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El abuso sexual infantil, un problema que deja secuelas graves

Mantener la confianza con los hijos es importante para ir construyendo una conexión segura, para que, en el momento que suceda este tipo de abusos, el menor de edad logre comunicarlo, se sienta protegido y seguro. Jhoana Benavides

El abuso sexual infantil es una de las peores formas de violencia y se constituye en un problema creciente, en la mayoría de los casos no se detectan, ni son denunciados. A diferencia del maltrato físico, donde se puede evidenciar al ver las lesiones y la falta de cuidados parentales; en la detección de un menor de edad que fue o está siendo víctima de abuso sexual depende de escucharlo y que pueda contar qué sucedió.

“Cualquier niño, niña y adolescente puede ser víctima de abuso sexual, no importa la edad, género, etnia y nivel sociocultural. En el abuso sexual infantil los menores de edad siempre son víctimas frente al agresor. Muchas veces ocurre que son sorprendidos, confundidos y engañados, ya que los abusos sexuales se dan en forma progresiva en el contexto de una relación de afecto cimentada previamente. El agresor sexual suele emplear atenciones especiales, demostraciones de afecto, juegos y regalos para lograr la confianza”.

¿Qué se entiende por abuso sexual infantil?

Jhoana Benavides, psicóloga, explica que el abuso infantil “es un atentado que ocurre en contra de la voluntad de un niño o niña, lo cual perjudica su integridad física y psicológica. Es un acto en el cual se invade el espacio de un menor de edad para utilizarlo como un objeto sexual. En la mayor parte de casos, las personas que han sufrido abusos sexuales viven una experiencia traumática, que puede ocasionar diversos problemas en el desarrollo socioemocional, así como respuestas sexuales negativas en la adultez, sensación de culpa, autoestima baja, falta de confianza, etc. Todas las personas que sufren de abusos deben ser tratados por un especialista como el psicólogo, terapeuta o psiquiatra, para evitar sufrir secuelas de abusos a medida que van creciendo”.

Signos que puede presentar un niño o niña que está sufriendo abuso sexual

Se debe poner especial cuidado a los siguientes signos, expone Jhoana Benavides:

• Prestar atención si, el niño no quiere ir a la escuela porque puede ser el lugar donde está sufriendo estos abusos y no quiere acercarse a la persona que lo hace.

• No juega con la misma emoción que lo hacía antes.

• Le da miedo relacionarse con nuevas personas.

• Se aparta de los amigos y se vuelve más callado que de costumbre.

• Imita juegos sexuales o usa lenguaje inapropiado para su edad.

• Suele no bañarse o lo hace en exceso.

• No duerme lo necesario, ya que siempre está alerta o nervioso.

Existen un sinnúmero de alertas, por eso “es importante mantener la confianza con los hijos e ir construyendo una conexión segura, para que, en el momento que suceda este tipo de abusos, el menor de edad logre comunicarlo, se sienta protegido y seguro”. Cabe destacar que, “según investigaciones realizadas, la mayoría de las agresiones sexuales se producen por parte de hombres y son, personas que conviven o son allegadas al niño, ya que tienen una relación previa de confianza con su futura víctima”.

Recuerde:

El abuso sexual a menores de edad puede producirse en cualquier ámbito, ya sea dentro de la familia, padre, madre, hermana o hermano. Fuera de casa con algún familiar cercano, tío, abuelo, cuñados, padrastro o madrastra, primos, primas. Dentro de cualquier institución educativa o por algún amigo cercano o vecino.

Conversar sobre sexo y sexualidad

No existe una edad específica donde se pueda establecer como regla y hablar sobre el tema; sin embargo, “se recomienda hablar de sexualidad básica, a los 3 o 4 años de edad donde, por lo general, los niños y niñas ya conocen su cuerpo y empiezan a relacionarse con otras personas de su misma edad y, la curiosidad de saber si tendrá, por ejemplo, el mismo genital o, por qué las niñas tienen aretes en sus orejas o cabello largo, etc., en ese momento es ideal empezar a hablar sexo y sexualidad e ir educando, enseñándoles cuáles son sus partes íntimas y que nadie tiene el derecho de tocarlos, que no deben hablar con extraños, entre otras pautas.

Al conversar con los hijos se deben usar palabras reales, pene o vagina, sin tabús, sin vergüenza o recelo y brindarles la seguridad que necesitan para que, si sucediera un acto de abuso sexual, lo converse a sus padres. La participación de las instituciones educativas es indispensable, deben tener un protocolo de enseñanza para cada edad, esto posibilita que, mientras van creciendo y tienen otras dudas, sea un profesor capacitado quien pueda enseñarles a protegerse y a poner un alto cuando sea necesario”, explica Jhoana Benavides.

El abuso sexual infantil es un atentado en contra de la voluntad de un niño, niña y adolescente, lo cual perjudica su integridad física y psicológica

Como padres, se puede:

• Brindar educación desde casa, el trato dentro del hogar debe ser muy comunicativo y seguro.

• Enseñar a los hijos las partes de su cuerpo y que estas no deben ser tocadas por otras personas.

• Indicar cuáles son los límites que existen entre un adulto y un niño.

• Conversar con los niños y mencionarles que no existen secretos buenos, ni malos y, además hablar sobre los chantajes que podrían suceder en esos casos.

¿Cómo ayudar a un niño o niña que ha sufrido abuso sexual?

Jhoana Benavides expresa que, en un caso de abuso sexual:

• Abrazarlo y decirle que no es su culpa, expresarle que está bien contar algo que no debía sucederle a él, ni a nadie y darle la tranquilidad que necesita en el momento que decide contarlo.

• Sustancial, creerle completamente a su hijo o hija y no dudar de lo que cuenta ni un solo segundo.

• Denunciar lo sucedido a las autoridades.

• Proteger al niño manteniéndolo lejos del abusador.

• Buscar ayuda profesional para que pueda apoyar a lidiar con lo sucedido, tanto al menor de edad, como a los padres.

Importante:

Son muy poderosas las repercusiones de un abuso sexual infantil en la etapa adulta, porque pueden volverse abusadores o a su vez, desencadenar ciertos problemas psicológicos como la depresión, ansiedad, problemas en relacionarse con más personas, falta de confianza, autoestima baja, revictimización, trastornos alimenticios, etc. Por ello es sustancial, buscar ayuda profesional.

Bibliografía:

• Benavides, J. (2022). Entrevista sobre abuso sexual infantil. Edifarm.

• UNICEF(2016). Abuso sexual contra niños, niñas y adolescentes: Una guía para tomar acciones y proteger sus derechos. Recuperado de https://uni.cf/3T4XdoH

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