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Áreas naturales protegidas de México: Cuatrociénegas y el Nevado de Toluca: ¿son las áreas de protección de flora y fauna una categoría sustentable?
Áreas naturales protegidas de México:
CUATROCIÉNEGAS Y EL NEVADO DE TOLUCA: ¿SON LAS ÁREAS DE PROTECCIÓN DE FLORA Y FAUNA UNA CATEGORÍA SUSTENTABLE?
Andrés Ortiz Garay*
En la entrega anterior de esta serie, se introdujo la categoría de áreas naturales protegidas (ANP) que en México se denomina áreas de protección de flora y fauna (APFF). Como ejemplo de éstas, se abordó el caso de Cuatrociénegas, que se retoma aquí para completar lo referente a esa zona protegida. Además, se revisa otro caso, el de la región inmediatamente circundante al Nevado de Toluca, que posibilita una comparación muy ilustrativa acerca de las dificultades a las que se enfrentan los intentos de conservación de la biodiversidad y utilización sustentable de los recursos naturales en nuestro país.
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en el Área de Protección de Flora y Fauna de Cuatrociénegas (APFFCC) habitan representantes de más de un millar de especies 1de flora y fauna; cerca de 80 se consideran en-
* Antropólogo. Ha laborado en el Instituto Nacional de Antropología e Historia, el Instituto Nacional Indigenista y el Instituto Nacional de Ecología. Para Correo del Maestro escribió las series “El fluir de la historia”, “Batallas históricas”, “Palabras, libros, historias”. 1 En el artículo anterior mencionamos que podrían ser algo más de 1100, pero hay fuentes que elevan ese número a 1200, y aunque se dice fácil, esa variación de un centenar es muy significativa en términos de la riqueza de la biodiversidad que alberga un determinado lugar (para referencia sobre la última cifra, véase: https://carlosslim.com/pdf/wwf/fs07-dch-cuatrocienegas.pdf) démicas de la región, pues no se les encuentra en ninguna otra parte del planeta; del total d e e s p e c i e s , 8 9 e s t á n c a t a l o g a d a s e n r i e s go (incluyendo la mayoría de las endémicas): 16 en peligro de extinción, 39 como amenazadas y 34 bajo protección especial. Como ya vimos, algo más de 84 mil hectáreas del valle de Cuatrociénegas, Coahuila, se convirtieron en un área natural protegida por decreto presidencial en 1994; de acuerdo con la Ley General del Equilibrio Ecológico y la Protección al Ambiente, la categoría de APFF tiene por objetivo principal preservar “la existencia, t r a n s f o r m a c i ó n y d e s a r ro l l o d e l a s e s p e c i e s d e flora y fauna silvestres”. Por ello, en
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En el año 2012, este poblado adquirió la categoría de pueblo mágico con la finalidad de promover las actividades turísticas
el APFFCC se estableció, siguiendo los lineamientos de su respectivo Programa de Manejo (publicado en 1999), una zonificación del área que posibilitase deslindar las zonas de protección estricta (llamadas zonas núcleo) de aquellas otras (llamadas en este caso de uso restringido y de aprovechamiento controlado) en donde la explotación de recursos naturales que se considera sustentable sí está permitida.
Sin embargo, el trabajo de la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (Conanp) 2 involucra-y otros organismos institucionales
2 En esta ANP han intervenido de una u otra forma tanto dependencias gubernamentales de carácter federal, estatal y municipal, como organismos internacionales y representantes de los sectores privado, académico y de la sociedad civil. dos en la conservación del hábitat natural del área enfrenta una problemática compleja que presenta aristas de difícil resolución. En el APFF Cuatrociénegas, al igual que en las demás áreas naturales protegidas de México, hay fuertes ame nazas para la continuidad y desarrollo de los ecosistemas y la biota; sin duda alguna, todas o casi todas tienen como causa diversos tipos de presiones de índole antropogénica. Aunque la población humana estimada para el área es de sólo 3 la del municipio en su totalidad 92 habitantes, alcanza más de 13 mil, la mayoría concentrados en la cabecera municipal. Además, dado que en el año 2012, este poblado adquirió la categoría
3 Véase Conanp, s. f., ficha SIMEC de Cuatrociénegas.
de pueblo mágico que otorga la Secretaría de Turismo con la finalidad de promover las actividades turísticas, actualmente es considerable el número de visitantes que llegan atraídos tanto 4por los puntos de interés que ofrece el pueblo como por la posibilidad de admirar y recrearse en los entornos naturales que se ubican dentro del área natural protegida.
Así, a las perturbaciones más o menos comuANP (incendios forestales, uso nes en todas las de agroquímicos en la agricultura, cría extensiva y descuidada del ganado, introducción –voluntaria o involuntaria– de especies exóticas invasoras, cacería clandestina de animales, extracción y venta ilegales de especímenes de la flora, saqueo de restos fósiles de la biota primitiva y de artefactos culturales prehispánicos, así como deforestación producida para abrir tierras al cultivo o para surtir mercados ilícitos de madera, etc.), se aúnan los difíciles retos que plantean la disposición adecuada y no contaminante de residuos sólidos, la apertura de caminos carreteros o, de manera aún más impactante, la persistencia en la explotación de recursos naturales abióticos, como el yeso usado para la construcción y sobre todo el agua que se canaliza en gran parte para regar las zonas de cultivo dentro y fuera del valle o para abastecer a la población local y sus visitantes.
