Viernes 8 de enero de 2016
Número
Mi buena Noticia EL OBSERVADOR
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EL OBSERVADOR Fondo de Fomento a los Medios de Comunicación Secretaría General de Gobierno Región de Valparaíso
“Hemos logrado llevar el teatro a las salas de clases”
Jorge Rodríguez Muñoz comenzó haciendo malabares en los semáforos junto a Rosa Cerda Vargas, también actriz. Con el tiempo, crearon la compañía “Perkubares”, con la cual han logrado insertar el amor por teatro dentro de colegios de El Melón
Como suele pasar en las historias EL donde la pasión por el arte lo es ME todo y, a su vez, se trasforma en manera de expresar la cotiLÓN una dianidad y conflictos sociales, la
realidad de Jorge Rodríguez (34) y Rosa Cerda Vargas no ha sido fácil. Pero, con esfuerzo y perseverancia, han logrado vivir de sus sueños y del teatro, en el distrito de El Melón, en la comuna de Nogales. Jorge y Rosa son pareja hace muchos años. Tienen un pequeño hijo en común y, cuando se conocieron, comenzaron a llevar su arte a las calles, tratando de dar a conocer temas relevantes y democratizar la cultura. “Cuando nos conocimos, nos juntábamos a hacer malabares en los semáforos. Rosa estaba estudiando teatro y yo había estado en una escuela en Santiago. Empezamos a hacer algunas cosas, como recopilar información e incluir música, escribir sobre algunos temas de la zona y dar a hablar sobre los problemas sociales”, explica el actor. Fue así como nació la compañía de teatro “Perkubares”, que en los últimos
seis años logró insertarse dentro de los proyectos educativos de algunos colegios locales, talleres y cursos de teatro. Estos dos actores nunca dejaron de estudiar sobre diversas disciplinas teatrales, fusionando y reinventándose, para hacer realidad la decisión de vivir de su pasión. Jorge, más conocido como “El Moska”, cuenta a “El Observador” que, al comienzo, muchas personas parecían interesadas en participar de “Perkubares”, pero finalmente llegaban a las reuniones él y Rosa. “Decidimos afiatarnos y los dos solos comenzamos a trabajar creando obras de teatro y a utilizar marionetas, todas con contenido educativo. Fue así como empezamos ofrecerlas en colegios. Juntos desarrollamos un programa de talleres y cursos y nos fue bien. El Liceo Felipe Cortes de León creyó en nuestro proyecto y estuvimos ahí hasta el año pasado”, explica. En el Liceo, Jorge y Rosa iniciaron un taller, logrando impartir Teatro como asignatura obligatoria, durante seis años. De esta manera, comenzaron con los primeros y fuertes pasos a una profesionalización del oficio. “El Moska” cuenta que el comienzo fue difícil, pero perseverando lograron estabilizarse en la actividad. De hecho, ambos viven del teatro y trabajan en colegios. Jorge lo hace para el Departamento de Educación Municipal de Nogales y Rosa hace teatro y cuenta cuentos en dos colegios de la zona. Buscando nuevas instancias creativas, junto a otro grupo de profesionales, lograron recuperar una parte de la ex Estación de Trenes de La Calera, creando el Centro Cultural El Vagón, espacio que intenta entregar una vitrina a los artistas locales y crear nuevas audiencias. “Con el tiempo conocimos a un grupo de personas y decidimos levantar El Vagón, que nació debido a la falta de espacios y expresiones socioculturales. Antes era un lugar abandonado, prácticamente
era un baño público. Recuperamos una parte, lo limpiamos, lo cerramos y creamos un escenario”, comenta este apasionado actor, quien es enfático en recalcar la labor de los demás participantes en este proyecto. “Hemos hecho harto trabajo, somos cinco personas: Ivan, Luis Tabilo, Leila y Rosa. Somos bastante espíritu sociales y no tenemos tinte político”, detalla. Jorge cuenta este recorrido ha tenido de todo, porque cuesta vivir del arte, pero se siente pagado espiritualmente, muy agradecido y dispuesto a dar a conocer esta buena noticia.
