TESTIMONIOS Para mí, ha sido un curso que recomiendo a todo aquel que necesita despertar, sanar, entender, reencontrarse y recuperar la consciencia para ascender y vivir desde una plenitud verdadera. Este curso me ha gustado mucho y lo más importante: gracias a todos los conocimientos y herramientas que he obtenido, me estoy volviendo a reencontrar con todo aquello que me hace sentir y vivir en armonía. Estoy viviendo un cambio positivo a medida que voy poniendo en práctica todo lo que Eva nos ha enseñado. A veces vamos dando tumbos en busca de respuestas, de ayuda, de encontrar a ese alguien que nos pueda ayudar a salir del hoyo, que nos ayude a entender y nos devuelva la luz a nuestra vida… Eva, una gran alma de luz que te enseña a través de su libro a cómo llegar a la plenitud del ser para la expansión de nuestras almas. Excelente persona, profesional y amiga. Gracias. ¡¡Te quiero!! Mary Martínez
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Con este curso podemos aprender a que la ayuda está en uno mismo y no hay nadie mejor que nosotros para sanar y encontrar de nuevo esa luz, equilibrio y plenitud… Eva es una gran guía y maestra. Ruth Izquierdo Pienso que he tenido la suerte de conocer a Eva antes de que saliera a la luz este libro. Para mí, es el siguiente paso para seguir trabajando todo lo que empecé a aprender con ella. Gracias, gracias, gracias por ser mi maestra y la que me guía en este cambio que se está realizando en mí. Mónica Martínez Conocí a Eva Adame en una etapa de mi vida bastante difícil, lo cual, para mí, fue mi salvación, porque gracias a sus cursos y a su libro empecé a despertar, a crecer interiormente, a realizar mis aprendizajes y mi verdadera misión de vida. Es una gran maestra, mi gran mentora, es un gran ser, se entrega en plena alma en sus clases regalando toda su sabiduría. Para mí, ha sido un antes y un después el realizar este curso y el que Eva entrara en mi vida aportándome calma interior, armonía y estabilidad emocional. Nunca me cansaré de agradecerle lo que me ha aportado y ayudado ya que, gracias a ella, hoy soy quien soy. He conseguido escribir un cuento para niños y estoy en mis principios como terapeuta energética de adultos y niños. Doy gracias al universo por ponérmela en mi camino. Mil gracias. Rosa Sánchez
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Acudí a Eva porque estoy en un momento de cambio personal y laboral muy importantes y me interesaba su papel de canalizadora. La primera sesión fue muy interesante, en la que me pasó mucha información sobre cosas de mi vida que debería poner en marcha o practicar. Luego, hubo una segunda sesión para acabar el trabajo de reconexión y limpieza que había empezado. En esa sesión, tuve las respuestas que necesitaba para tomar una decisión que era vital para mí, y también recibí una carga de energía que hizo el proceso aún más fácil. Me parece una profesional muy seria, además de ser una persona muy agradable. Elaine Me llamo Mónica, fui a visitar a Eva por recomendación de una gran amiga. Llevo cinco años saliendo de una depresión, luchando con todas mis fuerzas, desvinculando aprendizajes dañinos, familiares… y me sentía agotada. Debo decir que soy una persona muy curiosa, pero tengo una cosa en contra, no todas las respuestas me convencen. Aquello que no logro entender me cuesta asumirlo. Así que, a estas alturas, debo decir que ese planteamiento ya no vale. Cuando fui a visitar a Eva, le costó muchísimo conectar conmigo, cosa que hacía que fuese, sin querer, desconfiando y cerrándome más y más. En mi caso, lo primero que me dijo fue algo tan doloroso que mi cerebro lo había borrado: «Te has planteado el suicidio como una opción», me insistía. Además, fue muy explícita: «Con pastillas».
