastrera que llevó a muchos caraqueños, del casabe y la arepa pelada, a la boloñesa de perrarina con pasta y el agua de bollito pa’ los niños. Los más grandes pelabolas de Caracas, en la última mitad del siglo XX, terminaron oliendo pega para matar el hambre. Pero eso no es comida, esa historia te la dejo pa’ otro día.

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MITOS

“Petróleo crudo”: bandido célebre y rey de las fugas Era un tipo audaz y Escurridizo. sE lE atribuyE ciEntos dE robos y varias fugas EntrE 1930 y 1940. sE rEgEnEró, pEro fuE asEsinado En una cárcEl dE máxima sEguridad a los 35 años dE Edad. forma partE dE la cortE malandra POR ROCÍO CAZAL ILUSTRACIÓN L. “RAZOR” BALZA

Si le preguntas a cualquiera si conoce la leyenda de “Petróleo Crudo”, en estos tiempos muy pocos sabrán la historia. Otros -menos aún- lo recuerdan como el bandido más célebre de los años 30, apodado así por ser un “negrito-negrito”, de contextura delgada y de buena estatura, pero no tanto.

Entre 1930 y 1940 sus hazañas iban mejorando cada vez más. Se dice que estuvo privado de libertad en Los Colorados; en la cárcel de Las Tres Torres, en Barquisimeto; y en la prisión de máxima seguridad de la isla de El Burro, en Valencia, que fue construida por el gobierno de Gómez.

Se llamaba Cruz Crescenio Mejía. Se dice que nació un día de cualquier mes de 1910 y ya a los 18 años de edad era un as en eso de robar, tanto que empezó a hacerse famoso luego de que se registrara la famosa Generación del 28, cuando se alzaron los estudiantes contra el régimen de Juan Vicente Gómez. Claro, no era célebre por la escolaridad sino que, para ese entonces, comenzó a ser “amigo de lo ajeno”, como popularmente se dice.

De esta última, “Petróleo Crudo” se escapó varias veces. La primera vez, según Yanes, se hizo el enfermo y se lanzó a las aguas del Lago de Valencia. Los guardias pensaron que se había ahogado porque no se le encontró por ningún lado pero, días después, fue capturado en el estado Lara. De nuevo fue llevado a la cárcel de la isla y un par de meses después lo volvió a hacer. Atraparlo no sería fácil; sin embargo, siete meses des- Uno de los cuentos es que “Petróleo Crudo” pués volvió tras las rejas. hacía magia negra y rezaba al revés mientras estaba en prisión y por eso tenía tanta suerte al escapar. Tanto dolor de cabeza le LAdRón REgEnERAdO Se dice que fue acusado de cientos de robos a dio a las autoridades que le fabricaron una mano armada en Caracas y que fue indultado gran jaula, a la vista de todos los guardias, en 1942 por el presidente Isaías Medina An- en vez de encerrarlo en una celda. garita por declararse “arrepentido”. No obstante, las malas mañas no se le habían quita- Allí leyó lo que pudo día y noche y, al paredo, por lo que volvieron a confinarlo en 1944. cer, por eso se regeneró. Del bandido célebre y rey de las fugas se convirtió en un gran Cada vez que se publicaban las noticias de lector de Derecho. Incluso, Yanes señala en sus fugas, la gente vivía paranoica: se refor- su columna que este escribió para los diazaban las cerraduras de las puertas y venta- rios La Esfera y El Universal, bajo pseudóninas de las casas “por si las moscas”. Mas, se mo, acerca de la reforma del Código Penal. sabe que él nunca asesinó a nadie, solo se Además, se conoce que escribió el libro Los cuentos de Petróleo Crudo. dedicaba al arte del robo.

