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• Instrucciones de apertura e inicio
U
na forma tradicional de empezar los retiros de meditación es refugiarse en Buda, Darma y Sanga. Refugiarse en Buda significa reconocer la semilla de Iluminación que está dentro de nosotros, la posibilidad de liberación. También significa refugiarse en las cualidades que personifica el Buda, cualidades como el valor, la sabiduría, el amor y la compasión. Refugiarse en el Darma significa buscar refugio en la ley, en las cosas tal cómo son; es admitir nuestra rendición a la verdad, permitir que el Darma se revele dentro de nosotros. Refugiarse en la Sanga significa apoyarse en la comunidad, en todos nosotros ayudándonos unos a otros para avanzar hacia la Iluminación y la libertad. Seguir ciertos preceptos morales es base indispensable para la práctica de la meditación. Es una forma de mantener una pureza básica de cuerpo, habla y mente. Los cinco preceptos que hay que guardar son: no matar, lo que significa refrenarse de quitar conscientemente una vida, incluso aplastar un mosquito o pisar una hormiga; no robar, que quiere decir no tomar nada que no se nos haya dado; refrenarse de una mala conducta sexual, lo que en el contexto de este retiro significa observar celibato; no mentir o hablar con falsedad o ásperamente; no tomar bebidas que embriaguen, lo que de nuevo en el contexto del curso de meditación signi15
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fica no tomar alcohol ni drogas. Seguir esos preceptos proporcionará una base fuerte para el desarrollo de la concentración y hará posible el crecimiento del conocimiento intuitivo. Todos nosotros compartimos algo muy especial al tener la oportunidad de estar aquí, para observar dentro de nosotros mismos, en este escenario tranquilo y apartado. Es difícil disponer de todo un mes para dedicarlo a la meditación, para descubrir cosas sobre nosotros mismos, sobre quién somos. Hay algunas actitudes que ayudarán a mantener un esfuerzo serio y equilibrado. La primera de ellas es la paciencia: habrá ocasiones en las que el mes parecerá interminable y todos se preguntarán, especialmente a las cuatro y media de una fría madrugada, qué es lo que están haciendo aquí exactamente. En el curso de la práctica de la meditación habrán muchos altibajos. A veces la meditación será buena, bonita y penetrante, pero otras será aburrida, dolorosa, llena de inquietud y de duda. Ser paciente en todas esas experiencias ayudará a mantener la mente equilibrada. Una vez, alguien preguntó a Trungpa Rimpoché donde encaja la “gracia” en la tradición budista. Respondió que la gracia es la paciencia. Si tenemos una mente paciente, todas las cosas se desarrollarán de forma natural y orgánica. Paciencia significa permanecer en un estado de equilibrio, sin importar lo que suceda, quedando tranquilo, relajado y alerta. Milarepa, el conocido yogui tibetano, aconsejó a sus discípulos “apresurarse despacio”. Apresurarse en el sentido de continuidad y de no aminorar el esfuerzo, pero haciéndolo con serenidad y ecuanimidad. Persistente y lleno de esfuerzo, pero muy relajado y equilibrado. Otra ayuda para profundizar en la meditación es el silencio. A menudo no tenemos una buena visión de lo que pasa en nuestras mentes porque la palabra distrae nuestra atención y hace que se disipe nuestra energía. Mucha de la energía que conservemos al no hablar puede ser utilizada para desarrollar la consciencia y la atención. Como en la práctica 16
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misma de la meditación, el silencio también debe ser cómodo y relajado. Esto no significa hablar cuando te apetezca, sino simplemente relajarse en el silencio, pasando el día tranquilamente consciente. Si se guarda silencio, toda la actividad mental y física se volverá extremadamente clara; el silencio verbal hace posible un silencio mental más profundo. No es aconsejable la interacción con amigos y parejas. Procurad cultivar un sentido de soledad. Para hacerlo, os será de ayuda suspender las ideas preconcebidas sobre uno mismo, sobre las relaciones, o sobre otras personas. Aprovechad este tiempo para experimentar profundamente con vosotros mismos. Todos vamos a morir solos. Es necesario que nos adaptemos a nuestra soledad básica, que nos sintamos cómodos en ella. Con esa comprensión la mente se hace fuerte y apacible, lo que hace posible una