La historia evolutiva del oasis de Cuatrociénegas se remonta a tiempos inmemoriales, cuando surgió en el planeta Tierra la vida basada en la
4 Por ejemplo: las bodegas de las empresas vitivinícolas Ferriño y Vitali (el cultivo de viñedos y la producción de vinos, brandy y licores y cremas de bajo contenido alcohólico fueron hace ya algún tiempo bastante importantes en la actividad económica de la población); el museo instalado en la casa donde nació Venustiano Carranza, el famoso “barón de Cuatrociénegas”; los murales del palacio municipal; la Casa de la Cultura Aridoamericana (con exposición de objetos de las culturas prehispánicas que habitaron en el valle); expendios de deliciosos dulces típicos elaborados artesanalmente, etc. existencia de una atmósfera oxigenada (véase recuadro sobre los estromatolitos), pasa después por tiempos asimismo remotos, cuando el supercontinente llamado Pangea se dividió y Cuatrociénegas era, tal vez, en parte playa y en parte el fondo de las aguas someras de un océano primigenio que los paleontólogos llaman el mar de Panthalassa. Se modificó luego, convirtiéndose en el desierto que hoy conocemos, cuando también hace miles de años la parte oriental de Norteamérica comenzó a adquirir su forma actual al surgir las cadenas montañosas que separaron las planicies costeras expuestas a los vientos provenientes del mar, de las tierras interiores que, al recibir menos agua pluvial, se desecaron en gran parte. Así se crearon:
…los desiertos, esas islas biológicas que han permanecido relativamente inaccesibles al control humano y por lo mismo han generado procesos de aislamiento que hacen surgir formas únicas de vida; plantas extrañas y animales exóticos con enmarañadas y caóticas formas de desarrollo y crecimiento; y aparecen patrones regulares ahí donde la vida engendra vida, donde la naturaleza muestra la fuerza de su autoproducción. Por ello, quizá, los desiertos son territorios que impactan la mirada y producen experiencias estéticas inigualables, en las que el ojo humano se deja sorprender por la grandeza de la naturaleza, por la magia de la existencia pura de la vida (EspinosaAsuar y Araujo, s. f.).
Las dunas de yeso y las colonias de estromatolitos son parte de esa isla biológica –o ese oasis con historia– que es Cuatrociénegas. En cierta forma, se les puede entender como componentes abióticos del ecosistema; sin embargo, desde una perspectiva más integral, son indudablemente condición y soporte para la existencia de seres vivos. Sobre las primeras se asientan desde pequeños líquenes y albardas hasta grandes y u c a s , p l a n t a s c a r a c t e r í s t i c a s d e l a v e g e t a c i ó n
Andrés Ortiz Garay
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Las dunas de yeso y las colonias de estromatolitos son parte de esa isla biológica –o ese oasis con historia– que es Cuatrociénegas
g i p s ó f i l a q u e c re c e s o b re s u e l o s y e s o s o s ; l o s segundos, apuntalados en sus rocas seculares, son uno de los eslabones terminales de una cadena trófica que posibilita el intercambio de energía y nutrientes entre los seres que habitan en el medio acuático de las pozas y lagunas del oasis. Por sus funciones en el ecosistema del lugar, estos elementos son sin duda de importancia vital, y sin embargo, no son completamente flora ni fauna; entonces, me surge una pregunta: ¿por ANP se denomina área de protección de qué esta flora y fauna?
La historia del oasis de Cuatrociénegas también tiene su porción humana o, si se quiere, cultural. Ésta se remonta a unos 12 mil años antes del presente o quizás un poco más; un periodo que para nuestra especie es suficientemente largo y que en su mayoría se compone por el paso estacional de grupos de cazadores-recolectores nómadas que seguramente visitaban con placer y admiración el oasis, agradecidos por la abundancia de agua, animales y plantas. Prueba de ello son los vestigios arqueológicos de artefactos usados por pueblos cuyos nombres nunca conoció la historia, y por otros que sí, por ejemplo, apaches, coahuiltecos, comanches, tobosos, etc. O las enigmáticas representaciones simbólicas que han sobrevivido en cuevas y oquedades que salpican las paredes de los cañones esculpidos 5 De esa historia india por riadas primigenias. queda poco, ya no hay población originaria que hable una lengua indígena; ni siquiera de los nahuas que ayudaron a consolidar poco a poco el dominio español hay recuerdos precisos. Lo único que en la actualidad recuerda a los pueblos indios que antaño poblaron la región son
5 Desgraciadamente muchos de los sitios donde hay pinturas rupestres o petroglifos antiguos han sido saqueados, vandalizados o no se conocen. En cualquier caso, sólo parece haber un sitio con este tipo de arte primitivo que está protegido por el Instituto Nacional de Antropología e Historia.
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Candelilla para fabricar cera
las eventuales visitas de miembros de la tribu kikapú que llegan en sus camionetas para cosechar el tule que crece alrededor de las lagunas.
Durante poco más de dos siglos, los guerreros de las tribus nómadas mantuvieron a raya los i n t e n t o s d e c o l o n i z a c i ó n d e l o s e s p a ñ o l e s , h a s XIX, un grupo de ta que, en los albores del siglo colonos enviado por el gobernador de Coahuil a y Te x a s , e l c o ro n e l A n t o n i o C o rd e ro y B u s tamante, logró por fin establecer una villa que poco a poco adquirió el carácter de permanente. Esa población fue nombrada Nuestra Señora de l o s D o l o re s y C u a t ro c i é n e g a s , l u e g o Vi l l a Ve nustiano Carranza y finalmente Cuatrociénegas de Carranza; y el establecimiento de haciendas agropecuarias a su alrededor (de las que el hacendado don Venustiano fue uno de los dueños) dio origen a los primeros cambios significativos en el paisaje con la introducción de construcciones y campos de cultivo o zonas de pastoreo.
Pero la historia del viejo oasis se ha transformado más rápidamente a partir de la segunda XX, con la extracción desmedi-mitad del siglo da del agua que se utiliza para regar amplios terrenos en los que se cultiva alfalfa forrajera y con la explotación de algunos recursos como el mezquite, para hacer leña, o la candelilla, para 6fabricar cera.