Al principio tomaba varias frutas en el Mercado de San Jacinto, en el centro de Caracas, hasta que un buen día le robó 10 bolívares a un arriero, por lo que fue enviado a la carretera de La Piña, como cuenta el periodista Oscar Yanes en su columna “Así son las cosas”. Era un tipo audaz y escurridizo. De hecho, su fama se dio no solo por ser un ladrón memorable sino también porque sus grandes escapes de las prisiones llegaron a formar parte de los grandes titulares de las páginas policiales de los periódicos de la época. Edición Número Treinta y nueve. Año 01. ÉPALE CCS

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CAdA vEZ quE SE PuBLICABAn LAS nOTICIAS dE SuS fugAS, LA gEnTE vIvÍA PARAnOICA: SE REfORZABAn LAS CERRAduRAS dE LAS PuERTAS y vEnTAnAS —


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EL SAnTO MALAndRO

La muerte de este famoso delincuente caraqueño, al parecer, causó sorpresa a Medina Angarita aquel 1° de octubre de 1945. Existen dos versiones. Una: que los guardias del penal le propinaron tres disparos de fusil; y la otra que fue asesinado por una puñalada limpia mientras dormía. También se dice que dejó una viuda y, supuestamente, un hijo. No se conoce dónde fue enterrado, pero sí existen muchos altares dentro de los pabellones de las cárceles. En algunas casas nunca falta su imagen en una repisa con una vela y un vaso de ron o anís, como ofrenda de madres que esperan que les conceda el milagro de sacar a sus hijos de prisión. Sí, Petróleo Crudo forma parte de la Corte Kalé o Corte Malandra, junto con Ismael, la Chama Isabel o “Isabelita”, Tomasito, Elizabeth, Miguelito, Luis Molina “Machera”, Willian “Pez Gordo” y pare de contar. Si alguien le pide, dicen que los milagros que realiza este “santo malandro” son tres: libra de la prisión a hombres inocentes acusados de robo, aleja de las drogas a adolescentes y le abre el camino para una segunda oportunidad a ladrones y secuestradores arrepentidos. Eso sí: no le concede milagros a asesinos, violadores ni reincidentes. Caracas, 21 de julio de 2013.

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NOVELA

Falsas, maliciosas y escandalosas reFlexiones de un ñángara (caps. xV y xVi ) POR ALÍ GÓMEZ GARCÍA IlustRacIOnes NATHALY BONILLA

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Caracas, 21 de julio de 2013.


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CAPÍTULO xV

En marzo llegó el Comandante Magoya con otros flacos e hirsutos camaradas a hacerse cargo de la situación y hacer unos planes bien buenos de avería, daño y detrimento contra Caldera, la aristocracia y de paso contra los gringos, que en Venezuela son como los microbios de las enfermedades, que no se ven muchos a simple vista, pero se sabe que están ahí, parasitando, atormentando y jodiendo. Jefe del Frente Guerrillero José Leonardo Chirino, Magoya o Pedro Jumarera, era la personificación de los caciques heroicos, de los indómitos africanos y heredero de la malicia característica de Tío Conejo. No hubo unidad militar del gobierno, en el occidente del país, que no experimentase los lastimosos efectos de su furia nacionalista y de su sabia y temeraria conducción militar. Su nombre era repetido como un eco y hablábase de su valor como algo legendario. Los ignorantes en las cuestiones de clase y decoro nacional decían hasta que era brujo, hechicero y ceretón que podía convertirse en tigre, pero sin rabo, a diferencia de los de verdá y que Renán, una de sus manos derechas, como era más chiquito, solo alcanzaba a transfigurarse en zorro. Que eso lo inventaba el mismo gobierno para justificar su impotencia de aniquilar algo tan sencillo y natural, consecuencia de nuestra propia historia y geografía, como es la guerrilla. El Negro Polo si se suponía que teniía algo de poderes e iniciado en la doctrina de Mandinga, porque una vez lo picó una culebra bien patrocinada de veneno y no le pasó nada, sino que se puso a bailar el son maracaibo. Pero cuando Magoya llegó con su destacamento a El Junco, uno que no lo conocía, no sabía distinguir quién podía ser el director de esa pandilla de jodedores. Y es ley en la guerrilla que mientras un jefe tie-

