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Por qué proteger la diversidad geológica I: conceptos básicos
DEL AULA
Por qué proteger la diversidad
geológica I: CONCEPTOS BÁSICOS
Rosalía Guerrero Arenas Víctor Manuel Bravo Cuevas
Foto: Rosalía Guerrero Arenas.
Extremidad de camello fósil.
Hoy en día, la urgencia por conservar la biodiversidad ha obligado
a replantear las estrategias que permiten la recuperación de la diversidad biológica en un plazo corto. Gracias a diversos estudios, se ha observado la inherente relación entre los factores abióticos y los organismos, ya que sin los primeros es imposible la conservación de la biodiversidad. En este texto abordaremos uno de los enfoques que favorece la geoconservación, defi nida como la conservación de los materiales y rasgos geológicos de nuestro planeta, lo que incluye rocas, minerales, suelos y fósiles, entre otros.
El objetivo de este texto es presentar un panorama integral sobre la geoconservación, los conceptos básicos para abordar el tema, un análisis del papel que desempeña la educación en esta estrategia y una propuesta para abordarlo en clase.
Conceptos básicos
A partir de la Declaración de Girona (Comunidad Autónoma de Cataluña, España) en 1997, se estableció la importancia del “patrimonio geológico” para fines de conservación, considerándose en esta expresión a los aspectos relacionados con la composición, la estructura y las propiedades físicas de la Tierra. Pero la necesidad reciente de generar propuestas de acción que concilien el desarrollo sostenible de los recursos naturales no renovables y renovables llevó a proponer un vocablo aún más integrador, que permitiera contemplar todos los componentes abióticos del planeta; así surge el concepto de geodiversidad y, en consecuencia, el de geoconservación, para referirse a su preservación e importancia.
El término geodiversidad se acuñó a fi nales de la década de 1990. A partir de su propuesta, ha tenido numerosas acepciones, las cuales tratan de precisar en la medida posible su naturaleza ontológica. Independientemente de esta situación, se puede considerar que se concentra en la naturaleza abiótica del planeta, la cual incluye todos sus constituyentes, procesos y formas resultantes. Los materiales implicados y fenómenos asociados a su desarrollo producen una am-
Foto: Rosalía Guerrero Arenas.
Pez fósil proveniente de la Cantera Tlayúa, Puebla.
plia heterogeneidad en la superfi cie terrestre, que confi gura los posibles entornos en los cuales se desarrolla la vida en el planeta. Con base en esto, se observa que tres componentes destacan en la defi nición planteada; éstos se describen a continuación de manera generalizada. 1. Constituyentes terrestres. Se refi ere a los materiales que forman la superfi cie cortical, los cuales incluyen minerales, rocas, fósiles y suelos.
2. Procesos terrestres. Incluye todas las manifestaciones endógenas (tectónica de placas, vulcanismo, sismicidad) y exógenas (intemperismo, erosión, clima) inherentes a la dinámica planetaria y que confi guran la superfi cie terrestre; asimismo, se considera el efecto que tienen las actividades humanas a este nivel.
3. Formas del relieve. En este nivel se incluye la geomorfología como herramienta, que nos permite explicar la accidentada naturaleza de la superfi cie terrestre, la cual está en función de la dinámica cortical y los constituyentes materiales de la misma; asimismo, se nutre de conocimientos sobre climatología, hidrografía, pedología (estudio de los suelos) y sedimentología.
La geodiversidad tiene entonces un enfoque multidisclipinario y, por lo tanto, su estudio requiere la intervención de profesionales especializados en diversas áreas del conocimiento, como geólogos, geofísicos, ingenieros petroleros, mineros y paleontólogos. Asimismo, la caracterización de la misma puede abordarse a diferentes niveles o escalas: local, regional, nacional o involucrar grandes regiones naturales del planeta. El reconocimiento de la geodiversidad existente en un área determinada desempeña un papel importante en todos aquellos aspectos relacionados con el patrimonio abiótico, así como en el impacto antrópico variado sobre los recursos naturales no renovables, lo que a su vez in-
Foto: Rosalía Guerrero Arenas.

Suelo en la mixteca alta oaxaqueña.
Foto: Rosalía Guerrero Arenas.

