Pero tenía un problema porque, mientras ella jugaba, los mayores construían una madriguera para pasar el invierno, quedarse quietecitos y estar más calentitos; a las marmotas les encanta dormir cuando hace frío y solo despertarse para comer e ir al baño.
Y eso a la marmota Carlota no le gustaba nada de nada, porque le daba miedo dormir sola y querĂa estar con sus papĂĄs acostada.
Y no le dejaban porque le decían que los papás duermen con los papás y los pequeños con los pequeños; cuando preguntaba «por qué» le contestaban «porque sí».
Sus hermanos se reían de ella por ser tan miedosa, asustarse con cualquier ruido y creer que era el zorro que venía a llevársela.
Porque, aunque el agujero de la madriguera era muy pequeño, creía que el zorro tenía magia y por todas partes cabía.