Primera Sección •••
ÁNIMO, un Camino para andar •••
1 El Secreto de la
Oración ••• «Tú oirás en los cielos su oración y su súplica, y les harás justicia.» [1 Reyes 8.45]
¿
Pasa por momentos difíciles? No importa, lo realmente importante es que usted tome la decisión de no permitir que esos problemas se
conviertan en obstáculos, para que usted siga clamando a Dios con sincera fe. Siga orando, siga confiando, permita que esos cerros de problemas se conviertan en preciosas oportunidades para que usted pueda crecer.
Camino, Verdad y Vida
Cuando cruzamos por tiempos de pruebas debemos tener claras dos cosas básicas: Ninguna prueba, por más difícil que sea, está fuera del alcance de la oración. Aunque nosotros pensemos que el mejor tiempo para que Dios nos responda es justo ahora, Dios sabe de manera perfecta y sabia el momento ideal para responder a nuestras oraciones. Hay que aprender a esperar. En las Escrituras descubrimos el carácter de Dios, y eso nos recuerda a quién van dirigidas nuestras oraciones. Deseo repasar con ustedes algunos aspectos del maravilloso carácter del Creador, el Dios fuerte y amoroso al que pueden ir dirigidas nuestras oraciones, con la confianza de que usted, al igual que yo, encontrará en ellos un apoyo firme a su fe. Nuestras oraciones van dirigidas a un Dios grande Ya que Dios nos conoce profundamente, sabe que nos cuesta mucho el tener una idea clara de su grandeza y 4 ••• Sergio urbano B.
El Secreto de la Oración
poder, por eso mismo, él nos ayuda para que vayamos comprendiendo algo de su majestad. Isaías, un profeta del antiguo Israel, quien amaba y conocía íntimamente a Dios escribió: «¿Quién ha medido las aguas con la palma de su mano, y abarcado entre sus dedos la extensión de los cielos? ¿Quién metió en una medida el polvo de la tierra?» La idea fundamental que aquí nos enseña es que podemos apreciar que lo mares, los cielos y toda la tierra, para nosotros imponentes, para Dios son como una brizna de polvo. [Isaías 40.12] Y agrega: «A los ojos de Dios, las naciones son como una gota de agua en un balde, como una brizna de polvo en una balanza… Todas las naciones no son nada en su presencia; no tienen para él valor alguno.» [Isaías 40.15,17] Piense en naciones grandes, como lo son los Estados Unidos, Canadá y China juntos, pues, ni a una gota de agua en medio de una enorme cubeta llegarían a ser, comparadas con la grandeza de Dios. Este pasaje de la Biblia Dios nos invita voltear nuestros ojos al cielo cuando la preocupación llame a nuestra puerta. Reflexione conmigo: ¿Cuántas estrellas hay en el cielo?
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Camino, Verdad y Vida
Algunos científicos dicen que sólo se perciben unas siete mil a simple vista, mientras que existen, al menos, unas doscientos mil millones en nuestra Galaxia. ¡Es un número realmente abrumador! Y ¿qué dice el profeta?: «Alcen los ojos y miren a los cielos: ¿Quién ha creado todo esto? El que ordena la multitud de estrellas una por una y llama a cada una por su nombre. ¡Es tan grande su poder, y tan poderosa su fuerza, que no falta ninguna de ellas!». [Isaías 40.26] El libro de los Salmos dice: «El sana a los quebrantados de corazón, Y venda sus heridas. El cuenta el número de las estrellas; A todas ellas llama por sus nombres. Grande es el Señor nuestro, y de mucho poder; Y su entendimiento es infinito.» [Salmos 147.3-7] Es preciso que recuerde que cuando oramos no lo hacemos a alguien que sea como nosotros; no está atento el oído de alguien con nuestras limitaciones. Estamos orando a un Dios grande. Ese Dios, tan excelso, le ama a usted de tal forma que desea intervenir en ese problema que para usted resulta imposible. ¿Puede escucharle diciendo: « No temas, porque yo estoy contigo; no desmayes, porque yo soy tu
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El Secreto de la Oración
Dios que te esfuerzo; siempre te ayudaré, siempre te sustentaré con la diestra de mi justicia?» [Isaías 42.10] Piense en aquello que le agobia y es la causa de su aflicción, a veces no sólo aparenta ser como un enorme cerro, sino como una verdadera cordillera; pero para el Dios grande y maravilloso con el que contamos no es más que un juego de niños. No quiero decir que él le reste importancia, sino que para Dios es algo fácil y sencillo de resolver.
Dios le ama a usted de tal
Dios es grande, y por eso él nos invita y nos desa-
forma que desea
fía a que clamemos a él
intervenir en ese
llenos de confianza y él
problema que
nos enseñará cosas grandes y ocultas que ni siquiera
nos
imagina-
para usted resulta imposible.
mos. En alguna ocasión, Marín Lutero, el gran reformador, se vio en serios problemas, su vida estaba amenazada, efectivamente corría un grave peligro, lo que le llevó a angustiarse de manera importante. Su esposa lo observó, y tomó varias acciones. Se vistió de negro como en señal de luto. Al
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Camino, Verdad y Vida
percatarse del atuendo de su esposa, Lutero sorprendido le pregunta: —¿Quién murió? Y ella, con toda la tranquilidad del mundo, le contestó: «Dios ha muerto». Eso molestó enormemente a Martín Lutero y la reconvino de manera enérgica, por ser tan irrespetuosa. Pero ella , sin perder la calma, le respondió: —Es que te veo tan preocupado y angustiado que realmente estás actuando como si Dios ya no tuviera la oportunidad de ayudarnos, con tu actitud demuestras que Dios ya murió. Dios es todopoderoso, nada hay imposible para Él. No existe situación que vaya más allá del alcance de su mano. Por eso podemos identificarnos a con lo que dice el apóstol Pablo cuando termina su oración en la carta que escribió a los creyentes de lo que hoy es Turquía: «Y a Aquel que es poderoso para hacer todas las cosas mucho más abundantemente de lo que pedimos o entendemos, según el poder que actúa en nosotros, a él sea gloria en la iglesia en Cristo Jesús por todas las edades, por los siglos de los siglos. Amén.» [Efesios 3.20,21]
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