Caverna en San Antonio Texcala, cerca de Tehuacán, Puebla.
Foto: Rosalía Guerrero Arenas.
Estrati cación paralela en rocas en carretera.

cide en el desarrollo económico y el legado histórico y cultural de una comunidad.
¿Por qué es importante la geodiversidad?
El estudio de la geodiversidad tiene importancia prácticamente en cualquier aspecto del desarrollo humano, pues repercute en cuestiones científi cas, culturales, sociales, económicas y aun estéticas.
Los materiales que forman la corteza terrestre son fuente de abastecimiento de combustibles y agua. De igual forma, los yacimientos de minerales y rocas proveen de materia prima para fi nes diversos de alto valor económico (por ejemplo, construcción, joyería, conductores de energía, entre otros). Aunado a esto, conocer la naturaleza geológica de un sitio en particular permite establecer de manera objetiva planes para el diseño y la localización de complejos habitacionales, vías de acceso y rutas de transporte tanto terrestre como aéreo. Cabe resaltar que la explotación inadecuada de tales recursos puede promover un desgaste que eventualmente conlleve a su desaparición.
Las diversas construcciones rocosas que confi guran la superfi cie terrestre otorgan una impresionante y compleja variedad de paisajes con un valor estético único. Las grandes cordilleras montañosas y extensos valles, por mencionar sólo algunos de los rasgos geomorfológicos más conspicuos, resultan de la interferencia de fenómenos a gran escala –como la deriva continental y tectónica de placas–, así como de procesos asociados a la actividad volcánica y sísmica. El efecto en conjunto de estas manifestaciones inherentes a la dinámica de la Tierra tiene un papel preponderante en la confi guración de hábitats, los cuales otorgan las condiciones apropiadas para el desarrollo y establecimiento de la biodiversidad.
El trabajo en proyectos de investigación que conduzcan a caracterizar la superfi cie terrestre,
Foto: Rosalía Guerrero Arenas.

Maxila de caballo fósil proveniente de la Mixteca alta oaxaqueña.
así como los procesos inherentes a su formación y modifi cación con el paso del tiempo, permiten reconocer y entender la dinámica de los rasgos abióticos representativos de un área determinada. Con ello, se establecen estrategias de protección de sitios por la diversidad biológica que albergan, así como de los intereses relacionados con lugares arqueológicos y del potencial de explotación sustentable de recursos no renovables que tengan un benefi cio directo para el hombre.
La geoconservación a nivel mundial y nacional
Para que un recurso pueda conservarse, es necesario conocer su distribución y ubicación. Existen países con una tradición en cuanto a la investigación de su patrimonio geológico, como España, Portugal, Reino Unido y Australia. En algunos de ellos, como Inglaterra, el origen de la geoconservación se remite a fi nales del siglo XIX, cuando se propone por razones estéticas la protección de sitios con fósiles o rasgos geológicos únicos. A partir del siglo XX se crean diversos órganos y comisiones encargadas de la geoconservación de diversos sitios a lo largo de Europa y algunos países asiáticos.
En 1999, la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) creó la red de geoparques, territorios con uno o más sitios de gran importancia científi ca, no sólo por razones de tipo geológico, sino también arqueológico, ecológico y cultural. Estos geoparques se encuentran en 19 países, principalmente de Europa y Asia. Con ello, la geoconservación recibe una mayor atención, ya que han permitido que gran parte de la sociedad pueda conocer sobre la diversidad geológica y la importancia de su conservación.
Lamentablemente, en nuestro país el panorama no podría ser más distinto. En México, el conocimiento de la geodiversidad es poco, debido a que hay grandes áreas que todavía perma-
Foto: Rosalía Guerrero Arenas.

Dedo de caballo.
Foto: Rosalía Guerrero Arenas.

Quela de cangrejo fósil.
Foto: Rosalía Guerrero Arenas.

