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La importancia de la vacunación

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La importancia

DE LA VACUNACIÓN

José Manuel Posada de la Concha*

La vacunación es uno de los procesos médico-sanitarios que más han contribuido a mejorar la vida de la población del mundo. Sus beneShutterstock ficios se comparan con la higiene por el lavado de manos y alimentos, con la pasteurización o el descubrimiento y diseño de antibióticos. En el siguiente artículo platicaremos la historia de las vacunas y la razón por la que son eficientes. No dejaremos de lado el momento histórico que estamos viviendo en la actualidad con la enfermedad conocida como Covid-19, problema que se resolvería si se tuviera una vacuna. Finalmente, propondremos una actividad para informar a la población del entorno social de los alumnos sobre la importancia y necesidad de las vacunas.

extrañamente, a pesar de la comprobada eficiencia de la vacunación, han surgido grupos de personas que niegan sus beneficios, aunque, en la mayoría de los casos, ellas mismas fueron vacunadas y gozan de buena salud por tal motivo. El problema con estas personas se centra en que excluyen a sus hijos de este derecho fundamental, con lo cual ponen en serio riesgo su salud, pues enfermedades que ya se encontraban erradicadas, como el sarampión, han resurgido en el país y en el mundo, con brotes recientes donde se cuentan centenas de casos.

La ciencia como conocimiento no intuitivo

Al estudiar cualquier proceso histórico de temas científicos dentro del salón de clases, debemos tener presente que, en la mayoría de los casos, la ciencia es un conjunto de conocimientos poco o nada intuitivos, a pesar de que se pregone lo contrario. En realidad, acercarse al conocimiento científico suele causar sorpresa, por lo extraño e inesperado, elemento que debemos utilizar

* Físico por la UNAM y maestro en Ciencias con énfasis en Educación por el IPN. Profesor de la Universidad Veracruzana. También es comunicador de la ciencia y trabaja en diversos medios de información. Su página de Facebook, donde escribe sobre ciencia, es <www.facebook.com/josemanuel.posada.5>.

a favor para incrementar el interés y la curiosidad de los estudiantes. Pero hay que tener cuidado porque, en algunos casos, esta sorpresa se refleja como rechazo a la ciencia, ante lo cual, la guía docente es fundamental.

Fuera de los salones de clase es más común que se presente el desapego al conocimiento científico, porque no hay ninguna estructura escolar que sirva como guía. Analicemos algunos ejemplos:

1. No es intuitivo que nuestro planeta sea esférico, porque no es algo que se aprecie o se deduzca lógicamente, sino que se requiere que otras personas expliquen y muestren evidencias. 2. Tenemos ancestros comunes con nuestras mascotas. Es más, tenemos ancestros comunes con todos los seres vivos del planeta. Lo anterior es una consecuencia de la teoría de la evolución. Los negacionistas de esta teoría se cuentan por millones en todo el mundo. 3. En nuestros cuerpos viven miles de millones de microorganismos, imposibles de ver de manera directa, y que, entre otras cosas, nos producen enfermedades. Dicho fenómeno se estudió y entendió hasta hace relativamente poco tiempo, cuando, en el siglo XIX, los padres de la microbiología, el francés

Louis Pasteur y el alemán Robert Koch, determinaron la importancia de los microorganismos en las enfermedades de animales y personas, pero también en procesos para obtener alimentos y bebidas, como en la fermentación de vinos, quesos y pan. Es decir, no tenemos ni doscientos años de haber comprendido el papel de los microorganismos en las enfermedades, como es el caso de Covid-19 y miles más.

Entonces, aunque no lo apreciemos, somos portadores de muchos tipos de microorganismos, no todos dañinos, claro está, como la microbiota intestinal, que es indispensable para el correcto crecimiento corporal, el desarrollo de la inmunidad y la nutrición de los seres humanos y demás animales que la poseen. Por lo tanto, un primer tema que debe ser atendido y comprendido en clase es la existencia de microorganismos, elemento que se recomienda abordar con fotografías y videos, de gran calidad visual y de contenido, como Historia documental. El sorprendente mundo de los microorganismos (s. f.). Ahora bien, una de las ventajas que tiene un profesor dentro de un salón de clases cuando está tratando temas científicos es el principio

de autoridad, pues lo que diga y cómo lo diga será un hecho cierto a tomar en cuenta para casi todos los estudiantes. De ahí la responsabilidad de ser un profesor bien informado y con conocimiento científico que exponga de forma clara, con la mayor cantidad posible de información comprobada, y acentuando la importancia de las evidencias para que el conocimiento científico sea avalado.