ne mayor experiencia y jerarquía, mayor pasábamos a los cuentos de muerto y aparecidos, a la Cochina le daba miedo, y se también es su sencillez. iba a dormir, con una cobija apestosa que El Flaco Prada sí se distinguía fácil, pero tenía, adonde su mamá Gonzalo. Y el Guepor su aspecto de ermitaño y de predica- rra era un compañero muy querido y resdor del Viejo Oeste, por lo alto y encor- petado, que había sido un tronco de jibaro vado y por una cruel barba que le llegaba expendedor, y era tan arrecho y contumaz, a las taparas, buscando que algún campe- que cuando lo agarraron los tombos hasta sino despistado lo viera y fuera a acusarlo el Consejo Venezolano del Niño intervino, con el cura Federico, diciéndole que había porque no había cumplido ni siquiera los regresado el diablo pero más chupado y 14 años, y le hicieron la caridad de camjipato. Que como el cura ya tenía sus sos- biarle la pena por otra peor, que fue meterpechas de que las irregularidades no eran lo al cuartel donde la tuvieron hasta los 20, obra de Lucifer y, en vez de incienso, po- que se desertó y se vino para la guerrilla, drían venir a fumigarnos con ametrallado- porque su hermano Memo lo había conras punto cincuenta y napalm regüelto con cientizao y convencío de que dejara la mafafa o carroña y buscara cómo endrogarse TNT. fumándose los ideales de Bolívar, regüelCon Magoya también llegaron el camarada tos con los de Sandino y José Martí. DesFalcón, Sixto, Serapio, Guerra, Julio Cueto pués, en el monte, le caía a cascorronazos y otras que venían de haber combatido en y le templaba las orejas a Memo, que era Yumare, y bien camuflados de hambre, que menor que él, cuando hacía alguna cagada una noche fui a relevar al Flaco Prada en la o malacrianza. guardia, como a las dos de la madrugada, y tenía seis potes de sardina picante, vacíos, En el cuartel, Guerra llegó a ser sargenen el suelo, y se estaba comiendo el sép- to de cazadores y, luego, hombre muy timo junto con un guarapito que hizo de útil para nosotros a la hora de calcular el un pote completo de cerelac y otro de tody, comportamiento dellos ante determinada situación bélica o climática. Que la mejor así, sin arepa ni nada. temporada para torearlos es cuando denMás antes se habían perdido unas bol- tran las lluvias, porque a los oficiales les da sas de cuáker, azúcar y unos panes, de la frío y no les gusta mojarse y el helicóptero troja o despensa del Camarita, pero se le ni siquiera se atreve a dar vueltines y a esechaba la culpa a los zorros y a los monos tar buscando lo que no se le ha perdío. carablanca. La bola que se corrió al día siguiente era que los zorros se hablan apo- Está demás decir que también estuvimos derado de un cuchillo y hasta rajaban las echando vaina y escuchando las experienlatas de sardinas y todo, y que los monos cias de los camaradas falconianos y yarahabían aprendío a fumar cigarro de tanto cuyanos, y hasta de los gochos andinos, ya observarnos desde los palos, ya que tam- que Falco era de Trujillo y le preguntababién se habían desaparecido misteriosa- mos mucho de Fabricio Ojeda, que él lo había conocido y estado con él en el Frenmente unos paquetes de astor. te Simón Bolívar, que los del gallo lo desComo es natural, ahí los de Caracas hicimos mantelaron y dejaron a Falco desempleabuenas migas con Guerra, que era de Propa- do, que fue que salió corriendo pa’ donde tria y hermano de Memo, y buscamos cómo Luben Petkof. colgar las hamacas cerca, para en la noche echar cuentos de motorizado, de atracos y Esa vez sí se acabaron las muchachas balmujeres, sin temor a que nos cayera la poli- días de la Sierra, y hasta las jevas de nosocía metropolitana o la judicial. Cuando ya tros nos las estaban quitando, porque los Caracas, 21 de julio de 2013.