A pesar de todas las alteraciones, el valle de Cuatrociénegas y su área natural protegida conservan todavía una serie de elementos biológicos y de paisaje que le dan la relevancia que hoy tiene. Las medidas de protección que otorga la categoría de área de protección de flora y fauna parecen, por un lado, contribuir a las posibilidades de conservación y restauración que aseguren la permanencia de la biodiversidad y los otros recursos naturales de la zona; pero, tal vez, por otro lado, tal categoría de área natural protegida sea insuficiente para resaltar que el agua y otros recursos se siguen usando de una manera que continúa afectando la integridad total del área protegida.
6 De una hierba llamada comúnmente candelilla (Euphorbia antisyphilitica) se extrae una cera que antes se usaba para velas y que todavía entra en la composición de la cubierta dulcificada de los chicles. Varios ejidos del valle cuentan con permisos vigentes para extraer la planta y, aunque reconocen que es un recurso marginal y escaso debido a la sobreexplotación, todavía realizan esta actividad para tener un ingreso extra; en las zonas núcleo del ANP está prohibido cortarla, pero no así en las zonas de aprovechamiento. Es importante considerar que se requieren cerca de 250 kilogramos de hierba para extraer 6 de cera.
La Poza Azul y los estromatolitos
Los estromatolitos pueden entenderse como microbiomas calcáreos que son producidos por comunidades de microrganismos del tipo de las cianobacterias. Éstas son seres generalmente unicelulares que carecen de núcleo, pero están dotados de cloroplastos, es decir, de unas estructuras capaces de realizar fotosíntesis. Las agrupaciones de cianobacterias constituyen colonias que, a través de larguísimos periodos, terminan formando estructuras minerales, pues al morir las células de una generación, los carbonatos cálcicos que captan las cianobacterias para transformarlos en oxígeno se sedimentan. Así, a través de miles o millones de años, estas capas sedimentarias forman muy lentamente las rocas sobre las que vive la actual generación de bacterias vivas.
Desde otra perspectiva, los estromatolitos pueden entenderse como fósiles vivientes que han aportado datos para la postulación de una teoría sobre el origen de la vida en la Tierra.7 Según esta explicación, hace unos cuatro mil millones de años, surgieron arrecifes de estromatolitos que poco a poco comenzaron a proliferar en los ambientes acuáticos que cubrían gran parte del planeta. El metabolismo de los microscópicos pero innumerables habitantes de los cada vez más extendidos biomas de estromatolitos saturó con oxígeno, primero, a los sistemas costeros, y luego de otros mil millones de años o más, a la atmósfera entera. El mundo azufroso que antes existía se convirtió así en el planeta azul en el que evolucionaron las diversas formas de vida que hoy conocemos.
En varios puntos del planeta se han encontrado restos fósiles con diversas estructuras de estromatolitos que se adscriben a diferentes eras geológicas, siendo las más antiguas (3700 millones de años) las descubiertas en Groenlandia. Pero son contados los sitios donde los estromatolitos se han preservado como microbiomas vivos. Algunos ejemplos se
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Estromatolitos
7 Es decir, la vida basada en la obtención directa de energía solar, posibilitada por la existencia de una atmósfera terrestre con una capa de ozono que bloquea las radiaciones de rayos ultravioletas, pues antes de que esta atmósfera fuera creada quizás existían otras formas de vida que no nos son bien conocidas.
La idea central es que las células prexistentes a la atmósfera con ozono mutaban incesantemente a causa de los rayos ultravioleta que caían sobre la superficie de la Tierra sin impedimento alguno.
Andrés Ortiz Garay localizan en la costa oeste de Australia y en el mar Rojo; en América hay más, en las Bahamas, en Lagoa Salgada en Brasil, en los salares de la zona norte de Chile y en la contigua Puna Salteña del norte de Argentina; México destaca con los de las lagunas de Bacalar y Chichankanab, en Quintana Roo, los de Alchichica, en Puebla, y los de Cuatrociénegas.
En Cuatrociénegas hay estromatolitos del tipo que los estudiosos del tema han denominado gloeomargarita, en varios de los humedales del valle (lo cual, entre otras cosas, es prueba de que el desierto de la actualidad fue mucho antes parte de un océano primitivo). Pero ahora la Poza Azul es el lugar donde se puede observar de mejor manera a estos descendientes del ancestral linaje biológico que inició hace millones de años el proceso de la fotosíntesis.
No en vano la Poza Azul es uno de los emblemas más distintivos del APFF Cuatrociénegas. El color y la vitalidad del agua, el misterio que entraña su surgimiento en medio del desierto, y la presencia de los estromatolitos, en conjunto, provocan la convicción de hallarnos ante un museo vivo que nos muestra el origen de la vida en un planeta oxigenado. Por eso, si bien lo más común es que un área natural protegida se dedique a la conservación de escenarios de gran valor paisajístico y/o de especies carismáticas de flora y fauna, el APFF Cuatrociénegas es un ejemplo de que también se debe pugnar por la conservación de ecosistemas que albergan una multiplicidad de formas de vida microorgánica que juegan un papel de primer orden en el funcionamiento del medio natural y que –como los estromatolitos– son huellas imperecederas de la historia evolutiva de nuestro planeta.
Andrés Ortiz Garay
Estromatolitos en Poza Azul
Las dunas de yeso
El simple hecho de pisar descalzo esa arena tan blanca que parece nieve es una sensación única. Producto de una combinación de sulfatos y carbonatos de calcio con sílice (elemento que hace tersa su textura), ese suelo –emergido a la superficie tras la desecación de un primigenio mar– se ha formado por la acción milenaria del viento, la lluvia y la humedad. El material de las dunas es duro y macizo cuando se seca, de manera que no se desmorona al contacto con el agua y es difícil que las raíces de las plantas logren penetrarlo.
La superficie cubierta por las dunas abarca unas 800 hectáreas, un tamaño cercano al del Bosque de Chapultepec. Y en algunos espacios de ese terreno se forman extrañas esculturas naturales que han sido moldeadas por la erosión que provoca el viento (montadas sobre antiguos árboles muertos y desecados, las partículas de yeso se aglomeraron durante incontable tiempo sobre ese esqueleto vegetal petrificado, y así se creó el armazón para las fantásticas figuras que luego moldearon viento y lluvia).