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“Estamos mejorando cementerio de Maricunga y va a quedar hermoso” Paola Bustamante Inostroza es la presidenta de la Junta de Vecinos del Trapiche y cuenta que cada día están más activos con la idea de mejorar el cementerio y seguir con la masiva tradición que los enorgullece Paola Bustamante Inostroza es una mujer comprometida con su sector. Nacida y criada en Trapiche, en la comuna de La Ligua, cuenta que desde niña es socia de la organización y lleva siete años como presidenta. Su empatía con las personas y la idea de sacar adelante diversas instancias de participación ciudadana, también la tienen participando en el Club de Huasos, el Centro de Padres del colegio de sus hijos y en la Iglesia, como monitora de Confirmación. Como presidenta de la Junta de Vecinos, cuenta con orgullo que el Cementerio de Maricunga está a cargo de su administración, como siempre ha sido. Actualmente, la organización se encuentra remodelando el frontis, que permitirá un hermoseamiento del lugar. Pero antes de contar a “El Observador” sobre estas mejoras y la tradición familiar que hay detrás de este cementerio, esta joven dirigente quiere relatar parte de la historia del lugar. “El Cementerio involucra a todo el valle de Longotoma. Y existe hace muchos años. Estamos hablando de casi 200 años. Los terrenos fueron donados por las Hermanas Ruiz a los agricultores, pero adentro estaba el cementerio. Nunca se legalizó, pero siempre ha tenido acceso libre. Luego pasó a la familia Ariztía y finalmente lo compró Sopraval”, explica. Hace cinco años que la empresa compró los terrenos y, desde ese entonces, mantuvieron conversaciones con los vecinos, permitiéndoles seguir gestionando el
LA LI GUA
cementerio, entregándoles en comodato el terreno y ayudándolos en todo lo necesario para mantener el lugar en buen estado. “Para nosotros es muy importante el cementerio y la tradición del 1 de noviembre. Como ahora se distribuye en dos días, llegan hasta 800 personas. Se arman negocios, porque es una especie de feria, donde la gente hace asados, tienen sus quinchos y mesas. Toda la gente va a compartir, recordando a sus seres queridos, y se junta. Es algo muy bonito”, señala la presidente de la junta de vecinos. Este año, la celebración estuvo mejor que nunca, porque por primera vez se llamó a todas las juntas de vecinos de Longotoma a participar. “Yo les dije que coordináramos con cada sector para poder restaurar el cementerio. Antiguamente, el cementerio era muy hermoso, porque tenía tejas coloniales y actualmente quedan sólo vestigios”, señala, detallando que todas las juntas de vecinos aportaron cuotas de 10 mil pesos por cada uno de los difuntos que se encuentran en el lugar, para hacer mejoras. El Cementerio de Maricunga es gratuito para todos quienes despiden a sus seres queridos. Por esta razón, la cuota de 10 mil pesos es lo único que deben pagar y se ve recompensado en la mantención permanente. Además, el apoyo privado también ha sido clave en esta labor. La cuota es para la mantención de los caminos y fosas. Este año se junto un millón y medio de pesos y se sumaron aportes particulares que ayudaron a crear un nuevo frontis. “Agrícola El Roble aportó 40 bolsas de cemento; el alcalde, 300 mil pesos; y Sopraval nos aportó con la mano de obra, que son 600 mil pesos. Hicimos 25 metros del frontis, es bloque y va a quedar como una imitación colonial. Y el gobernador se comprometió a realizar gestiones para poder postular a algún fondo y cerrar el perímetro de mejor forma”, cuenta la presidenta de la Junta de Vecinos Trapiche “El cementerio me identifica mucho, porque están los abuelos de mi madre ahí. Es hermoso y una tradición que forma parte de nuestra historia”, concluye.