hermosa comunión con los demás. Cuando nos entendemos a nosotros mismos, las relaciones se hacen fáciles y cobran sentido. También ayudará que no mezclemos diferentes prácticas. Muchos de vosotros habéis hecho diferentes tipos de meditación. Durante este periodo sería bueno concentrarse únicamente en el desarrollo del vipásana o conocimiento intuitivo. El conocimiento intuitivo se desarrolla por medio de cultivar la atención. Concentrar todos los esfuerzos en el desarrollo de la atención, momento a momento, durante todo este mes, evitará que la práctica sea superficial. Si todos los esfuerzos se dirigen a un sólo objetivo, la mente se hará poderosa y penetrante. Moderar el ritmo tiene también un gran valor. No hay prisa, no hay que ir a ningún sitio, ni hay otra cosa que hacer, sólo quedarse cómodamente en el momento. Estad muy atentos en todas las actividades del día, advertid cuidadosamente todos vuestros movimientos. La meditación se hace más profunda por medio de la continuidad en el ser consciente. Empezaremos la práctica sentados con un objeto para 17
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nuestra consciencia muy simple: la atención en la respiración. Adoptad cualquier postura en la que os sintáis cómodos, manteniendo la espalda razonablemente derecha, ni rígidos ni doblados. Si estáis en una posición poco cómoda o doblados hacia adelante, os sentiréis incómodos muy pronto. Podéis sentaros en una silla si lo preferís. Lo más importante es no moverse muy a menudo. Los ojos deben permanecer cerrados, a menos que estéis adiestrados en una técnica en la que se mantengan ligeramente abiertos y prefiráis hacerlo así. Mantener los ojos cerrados es solamente un modo de situarlos en alguna parte y olvidarse de ellos. Generalmente, parece que resulta más fácil si están cerrados de una manera relajada, pero esto no es importante. Ser consciente de la respiración puede practicarse de dos formas. Cuando inspiramos, el abdomen sube, se expande de forma natural y baja cuando se exhala. Poned la atención en el movimiento del abdomen, sin imaginar ni visualizar nada, sólo experimentando la sensación del movimiento. No controléis o forcéis la respiración en modo alguno, sólo tenéis que permanecer atentos al movimiento del abdomen al subir y bajar. Una alternativa es ser consciente del aliento cuando entra y sale por los orificios nasales, poniendo la atención en la zona alrededor de la punta de la nariz o del labio superior. Mantened la atención en la respiración como el guardián de una entrada que observa a la gente que entra y sale por ella. No sigáis al aliento en todo su recorrido hacia dentro o hacia afuera; no controléis o forcéis la respiración. Simplemente sed conscientes del aliento que entra y sale al pasar por los orificios nasales. Al principio de la práctica ayudará hacer anotaciones mentales como “sube, baja” o “entra, sale”. Eso ayuda a retener la mente en el objeto. En los primeros minutos observad qué objeto aparece con más claridad, si el subir y bajar o el entrar y salir. Elegid entonces el lugar donde ponéis la atención y continuad con él, no cambiéis de uno a otro. Si algunas veces se hace 18
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menos perceptible, no cambiéis al otro objeto pensando que será más fácil. Una vez decidido dónde vais a cultivar vuestra atención, quedaos y procurad permanecer ahí en todos los cambios que se produzcan. A veces es claro, otras no; a veces es profundo, otras superficial; a veces largo, otras corto. Recordad, no se trata de un ejercicio de respiración; es el primer ejercicio de atención. La meditación caminando se hace notando el movimiento de levantar, desplazar y apoyar el pie con cada paso. Nos ayudará que terminemos completamente un paso antes de levantar el otro pie. “Levantar, desplazar, apoyar, levantar, desplazar, apoyar”. Es muy sencillo. De nuevo, no es un ejercicio de movimiento. Es un ejercicio de atención. Utilizad el movimiento para desarrollar una consciencia atenta. En el curso del día se producirán muchos cambios. A veces os puede apetecer caminar más rápido, otras muy lentamente. Podéis considerar los pasos como una sola unidad, “paso, paso”; o podéis empezar caminando rápido y, en esa misma meditación caminando, ir aminorando hasta dividir el paso en las tres partes. Experimentad. Lo esencial es estar conscientemente atento, ser consciente de lo que está pasando. Cuando se camina, las manos deben permanecer quietas, en la espalda, a los lados o delante. Es mejor que miréis un poco hacia delante y no a vuestros pies; así se evita implicarse en el concepto de “pie” que surge por el contacto visual. Toda la atención debe ponerse en experimentar el movimiento, en sentir las sensaciones del movimiento de levantar, desplazar y apoyar. Para daros una idea de como será el día, éste será el horario: 4,30 5,00 6,30 7,30 8,00