No es infrecuente, sobre todo muy temprano en la mañana o a la hora en que se pone el sol, avistar el rápido paso de correcaminos, ratones canguro y lagartijas o el un tanto más lento de serpientes y escorpiones. En todo el planeta hay solamente unas cuantas
Andrés Ortiz Garay
Dunas de yeso
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Dunas de yeso dragón
regiones semejantes de dunas de yeso; en Norteamérica son sólo dos: el APFF de Cuatrociénegas y el White Sands National Monument en Nuevo México, Estados Unidos. En ambos lugares las dunas blancas son producto de procesos ambientales que presentan sorprendentes similitudes y por eso ambas áreas naturales protegidas han establecido acuerdos de cooperación que las han ligado como “zonas hermanas”.
En el APFFCC, el paisaje original de las dunas fue en parte modificado por la operación de minas de yeso y arena. La explotación de estas materias primas para la construcción fue generalmente detenida tras la declaratoria de Cuatrociénegas como área de protección de flora y fauna. Sin embargo, al amparo del permiso de utilización de recursos naturales que se asienta en la definición general de esta categoría de área natural protegida, de cuando en cuando se renueva el trabajo de las minas preexistentes al decreto de creación del área o se intenta extenderlo clandestinamente a más lugares de la reserva.
Andrés Ortiz Garay
Dunas de yeso dragón
Andrés Ortiz Garay
Dunas de yeso, El Castillo
Área de Protección de Flora y Fauna Nevado de Toluca
Mi intención al abordar el caso de esta APFF no responde única ni principalmente al interés de presentar una variante en los tipos de ecosiste8 más bien, lo mas o biomas que la componen, que me parece más importante destacar aquí es cómo y por qué se puede recategorizar un área natural protegida, cuáles son los motivos –manifiestos o encubiertos– que subyacen a una decisión de este tipo y cuáles pueden ser los alcances y resultados de ese cambio. Asimismo, ANP ubicada espero que esta exposición sobre el en los alrededores del Nevado de Toluca permita visualizar algunas encrucijadas con las que se topan el pasado y el presente de los esfuerzos tendientes a la conservación del medio ambiente natural en nuestro país. Creo que la siguiente cita es una buena entrada a ese complejo camiANP mexicanas:no que es la historia de las
Una de las alternativas al reconocimiento del problema ambiental es la preservación y creación de las áreas naturales protegidas, reconocidas globalmente como los instrumentos más eficaces en la conservación ambiental. En Estados Unidos, bajo la influencia del conservacionismo del siglo XIX, se logró aislar algunas zonas naturales y protegerlas de la expansión urbana y de la explotación de recursos naturales, es decir, de toda dinám i c a s o c i a l y p re s e n c i a h u m a n a , e s t o s e c o n o c e como modelo Yellowstone e implica una protección a la naturaleza muy estricta; este modelo inspiró a muchos países para la creación de ANP, así como a diversas organizaciones dedicadas a la conservación. No obstante, en México, la mayor parte de las ANP se crearon sobre territorios
8 Digo esto porque en los artículos anteriores de esta serie se han abordado básicamente ANP ubicadas en regiones áridas y desérticas. preexistentes, es decir, sobre espacios socialmente apropiados, por tanto, la protección a la naturaleza no ha sido tan estricta como plantea el modelo mencionado, porque, al menos en sus inicios, se traslapó con criterios de justicia social (Toscana y Granados, 2015: 88).
En efecto, fue durante la presidencia del general Lázaro Cárdenas (25 de enero de 1936), cuando se decretó la creación del Parque NacioPNNT), con 53 912 hectá-nal Nevado de Toluca ( reas, que abarcan porciones de diez municipios 9del Estado de México. El objetivo principal de ese decreto era que el parque nacional sirviera como reserva forestal y contribuyera así a la protección de los suministros de agua y a la de otros recursos silvícolas; pero prácticamente al mismo tiempo en que se establecía esa reserva natural, se efectuaron también dotaciones ejidales para que una serie de núcleos agrarios tuvieran la posibilidad de desarrollar actividades agrícolas, ganaderas, de construcción y de aprovechamientos forestales en las tierras de temporal, de riego, de agostadero, de monte o de monte alto situadas dentro del parque nacional.
Para compensar la contradicción entre conservación y uso de los recursos naturales, al año siguiente (febrero de 1937), el decreto inicial fue modificado por la misma administración gubernamental en el sentido de que los recursos silvícolas debían prestar “los beneficios de orden económico indispensable para los grupos de trabajadores de la comarca que habitualmente viven de la explotación de los bosques, sin que c o n e l l o s e p e r j u d i q u e l a f i n a l i d a d p r i n c i p a l que se tuvo en cuenta para la expedición de decreto que establece el citado Parque Nacional” (citado en Semarnat-Conanp, 2016: 11).
9 Zinacantepec, Toluca, Temascaltepec, Tenango del Valle, Almoloya de Juárez, Amanalco, Calimaya, Coatepec Harinas,
Villa Guerrero y Villa Victoria.
