2011
DÍAZ MARTÍNEZ, Juan Carlos, 1a. ed. Ese man es Marlon Brando Cartagena de Indias (Colombia), Ediciones Pluma de Mompox S.A.- 2011 128 p.; 14 x 21,5 cms. ISBN obra completa: 978-958-8375-35-9 ISBN: 978-958-8375-57-1 I. Ese man es Marlon Brando I. Título CDD 0/070,44
Ese man es Marlon Brando Juan Carlos Díaz Martínez © 2011 Juan Carlos Díaz Martínez © 2011 Ediciones Pluma de Mompox S.A. Centro, Matuna, Edificio García Of. 302,
Tel. 5-664 7042 57-313-535 6577 www.plumademompox.com info@plumademompox.com Cartagena de Indias - Colombia
Primera edición en la colección VOCES DEL FUEGO: abril de 2011 ISBN obra completa: 978-958-8375-35-9 ISBN de la obra: 978-958-8375-57-1 Director Editorial Carlos Alfonso Melo Fajardo Director de Contenido John Jairo Junieles Acosta Asistente de Contenido Jesús Esquivia Noth Diseño de la colección Carlos Alfonso Melo Fajardo Imágenes Carátula: Cortesía de El Universal Autor: Archivo particular Impreso por ELB S. en C. Impreso en Colombia - Printed in Colombia Queda hecho el depósito de Ley. Ninguna parte de esta publicación, incluido el diseño de la cubierta, puede ser reproducida, almacenada o transmitida en manera alguna, ni por ningún medio, ya sea electrónico, químico, mecánico, óptico de grabación o de copia, sin el permiso de los propietarios del Copyright. 2011
Voces del fuego: testigos del Bicentenario: es una colección donde tienen cabida autores de diferentes regiones, tendencias estéticas y generaciones, manifestando la existencia de un cruce invisible de tiempos y saberes que vienen de lugares inesperados, e influyen muchas veces en forma imperceptible en el curso de la historia. El Bicentenario de la Independencia que conmemoramos, invita a celebrar nuestra interculturalidad. Los sesenta y cinco autores de esta colección son fuego en torno al cual nos seguimos reuniendo para descubrir, celebrar y pensar las secretas formas del mundo. Ediciones Pluma de Mompox S.A. transita así su segunda década de vida con la firme convicción de estar construyendo reflexiones críticas y posibilidades creativas desde la pluralidad. Nuestro continuo trabajo de divulgación permite a escritores, periodistas e investigadores de diversas regiones, edades y áreas de interés, la publicación de sus obras y el dibujo de una nueva geografía imaginaria del país. Leer un buen libro, conocer el mundo a través de otros ojos, pero con los tuyos, es hoy nuestra invitación: miles de millones de manos y labios, en el ritmo de los años, lo han hecho posible para ti. Nosotros, desde esta orilla del mar, seguiremos trabajando para perpetuar el milagro. Carlos Alfonso Melo Fajardo Director
A mi mamรก en el cielo, a mis Cristinas, y a mi papรก.
Contenido
Confesiones de un “gigoló” cartagenero. . . . . . . . . . . . . . . . 15 La de Porfirio Rubirosa es ná, frente a la del “Ñoli” Cabrales. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 19 Nueve horas de clase con Gabo. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 24 “No estoy enfermo, a mí me echaron mal de ojo”: Escalona. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 30 Zabala, el maestro que antecedió a la gloria. . . . . . . . . . . . . . 34 Petrona Martínez, feliz en su reino. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 39 ‘Excelentísimo, mister Frieri’. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 44 El paraíso de ‘Cadena’. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 49 La película de “Charlot” en El Pozón . . . . . . . . . . . . . . . . . . 55 La extravagante historia de Jessica Rojas, esposa de ´Chupeta´ . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 59 Matrimonio “express”, o ¿trata de personas?. . . . . . . . . . . . . 64 La reivindicación del pelo “cuscú”. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 70 Palenque récords: el sueño se cumplió. . . . . . . . . . . . . . . . . . 75 Ese ‘man’ es Marlon Brando. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 79 El Profesor Castellar. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 84 Los funerales alegres de Palenque. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 89 Rocky, el perro volador. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 94 Los secretos de Bocas de Ceniza . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 98 Así despidió Barranquilla a Juan Pablo II. . . . . . . . . . . . . . . 102 Relato del amigo del náufrago. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 104 Adolfo Pacheco canta la parranda . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 108 Los 80 resistentes de Las Palmas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 120
