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Dispepsia funcional. Entrevista Dr. Cecilio Santander
De no tratarse la dispepsia funcional se van sumando síntomas y el paciente empieza a evitar la comida, porque le precipitan las molestias, reduciendo la ingestión calórica y entra en desnutrición. Dr. Cecilio Santander
La dispepsia funcional (DF) es un “trastorno de la interacción intestino-cerebro que afecta a cerca del 7 % de las personas en el mundo” 1. En Ecuador, un estudio realizado en 2017 “en el Hospital José Carrasco Arteaga de la ciudad de Cuenca sobre la prevalencia y factores asociados a dispepsia en pacientes adultos de 40 a 50 años determinó que la dispepsia funcional alcanzó el 54,2 %” (2), una incidencia alta que involucra la necesidad de conocer más sobre la enfermedad. Revista Guía Farmacéutica conversó con Cecilio Santander Vaquero, médico gastroenterólogo, especialista en neurogastroenterología y motilidad digestiva; jefe de servicio en el Hospital Universitario de La Princesa en Madrid, España, quien en su visita a Ecuador, nos habló de la dispepsia funcional, su diagnóstico, tratamiento y afectación en la salud.
¿Qué es la dispepsia funcional?
La dispepsia funcional está englobada dentro de los trastornos funcionales del eje intestino-cerebro que es la alteración en la comunicación entre el tubo digestivo y el sistema nervioso central. Siendo uno de los más frecuentes ya que afecta al 7 % de la población general, lo que es una altísima prevalencia. Su origen es a nivel gastrorenal, causando síntomas múltiples en la mayoría de los pacientes, los más frecuentes son la sensación de dolor en el abdomen, hinchazón, ardor y saciedad precoz.
¿Cuáles son los criterios de diagnóstico de la dispepsia funcional?
Dispepsia es lo mismo que malas digestiones o molestias procedentes del estómago, la causa más frecuente es, precisamente, la dispepsia funcional; para llegar al diagnóstico, primero se debe realizar una anamnesis (Historia clínica) donde el paciente cuenta sus síntomas; además, el médico realiza una exploración física, descartando patologías estructurales u orgánicas, por medio de un análisis de sangre general y una gastroscopia (endoscopia digestiva), que es la introducción de un tubo por la boca para ver el estómago por dentro y descartar que no haya ningún otro tipo de lesión; con eso, se realiza un diagnóstico positivo, basándonos en los criterios Roma 4 de la dispepsia funcional. El diagnóstico de la dispepsia funcional es bastante tardío. En general, las mujeres más que los hombres son quienes acuden al médico por ayuda. Existe un sesgo de selección y de solicitud de atención médica, por ello, los pacientes van creando conductas adaptativas, compensatorias con sus comidas, antes de acudir al médico, por lo tanto, se presenta un retraso en el diagnóstico en la mayoría de los casos, lo que dificulta mejorar su calidad de vida y es importante considerar que las más afectadas son profesionales jóvenes, mujeres; es decir, personas que requieren todo tipo de atención para ejercer su trabajo y están limitadas por esta sintomatología que obstaculiza, tanto la actividad profesional como también el ocio, porque es algo que resta la calidad de vida de forma intensa.
¿Qué incidencia presenta la dispepsia funcional y que correlación tiene con otras enfermedades?
La incidencia se presenta en personas menores de 40 años, con más frecuencia en mujeres que hombres; esta afectación en edades jóvenes se da por los umbrales de sensibilidad a ese nivel en el tubo digestivo, el grado de hipervigilancia que muchos de estos pacientes tienen y, el estilo de vida que está afectando de forma intensa, por la ansiedad y la depresión, que no son la causa, pero sí son factores precipitantes de los síntomas que tienen este grupo de pacientes. No existe una correlación con otras enfermedades, pero existen factores que inciden, sobre todo en edades jóvenes. La dispepsia en general, no tanto la funcional, se asocia al consumo de fármacos, no solo los antiinflamatorios, también los opioides y aquellos que dificultan el vaciamiento del estómago.
¿Cuál es el cuadro más grave que se puede presentar al no ser tratada?
El cuadro más grave al no tratar la dispepsia funcional es que se van sumando síntomas, el paciente empieza a evitar la comida, porque es uno de los factores que precipitan las molestias, con ello va reduciendo la ingestión calórica y entra en desnutrición, pérdida de peso y cansancio.
¿Cómo se determina el tipo de tratamiento a emplear?