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Nevado de Toluca
A f i n d e h a c e r e f e c t i v a s t a n t o l a c o n s t i t u c i ó n d e l p a rq u e n a c i o n a l c o m o l a d o t a c i ó n e j i d a l , s e e x p ro p i a ro n t e r re n o s y s u s d u e ñ o s re c i b i e ro n l a s indemnizaciones correspondientes (ya que parte de los terrenos del parque eran propiedad de haciendas que no habían sido afectadas antes de la reforma agraria impulsada por el cardenismo). Una vez que decayó la efervescencia revolucionaria, y contradiciendo lo establecido originalmente para el Parque Nacional Nevado de Toluca, en 1947 el gobierno encabezado por Miguel Alemán decretó una veda “total e indefinida de recuperación y de servicio para todos los bosques ubicados dentro de los límites del Estado de México y de la Ciudad de México” (citado en Semarnat-Conanp, 2016: 15). Sin embargo, la ausencia de mecanismos de vigilancia y control efectivos hizo que los procesos de deforestación continuaran. Esa veda fue levantada en 1970, aunque, de manera paradójica, no fueron los ejidatarios locales los beneficiados directamente con esta medida que permitía de nuevo la explotación del bosque, sino que más bien se concedió ese derecho a la empresa Protectora e Industrializadora de Bosques del Estado de México, que poco antes había sido convertida en organismo público descentralizado del gobierno estatal. Fue así como, durante el periodo presidencial de Luis Echeverría, se abrió oficialmente la posibilidad de que el Gobierno del Estado de México interviniera en el área protegida gracias a decisiones adoptadas en el orden federal, ya que en noviembre de 1976, casi al final del mandato echeverrista, la entonces Secretaría de Agricultura y Ganadería otorgó un permiso genérico al gobierno estatal para operar dentro de los parques nacionales localizados en su territorio, facultándolo entre otras cosas, para construir caminos, alojamientos, centros de recreo, albergues, servicios sanitarios y centros comerciales.
Luego, en la década de los noventa del siglo XX, México suscribió pactos internacionales tendientes al fomento de la conservación de la biodiversidad, el desarrollo sustentable y la protección
10de recursos naturales. Por eso, en 1995, la Secretaría de Medio Ambiente, Recursos Naturales y Pesca pugnó por lograr una mayor participación del gobierno federal en los planes de recuperación de los bosques del país; una de las medidas para lograrlo fue establecer mecanismos de coordinación interinstitucional entre las autoridades federales, estatales y municipales. PNNT, Se creó así un consejo técnico asesor del integrado por casi todos los actores involucrados en la problemática de esta ANP (digo casi todos porque, según algunas fuentes, los ejidos ubicados dentro del área no formaron parte verdaderamente integrante de ese consejo). Algunas medidas de protección se concretaron al tenor de las recomendaciones de ese consejo (en general, todas dedicadas a mejorar las condiciones del cono y el cráter del volcán: prohibición del acceso de vehículos automotores, restricciones al buceo en las lagunas, recolección de basura, retiro de ganado que ahí pastaba, obras de protección de escorrentías y cárcavas, etc.; pero en cuanto a los problemas de deforestación, tala ilegal, medidas para la conservación del recurso hídrico, cambios en el uso del suelo, no fue gran cosa lo que se hizo).
Y entonces, el 1 de octubre de 2013, es decir, 77 años después de la creación del parque nacional, un nuevo decreto presidencial (expedido por Enrique Peña) recategorizó el área protegida transformándola en el Área de Protección de FloAPFFNT). El Pro-ra y Fauna Nevado de Toluca ( grama de Manejo del área, publicado tres años después (2016) del decreto de recategorización, argumenta así la conveniencia de este cambio:
10 Véase el primer artículo de esta serie, “Áreas naturales protegidas de México: ¿últimos refugios o nuevos edenes?”, en
Correo del Maestro, número 285, febrero de 2020 [en línea]: <www.correodelmaestro.com/publico/html5022020/capitulo3/areas_naturales_1.html>. …la recategorización del Nevado de Toluca como Área de Protección de Flora y Fauna responde a la necesidad de proteger, bajo el marco jurídico vigente, los lugares que contienen los hábitats de cuyo equilibrio y preservación dependen la existencia, la transformación y el desarrollo de especies de flora y fauna silvestres, y aunque en dichas zonas se puede autorizar el aprovechamiento de recursos naturales, esta categoría de protección permite el establecimiento de modalidades para este tipo de aprovechamientos, con la finalidad de preservar las especies de flora y fauna que son objeto de protección, así como los hábitats donde éstas se desarrollan (Semarnat-Conanp, 2016: 19).
Llegados a este punto de lo sucedido en el Nevado de Toluca es conveniente apuntar algo acerca de sus principales características como ecosistema geofísico y social antes de analizar las implicaciones de la recategorización de esta área nacional protegida.
¿Espacio natural frente a espacio cultural? El elemento más distintivo del área natural protegida es el estratovolcán tipo estromboliano, ya extinto, llamado en español Nevado de Toluca, 11 cuya altura alcanza y Xinantécatl en náhuatl, casi 4700 metros sobre el nivel del mar. El volcán forma parte de la provincia fisiográfica del Eje Neovolcánico Transversal y uno de sus ras-
11 Este topónimo náhuatl se traduce muchas veces al español como ‘hombre desnudo’, pero hay muchas objeciones al respecto, para empezar, que nada en la fisonomía de la montaña semeja un hombre desnudo. De hecho, otras propuestas tienen más sentido: que derive de tzinacantécatl, un gentilicio relacionado con Tzinacantepec (‘cerro del murciélago’), el nombre de un pueblo muy cercano a la montaña; o que sea una corrupción de Chicnauhtécatl, voz asociada estrechamente a Chignahuapan (‘nueve manantiales’), que antiguos documentos en náhuatl (como la Relación de Temascaltepec, de 1585, y textos de Fernando de Alva Ixtlilxóchitl de 1625), usaron para designar al río Lerma (quizás especialmente a su curso inicial) y que, además, tendría relaciones etimológicas con los conceptos de ‘viejo’, ‘ancestral’ y de ‘jefe’, ‘autoridad’.
Andrés Ortiz Garay Lago El Sol
Lago La Luna
Andrés Ortiz Garay
gos más distintivos es que dentro del cráter hay dos lagos, denominados El Sol y La Luna, que constituyen una belleza única. Dado que el ANP se ubica mayoritariamente por sobre los tres mil metros de altitud, los climas predominantes son frío de altura, semifrío con lluvias en verano y templado con lluvias en verano. Las heladas abarcan 130 días por año en las partes bajas y 300 por año en las más altas. La temperatura puede alcanzar varios grados centígrados debajo de cero en la época invernal.