…porque yo todavía tengo la pretensión de no ser un hombre del montón, aunque abuse de mi sencillez. Adolfo Pacheco En ‘El tropezón’
Confesiones de un “gigoló” cartagenero
A Julián* le faltan pocos meses para terminar el curso de inglés intensivo que se vio obligado a tomar debido a la avalancha de peticiones que le llueven en su correo electrónico y en su perfil que colgó en la red social de Facebook, la mayoría en el idioma anglosajón. “Este negocio es tan bueno que he tenido que buscar refuerzo”, asegura el joven de 29 años nacido en Cartagena, y dedicado desde hace 3 años a vender sus atributos físicos y sexuales a mujeres insatisfechas de la ciudad, del interior del país y, ahora con mayor intensidad, del exterior. “La mejor herramienta para este negocio ha sido el internet, la mayoría de las semanas tengo que rechazar clientes porque se me cruzan los horarios”, dice. Las invitaciones que le hacen por internet son, en su mayoría, a mediano y largo plazo, de mujeres que tienen viajes planeados para Cartagena y que exigen fotografías y pruebas de absoluta discrecionalidad. En algunas ocasiones, según lo señala el “gigoló” cartagenero que prefiere este apelativo al de “prostituto”, el negocio no cuaja por un simple detalle que puede generar desconfianza, como el no querer dar minucias sobre la vida privada. “Hay preguntas que no respondo, por ejemplo, qué le puede interesar si tengo hermanas o hermanos, o si mis familiares saben a lo que me dedico, cuando ocurren estos casos sé que la cliente se puede perder, pues no revelo esas cosas”, señaló. Pero la mayoría de las veces, un 80 por ciento, según sus cuentas, el negocio se hace y el encuentro se produce sin traumatismos y con la absoluta discreción que se requiere en estos menesteres.
Vanidad y potencia Julián es un joven cartagenero que mide 1.90 de estatura, pesa 90 kilos y, a tono con las historias de vaqueros, no tiene ni una molécula de grasa en su cuerpo. Dice tener, de igual modo, una buena dotación viril, que es, lo que a la larga, más detallas sus clientas.
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A su cuerpo, primera herramienta de trabajo, le dedica buena parte de lo que gana semanalmente en el trabajo. Son tres o cuatro horas de gimnasio diario, un tratamiento de vitaminas, mucha fibra en la alimentación y muy poco alcohol y cigarrillo. “Tengo que estar en forma todos los días, no puedo descontrolarme con el alcohol ni abusar de mi vitalidad, por eso el ejercicio físico a diario”, señala. Como cualquier mujer que cuida con vanidad su aspecto físico, Julián también se esmera por estar radiante a toda hora. Todas las semanas se hace las uñas de los pies y de las manos. El cabello lo tiene ondulado y, como tal, requiere un tratamiento especial que se hace cada tres días, incluyendo masajes y cremas revitalizantes. Hace pocos meses se realizó un trabajo de blanqueamiento dental con el famoso ortodoncista Marlon Becerra, y, para el contraste de sus ojos con el color de su piel, se puso un par de lentes de contacto que cambian de color según la intensidad del sol. “Me sale caro el mantenimiento, pero tengo que hacerlo, pues de allí derivo mi sustento y el de mi familia”, advierte. Además del ejercicio y del cuidado que le tiene que hacer a su aspecto físico exterior, Julián dice tener el secreto para mantenerse siempre en óptimas condiciones sin necesidad de recurrir a potenciadores sexuales ni a las miles versiones que han sacado del viagra, pero que le ha permitido mantener con ‘vida’, aún en situaciones extremas, a su otra ‘herramienta de trabajo’. “Voy a confesar algo que nunca he dicho, lo único que tomo para estar siempre activo sexualmente es avena cocida en leche, me tomo dos o tres vasos diarios y con eso no necesito más nada”, revela el joven cartagenero. En una semana normal, según sus cuentas, puede tener cinco o seis “servicios”, de ahí la importancia para él de la dieta de la avena.
La rutina De acuerdo a los datos que Julián ha logrado recopilar a lo largo de estos tres años que tiene de estar en el oficio, en Cartagena hay cerca de 30 hombres que ofrecen sus servicios a mujeres e, incluso, a otros hombres. La mayoría no pasa de los 30 años de edad, son de clase media y son fanáticos del ejercicio y del físicoculturismo.