“Aproveché todas las becas, el esfuerzo de mi mamá y ahora soy doctor en Psicología” Raúl Berrios Espinoza fue apoyado por la Beca Municipal y, luego, por Becas Chile, dedicando años de esfuerzo que lo llevaron, incluso, a doctorarse en Inglaterra Berrios Espinoza tiene 33 QUI Raúl años. Ya no vive en Quillota sólo LLO porque sus enormes talentos prolo han llevado fuera de TA fesionales la comuna. Pero toda su familia y
gente querida vive aquí, circulando por las mismas calles donde se crió y creció. Durante su infancia pensó en múltiples actividades a las cuales dedicarse, hasta que se decidió por Psicología, en la Universidad de Chile, opción que lo alejó de su ciudad natal y lo instaló en Santiago. Actualmente y cumplidos más de diez años de aquella opción, asegura que “estudiar esa carrera fue una buena decisión y la más importante de mi vida”. Estudió en el Colegio Diego Echeverría hasta séptimo básico y, como no tenía muchas habilidades para las carreras técnicas, se cambió al Colegio Francisco de Miranda. Recuerda que le iba bien, pero no era un alumno brillante. Una vez egresado de cuarto medio, con un buen puntaje y decidido con su opción, Raúl ingresó a estudiar a la Universidad de Chile. Recuerda que recién comenzaba con sus estudios cuando postuló a la beca otorgada por la Municipalidad de Quillota, beneficio otorgado a alumnos aventajados de pregrado y que requieren apoyo económico para enfrentar parte de los gastos de sus estudios. “Cuando estaba en el pregrado, me dieron una beca básica por manutención, por mi buen desempeño en la universidad. Yo la recibí durante los años que estuve en la universidad y fue de gran ayuda para terminar la carrera y pagar los gastos básicos que me demandaba estudiar afuera de mi ciudad”, comenta. El año 2011 se le presentaron nuevas oportunidades en el ámbito académico. Raúl postuló al sistema de Becas Chile, opción estatal que permite la continuidad de estudios dentro y fuera del país, con los gastos pagados. “Me adjudiqué la beca y pude cursar estudios de Master y Doctorado en el extranjero. Ahí fui aceptado en la universidad de Sheffield, en Inglaterra y realicé un Master of Science y luego el Doctorado en Psicologia”, expresa, demostrando cómo fue devolviendo cada oportunidad con compromiso. Los años en Inglaterra fueron provechosos para este quillotano, pues asegura
que fue muy enriquecedor y se convirtió en una experiencia que le cambió la vida. Dice que, desde el primer minuto que comenzó a estudiar en el extranjero, sabía que era gran oportunidad, a pesar del sacrificio personal y emocional que implica irse lejos por tantos años. “No todo el mundo puede acceder y traté de sacarle el máximo provecho”, señala, agregando que también hubo momentos difíciles, debido al alto estrés y las dificultades propias de estudiar y expresarse en otro idioma. “Pero, al final, la experiencia fue súper positiva, aprendí mucho y volví con un profesional que puede entregar más al país”, cuenta. Actualmente y casi recién llegado a Chile junto a su esposa, se encuentra trabajando como profesor en la Universidad de Santiago. Allí hace clases, investiga y escribe artículos científicos acorde a su área, que es la Piscología Organizacional. A pesar de los logros que ha podido conseguir con su enorme esfuerzo personal, Raúl asegura que el mayor pilar ha sido su madre. “Es un tremendo orgullo para mi y para mi familia. Un esfuerzo particular que tiene recompensa en mi mamá, que se esforzó para que yo pudiera estudiar en un colegio bueno y, después, enviarme a Santiago con todos los costos que significa”, señala, sosteniendo que “después que mi papá murió, mi mamá se esforzó para que esto pudiera ser posible. Es una manera de devolver su esfuerzo”, comenta.
Se anunció solución final para construcción de proyecto Portal San Pedro de Quillota Un importante anuncio realizaron las autoridades hacia los vecinos del comité Portal San Pedro de Quillota, en que da cuenta de una
solución definitiva para la construcción de sus viviendas. Esto, luego que en 2012 se paralizaran las obras debido a que se hallaron
restos arqueológicos en el terreno destinado para levantar las edificaciones. Sin embargo, luego que Monumento Nacionales determinó que dicho espacio sí estaba en condiciones para ejecutar faenas, más los recursos adicionales que consiguió SERVIU, y posterior adjudicación de licitación de obras por parte de la empresa Valle Mar S.A., permitirá que se lleve a cabo
la firma de contrato entre el comité y la constructora. Esto, con el fin de iniciar obras durante el primer trimestre del próximo año. El proyecto, que tiene una inversión de 2 mil 500 millones de pesos, contempla la construcción de 114 viviendas, más espacios comunitarios, como una sede social y áreas verdes. En esta línea, las casas irán desde los 42,73 metros cuadrados hasta
los 47,10 m2. La primera tipología dispone de un piso más dos dormitorios, cocina y estar. En tanto que la segunda corresponde a dos pisos con los mismos espacios y equipamientos en su interior.
