¡Diversión y ayuda a través de un cuento es un terapicuento!
Carmen Villanueva - Paul Caballero
Son unos cuentos escritos por una psiquiatra infantil, pensados para cuidar y ayudar a crecer a los niños con algún conflicto psicológico sin resolver y servir de apoyo a sus padres. Nuestras pequeñas fábulas divertirán y ayudarán al niño a través de un personaje de cuento con el que se podrá sentir identificado. Permitirán que padres y tutores entiendan por lo que el niño está pasando. Y servirán como una buena herramienta de trabajo para los terapeutas.
LA TORTUGA TARATUGA es tan tímida que parece muda
La pequeña Taratuga jugaría con todos los animales si no tuviese tantos miedos. Le da vergüenza relacionarse y se siente insegura, por eso suele esconderse en su caparazón. Pero un día de gran tormenta ella superará su timidez y descubrirá…. ¡todo lo que es capaz de hacer saliendo de su escondite!
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Publicación de Ediciones Fortuna C/ Akilino Arriola, 71 48600 - Sopelana Bizkaia - Spain http://www.edicionesfortuna.com info@edicionesfortuna.com Copyright © 2013 sobre la presente edición Copyright © 2013 Carmen Villanueva Rivero, Ibone Ruiz de Velasco Artaza y Paul Caballero Barturen Autora: Carmen Villanueva Rivero Idea original y colaboración: Ibone Ruiz de Velasco Artaza Ilustraciones: Paul Caballero Barturen Maquetación y diseño: Paul Caballero Barturen paulcaballeroilustrador@hotmail.com Primera edición. Reservados todos los derechos. Cualquier forma de reproducción, distribución, comunicación pública o transformación de esta obra solo puede ser realizada con la autorización de sus titulares, salvo excepción prevista por la ley. Diríjase a CEDRO (Centro Español de Derechos Reprográficos) si necesita fotocopiar o escanear algún fragmento de esta obra (www.conlicencia.com; 91 702 19 70 / 93 272 04 47) ISBN: 978-84-940202-8-5 Depósito Legal: BI-452/2013 Impreso en China / Printed in China Códigos BIC: YBC-YFU-2ADS-5AC-4Y TERAPICUENTOS http://www.terapicuentos.com info@terapicuentos.com
EL CÓMO Y EL PORQUÉ DE LOS TERAPICUENTOS Son muchos los pequeños que pasan en su desarrollo por distintos momentos en los que, por una razón u otra, han de vencer dificultades y seguir adelante sacando el mayor provecho a sus potencialidades. Consultar con un profesional puede ser de gran ayuda y es recomendable si existe un problema que perdura en el tiempo o aumenta en intensidad. Pero en ocasiones, basta con un poco de comprensión, amor, paciencia y un buen cuento para ayudar a un niño a seguir creciendo sano y feliz. La idea de la colección de terapicuentos surge en un centro de salud mental infantil. Al observar cómo se multiplicaban nuestras consultas de asesoramiento psicológico cada año, pensé que debían existir recursos al alcance de todos. Y que un cuento-guía podía ser uno de ellos. Por este motivo, expuse la idea a mi compañera, la doctora Carmen Villanueva, que, como psiquiatra y escritora de cuentos, ha desarrollado unos personajes con los que los niños pueden identificarse y sentir apoyo ante sus dificultades. Del mismo modo y con el mismo fin, elaboró una breve guía para los padres. El ilustrador Paul Caballero puso color y dibujo a estos entrañables personajes. Los terapicuentos pretenden, mediante un personaje de fábula que consigue superar sus dificultades, servir de ayuda a niños, padres, tutores y terapeutas. Al final del libro se explica al adulto lo que posiblemente esté ocurriendo y se prestan pequeños consejos para acompañar y orientar al niño en su desarrollo. Para nosotras, este proyecto es un homenaje y una muestra de agradecimiento a todos aquellos niños que, a lo largo de los años, con sus propias historias y fabulosa imaginación nos alentaron a querer ayudarles cada día mejor. Y también a sus padres, quienes depositaron en nosotras lo más valioso para hacer bien nuestro trabajo: su confianza. Ibone Ruiz de Velasco Artaza Psicóloga
Érase una vez una tortuga que nació en un hoyo de la playa.
Su mamá había depositado allí muchos huevos y cuando se rompieron, sus hermanas salieron corriendo hacia el mar como hacen todas las tortugas; pero ella tuvo miedo al ver una gaviota, así que se dirigió a las dunas que estaban más cerca, para poder esconderse.
Camin贸 toda la noche alej谩ndose de la playa sin saber a d贸nde ir y para cuando se hizo de d铆a, estaba ya muy lejos del mar.
Solo entonces se sintió a salvo al ver muchos árboles y arbustos donde poder esconderse.
Como estaba tan cansada, metió la cabeza dentro del caparazón y se quedó muy quieta, muy quieta y… se sintió tan bien que se durmió.
Pero poco le duró su sueño porque fue despertada por otros animales que la rodeaban y la miraban con curiosidad. La gorila Perejila le preguntó quién era y el jabalí Bengalí quiso saber si era un animal o una piedra.
«¿No tienes cabeza y patas como nosotros?», «¿sabes hablar?», «¿cómo te llamas?». Todos la querían conocer para hacerse sus amigos y llevarla a saltar y correr.
La tortuga, aunque un poco asustada, pensó que si no sacaba la cabeza no le harían daño, porque notó que se subían a su caparazón y no pesaban y cuando le hacían toc-toc solo sentía cosquillas, así que contestó: «Sssoy uuuna taaaaaaratuga».
Todos los animales de la selva se empezaron a reír a carcajadas porque ¡no se decía así! Y desde entonces la llamaron la tortuga Taratuga.
Cuando vio que se reían de ella, se puso roja como un tomate y pensó que ya nuuunca jamás iba a decir ni una sola palabra, para no meter la pata.
Se quedó a vivir con ellos porque no tenía a donde ir; pero, mientras los demás se lo pasaban en grande jugando, ella sentía envidia por no ser como los demás. No se atrevía a hacer nada y solía pensar: «Ojalá ocurra algo que me ayude a no ser tan vergonzosa y tan miedosa…».