Historia de las vacunas

La historia de las vacunas o procedimientos que han tenido resultados equivalentes comenzó hace cientos de años, pues se sabe que alrededor del siglo XII, tanto chinos como indios solían arropar a gente sana con prendas de enfermos de viruela para que, eventualmente, se inmunizaran. Otros métodos empleados consistían en pulverizar costras de cicatrices de personas aquejadas por la misma enfermedad para inhalarlas. En ambos casos, los resultados eran parcialmente efectivos, porque en ocasiones se provocaba la enfermedad en la gente sana y fallecía, de modo que eran métodos algo riesgosos (Berdasquera, Cruz, y Suárez, 2000).

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Otros métodos empleados para inmunizar a las personas consistían en pulverizar costras de cicatrices de enfermos de la misma enfermedad para inhalarlas

Pero la eficacia de los métodos tradicionales, no científicos todavía, tuvo momentos de gloria cuando la esposa del embajador británico en el imperio otomano a principios del siglo XVIII, Mary Wortley Montagu o lady Mary, observó un método que practicaban las ancianas de lo que hoy es Turquía: colocaban un poco de pus y sangre de la herida de algún enfermo de viruela en una pequeña raspadura de la piel de gente sana. Este método, llamado inoculación, tenía una eficiencia sorprendentemente alta. En particular, a lady Mary le interesaron sobremanera estos usos y costumbres locales porque ella había sobrevivido a la viruela, aunque no su hermano, y buscaba algún mecanismo para que sus hijos no murieran por esta enfermedad que provocaba hasta cincuenta mil fallecimientos al año en Europa en aquella época.

Lady Mary inoculó con éxito a sus hijos e introdujo el método en Inglaterra, que se probó, inicialmente, en seis reos condenados a la pena capital. Los reos sobrevivieron y se les perdonó la vida cuando se les obligó a tener contacto con enfermos de viruela, con lo cual se verificó su inmunidad. Cabe destacar que los inoculados, aunque no desarrollaban la enfermedad, sufrían de algunos males menores durante pocos días.

Esta práctica se extendió en parte de Europa y la conoció el inglés Edward Jenner a finales del siglo XVIII. Jenner, además, se había percatado de que las mujeres que trabajaban en la ordeña de las vacas no enfermaban de viruela, particularmente las que tenían contacto con ejemplares que sufrían de viruela vacuna, una enfermedad equivalente a la del ser humano. Jenner, entonces, inoculó pus de una llaga de viruela vacuna en un niño de 8 años, James Phipps, y éste, aunque sintió un poco de fiebre y algunos malestares menores durante días, quedó inmunizado contra esta enfermedad. James Phipps había sido vacunado (Berdasquera, Cruz, y Suárez, 2000).

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Mary Wortley Montagu o lady Mary

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Edward Jenner inoculó pus de una llaga de viruela vacuna en un niño de 8 años, James Phipps

¿Cómo funcionan las vacunas?

Cuando un patógeno como un virus o una bacteria entra al cuerpo, puede multiplicarse y atacar a las células; si lo hace, se dice que el cuerpo está infectado y puede desarrollar una enfermedad. Entonces, el sistema inmunológico del organismo despliega dos mecanismos de defensa, utilizando glóbulos blancos: 1. Los macrófagos, que son una respuesta inmune innata, se tragan a los intrusos, lo que puede detener o disminuir la infección. 1 2. Los linfocitos, que son células que detectan sustancias extrañas al cuerpo como los antígenos de los patógenos, se multiplican y se adaptan a ellos para eliminarlos (The College of Physicians…, s. f.).

En muchas ocasiones, el sistema inmunológico, por medio de los macrófagos y linfocitos, logra eliminar a los patógenos y el cuerpo sana; pero cuando no, puede desarrollarse la enfermedad y presentarse la muerte.

Era conocido el hecho de que los enfermos de viruela que sanaban tenían que ser los indicados para atender a los nuevos enfermos, ya que no recaían. La razón es que el cuerpo guarda memoria por medio de los anticuerpos generados por los patógenos. De esta manera, cuando alguien que se curó de viruela se expone de nuevo al virus, los anticuerpos para ese patógeno que ya posee el organismo no permiten que se desarrolle la enfermedad.