Vierens 8 de enero de 2016
“Ser ayudante de carpintero me ayudó a decidir lo que voy estudiar” Después de tres años trabajando, Franco Vega Sandoval se decidió por Diseño Gráfico, aunque – antes- aprovechará las vacaciones para “mochilear” con amigos Vega Sandoval QUI Franco tiene 22 años. Se deLLO fine como un joven hicon muchas TA peractivo, ideas y cosas por ha-
cer. “Nunca me quedo quieto”, cuenta riendo. Por esta razón, cuando terminó cuarto medio en un colegio vespertino y con la facilidad de hacer dos niveles en uno, sabía que no seguiría estudiando. Al menos, por el momento. Y así fue, porque han pasado tres años desde que terminó la enseñanza media y dice que no se arrepiente de haber tomado esa decisión.
“No sabía qué hacer cuando terminé cuarto medio, estaba entre varias opciones. Pero lo conversé con mis papás y me puse a trabajar como ayudante de un maestro carpintero”, dice. Durante todo este tiempo trabajó, ayudó en la casa y ahorró. Algo que pudo hacer, debido que vive en la casa de sus abuelos, en la Corvi, y no tiene mayores gastos. Cuenta que no tenía nada planeado y que sus padres no lo obligaron a decidir, ni tampoco a buscar un trabajo mejor remunerado.
Tiene nutrientes antioxidantes, que actúan bloqueando la acción negativa de los radicales libres, que producen el envejecimiento y enfermedades cardiovasculares.
“Aprendí un montón de el primo de mi papá, Don Gumer, así que nos entendimos súper
Si comes naranja, recibirás cinco buenas noticias Es un poderoso antioxidante (previene enfermedades cardiovasculares y previene el envejecimiento prematuro),
Es ideal para fortalecer nuestro sistema inmunológico y prevenir resfríos.
bien. De hecho, en Navidad le regalé veladores a mis papás hechos por mí”, relata con una pequeña sonrisa, demostrando el orgullo que le da. Pero la vida de carpintero se terminó este año, porque ya decidió lo que quería estudiar: Diseño Gráfico, en un instituto de Valparaíso, plan que lo tiene contento y entusiasmado. “Me gusta andar haciendo cosas creativas y sé que estudiando esa carrera podré tener la libertad de hacer las cosas que me gustan. Sobre todo en materia de ilustración, que es lo que me llama más la atención”, explica decidido. El joven dice que valió la pena esperar estos últimos años y generar experiencia laboral, aunque sea en una
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tarea que pareciera muy diferente a lo que estudiará. “Me desarrolló una personalidad más ordenada. A veces iba a las casas a arreglar roperos o muebles viejos. Entrar en la privacidad de alguien es un tema importante”, argumenta. Pero Fabián no sólo cuenta esta buena noticia a “El Observador”. También suma el ansiado “mochileo” por el norte que realizará junto a dos amigos, como una previa antes de estudiar. “Es algo que teníamos pensando hace rato, incluso antes de decidirme a estudiar. Así que ando motivado y preparando las cosas para el viaje. Quiero puro conocer San Pedro de Atacama”, concluyó ansioso.
Aporta casi tres cuartas partes de de las necesidades dia rias de vitamina C.
Ayuda a la firmeza de la piel, porque mantiene el colágeno.
“Comencé un emprendimiento de tejido y cojines de dibujos animados” Gloria Alvear Veas nunca imaginó que tendría su propio negocio. Estuvo mucho tiempo sin trabajo, aprovechando de comercializar sus creaciones y se dio cuenta que podía tener harta clientela Para muchas personas el cambió de año nuevo significa prosperidad y nuevos desafíos. La algarabía se hace presente y el calendario nos indica que podemos comenzar a ordenarnos nuevamente. Para Gloria Alvear Veas significó todo eso y más, porque se prometió comenzar “de cero” y apostar por un nuevo negocio, en vez de seguir esperando una oportunidad de trabajo. Así lo cuenta a “El Observador”, comentando que “yo aposté a que este año me iría mejor, comencé con pensamiento positivos y dejé mis problemas laborales de lado”, reflexiona, asegurando que estos pensamientos son el pie inicial para la prosperidad de su nueva vida laboral.