Existen dos subtipos de dispepsia funcional, el primero el síndrome de dolor epigástrico (SDE), donde predomina el dolor y el ardor y el otro subtipo, síndrome de distrés posprandial (SDP) y saciedad precoz. Cuando predomina el síndrome de distrés posprandial se emplea de inicio, por lo menos en Europa, el uso de procinéticos; en el caso de que prevalezca más el dolor y el ardor epigástrico, se inicia el tratamiento con antisecretores, como omeprazol.
¿Qué nos puede decir del tratamiento de dispepsia funcional con itoprida?
La itoprida es un procinético con eficacia demostrada que reduce el dolor, la saciedad, la plenitud y mejora los mecanismos propulsores a nivel gastrointestinal; por lo tanto, mejora la calidad de vida de los pacientes con dispepsia funcional y de esta manera, se reduce la intensidad de los síntomas o la frecuencia con la que reaparecen, al ser una enfermedad crónica. El tratamiento con itoprida es eficaz y seguro, lo que marca la diferencia ante otros procinéticos que también están comercializados; además, los efectos secundarios son mínimos porque apenas atraviesa la barrera hematoencefálica, casi no llega al sistema nervioso central y, al tener un doble mecanismo de acción actúa antagonizando los receptores D2 de la dopamina y los receptores que inhiben la acetilcolinesterasa (AChE); por lo tanto, mejora la propulsión a nivel gastrointestinal.
La incidencia se presenta en personas menores de 40 años, con más frecuencia en mujeres que hombres
¿Existe una buena adherencia de los pacientes al tratamiento con itoprida?
La mejor adherencia es la eficacia del tratamiento, porque cuando el paciente empieza a tomar el fármaco, el efecto es muy rápido a diferencia de otros medicamentos, por lo que, el paciente al poco tiempo de iniciar el tratamiento observa cómo mejoran sus síntomas y así se cumple con los ciclos recomendados de entre 4 y 8 semanas. Además, se debe acordar con el paciente una revisión a las cuatro semanas y una posterior a las ocho semanas para modular la dosis o cambiar el tratamiento. Es importante resaltar que este fármaco no se recomienda a niños menores de 16 años y habría que valorar el riesgo-beneficio en las embarazadas.
¿Itoprida tiene alguna interacción con otros fármacos?
Muy poca. Si acaso con los medicamentos utilizados en la enfermedad de Parkinson, este sería el único grupo de pacientes con el cual se tendría que tener un poco más de vigilancia, pero con el resto no hay ningún tipo de contraindicación.
¿Qué estilo de vida se recomienda a los pacientes con dispepsia funcional?
Las pautas higiénico-dietéticas que se recomienda a los pacientes con dispepsia funcional están vigentes en todo tipo de tratamientos, las mismas consisten en la realización de pequeñas comidas repartidas a lo largo del día, no comidas en gran cantidad; evitar la ingesta de demasiada agua durante las comidas porque estamos hablando de sensación de hinchazón, de plenitud y por lo tanto, la sed hay que quitarla fuera de las comidas; durante la comida solo acompañarla con la cantidad suficiente de líquido para saborear y disfrutar el alimento y evitar aquellas comidas grasas porque estas dificultan el vaciamiento del estómago. Por último, aunque la evidencia científica es baja, el ejercicio aeróbico moderado favorece el vaciamiento gástrico, por lo cual, es un buen hábito para el grupo de pacientes con dispepsia funcional.
¿Qué podría decir a los médicos sobre la eficacia de itoprida?
La itoprida es un medicamento que está avalado por una amplia experiencia a nivel internacional; en las guías de práctica clínica sobre todo europeas, se emplea de primera elección por ser un fármaco eficaz y seguro. Los animo a que prescriban este fármaco a pacientes con diagnóstico de dispepsia funcional para que verifiquen su seguridad y alta eficacia que mejora la calidad de vida de más del 80 % de los pacientes, por lo tanto, el no tratar a estos pacientes es privarles de una medida eficaz.
Bibliografía:
1 Black, C. J., Paine, P. A., Agrawal, A., Aziz, I., Eugenicos, M. P., Houghton, L. A., Hungin, P., Overshott, R., Vasant, D. H., Rudd, S., Winning, R. C., Corsetti, M., & Ford, A. C. (2022). British Society of Gastroenterology guidelines on the management of functional dyspepsia. https://doi.org/10.1136/gutjnl-2022-327737
2 Ríos, J. P.(2017). Prevalencia y factores asociados a dispepsia en pacientes adultos de 40 a 50 años con requerimiento de endoscopía digestiva alta en el IESS Cuenca – Ecuador. https://n9.cl/uk1re