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de Caracas solo le hablabamos de motos, de salsa y de comunismo, y los de extracción agricultora les hablaban de caballos, joropo y Reforma Agraria, y las hembras entendían mejor. Magoya si era verdá que conocía de todo y comprendía a todos sus subordinados, del campo o de la ciudad, porque además de ser descendientes de los propios esclavos y campesinos de Falcón, cuna de la gesta de José Leonardo Chirino, lo terminaron de criar unas señoras prostitutas de Cabimas y después se consiguió una moto y vendía pastelitos de carne y queso y terminales en Maracaibo. Sixto también era veterano y hermano de Medina. Cuando se dice veterano, no solamente significa anciano, como en el caso del Camarita, sino que para esta fecha había camaradas que tenían entre seis u ocho años de resistir tenazmente en las montañas, y hasta más tiempo los que provenían de las épocas del gallo, que no se puede negar que sí sacó unos pollitos buenos antes de su matrimonio con la gallina de la democracia burguesa, que pesar de los regaños y picotazos de su madrastra, siguieron escarbando para buscar los guEdición Número Treinta y nueve. Año 01. ÉPALE CCS

sanitos del pan, el techo y el trabajo para mandados por el Viejo Aguilar, nos ponían todos los venezolanos e indocumentados los sacos en un punto, y nosotros los teníacolombianos. mos que llevar a fuerza de lomo y espinazo para el otro lado de la loma, cruzando el Que cada quien colabore como quiera y camino que va para Campo Elías. pueda, que a todos no se les va a exigir que se vengan a chapaliar barro con nosotros, Esa vez hubo escasez de mortadela en los lo piquen los zancudos y esté propenso a pueblos, por todos los burros que Aguilar que le asesine el gobierno en la pata de un tuvo que capturar y reclutar por las malas, árbol caducifolio. Que lo que se necesita es para organizar nuestros trenes de abasteUnidá, que no es lo mismo que unidad así, cimiento. También hubo carestía de sarelectorera y circunstancial, y eso se logra dinas, mantequilla, carne de buey y otros con aseo e higiene del corazón. Que unos enlatados con los que nosotros acompañásirven para leña y otros para hacer carbón. bamos las arepas, los topochos y las yucas, Que tenernos que hacer la Revolución, sa- que nuestros panas los agricultores donabiendo incorporar hasta a los que no sir- ban para la celebración de la Convención. ven, para que hagan bulto. Y la gente le echó la culpa al gobierno por la desaparición de estos articulos en el mercado, lo cual no estaba muy alejado de CAPÍTULO xVI Entonces se dijo que iba a haber grandes la realidá, ya que en respuesta a su nefasta reuniones en la montaña, con motivo de política era que nosotros andábamos prointercambiar experiencias y criterios de testando y volándoles tiros. cómo buscar una mayor inserción en el contexto de lucha de clases nacional e in- Al Cuñao Polo no le gustaba la mantequiternacional. Para ello se esperaba el Desta- lla porque decía que la de lata no era legíticamento del Comandante Renán, y el del ma, sino que la hacían de lagaña de perro, Negro Choropo, así como otros miembros que los italianos tenían una hacienda con de la Dirección Nacional. Y a unos nos bastantes dellos y que todas las mañanas pusieron a cargar demasiadas comida pa’ les recolectaban la mantequilla brun de los dentro ’el monte, que los campesinos co- ojos. Caracas, 21 de julio de 2013.