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Hasta hace siete meses, Gloria trabajaba en una céntrica zapatería de Limache. Allí se encargó de ordenar y atender a la clientela fielmente durante diez años. Pero las cosas en el rubro comenzaron a fallar y la llegada del zapatos traído de afuera, a bajo costo, y las múltiples opciones de precios mucho menor a lo que vendía su jefe, afectaron el negocio. “Es algo que se veía venir. Hace años que la industria que se abastece de zapatos nacionales ha ido de baja. Los patrones abaratan costos y desean traer zapatos chinos, que son más baratos. Eso afecta en los trabajadores”, explica con tranquilidad, porque, a pesar de su despido, se siente muy agradecida de su jefe. De hecho, cuando Gloria
quedó sin trabajo, dice que se sintió muy afligida, pero comprendiendo la situación en la que se encontraba el local. “Él no lo hizo de maldad, simplemente no podía pagarme el sueldo. Yo lo entendí”, explica. A raíz de las circunstancias y aprovechando sus habilidades para tejer, Gloria comenzó a hacer gorritos, chalecos, poleras y cojines, con diseños de dibujos animados a pedido. Primero partió haciendo cojines con rostros de los dibujos de los “emoticones” del chat de Facebook. Luego se atrevió con algunas figuras de películas que gustan a los niños. “Comenzó como una idea para el cumpleaños de una amiga y se pasaron todas las voz, hasta que me ‘llovieron’ los pedidos. Es una oportunidad que voy aprovechar. Nunca imaginé que tendría mi propio negocio”, cuenta con entusiasmo, afirmando que hace rato dejó de quejarse por las cosas malas que pasan y decidió que sólo se
enfocaría en las cosas positivas y en lo que sabe hacer. “De a poquito iré surgiendo. Ahora estoy armando un sitio
web, que se llamará ‘TejidosGloria’. Estoy súper motivada”, comenta la emprendedora limachina.
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“Con mucha fe en Dios logré aceptar la muerte de mi esposo y salir adelante” A pesar de la pena por la muerte de su marido y sin haber sido muy religiosa, Sarella Martori Oliva asegura que la fe le devolvió la tranquilidad y ganas de seguir adelante siempre me pareció tranquilo y bonito. OL “Olmué Cuando recién me casé, con mi marido pasálargas temporadas en un complejo que MUE bamos ya no existe, más arriba del paradero 40, que
era de unos amigos de mis padres”, cuenta Sarella Martori Oliva, explicando la nostalgia que siente por estas tierras, en las cuales se instaló a vivir definitivamente hace seis años, cuando Mario, su marido, enfermó gravemente de los pulmones y la vida en Santiago debió convertirse en un recuerdo. Los padres de Sarella son oriundos de Olmué, por lo que ella se crió en el paradero 42. “Era una casa muy grande y con muchos árboles frutales, teníamos granadas, almendros, uvas, damascos, entre un montón de flores”, recuerda. Esta mujer que hoy encontró en Dios una manera de poder hablar sobre sus recuerdos, cuenta que, cuando partió a la capital a trabajar a una empresa de publicidad, conoció a su esposo, con quien tuvo un hijo y estuvo casada por 14 años. Pero todo lo que había conseguido como familia comenzó a flaquear cuando a Mario le diagnostican Fibrosos Pulmonar. Debido a esto y consciente que no hay un hospital o clínica cercana y con los implementos como en Santiago, Sarella decidió cambiar su ajetreada y constituida vida en la capital, para regresar definitivamente a Olmué. Pero su esposo no pudo superar su enfermedad y falleció. “Se cumplieron dos años de la muerte de Mario. Ffue una enfermedad larga y triste y me costó mucho recuperarme. Estaba enojada y muy deprimida”, comenta. Pasó el tiempo y, cuando parecía no haber consuelo que la levantara, las cosas cambiaron: “Conocí a la monjita que me presentó una amiga. Ella es de Limache y viene a verme y conversamos”. Después de mucho tiempo de tristeza, Sarella encontró lo que define como “un salvavidas”, para aceptar la pérdida y el gran cambió que esto suscitó para ella y su hijo. Asegura que la fe y la oración la han ayudado a aceptar lo que le
sucedió. Sarella conoció a la Hermana Rosita hace un año y se siente muy agradecida, porque gracias a sus consejos y a la proximidad con Dios, ha logrado encontrar la paz que buscaba, saliendo de la depresión que la mantenía sin ganas de salir adelante. “Todos los martes nos juntamos con la Hermana Rosita. Voy a su casa o ella viene a la mía. Leemos la Biblia y conversamos sobre cosas de la vida. No todo pasa por una cuestión religiosa”, asegura esta mujer, agregando que ya no está molesta, ni trata de cuestionarse las cosas. Para Sarella es una buena noticia enfrentar la muerte de su esposo desde un plano religioso. Dice que la ayuda a reparar en cosas positivas y más reflexivas. “Nunca fui muy apegada a los temas religiosos, pero esto trasciende, me siento en paz y por eso lo cuento. Puedo decir que soy feliz, a pesar de todo”, finaliza.