La región circundante al Nevado es punto de confluencia y contacto entre especies neárticas y neotropicales, tanto de flora como de fauna. De las primeras se han registrado 627 especies de plantas (52 de ellas endémicas y 9 consideradas en riesgo); hay 175 especies de animales verte-
12brados (36 endémicas); y además se han contado 209 especies de hongos macromicetos (de las cuales, 87 son comestibles). Se trata pues de una zona con grado medio de biodiversidad que, sin embargo, cuenta con un elevado índice de endemismos. Por ejemplo, entre los mamíferos endémicos están un ratón de campo (de la especie Neotomodon alstoni) y el famoso conejo de los volcanes o teporingo (Romerolagus diazi), que
12 Como en todo el centro de México, bastantes especies de fauna que podemos denominar mayor (puma, ocelote, mapache, tejón, cacomixtle, coyote, lobo, venado, etc.) fueron comunes alguna vez en las serranías del Nevado, pero ya desde el siglo pasado su presencia en el área decayó mucho y, aunque todavía se refieren algunos avistamientos, lo más probable es que tal tipo de animales se hayan extinguido o tan sólo algunos especímenes aislados habiten todavía en los lugares más recónditos del área natural protegida.
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La región circundante al Nevado es punto de confluencia y contacto entre especies neárticas y neotropicales, tanto de flora como de fauna
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Conejo de los volcanes o teporingo (Romerolagus diazi) fue redescubierto en los páramos de altura de la vertiente norte del área, pero que desde 2002 no ha sido avistado con frecuencia; también hay una especie de tuza (Crateogeomys planiceps) a la que algunos estudios recientes describen como endémica del Nevado. Se ha hablado de que en el área están representadas 24 familias de aves, pero la presencia de especies específicas no ha sido verificada en todos los casos. De seguro se encuentran búhos elfos y cornudos, halcones, chachalacas y varios tipos de pájaros carpinteros, así como bastantes especies de aves migratorias, pero las endémicas son menos y entre ellas destacan la gallinita de monte (Dendrortyx macroura) y el gorrión zacatonero (Oriturus superciliosus). Entre los reptiles hay muchas víbor a s ( u n a d e e l l a s e s l a t e m i d a c a s c a b e l d e c o l a n e g r a o C ro t a l u s m o l o s s u s ) , a u n q u e p o d e m o s destacar a siete especies endémicas de reptiles como una de lagartija (Barisia imbricata) y otra de salamandra (Pseudoeurycea robertsi); ocho especies de anfibios también cuentan como endemismos. Cuatro familias de insectos están asim i s m o re p re s e n t a d a s e n e l á re a : S t a p h y l i n i d a e , Nitidulidae, Leiodidae y Silphidae. Finalmente, al oeste del área de protección de flora y fauna se han detectado dos colonias de hibernación de la mariposa monarca: una en el cerro conocido como Las Palomas y la otra en el cerro San Antonio, en los alrededores de San Francisco Oxtotilpan, municipio de Temascaltepec.
La vegetación está dominada por formaciones boscosas de pino (Pinus spp.), oyamel (Abies religiosa), aile (Alnus jorullensis), cedro (Cedrela odorata) y encino (Quercus laurina). Los bosques de oyamel y encino son los que se mantienen en mejor estado de equilibrio, y los de pino (en su mayoría compuestos por la subespecie Pinus hartwegii) presentan evidentes procesos de extracción selectiva. También hay zonas de pastizal alpino. El área natural protegida tiene un intere-
sante gradiente altitudinal que va desde la selva baja caducifolia (en las zonas más bajas) y el bosque mesófilo de montaña (en zonas más bien periféricas del área y en las cañadas más húmedas), hasta los bosques alpinos de coníferas y el pastizal de alta montaña, por lo que se puede decir que a lo largo de su territorio se interconectan diferentes corredores biológicos.
Una característica muy relevante del ecosistema es que los escurrimientos generados en el Nevado de Toluca y otras montañas del área contribuyen con importantes volúmenes de agua a las cuencas hidrológicas del Lerma y el Balsas y son estratégicos para el Sistema Cutzamala, que abastece a las zonas metropolitanas de Toluca y Ciudad de México. Así, la recarga de agua y los productos forestales son los principales recursos naturales del área protegida y, a no dudarlo, de los más codiciados, porque las orillas del suANP distan apenas unos 20 kilómetros roeste del de Toluca, la capital mexiquense, de manera que el crecimiento de la mancha urbana es ya de por sí una fuerte presión que amenaza el equilibrio natural. Además, como ya se mencionó, dentro
ANP hay asentamientos humanos que tam-del bién han crecido demográficamente. Se trata de 56 núcleos agrarios, básicamente con propiedad 13 de los cuales 10 tienen todo o ejidal de la tierra, casi todo su territorio dentro del área protegida.
En general, los ejidos situados en las laderas del Nevado presentan un grado de marginación alto, a pesar de que casi todas las viviendas cuentan con agua potable, drenaje y electricidad, además de pisos, techos y paredes de materiales diferentes a tierra y madera. Los pobladores siembran papa y avena y algunas especies florísticas para comerciarlas y cultivan parcelas y
13 Además de la tenencia ejidal, también hay propiedad de bienes comunales en las comunidades de indígenas matlatzincas que habitan principalmente en el municipio de Temascaltepec.
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Staphylinidae
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Los bosques de oyamel y encino son los que se mantienen en mejor estado de equilibrio
huertos familiares con productos para el autoconsumo.