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desembarcara la locomotora de burras con bastante comida, llega Aguilar con la contraseña prevista para identificarnos sin necesidá de pedirnos la cédula mutuamente, y nos entrega unos sacos bien pesaotes, pero con un poco de aparatos raros, y nada Años atrás, los guerrilleros de antes pusie- de pan andino ni juguitos yukerí, y a dos ron una emisora clandestina, que el que se musiúes franceses y a otro que parecía del portara mal lo ponían a estar pedaliando Cono Sur. en una bicicleta, que en vez de ruedas tenía un dinamo de corriente para insultar a los Uno de los franceses era un gordo molleadecos y proclamar la Libertá. Que a veces júo que no podía ni con su alma, mucho para despistar al gobierno y a sus detecti- menos con los aparatos, que el uruguayo ves que trataban de ubicarla, se transmitía nos dijo que eran cuestiones de cámaras y por otro canal y, en el acostumbrado, los grabadoras. guerrilleros ponían un caset grabado con los ronquidos del Cabito cuando duerme. El gordo ya venía de a rastras porque ni en los burros lo podían montar porque los Pues a la reunión llegaron numerosos ca- doblaba. maradas, empezando por el propio Duglas y otros importantes miembros del Buró Cuando Aguilar se devuelve con su collar Político y Comité Central. También se en- de burros y nos metemos al monte, poneguerrillarían unos nuevos que, para gran mos a los periodistas en el medio de la cosorpresa y alegría nuestra, eran el Negro lumna. Guerra, Zambumbia, Malanga y yo Emilio, Francisco Pérez, el Loco Vidal y cerramos la retaguardia. el hermano de Fosforito, todos ciudadanos de La Vega. Que el Emilio se molesto Comenzamos a caminar, y el gordo se tira porque le asignaron unos pantalones de un el primer peo y Guerra le dice: “Tenga cuidifunto guardia nacional bien gordote y dao, maestro”. El francés mollejúo, que se no le quedaban buenos, que yo le aconsejé llamaba Mateo, se voltea y se ríe. Más adeque para la próxima se trajera a Silvano el lanté se enreda en un bejuco y se tira otro que nos puso a toser. Guerra le advierte: sastre de la calle El Rosario. “Mire pariente, déjese deso, que uno trae De Propatria llegó el Teófilo, de Puerto las manos ocupadas con el fusil y borrando Cabello, el tal Mochodeo, y de Yaracuy, las güellas, y ni se puede tapar la nariz...”. el Margaritico que parecía indio apache, paro todo flaco y desvencijao. Además, lle- Mateo el gordo se echa unas carcajadas y, gó un carajo que le decían Sabino, que ha- al rato, se tira otro que sonó como puerbía sido guardia y se las daba de peligroso ta con las bisagras oxidadas. Ya se arrecha con una su metralleta estén. Y después de Guerra: toda la pantalla, al Sabino burdo ese le daban ataques de epilepsia de embuste cada —¡Mira piazo ’e marico, comerás como el vez que se hablaba de combatir. Un día la presidente Caldera pera cagás como cualCochina lo encontró en un cafetal enamo- quier policía...! rándole una jeva que él tenía y le dio su tembladera, y ahí aprovechamos esa ganga Yo me asusto porque ahora si nos van a sancionar cruelmente por decirle grosepara caerle a coñazo. rías a este camarada internacional, contiUna noche, que estábamos acechando y más que se lo va a decir a Duglas y nos van emboscados en el camino, esperando que a encochinar más de las hojas de servicio. A otros nos pusieron a buscar un lugar amplio, bonito y estratégico para el campamento de la reunión, que no podíaa ser Plaza Roja, porque estaba muy quemada y apestosa a ñángara.

Caracas, 21 de julio de 2013.