Mi buena Noticia Ciclo de publicaciones cofinanciado por el Fondo de Fomento a los Medios de Comunicación Del Ministerio Secretaría General de Gobierno Región de Valparaíso
“Comencé un curso de repostería para perfeccionar mi trabajo” Hace 25 años, Mirta González Cid comenzó con un servicio de banquetearía desde su casa y aún sigue perfeccionándose para ofrecer nuevos sabores
LI MA CHE
Cuando Mirta tenía 16 años, comenzó a ayudar a su mamá a hacer colaciones para los maestros que llegaban a su casa a almorzar. Su papá trabajaba en la construcción y siempre iba con tres o cinco compañeros a disfrutar los almuerzos que hacían en la casa. “De esa manera, mi mamá se ganaba algunos pesos, mi papá los acarreaba todos en una camioneta. Porque, si bien, no teníamos mucho, nunca nos faltó nada. Creo que, desde entonces, le tomé gustito a la cocina y a trabajar por cuenta propia”, cuenta Mirta.
Explicando con nostalgia aquellos tiempos donde comenzó su oficio, cuenta que eso se convirtió en su sustento de trabajo, Banquetería Mirta, un nombre simple y sin mucho adorno. “Es un negocio sencillo pero bueno”, expresa. “Teníamos una mesa bien grande que habíamos mandando a hacer. Ahí yo comencé a amasar las primeras empanadas, porque con eso comencé. Ahí mismo, en la misma cocina de mi mamá”, recuerda con emoción. Mirta es clara en aceptar que nunca estudió formalmente algo relacionado con la cocina, pero siempre ha recurrido a los cursos de diversos organizamos de capacitación que se van rotando en los programas sociales. “Llevo hartos años en el rubro. Seguí el legado de mi mamá y después me fui armando mejor, hasta que logré hacer mi pequeña banquetearía. Es a pedido y cobro bien barato”, dice, entre risas. Pero no todo ha sido sencillo para esta limachina. Fue madre a los 18 años y para sustentar los gastos en muchas ocasiones debió recurrir a trabajos remunerados, dejando de ser su propia patrona. Pero, gracias a que su madre ya era conocida por las colaciones en el sector, aprovechó esa instancia y comenzó a ofrecer nuevos productos. Primero, empanadas y canapés, para luego ofrecer comidas para cumpleaños y fiestas. “Así empecé, de apoco. No me hago millonaria. Hay días de ‘vacas flacas’, pero me gusta. Ahora estoy motivada, porque estoy aprendiendo sobre repostería, para hacer mini pasteles y de diferentes sabores, bien bonitos”, cuenta con alegría. Hace tres semanas comenzó estudiar Repostería, junto a con una vecina, para mejorar la calidad del chocolate en los postres, aprovechar la masa y tener siempre todo fresco. “Comencé este curso de repostería para perfeccionar mi trabajo y ya me van a ver con mis bandejas de pequeños pasteles”, anuncia, sabiendo que cada paso que ha dado siempre ha sido un avance importante en su capacidad emprendedora.
Director Roberto Silva Binvignat Editor y Coordinador Proyecto Claudio Espejo Bórquez Periodista y Fotógrafa Carolina Torres Muñoz Diseño y Diagramación Pamela Pérez Rojas Administración Catherine Suzarte Contacto: buenanoticia@observador.cl