Entonces, aquí se encuentra la clave: el cuerpo humano guarda memoria de los anticuerpos generados.

2.0) Dominio público en commons.wikimedia.org ( CC BY-SA

Macrófagos

Shutterstock

Linfocitos

1 Un video donde se aprecia la manera en que un macrófago se traga a una bacteria puede verse aquí: <www.youtube.com/watch?v=V8MTPxX5Emg>.

El extraordinario descubrimiento de la vacuna, y de los métodos que le precedieron, consiste en aprovechar la memoria inmunológica del cuerpo al generar anticuerpos para que una enfermedad no se presente cuando ciertos patógenos se introducen en un organismo, ya que la vacuna simula infecciones al inocular un germen muerto, inactivo o sólo con un fragmento del germen. De esta manera, se engaña al cuerpo para que genere anticuerpos: el organismo produce linfocitos y macrófagos que memorizan al invasor y preparan al cuerpo para cualquier infección futura. En ocasiones, estos linfocitos y anticuerpos disminuyen con el tiempo, por eso a veces son necesarias las vacunas de refuerzo.

Es tan eficiente este método de salud, que se calcula que, en la población actual de todo el mundo, que ronda los 7 500 000 000 de personas, se han aplicado unas 50 000 000 000 de dosis para enfermedades como difteria, paperas, poliomielitis, sarampión, paperas, rubeola, enfermedad neumocócica, la causada por Haemophilus influenzae tipo b, hepatitis A y B e influenza, entre varias otras. Vivimos y convivimos, como lo apreciamos, gracias, entre otras cosas, a que nos encontramos vacunados.

Un ejemplo de la importancia de las vacunas y sobre cómo sería el mundo si no existieran lo estamos viviendo en 2020, debido a que no se tiene todavía la que combata al virus SARS-CoV-2 que provoca Covid-19. No se dispone de esta vacuna porque se trata de un virus nuevo, con apenas pocos meses de presencia en el ser humano, y la generación de una vacuna requiere tiempo para desarrollarla y pruebas contundentes tanto en animales como en humanos para reconocer su eficacia y seguridad.

¿Por qué si está comprobada la alta eficiencia de las vacunas existe gente que se opone a ellas?

Las razones pueden ser diversas. Cuando se goza de cierta estabilidad social, es común que se comiencen a olvidar todos los procesos que tuvieron que suceder para alcanzarla, como la cantidad de enfermedades que hemos controlado, con o sin vacunación. Por lo mismo, no es raro que germinen pequeños grupos con ideas sin sustento pero que, poco a poco, van ganando adeptos. Los antivacunas no se preguntan sobre la estabilidad sanitaria y de salud en la que vivimos porque nunca se han encontrado en un mundo diferente y, al parecer, suponen que la vida siempre fue así.

Para finalizar, antes de proponer una actividad, reproducimos parte de la información brindada por la Organización Mundial de la Salud, sobre las dudas más frecuentes en torno a la vacunación (pero invitamos a consultar la información completa).

Preguntas y respuestas sobre inmunización y seguridad de las vacunas*

1. Al tener buena higiene, saneamiento y agua salubre, ¿sigue siendo necesaria la vacunación?

La buena higiene, el saneamiento y el agua salubre son insuficientes para detener las enfermedades infecciosas, y la vacunación sigue siendo necesaria. Si no mantenemos tasas de inmunización óptimas –la llamada inmunidad colectiva–, las enfermedades prevenibles mediante vacunación volverán […].

2. ¿Son seguras las vacunas?

Las vacunas son seguras. Todas las vacunas aprobadas son sometidas a pruebas rigurosas a lo largo de las diferentes fases de los ensayos clínicos, y siguen siendo evaluadas regularmente una vez comercializadas. Los científicos también siguen constantemente la información procedente de diferentes fuentes en busca de indicios de que una vacuna pueda tener efectos adversos […].

3. ¿Es mejor la inmunidad proporcionada por las vacunas que por las infecciones naturales?

Las vacunas interaccionan con el sistema inmunitario y producen una respuesta inmunitaria similar a la generada por las infecciones naturales, pero sin causar enfermedad ni poner a la persona inmunizada en riesgo de sufrir las posibles complicaciones de ésta. En cambio, el precio a pagar por la inmunización a través de la infección natural puede consistir en disfunción cognitiva en la infección por Haemophilus influenzae de tipo b, defectos congénitos en la rubéola, cáncer hepático en la hepatitis B o muerte por complicaciones en el sarampión.