—SÍ CAMARAdA, Y AVECES SE CAEN Y SE RAjAN Y SE ABREN ASÍ COMO UN MELÓN... dE LOS GORdOS CAMARAdA —

Pero el gordo se vuelve a voltear, todo sudoroso, y se ríe con nosotros, que es que nos damos cuenta que no entiende el dialecto venezolano y por eso fue que nos salvamos. Por último, subiendo un cerrito, al barrigón se le sale un asombroso peo que duró como treinta segundos, y grita Guerra: —¡Huyamos hermanos, que este hombre nos fumiga en mierda! Y salimos corriendo para el campamento y lo dejamos ahí envuelto en su nube de azufre, y empezó a gritarnos vainas que no entendíamos, y que llegó como a la hora chorriando manteca como los pasteles maracuchos o como los patos güiros, que dice el Camarita que la gente campesina no los mata y viven tranquilos arriba de los árboles, y los pobres llegan como a las tres de la tarde con latas y totumas a recoger la manteca que va chorriando por los palos de lo gordo que son los patos y de lo caliente del sol que hace en las costas del Arauca. —Sí camarada, y a veces se caen y se rajan y se abren así como un melón... de los gordos camarada Y Falco lo jodía bastante, y le decía al viejo Cámara que todo eso eran embustes. Lo mismo que una vez, que y que se cruzó el Río Masparro con una escuadra de compañeros, montaos en una concha de armadillo, y el Cámara se retractó después en una reunión que lo criticaron, pero contó Edición Número Treinta y nueve. Año 01. ÉPALE CCS


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que lo que sí era cierto, era que en Guasdualito los mecánicos agarraban esas cáscaras para componer las carrocerías de los volvaguen chocados. Al día siguiente nos toca la cocina a Guerra y a mí. Hacemos el café y ponemos el agua para el arroz. Cuando repartimos el tinto, dejando siempre una reservita para los amigos, viene el uruguayo a estarnos pidiendo más y nosotros a decirle que no, que ya se tomó el que le tocaba, y que se vaya a hacer sus entrevistas y sensacionales reportajes y que nos deje quietos. Y el hombre insiste, y nosotros también. Entonces se va, creyendo nosotros que lo convencimos con eso de que en el comunismo somos todos iguales. Pero regresa con una grabadora, pensando nosotros que es que viene a jalarnos bola poniéndonos música de salsa. La enciende y es que vemos que había grabado todas las clases de barbaridades que le habíamos dicho en el camino al camarada francés de los peos, que en la cinta sonaban como guitarra jaguayana. Y entonces nos dice que si no le damos café, le pone la cinta a los jefes para que la escuchen y nos refundan de sanciones. Así fue que nos estuvo chantajiando este hombre, que en su juventud debe haber sido de los malandros de Montevideo.

faja a regañarnos y que apaguen esa vaina rápido si no quieren que nos bombardeen esta misma noche. Y se arma el corricorre y la gritadera y la echadera de agua como en los carnavales, y Guerra llorando: “Mi hermanito, se quema mi hermanito”, hasta que apagamos el candelorio y fue que rescatamos a Memo, que ni con el fuego ni con el agua se había despertado, y parecía gato cenizoso. Yo creo que no nos sancionaron porque a lo mejor el Flaco no quería que saliéramos en las revistas y las películas de los periodistas todo afligidos y apolismaos. Pero despuesito nos desmantelaron el barrio latino y nos dispersaron por todo el campamento, que hasta permiso teníamos que pedir para ir a orinar en unos hoyos especiales que hizo el Camarita, para después elaborar pólvora, con el nitrato del miao. Y la cagada más grande la hizo el Negro Emilio, que una madrugada que estaba de guardia y lloviendo en la montaña, se va a llamar a Mochodeo para que lo releve. Se mete al rancho de la Comandancia, y le da por la cabeza: “Mano, te toca la guardia...”. El hombre se revuelve y rezonga, pero no se despierta, Emilio insiste:

—¡Mira, güevonote, que te toca la guardia! —la misma situación. El compa hace unEl campamento de la reunión era bien juuumm y no saca la cabeza de la cobija. grande, con ranchos de palma y todo, que parecía pueblo. Nosotros agarramos unos —¡Ah sí!, tan lindo que eres tú, que no terrenitos hacia el lado sur, donde nos ra- quieres mojarte un rato allá afuera como dicamos todos los de Caracas y, de noche, los demás. cuando terminaban las actividades, cada quien traía su botín de cigarros, papelón, Y le pega duro por la cabeza y le jala la coleche condensada o chimó, para hacer aga- bija y mira que es el propio Duglas, porque Emilio se había equivocado de bulto. sajo y echar cuentos. Y sale a millón por ese cerro pa’bajo, quePero el Memo se había conseguido unos pe- brando palos y llevándose los nailon de los dazos de carne salá, a través del mafioso de toldos de plástico con el pecho, y del susto la Pava, e hizo un fueguito en un hueco y lo no se atrevió a buscar más ningún relevo, ocultó bien, no tanto del enemigo, sino de y se pasó el resto de la noche mojándose y los jefes superiores. Pero el gafo ese se duer- haciendo guardia. me y el rancho se le incendia, y coge candela completo, y el Buró Político en pleno se Próxima semana: Capítulo 17. Edición Número Treinta y nueve. Año 01. ÉPALE CCS

Caracas, 21 de julio de 2013.


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Anillo, argolla

Nivel, altura

Figura 5

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Personal NaturaÁcido Remolca Símbolo Cereal Repeti- Nombre identi- Arrasto Afirmales de de la Quereres fication un químico un navío do, reite- de la letra encontraInglaterra barco ción do en la number Capital rado cerveza (inv.) del osmio "C" (fem.) orina (s.) Estratos, del estafajas do Sucre (inv.)

Decían, exponían El Paraíso

Ladrones Figura 2 Madera negra Bóvido salvaje

Web de Italia

Zurce, remienda

Aquello

Web de Nigeria Figura 3

Recolectar, recoger Carta de la baraja

Estero, laguna (inv.)

Cloruro sódico

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Áreas, lugares Uniforme, igual

Honesto, virtuoso

Contracción

Ciruela china Trío, tercero

Sistemas, organizaciones

Cuezo, horneo

Intervendrá quirúrgicamente

I

Últ. letra hebrea Figura central Río del Edo. Anzoátegui

Máquina para sacar agua

Acort. de grabación en inglés

Ovalado Proveí, doté

Qualified Security Assessor (s.)

Empoza, estanca Nombre de la letra "B" Voz para asustar a los niños

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Apóc. de uno Junta

Hijo del tío Parte de- Percibir lantera de con el la nave oído

Utilizan emplean

Nota musical

Parte metálica de la rueda

Nosotros Drug Enforcement Administration

Unid. Cir. Ambulat. Art. neutro (inv.)

Amarrar, unir con Apóc. de lazos papá

Encumbro, subo

Figura 1

Rabia, odio

None

Figura 4

Lengua de provenzal

Exaltación del sentido racial de un grupo Trabajan étnico la tierra

Orina Art. fem. pl.

Rastrillo, bieldo Sím. quím. calcio

Danza tradicional de Chile

Dos en números romanos

Figura 6

Nota musical Con escabiosis (masc.)

Escuché

LA RANA PLATANERA

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POR NATALY SANOJA

Canción de protesta warao (extracto) Ahora, nuestros jefes / sin pagarnos nada / nos explotan de esta manera / para sacar grandes ganancias. / Vinieron del mar / llegaron acá a Winikina / pisaron aquí. / Pisaron la tierra de Winikina. / Los dueños de la plata / los dueños del oro; / de esta tierra de aquí / se han apoderado los ladrones. Anónimo

SOLUCIÓN DEL ANTERIOR

laranaplatanera2012@gmail.com

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CUENTOS DEL ARAÑERO

Con mi Chivo pa’ CaraCas POR HUGO CHÁVEZ FRÍAS ILUSTRACIón MELANY PÉREZ

Recuerdo una noche que llegamos a Coro. No había nadie, no se convocó a nadie. No, que detuvieron a las tres personas que estaban haciendo unas pintas. No, que metieron preso a dos que estaban haciendo un volantico en no sé qué liceo en un multígrafo. Nadie se enteró que venía Chávez. Bueno, era un domingo y había como veinte personas en la plaza y me fui a la plaza a ver a Bolívar, y se reunieron; yo me encaramé en un banquito. Y había un bendito borracho que repetía todo lo que yo decía. Recuerdo que dije: “Vámonos todos a una marcha para Caracas”. Andábamos llamando a una marcha que nunca se dio, de esos sueños que uno tiene. Yo decía: “En carro, en burro, en chivo”. Y entonces decía el borrachito: “Yo me llevo mi chivo pa’ Caracas”. Tenía que tener una paciencia, vale.

