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Botica Santo Domingo, 75 años de confianza y beneplácito ciudadano
La botica es mi vida basada en el compromiso y respeto a la comunidad de Santo Domingo. Jorge Chérrez
La historia de la Botica Santo Domingo es de constancia, confianza y servicio para la comunidad desde 1948. Fundada por Ana Muirragui y Ramón Chérrez, dos jóvenes visionarios que crearon uno de los primeros comercios de la región de la actual provincia de Santo Domingo de los Tsáchilas. Con un brote de nostalgia, Jorge Chérrez Muirragui, el cuarto hijo de Ana y Ramón, quien se ha mantenido al frente de la botica, recuerda que: “Fue la única botica durante 15 años, en la época donde la provincia era solo un poblado pequeño, con pocas casas alrededor de la plazoleta, y desde ese inicio la botica de Santo Domingo recibió la confianza y el beneplácito de toda la ciudadanía, que a lo largo de cinco generaciones seguimos manteniendo la preferencia a pesar de la nutrida concurrencia de farmacias que hoy existen en la ciudad”.
Iniciando el camino de confianza y servicio
El inicio de esta fascinante historia comienza cuando el doctor Carlos Muirragui Donoso, abuelo materno de Jorge Chérrez, quien conocía y vislumbraba el desarrollo que iba a tener Santo Domingo, les dio la idea a Ana Muirragui y Ramón Chérrez de brindar el servicio de farmacia en este lugar, al principio fue duro, ciertamente, pues dejar Quito y trasladarse con la familia a Santo Domingo, un lugar donde se carecía de agua potable, luz eléctrica y la conexión de carreteras era mínima, se requería de trasbordo para llegar a Quito con un tiempo estimado de cinco a seis horas. Todo ese esfuerzo y entrega la comunidad lo ha valorado hasta la actualidad. Desde 1974, Jorge Chérrez es el responsable de la Botica Santo Domingo, a partir de aquella época, este local se encontraba desde medicinas preparadas por el mismo propietario (Ramón Chérrez, químico farmacéutico) y las mejores marcas farmacéuticas. En la actualidad, este sistema se mantiene y cuentan con tres sucursales para atender a toda la población de Santo Domingo, siempre con productos de calidad y a un precio asequible.
Importancia de la Botica Santo Domingo para la localidad
Santo Domingo en 1948 contaba con alrededor de 500 familias, la mayor parte de la población de esta zona estaban en el área rural. Uno de los hitos que marcó la historia de la botica fue cuando en 1953, Santo Domingo de los Tsáchilas sufrió la pandemia por fiebre amarilla, donde murieron muchas personas y el rol de Ana Muirragui y Ramón Chérrez fue sustancial con su farmacia, ya que se convirtió en el centro de las Brigadas del Servicio Panamericano de Vacunación, porque mantenía la cadena de frío de las vacunas por la refrigeradora que tenían, que era la única en la provincia y desde ahí se expedían las vacunas. En este proceso de vacunación, Santo Domingo estuvo en cuarentena y a la botica se le encargó la entrega de las medicinas enviadas por el Ministerio de Salud del Ecuador a las familias enfermas, esa fue una colaboración importante para la comunidad y motivo de apego de la población por la gestión que realizaron.
En la actualidad, con el paso del tiempo, la tecnología y el crecimiento vertiginoso de la ciudad, la botica ha implementado cambios para mejorar la modalidad del expendio de medicamentos, renovando el sistema de facturación para que sea más ágil con la utilización de programas de computación, y todo esto ha ayudado a mantenerse vigentes y atender a un mayor número de clientes. La voraz competencia los obliga a estar a tiempo completo y con todo el personal capacitado y actualizado siempre.
Vigencia y profesionalismo de excelencia
La botica Santo Domingo es la única que ha permanecido en el tiempo generación tras generación, caracterizada por la dedicación en cada proceso para cada cliente. Comenta Jorge Chérrez que: “Siempre están atentos para estar bien abastecidos, buscando los mejores precios, con un servicio moderno para atender a los clientes sea por llamada, redes sociales, mensajes y entrega a domicilio; es decir, siempre estamos a la orden”. Cabe destacar que desde hace 75 años, en la Botica Santo Domingo se conservan las fórmulas magistrales, aunque no es el laboratorio de Ramón Chérrez (fundador de la botica), quien preparaba lociones, cápsulas, bebidas o ungüentos, se mantienen las primordiales enfocadas principalmente a dermatitis debido al clima de la zona que es húmedo cálido; así, se preparan fórmulas magistrales para escaras, manchas de la piel causadas por hongos, productos anti edad y bloqueador solar.
En la Botica Santo Domingo siempre estamos atentos para estar bien abastecidos, buscando los mejores precios
La historia continúa
Jorge Chérrez está preparando el escenario para la permanencia de la Botica Santo Domingo, comenta que tiene una generación que continuará son su labor, donde por un lado, su hijo mayor, ingeniero biotecnólogo con el cual está construyendo un laboratorio, buscarán descubrir fórmulas y crear nuevas, quien junto a su segundo hijo, de formación financiera, mantendrán vigente el legado de su padre. “Para la comunidad mi más profundo agradecimiento, y la reafirmación de nuestro compromiso con la ciudadanía, con el afecto y el cariño que guardamos a nuestros padres, que fueron los fundadores, quienes nos enseñaron la ética, la cordialidad y el respeto al cliente, de quien nunca se debe abusar o aprovecharse”, sostiene Jorge Chérrez.
Bibliografía:
Chérrez, J. (2023). Fundación Botica Santo Domingo. Entrevista Edifarm. Guía Farmacéutica #197.