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6,30 7,30 8,00 9,00
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despertarse caminar y sentarse desayuno caminar sentarse en grupo 19
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9,00 9,45 10,45 11,30 1,15 2,00 2,45 3,45 5,00 5,30 6,00 7,00 8,00 8,45 9,45 10,00
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9,45 10,45 11,30 1,15 2,00 2,45 3,45 5,00 5,30 6,00 7,00 8,00 8,45 9,45 10,00
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caminar sentarse en grupo caminar comida y descanso sentarse en grupo caminar sentarse en grupo caminar y sentarse té caminar sentarse en grupo charla caminar sentarse en grupo té continuación de la práctica o dormir
El horario se pondrá en el tablón de anuncios. Los primeros días o la primera semana, procurad seguirlo tanto como os sea posible. Conforme os vayáis sintiendo cómodos pasando el día de forma meditativa, en un continuo esfuerzo de atención, descubriréis vuestro propio ritmo. Sólo tenéis que sentaros y caminar tan continuamente como os sea posible. Haced las comidas, como todas las actividades, con atención y consciencia. Después de algún tiempo, puede que os apetezca caminar más, una hora o hora y media y después sentaros. A algunos les gusta sentarse más tiempo, dos o tres horas de una vez; a otros quizá les guste quedarse hasta tarde por la noche. Cuando practicaba por primera vez en la India, meditaba a altas horas de la noche: encontré que el tiempo entre la medianoche y las tres era apacible y tranquilo y bueno para practicar. Conforme se hace más fuerte la meditación, se necesita dormir cada vez menos. Id a dormir cuando os sintáis cansados de verdad y no sólo por el hábito de hacerlo a una hora determinada. Puede ocurrir que con 20
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el desarrollo de la meditación no os sintáis en absoluto cansados y podáis mantener la práctica día y noche. Debéis tantear para ver lo que podéis hacer cómodamente y lo que lleva al esfuerzo óptimo, sin forzarse o pasarse. San Francisco de Sales escribió: Sé paciente con todos, pero sobre todo contigo mismo. Quiero decir, que no te desalienten tus imperfecciones, sino que te levantes siempre con el ánimo renovado. Estoy contento de que hagas un nuevo comienzo diariamente. No hay mejor medio para lograr la vida espiritual que empezar continuamente de nuevo y no pensar nunca que hemos hecho bastante. Cómo vamos a ser pacientes con las faltas de nuestro prójimo si somos impacientes con las nuestras. Aquél que se impacienta con sus propias caídas no las corregirá. Toda corrección provechosa viene de una mente calmada y apacible.
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D e vez en cuando aparece un libro que tiene un valor especial para las personas que estudian la naturaleza de la realidad. Joseph Goldstein enseña meditación como método para experimentar las cosas tal cual son, entrando en el fluir singular del proceso de mente-cuerpo. Este trabajo que incluye unas instrucciones inusualmente claras y las charlas dadas en un retiro de meditación sobre conocimiento intuitivo (vipásana) de treinta días, es día tras día un viaje a la mente. “El significado literal de conocimiento intuitivo es ver las cosas con mucha claridad, no sólo nuestros propios procesos de mentecuerpo, aunque eso sea básico, sino ver todo claramente, a las otras personas, las relaciones, las situaciones. La vía es vivir sin codicia, sin odio, sin delusión; vivir siendo conscientes, con una mente despierta, con ecuanimidad y con amor. Somos la verdad que se desenvuelve, y un mes de retiro o una vida de práctica sólo son el comienzo de una importante labor para conseguir un verdadero conocimiento.” •••
“Por mi profundo respeto hacia Joseph, me sentí realmente encantado de que Occidente fuera a recibir la bendición de su enseñanza”. Ram Dass en la Introducción ISBN: 978-84-86615-82-5