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Yo le aseguraba una y otra vez que no, que esto no era cierto. Hurgó tanto, caló tanto, que, poco a poco, no pude evitar abrirme. A día de hoy, recuerdo perfectamente en qué momento me planteé el suicidio, quedaba demasiado lejos en el tiempo para mí y estaba tan anclada en una parte de mi pasado que me consumía de tal manera que todo mi sufrimiento se había centrado en esa parte y anuló el resto. Eva poco a poco fue respondiendo a cada una de las preguntas que me había hecho a lo largo de mi vida. Dio respuesta a mis miedos, a mi pena y al sentimiento oculto de que, en mi vida, todo habían sido pérdidas. Tanto dolor me había perdido a mí y me había separado de mi esencia porque mi alma estaba en un pozo. Recuerdo esas palabras tan claras. Fue un bálsamo para mis oídos. «No soy un problema», me decía a mí misma. Tengo un problema, pero no soy un problema, como sentí toda mi vida. Con muchísimo frío que me nacía de mi interior iba notando cambios y un tremendo cosquilleo que subía y bajaba en mi cuerpo. La sensación era tan aguda que no podía parar de tiritar y empecé a llorar. Notaba un alivio tan grande, como si mi cuerpo fuese a salir volando en cualquier momento. De repente, empezó a calmarse y siguió hablando, y ahí vino todo lo que necesitaba saber. Mis intuiciones tenían sentido, mis sacrificios tenían una razón de ser, mi aprendizaje tenía un propósito. Siempre quise ayudar a la gente, pero no sabía cómo hacerlo. Fue como encender una vela en una habitación oscura y ver cómo, de repente, todo resplandece. A día de hoy, me voy poniendo la grabación para seguir asimilando toda la información.
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Aprendí que, a veces, hay que tener fe y, a día de hoy, sé que voy a ayudar a la gente a salir de su pozo, tendiéndoles la mano a través de mi libro. Cada día trabajo en él con la convicción de que estoy hecha para ello. He agarrado mi sueño con tanta fuerza que no pienso soltarlo y sigo aprendiendo con más entusiasmo porque sé que este es mi camino. Gracias, Eva, porque ahora mi brújula apunta al norte y tengo foco, rumbo y esperanza. Mónica Hola, Eva. Ante todo, mi agradecimiento porque se hayan cruzado, en este momento de mi vida, nuestros caminos para seguir creciendo como ser de luz y amor. En mi caso personal, vamos necesitando de seres que ayudan desde el amor con la claridad de la comunicación y del trabajo. Aquí es donde te agradezco tu devoción porque me has ayudado mucho a sentir paz interior y ganas de avanzar. Un beso enorme, y que tu luz y buen hacer sigan despertando consciencias. Gracias, gracias, gracias. Agustina Cuando recibes una sanación, has de estar dispuesta a escuchar, a dejar que llegue a ti todo lo que necesites saber, te guste o no. Esta sanación es muy completa. Yo sentí como si se hiciera un repaso a toda mi experiencia vital y se me mostrara lo conseguido y lo que quedaba por aprender.
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En relación a mi propósito de vida, me confirmó la información que yo, en mi interior, sabía, pero que no era capaz de expresar con palabras. Me sirvió, sobre todo, para seguir confiando en mí y en mis capacidades para lograr el propósito de mi vida, en esta, mi existencia. Me unió un poco más a Eva, la sanadora, porque cada sanación que realizo con ella me acerca un poco más a mi grandeza interior, a la grandeza de todos. La recomiendo a todo el mundo. Joana Rico
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I
LA NATURALEZA DEL SER
La naturaleza del ser es aquello que sentimos, sin más, en lo más
profundo de nuestro interior; nuestra brújula que nos impulsa a decir y a hacer algo que, en el fondo, sabemos instintivamente que lo que debemos realizar en ese momento es lo correcto. Ejemplo: siento que quiero dar un beso a mi hijo, un abrazo a un hermano, un te quiero a mi marido… y lo hago sin más, desde el corazón. Lo siento, lo digo, y lo hago. La libertad del ser es la expresión en acción de realizar todo aquello que desea nuestra alma y que se ha manifestado al exterior, sin sentirnos privados de realizarlo, y sintiéndonos en la plenitud absoluta, libres, tal cual como somos, y dándonos igual lo que piensen los demás, porque lo hacemos desde lo más profundo de nuestro interior. Debemos ser uno mismo siempre, en todo momento, en diferentes situaciones y sin cambiar por miedo a decir algo que a la otra persona pueda disgustar. La otra persona ha de entender que el respeto de opiniones es lo más apreciado en una relación y, de esa manera, esta misma se fortalece y perdura.