Juan Carlos Díaz
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Su ingreso a este mundo se lo debe a un amigo del barrio que ya tenía algún tiempo en el oficio y que lo llamó una noche que tenía varios “pedidos”. “Me llamó y me dijo que íbamos para una rumba con los gastos pagos, pero cuando me vi fue en un carro con una señora cincuentona de un barrio de estrato seis de la ciudad. Esa noche, la doña me dio 200 mil pesos y me pagó whisky y comida”, explicó. En vista de que no había podido conseguir trabajo (hizo cursos de mantenimiento y programación de computadores) encontró en este nuevo oficio una forma de trabajo y, poco a poco, se fue convirtiendo en su forma de sustento. “La semana que menos consigo, me gano un millón de pesos, pero en temporada alta me gano hasta tres millones a la semana”, dice. La rutina de trabajo incluye masajes, cremas y líquidos aromatizantes, luces y música apropiada para la ocasión. Un aviso de prensa que puso en un periódico local fue suficiente para que en los primeros meses se mantuviera ocupado todos los fines de semana. Con el pasar de los meses, ya su nombre corrió de boca en boca entre un grupo de mujeres de diversos estratos de la ciudad y no hubo necesidad de recurrir a la publicidad en periódicos. Ya tiene su propia página web y, en compañía, de varias amigas y amigos del oficio, ha formado un grupo para satisfacer todos los gustos. “Hay gente que quiere tríos o quiere con personas de su mismo sexo. La única regla de oro que tenemos, es que no aceptamos nada con menores de edad”, advierte. En ese sentido, el comandante de la Policía Metropolitana de Cartagena, coronel Carlos Ramiro Mena Bravo, afirmó que las autoridades han redoblado esfuerzos para controlar la prostitución en menores de edad, y gracias a esto se han conocido casos aberrantes como el del italiano Paolo Pravisiani, condenado a varios años de cárcel por la muerte del menor Yesid Torres, a quien el europeo le pagaba favores sexuales a cambio de dinero, pero que en el 2009 murió, al parecer, por una sobredosis. “En Colombia no es delito que una persona mayor de edad ejerza esta clase de oficios, pero sí tiene que haber un control para evitar casos que lamentar”, indicó el alto oficial.
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En la Secretaría de Salud del Distrito, por su parte, no se tiene cifras exactas sobre el número de hombres que ejercen este oficio, pues la mayoría lo hacen de manera clandestina.
¿Vida fácil? En sus largos 36 meses de estar en el “negocio”, a Julián le han ocurrido un par de chascos con sus clientes. El primero fue con una mujer bogotana, de 45 años de edad, que quedó tan entusiasmada que todos los fines de semana viajaba a Cartagena a disfrutar del placer con el atlético cartagenero. Sin embargo, esta situación le fue creando problemas, pues la mujer no dejaba que otras clientes se le acercaran y, según narró el joven, quería sexo las 24 horas del día. “Hubo un momento en que le dije ¡no más!, pues me estaba dañando la clientela y me estaba acabando físicamente”, explicó. El otro caso le ocurrió a un amigo que él recomendó a una pareja de esposos italianos que lo contrató para un trío. “Casi me mata porque el italiano, después de haber visto el encuentro sexual entre mi amigo y su esposa, quería hacerlo con él también. Eso fue una gran pelotera que los dejó a ambos en el CAI de Bocagrande durante toda la noche”. Aparte de los riesgos que implica el tener relaciones sexuales todas las semanas con personas distintas y sin que se le conozca a ciencia cierta su historial sexual (aunque el uso del preservativo es de absoluta obligatoriedad no deja de tener riesgos), las personas que se dedican a vivir de su cuerpo, ven transcurrir su vida con la “careta de alegría” que se tiene que poner como dice la canción. “Este oficio es duro. Mis familiares y amigos del barrio, que no saben a qué me dedico, se preguntan por debajito de dónde saco la plata para llevar la vida que llevo. Ninguna novia se aguanta que no la pueda atender los fines de semana y no la pueda llevar a discotecas ni a fiestas. En pocas palabras, vivimos en un mundo ficticio”, expresó. *Nombre cambiado. Confesiones de un “gigoló” cartagenero El Heraldo, 2007