Terrazas marinas.
necen sin explorar. A pesar de que el estudio de la geología y la paleontología en nuestro país se remite al siglo XVIII, gran parte de esa información se concentra en aspectos relacionados con la explotación de hidrocarburos. Por ello, los depósitos geológicos marinos asociados a yacimientos son más estudiados que los sitios con localidades fósiles continentales o dulceacuícolas, por ejemplo. Todavía es lejano el momento en que tengamos una lista de la geodiversidad mexicana.
Aunado al desconocimiento de nuestros recursos geológicos, en nuestro país no existe un marco legislativo que proteja la geodiversidad. El único documento que protege de manera parcial estos recursos, específi camente los fósiles mexicanos, es la Ley Federal Sobre Monumentos y Zonas Arqueológicos, Artísticos e Históricos, emitido en 1986. En él se menciona que:
…las disposiciones sobre monumentos y zonas arqueológicos serán aplicables a los vestigios o restos fósiles de seres orgánicos que habitaron el territorio nacional en épocas pretéritas y cuya investigación, conservación, restauración, recuperación o utilización revistan interés paleontológico, circunstancia que deberá consignarse en la respectiva declaratoria que expedirá el Presidente de la República.
Aunque existen iniciativas por parte del Instituto Nacional de Antropología e Historia para recopilar listas con aquellos sitios geológicamente importantes, no han logrado fructifi car por completo. Hoy en día, el saqueo de fósiles, la destrucción de sitios geológicamente distintivos y la degradación de los recursos geológicos son problemáticas no atendidas a lo largo de nuestro territorio.
El papel de la educación en la geoconservación
Como sabemos, toda actividad ligada al cuidado y la protección a largo plazo de la naturaleza
tiene que partir del entendimiento y la valoración de aquello que se planee proteger. El papel que la educación desempeña en la sensibilización del público es básico, como lo han demostrado diversos estudios generados en otros países, por ejemplo, España, Australia y Portugal.
En México, los planes de estudio actuales limitan la información que pueda proporcionarse a los estudiantes. Para sensibilizarlos en torno a la importancia de la geoconservación, es necesario que, desde nivel básico, se les brinden conceptos relacionados con la geología y los procesos que sufre la Tierra a lo largo del tiempo geológico, así como el origen y la importancia de rocas, suelo, fósiles y minerales.
Por desgracia, los contenidos actuales de los planes de estudio sólo revisan someramente algunos conceptos, sin profundizar en su importancia. Ejemplo de esto se aprecia en el programa de primer año, en el cual sólo se pide al estudiante identifi car los elementos del entorno de los niños, entre ellos, el suelo. Otro ejemplo más es el programa de sexto grado, en el que los fósiles se estudian dentro del tema “Cambios en los seres vivos y los procesos de extinción”. En ninguno de estos casos se realiza un análisis a fondo de la geodiversidad, ni las implicaciones de su presencia o pérdida.
Otra razón más que perjudica la pérdida de la geodiversidad, como lo comentamos, es que en México existen muchas zonas geológicas inexploradas. No es casualidad que muchas de ellas se encuentran en los estados con mayor atraso educativo, como Guerrero, Oaxaca y Chiapas. Debido a que la gente no conoce su importancia, los sitios se pierden.
La información que se desprenda del estudio y la caracterización de la geodiversidad adquiere un valor de mayor trascendencia en el momento que se revele a la sociedad el efecto negativo que puede tener el impacto antrópico en los componentes que la conforman. Es por esto que se propone la revisión de los contenidos de los planes de estudio, así como estrategias paralelas como cursos, talleres y medios de divulgación, que infl uyan en todos los niveles educativos y público en general.
Con el fi n de introducir a los estudiantes de nivel básico en este tema, proponemos la actividad “Nuestra vida sin geodiversidad” como una alternativa complementaria a los contenidos de Ciencias Naturales.
El objetivo de esta actividad es que los estudiantes conozcan los elementos que componen la geodiversidad. A partir de ello, se les invita a refl exionar sobre su importancia y las consecuencias de su pérdida. Sugerimos que se lleve a cabo con alumnos de cuarto a sexto grado, pero también es posible adaptarla a estudiantes de secundaria, invitándolos a que ellos investiguen por su cuenta, con el fi n de complementar la información del profesor.

Foto: Rosalía Guerrero Arenas.
Colmillo de mamut.
Actividad
Nuestra vida sin geodiversidad
(Tiempo aproximado: 90 minutos máximo).
1. Es necesario que en todo momento el profesor funja como guía e integrador del conocimiento. Por ello, invitamos a los profesores a que además de este texto, lean algunos más que pueden ser complementarios (ver apéndice 1).
2. El maestro expondrá ante los estudiantes los conceptos básicos relacionados con la geodiversidad y la geoconservación. En esta sesión es importante que se enfaticen los componentes de la geodiversidad.
3. Después de la exposición por parte del docente, se organizará a los alumnos en grupos de cuatro. A cada grupo se le asignará un componente de la geodiversidad (minerales, rocas, fósiles y suelos). En caso de tener más alumnos, dos o tres equipos pueden trabajar con el mismo tema.
4. Los alumnos de cada equipo refl exionarán y discutirán qué pasaría si se perdiera el elemento asignado (veinte minutos). Uno fungirá como secretario, para recopilar los aspectos que sus compañeros aporten.
5. Al cabo del tiempo, el profesor dirigirá la discusión de cada uno de los equipos.
Para complementar las respuestas de los alumnos, el maestro puede tomar como guía las consecuencias de la pérdida de la geodiversidad que se encuentran en el apéndice 2.
6. Una vez que los estudiantes hayan expuesto sus opiniones, el maestro concluirá retomando la información que aportaron los estudiantes.