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Ejemplo: estamos un grupo de amigas hablando sobre un tema y vemos que se acerca otra persona que no comparte ese tema y lo cambiamos para no hacerla sentir mal. En realidad, lo que estamos haciendo es sentirnos mal interiormente ya que no estamos siendo realmente como verdaderamente somos. Esa persona ha de respetar y aceptar, aunque no comparta esa información, para facilitar una unión perfecta de amistad verdadera ya que podemos opinar diferente, pero debemos mantener ese respeto que nos une y hace más fuerte cualquier relación desde la libertad de expresión y la acción. Ejercicio de una alumna: Paula había quedado con un grupo de amigas para ir a una conferencia en un día festivo. Había quedado con Adrián, su pareja. Habían hecho planes para organizarse el día. Ya había terminado el evento y estando en él, Paula recibe un mensaje: Adrián había cambiado el plan y había invitado a sus padres a comer en casa de ambos. A Paula no le parecía bien la situación pues ya se había hecho a la idea de los planes principales, pero aceptó la situación y fue flexible en el cambio. Este ejemplo nos permite tener un aprendizaje de flexibilidad y aceptación para un bien propio y colectivo. La naturaleza del ser es aquella que se manifiesta haciéndose realidad en la materia en armonía, amor y plenitud del alma a través de nuestro ser. Es aquella que, por instinto, sentimos, decimos y hacemos, dando igual lo que opinen los demás al respecto y sintiéndonos en la plena libertad del ser. Todos y cada uno de nosotros somos auténticos y originales. Todos partimos de la misma esencia pura y verdadera de ser desde la partícula divina que está proyectada
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en nuestro ser desde el espíritu1. Todos, absolutamente todos, pertenecemos a la misma fuente de origen en la que se originó todo y, desde ahí, toda esencia es una con la fuente en unidad de ser. Esas partículas divinas contienen toda la información de nuestro innato ser y esencial espíritu, todas las cualidades que llevamos en lo más profundo de nuestro ser y todo aquello que nos hace uno con la fuente2. Nos permiten también estar sincronizados y unidos a la unidad de la fuente y del todo en la consciencia más elevada de nuestro Ser Superior3 y formar la unidad en el universo original y en la Tierra, sintiéndonos uno en la sintonía del ser a través de nuestra alma4 y, a nivel colectivo, unidos entre sí para formar la red planetaria a través de la unidad en el universo.
1. Esencia del ser dentro de la fuente creadora del todo. 2. Energía suprema, absoluta, infinita e inmensa de la cual provenimos todos los seres. A través de la energía se forma el átomo, molécula y célula. Es el todo y la nada en el universo infinito y universal. 3. El ser completo en todas las dimensiones que habita, a la misma vez, en cada una de ellas, ya que somos seres multidimensionales. 4. Es el intercomunidador entre el ser superior y el espíritu.
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REFLEXIÓN Somos una unidad dentro de la fuente creadora del todo.
PRÁCTICA A partir de este momento, vamos a practicar qué sentimos en cada momento y si va acorde con lo que decimos y hacemos.
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Ejercicio 1: La luz en ti Visualiza una inmensa luz blanca fotónica que te deslumbra en el centro del universo original y a la cual pertenecemos todos los seres esenciales. Siente esa luz blanca en tu interior (en tu centropecho) y expándela por todo tu ser, siéntete fuente, siente tu inmensa luz en el interior de la fuente, siente cómo brillas, siente cómo eres de inmensa, sin límites, expándela totalmente, siente que solo eres esa luz inmensa dentro de la fuente. Siéntete esencia dentro del todo y de la nada, en la unidad. Experiméntalo y descubre tu verdadero origen sintiendo la unidad en su totalidad; siente la fuente en ti. La unidad está dentro de ti, manifiéstate como tal, descubre tu luz interior y siéntete fuente cada vez que quieras porque ella está en tu interior, dentro de ti. No es algo que puedas buscar fuera, solo has de mirar dentro de ti y encontrar esa luz blanca destellante en el centro de tu pecho: tu corazón. Decreto: Soy luz, soy amor, dentro de mi corazón la fuente está en mí, en mi interior. Vibro con ella, la siento al unísono. La unidad está en mí.
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