Antiguamente, la leña del bosque era usada de manera libre por todos como combustible para calentarse y cocinar, pero como desde hace una o dos décadas se prohibió incluso el aprovechamiento de madera caída, el cual amerita multa, esta costumbre se ha vuelto un acto clandest i n o . S i b i e n l o s d e c re t o s d e l a é p o c a c a rd e n i s t a bu s c a ro n a s e g u r a r q u e l a s p o b l a c i o n e s l o c a l e s p u d i e r a n re a l i z a r u n u s u f r u c t o d e l b o s q u e q u e h o y l l a m a r í a m o s s u s t e n t a b l e , l a s re s t r i c c i o n e s para este uso han ido creciendo (hasta el paradójico punto de tener que obtener un permiso para usar una rama muerta); al mismo tiempo, la necesidad de hacer crecer las superficies de cultivo –para sostener a una población en aumento
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El área natural protegida tiene un interesante gradiente altitudinal, por lo que se puede decir que a lo largo de su territorio se interconectan diferentes corredores biológicos
y para satisfacer los requerimientos del mercado de la papa– provocaron que el desmonte de los bosques se incrementara. La supuesta pérdida de bosque causada por la actividad de los campesinos locales fue uno de los argumentos fundamentales para apuntalar la propuesta de recategorización del parque nacional a área de protección de flora y fauna; pero, como más adelante veremos, hay estudios muy serios que objetan la precisión de tal argumentación. Y, en otra vertiente del mismo asunto, la tala ilegal muchas veces llevada a cabo por grupos armados y que usa los caminos abiertos por las dependencias gubernamentales nunca ha podido ser realmente abatida o siquiera castigada de manera que su impunidad pudiera ponerse en duda. ANP es que ocho minas
Otro problema en el cuentan con permisos para extraer grava, arena y tepojal (pómez), pero es indudable que en el área operen otras más de estas empresas sin contar con reconocimiento oficial; todas ellas provocan serios impactos ambientales en el medioambiente (erosión, destrucción de cauces hidrológicos naturales y alteraciones paisajísticas y topográficas, entre otros).
Acabemos este breve panorama diciendo que, c o m o e n o t ro s c a s o s d e l c a m p o m e x i c a n o , l a s modificaciones legales, administrativas y económicas del neoliberalismo dieron al traste con el apoyo gubernamental para la producción camXX, pesina, y a partir de la última década del siglo la migración –en este caso a Toluca, Ciudad de México o a Estados Unidos– ha pasado a ser un expediente necesario para cubrir las necesidades de muchas familias que habitan en el área protegida. Las remesas de los migrantes han sido por ello la tabla de salvación de las familias ejidatarias y la posibilidad de consolidar sus viviendas y, en ocasiones, de contar con efectivo para invertir en la siembra de la próxima temporada.
La polémica en torno a la recategorización
Según el estudio previo justificativo y el decreto que condujo al cambio de categoría, la conversión a área de protección de flora y fauna tiene como objetivos: 1) garantizar la certeza en la tenencia de la tierra de los particulares; 2) legalizar las actividades agrícolas que ya se realizan y fomentar su reconversión a plantaciones forestales; 3) autorizar que se realicen aprovechamientos sustentables de los bosques para que las actividades extractivas se realicen de forma ordenada; 4) propiciar la conservación y/o restauración de aquellas superficies que aún se encuentran poco impactadas, a través del uso y manejo de los ecosistemas (Ceballos, 2011: 7-8). Es decir, lo que desde el punto de vista oficial justifica la recategorización del Nevado de Toluca es que su biodiversidad está ya muy deteriorada y que, al convertirla en un APFF, se podrán regular las actividades que ya se hacen en la realidad, mejorando así la vida de los habitantes del área, y conservar el ambiente.
E n e s t a v i s i ó n , a v a l a d a p o r l a C o n a n p , l a s prácticas agropecuarias (cultivos cerealeros, de l e g u m b re s , v e rd u r a s y f l o re s ; c r í a d e t r u c h a s , borregos, vacas y aves de corral) que proporcionan medios de subsistencia para unos 10 000 habitantes de los ejidos y comunidades ubicadas dentro del ANP son las responsables del deterioro ambiental. Y asimismo, la categoría de parque nacional es incompatible tanto con la posibilidad de conservar y restaurar la biodiversidad de la zona como con la de hacer efectivo el aprovechamiento sustentable de sus recursos naturales por parte de las comunidades que allí habitan desde hace casi un siglo (o en algunos casos mucho más, como el pueblo matlatzinca).
No obstante, entre muchos ambientalistas y académicos bien informados, la recategorización h a g e n e r a d o c r í t i c a s m u y s e r i a s q u e s o s t i e n e n que esta medida desentona con la manifiesta tendencia del Estado mexicano a fortalecer una política ambiental que conserve la biodiversidad y los recursos naturales a la vez que posibilite la inserción justa y equitativa de las poblaciones rurales en el conjunto del desarrollo nacional.
No soslayemos que el decreto firmado por el presidente Peña Nieto divide el APFF del Nevado de Toluca en una zona núcleo con casi dos mil hectáreas (que básicamente comprenden el cono volcánico y su cráter) en donde efectivamente se mantienen restricciones rigurosas, y que otras 51 649 hectáreas se establecen como “zona de amortiguamiento”, en la que se permite realizar “actividades sustentables” (como la apertura de la explotación de recursos forestales a agentes externos o la construcción de obras públicas de infraestructura). En el contexto de la política de privatización de tierras y recursos naturales, imperante en México en los últimos cuarenta años, bien puede ser que una finalidad no explícita en el decreto sea que la recategorización posibilite la entrada de las empresas privadas a la explotación de los recursos del ANP. Como ejemplo está el caso de un proyecto para edificar en el Nevado un complejo turístico con pista de esquí (fabricada con nieve artificial), campo de golf, hotel, restaurantes y otras instalaciones destinadas al turismo de gran clase. Si bien ese proyecto, que contaría con la inversión de capitales canadienses y mexiquenses, no prosperó debido a la oposición de la población local, parece no haber sido definitivamente cancelado, a pesar de que el plan de manejo y la nueva categoría de ANP no permiten tal tipo de actividad.