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Alumnos durante la exposición del docente.
7. En caso de que el profesor tenga la posibilidad, puede llevar a los estudiantes a algún espacio no urbanizado al aire libre para observar lo que se trató en clase. En el caso de las ciudades, es posible llevar a los estudiantes a algún parque o área verde que posea rasgos geológicos expuestos.
A manera de refl exión Las estrategias encaminadas al entendimiento y la comprensión de la naturaleza se gestan desde los niveles básicos. Concientizar a nuestros estudiantes para que valoren todos los elementos del entorno es fundamental para la conservación de nuestro planeta. La geoconservación es una estrategia que sólo dará resultados si todos los niveles de la sociedad nos involucramos, comenzando desde temprana edad.
APÉNDICE 1
Las siguientes referencias son sólo algunas que pueden encontrarse en la red y revistas de divulgación. Aquí incluimos varias que se distinguen por su accesibilidad en cuanto al lenguaje.
• Página ofi cial de geoconservation, creada por la Comisión de Geoconservación de UK. Disponible en www.geoconservation.com. Aunque está en inglés, el portal cuenta con información valiosa referente a la geoconservación en este país, uno de los más avanzados en esta labor. • Guerrero-Arenas, R. y E. Jiménez-Hidalgo, “Nuestro patrimonio geológico” en ¿Cómo Ves?, núm.116, pp. 30-33, 2008. • Molina-Garza, R., “Fósiles”, disponible en www.geociencias.unam.mx/~rmolina/ fosiles/fosiles.htm. Introducción a los conceptos básicos referentes a este recurso. • Negrão-Cavalcanti, R., “Recursos minerales, minería y desarrollo sustentable”, disponible en www.unesco.org.uy/geo/campinaspdf/15recursos.pdf. Revisión de la historia de la minería y medidas para conservar los recursos minerales. • Serrano-Cañadas, E. y P. Ruiz Flaño, “Geodiversidad: concepto, evaluación y aplicación territorial. El caso de Tiermes Caracena (Soria)”, 2007, disponible en age. ieg.csic.es/boletin/45/04-geodiversidad.pdf. Contiene la historia de la geoconservación a nivel mundial y en España, además de la experiencia de geoconservar en un sitio particular.
APÉNDICE 2
Como complemento de la información de la actividad, aquí consideramos algunas de las consecuencias de la pérdida de la geodiversidad. El maestro puede utilizarlas como guía en la discusión propuesta en la actividad.
FÓSILES
• No habría evidencia sobre la historia de la vida en la Tierra, por lo tanto, no conoceríamos lo que ocurrió en las distintas eras geológicas. • Sin ellos no habría evidencia sobre la evolución de las especies, ya que constituyen la prueba más fehaciente de la existencia de este proceso. • Debido a que los fósiles permiten el entendimiento de la evolución del clima y en el nivel del mar, así como la predicción de estos cambios en el futuro, careceríamos de esta información. • Los restos de organismos del pasado permitieron la generación de hidrocarburos, como el petróleo y el gas. Sin ellos no habría hidrocarburos. • Careceríamos de ellos como objeto de ornato.
ROCAS
• No habría material de construcción de edifi cios y casas, como calizas o mármol. • No habría material para que se originen los suelos. • No habría sustrato en algunos sitios para el asentamiento de diversos organismos. • No habrían depósitos de almacenamiento para diversos minerales ni hidrocarburos.
SUELOS
• No habría un sustrato para el asentamiento de plantas, animales, hongos y diversos microorganismos, por lo que no existirían las comunidades terrestres. • Existirían diversos problemas relacionados con la deforestación y la desertifi cación. • El ciclo del agua no podría realizarse, ni los ciclos de otros elementos como carbono, fósforo y nitrógeno.
MINERALES
• No habría materia prima para varios productos de uso cotidiano, como la cal, la sal, el talco, el acero, el asbesto, etcétera. • No habría piedras preciosas o semipreciosas. En el caso de la inexistencia de algunos, como el oro y la plata, el sistema económico de los países se basaría en otros materiales. • La actividad agrícola no generaría sufi cientes productos, debido a que la mayoría de los fertilizantes y abonos derivan de minerales fosfatados. • No habría materia prima para fabricar diversas piezas y herramientas de tecnologías actuales.