Comandante Unos meses después del Caracazo caigo preso en Miraflores y me llevan al Comando del Ejército, acusado de algo que no era cierto. Claro, yo era jefe ya de un movimiento revolucionario, pero nos habían acusado de que íbamos a matar al Presidente y al Alto Mando militar en la cena de Navidad de ese año. Nada más lejos de nuestra intención matar a alguien, pero fue un invento desesperado de algunos miembros del Alto Mando y de la Disip, que no conseguían cómo sacarnos de Miraflores a mí y a otros compañeros de los segundos comandos de batallones importantes, como el Ayala y el Batallón Caracas. Estaba Ortiz Contreras en ese batallón del Ministerio de la Defensa. Me detienen el 6 de diciembre: “Tiene una hora para salir del Palacio”. “Tiene que amanecer en Maturín”. Recogí todas mis cosas, agarré mi perol viejo, un carro que yo tenía todo esperolao, metí un poco de cajas, la ropa allá atrás y me vine. Mi jefe estaba muy afectado porque decía que eso era mentira. Pero bueno, el propio presidente Carlos Andrés Pérez dio la orden. Entonces amanecí en Maturín. Wilfredo estaba de guardia esa noche, era Jefe de Servicio y me dice: “¿Y usted qué hace aquí?”. Y le dije: “Vengo a trabajar para acá”. “¡¿Qué?!, ¿dónde?”. Era diciembre, no son días de cambio. Pero en la noche había un fiestón ahí, me zumbé y me fui para la fiesta. Era el Día de Maturín, el 7 de diciembre, así que aquí pasé 24, pasé 31. No podía salir de aquí. Maturín era como una prisión para mí, pero qué bella prisión y qué bellos meses pasé aquí. A los pocos días vino mi esposa con mis hijos, que estaban pequeños.

Edición Número Treinta y nueve. Año 01. ÉPALE CCS

Conocí y conseguí viejos amigos. Un tío mío vivía aquí. Un día me lo consigo, íbamos trotando y me pasa por un lado un carro y me dicen: “¡Maisanta!”. Yo volteo y era Rubén Chávez, chico. Años sin verlo, su casa fue mi casa. Conseguí a aquel muchacho de Sabaneta que fue a un mundial de beisbol, Argenis Lucena, hermano de Pancho Bastidas. Su casa era mi casa, hice amigos en los barrios, en la pelota, jugábamos softbol, beisbol. Oficiales que me dieron su afecto como el mayor Silva y muchos otros. Pero en verdad tenían muy vigilado cada paso que yo daba. Para salir de Maturín tenía que pedir permiso al Comando Superior, así que pasé aquí diciembre, enero, el Año Nuevo, los carnavales. Nunca los olvidaré, ¡qué maravilla de desfile de carnaval aquí!, en la avenida Bolívar. Después nos fuimos al Paso Maraquero. Luego todos esos meses aquí. Yo pensé que no iba a ascender a comandante, ¡qué voy a ascender acusado de querer matar a un presidente! Sin embargo, no pudieron probar nada y finalmente ascendí, aquí en Maturín, en la plaza del Bolívar ecuestre, al lado de la catedral nueva. Pasé aquí unos meses verdaderamente inolvidables, de mucha reflexión, porque era un momento crucial. Yo decía: “Bueno, me voy de baja, se acabó el Movimiento”. Pero no, al poco tiempo empezaron a llegarme los muchachos.

Caracas, 21 de julio de 2013.




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