4. ¿Necesito vacunarme contra enfermedades que no se ven en mi comunidad o en mi país?

Aunque las enfermedades prevenibles mediante vacunación se han vuelto raras en muchos países, los agentes infecciosos que las causan siguen circulando en otros. En un mundo tan interconectado como el actual, pueden cruzar fácilmente las fronteras geográficas e infectar a cualquiera que no esté protegido […].

5. ¿Puede un niño recibir más de una vacuna a la vez?

Las pruebas científicas revelan que la administración de varias vacunas al mismo tiempo no tiene efectos negativos en el sistema inmunitario del niño […].

6. ¿Necesito vacunarme contra la gripe?

La gripe es una enfermedad grave que mata a entre 300 000 y 500 000 personas al año. Las embarazadas, los niños pequeños, los mayores con problemas de salud y cualquiera con enfermedades crónicas, como cardiopatías o asma, corren mayor riesgo de padecer enfermedad grave y morir. La vacunación de las embarazadas aporta el beneficio añadido de proteger a los recién nacidos, hecho aún más importante si se tiene en cuenta que no hay vacuna para los menores de 6 meses.

7. ¿Qué conservantes se usan en las vacunas?

El tiomersal es un compuesto orgánico que contiene mercurio y se añade a algunas vacunas como conservante. No resulta peligroso y es el conservante más utilizado en las vacunas que se suministran en viales multidosis. No hay datos que indiquen que las cantidades de tiomersal utilizadas en las vacunas supongan un riesgo para la salud.

8. ¿Qué hay sobre las vacunas y el autismo?

Un estudio de 1998 planteó la posible relación entre la vacuna triple vírica (sarampión, paperas y rubéola) y el autismo, pero posteriormente se demostró que era fraudulento y tenía graves sesgos, por lo que fue retirado por la revista que lo publicó. Lamentablemente, esa publicación creó un estado de pánico que produjo una disminución de las tasas de inmunización y posteriores brotes de esas enfermedades. No hay ninguna prueba de la existencia de una relación entre la vacuna triple vírica y el autismo o los trastornos del espectro autista.

Organización Mundial de la Salud (2018)

Propuesta de actividad

Una forma común de eliminar prejuicios erróneos sobre la ciencia en los alumnos es hacerlos partícipes de actividades de información, donde ellos mismos toman el rol de conocedores. De esta manera, al asumir ese papel, dejan de lado las razones de su escepticismo.

Por ello, es conveniente que los propios alumnos generen campañas de información sobre la importancia de las vacunas en su comunidad. Una de ellas consiste en montar una obra de teatro en espacios públicos.

Proponemos que la obra, que debe estar escrita por ellos mismos, tenga la siguiente estructura:

• Introducción al tema, donde se exponga la importancia de la vacunación y la existencia de grupos antivacunas. Puede ser una escena caracterizada por una doctora, una enfermera, y una familia o grupos familiares que proporcionen información a favor y en contra de las vacunas. • Desarrollo del tema, donde se explique cómo funcionan las vacunas y el peligro que se corre cuando cierto grupo de gente, particularmente niños, no son vacunados. • Cierre propositivo, donde todos los involucrados comprenden la importancia de las vacunas.

Debe quedar claro que los alumnos tendrán la libertad de montar la obra como ellos gusten, asesorados, desde luego, por el maestro(a). También pueden considerar las opciones de grabar un video y subirlo a alguna plataforma donde se presente el tema de manera actuada, o bien preparar una conferencia, un noticiero o emplear cualquier otro formato que se desee.

Referencias

BERDASQUERA, D., G. Cruz y C. L. Suárez (2000). La vacunación. Antecedentes históricos en el mundo. En: Revista Cubana de Medicina General Integral, vol. 16, núm. 4 [en línea]: <scielo.sld. cu/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0864-21252000000400012>. Historia documental. El sorprendente mundo de los microorganismos [video] (2014): <www.youtube. com/watch?v=6SEULozjymQ> [consultado: 28 de mayo de 2020]. The College of Physicians of Philadelphia (s. f.). Cómo funcionan las vacunas. En: History of

Vaccines [en línea]: <www.historyofvaccines.org/es/content/how-vaccines-work>. OMS, Organización Mundial de la Salud (2018). Preguntas y respuestas sobre inmunización y seguridad de las vacunas [en línea]: <www.who.int/features/qa/84/es/>.

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