Para los campesinos, la recategorización no es un asunto secundario, pues, de ser detentadores de derechos que la nación les otorgaba a través del usufructo legal implicado en la figura
de parque nacional, ahora deben enfrentarse a un nuevo orden jurídico sobre el territorio, lo cual sin duda va a transformar sus formas de vida tradicionales. Con la recategorización, nuevos actores entrarán en escena, y el desequilibrio entre éstos –con capacidad económica y política para imponer otra lógica productiva– y el campesinado puede derivar en consecuencias no totalmente previstas. Porque muchos de los ejidatarios del APFFNT, a pesar de estar conscientes de las dificultades que entraña en la actualidad su dependencia de las actividades agropecuarias, quieren, sin embargo, continuar siendo campesinos. Tienen arraigo en su tierra, y realizan sus trabajos en ella considerándola como la justa retribución de la participación de sus ancestros en la Revolución de 1910-1920. Si ellos no han avanzado más se debe a que, hace ya varias décadas, los apoyos para la productividad del campo han sido cortados y porque las opciones existentes para obtener subsidios, como el Programa de Pago por Servicios Ambientales, les reportan menos ingresos de los que obtienen con el cultivo de la papa y la avena. Además, uno de sus argumentos centrales es que no se les consultó debidamente para efectuar la recategorización del área natural protegida.
Por otro lado, también se han formulado objeciones de corte más técnico a la recategorización en estudios basados en metodologías científicas. Éstos sostienen que la reducción en la densidad de los bosques puede relacionarse con los efectos del cambio climático global en el nivel local; así, las temperaturas más elevadas y el decremento en los volúmenes de lluvia podrían ser factores de mayor importancia, aunados al descuido en el control de plagas y enfermedades d e l o s á r b o l e s , q u e e l u s o a g r í c o l a d e l a t i e r r a . D e e s t a m a n e r a , l a c r í t i c a a l o s a rg u m e n t o s d e t i p o e c o l ó g i c o p re s e n t a d o s c o m o j u s t i f i c a c i ó n d e l a re c a t e g o r i z a c i ó n s e ñ a l a q u e é s t a e s u n a propuesta incompleta, ya que no identifica plenamente un posible encadenamiento de causas del deterioro, pues hace recaer su origen en un solo factor.
Si bien la moneda está todavía en el aire y no ANP del Ne-podemos saber qué pasará con el vado de Toluca y sus recursos naturales en los próximos años, sí podemos afirmar que la categoría de área de protección de flora y fauna que u t i l i z a e l s i s t e m a m e x i c a n o d e p ro t e c c i ó n a l a naturaleza conlleva algunos aspectos contradictorios: mientras que la figura tiene cierta flexibilidad respecto al aprovechamiento de los recursos naturales, también contiene indefiniciones que dificultan precisar el grado de protección que sobre éstos se establece (y eso a pesar del establecimiento de una zonificación que en algunas partes es más restrictiva y en otras más permisiva). Por eso resulta válida la crítica a la recategorización del Nevado de Toluca que se expresa en las citas que reproduzco a continuación para finalizar el artículo:
Llama la atención que la sustentabilidad económica de las comunidades asentadas dentro del área protegida se esgrima como razón para el cambio de estatus del Nevado de Toluca, cuando la posibilidad de aprovechamiento responsable está contemplada en el decreto de creación y su adición en el cardenismo, como se demostró. Si esa es la causa no hay necesidad de cancelar el decreto de 1936. Una diferencia sustantiva entre el estatus de parque nacional y reserva forestal nacional, y la nueva modalidad, radica en la posibilidad de cambiar el régimen de tenencia de la tierra y las condiciones de participación de los particulares. Sin condiciones claras y concretas para esa participación y para las variaciones en la tenencia de la tierra a las que se da lugar ¿no se está en riesgo de caer en una situación legal que dificulte, incluso imposibilite en un futuro cercano el control sobre esos terrenos para que puedan conservarse
los que están en buen estado y los deteriorados recibir trabajos de repoblación forestal y entrar en condiciones de brindar sus importantes servicios ambientales? (Urquiza y Aguilar, 2013).
Si bien en México se ha logrado una política ambiental fuerte, ésta se ha desarrollado mayormente sin considerar a la población local. Esta política ha sido autoritaria, sobre todo en la restricción de actividades económicas y aprovechamiento de los recursos naturales, a pesar de que desde círculos académicos se ha señalado la importancia del consenso y participación de la población local para obtener buenos resultados en la conservación ambiental. Es necesario estrechar el vínculo entre las autoridades de la Conanp que se encargan del establecimiento de las ANP y las poblaciones que viven en ellas para que sus necesidades y conocimientos sean considerados en los decretos y en los planes de manejo (Toscana y Granados, 2015).
Referencias
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México y H. Ayuntamiento de Toluca [en línea]: <www. c c m s s . o rg . m x / w p - c o n t e n t / u p l o a d s / 2 0 1 4 / 1 0 / P ro p u e s t a _ d e _ re c a t e g o r i z a c i o n _ y _ e d e c re t o _ d e l _ p a rq u e _ n a c i o nal_nevado_de_Toluca.pdf>. CONANP, Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (s. f.). Ficha del Sistema de Información, Monitoreo y Evaluación para la Conservación del APFF Cuatrociénegas [en línea]: <simec.conanp.gob.mx/ficha_pdf.php? anp=151®=4>. ESPINOSA-ASUAR, L., y A. Araujo (s. f.). Biogeoquímica en Cuatro Ciénegas: mundos dentro de mundos y miradas a escala. En: Oikos, núm. 19 [en línea]: <web. e c o l o g i a . u n a m . m x / o i k o s 3 . 0 / i n d e x . p h p / t o d o s - l o s numeros/334-biogeoquimica-en-cuatro-cienegas>. MASTRETTA. A., R. Cao, S. N. Arzeta, P. Quadri, T. Escalante,
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URQUIZA, J. H., y L. E. Aguilar (2013). Nevado de Toluca: olvido, deterioro y cambios a la ligera. En: Nexos, octubre [en línea]: <www.nexos.com.mx/?p=18892>.