Areíto
Zona de la Cultura y de las ideas
www.hoy.com.do Editor: Bavegado Diseño: Carla González SÁBADO 11.05.2013
PEDRITO GUZMÁN Y la poética de Pedro Mir
Monarquías europeas
Poesía sensualista
en el ojo del huracán
de Martha Rivera
Tal parece que el Príncipe de Asturias, que ya cumplió 45 años, ha podido salvar la imagen de la monarquía española, pues no se ha visto afectado directamente por ninguno de los escándalos de la familia.
Martha Rivera es una poeta original hasta con relación a sí misma, un logro que no es menor. Como su admirada Alejandra Pizarnik, Martha Rivera vive vicariamente en un personaje que puede vivir, relatar y cuestionar simultáneamente su historia. Página 6
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Liber-ación: acción que crea la libertad La libertad es más que una facultad del ser humano, la de poder elegir o libre albedrío. La libertad pertenece a la esencia del ser humano. Un esclavo, incluso sin ser capaz de elegir, no deja de ser en esencia un ser libre. Puede resistir, negar e incluso rebelarse y aceptar que le maten. Página 2
Los fichados por el anticomunismo de Joaquín Balaguer Pág 3
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Sábado 11 de mayo de 2013
Zona Areíto Areito
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Mario Vargas Llosa (novelista y ensayista peruano) Mi experiencia política no fue grata, pero sí muy instructiva. Aprendí mucho sobre mi país, sobre la política y sobre mí mismo. No me lamento de esa aventura. LA GUÍA
Leonardo Boff
LIBROS
Liber-ación: acción que crea la libertad
L
a libertad es más que una facultad del ser humano, la de poder elegir o libre albedrío. La libertad pertenece a la esencia del ser humano. Un esclavo, incluso sin ser capaz de elegir, no deja de ser en esencia un ser libre. Puede resistir, negar e incluso rebelarse y aceptar que le maten. Esta libertad nadie se la puede quitar. Entre muchas definiciones, creo que esta es para mí la más correcta: La libertad es la capacidad de auto-determinación. Todos nacemos dentro de un conjunto de determinaciones: etnia, clase social, en un mundo ya construido y siempre por construir. Es nuestra determinación. Nadie está libre de alguna dependencia. Puede ser una opresión como el trabajo esclavo o el bajo salario. Al luchar contra esto, ejerce un tipo de libertad: libertad de, de esta situación. Es la lucha por su in-dependencia y autonomía. Él se auto-determina: asume la determinación, pero para superarla y ser libre de, libre de ella. Pero hay todavía otro sentido de libertad como auto-determinación: es esa fuerza interior y propia (auto) que le permite ser libre para, para construir su propia vida, para ayudar a transformar las condiciones de trabajo y para crear otro tipo de empresa donde sea menos difícil ser libre de y para. Aquí se muestra la singularidad del ser humano, constructor de sí mismo, más allá de las determinaciones que le rodean. La libertad es una liber-ación, es decir, una acción autónoma que crea la libertad que estaba cautiva o ausente. ?Estos dos tipos de libertad adquieren una expresión personal, social y global. A nivel personal la libertad es el don más precioso que tenemos después de la vida: ser capaz de expresarse, de ir y venir, de construir nuestra visión de las cosas, de organizar la vida a nuestro gusto, el trabajo y la familia y elegir a nuestros representantes políticos. La mayor opresión es estar privado de esta libertad. A nivel social muestra bien sus dos caras: libertad como independencia y como autonomía. Los países de América Latina y el Caribe fueron independientes de los colonizadores, pero eso todavía no significó autonomía y liberación. Quedaron dependientes de las elites nacionales que mantenían las relaciones de dominación. Con la resistencia, protesta y organización de los oprimidos, se gestó un proceso de liberación que, victorioso, dio autonomía a las clases populares, una libertad para organizar
otro tipo de política que beneficiase a los que siempre fueron excluidos. Esto ocurrió en América Latina a partir del fin de las dictaduras militares que representaban los intereses de las élites nacionales articuladas con las internacionales. Está en curso un proceso de liberación para, que aún no se ha completado, pero que hace avanzar la democracia nacida desde abajo, republicana y de cuño popular. Hoy necesitamos también una doble liberación: de la globalización económico-financiera, que explota la naturaleza y los países periféricos en todo el mundo, y está dominada por un grupo de grandes compañías, más fuertes que la mayoría de los estados. Y una liberación para la gobernanza mundial de esta globalización que se enfrente a problemas globales como el cambio climático, la escasez de agua y el hambre de millones y millones de personas. O hay una gobernanza global colegiada o se corre el riesgo de una bifurcación de la humanidad entre los que comen y los que no comen o padecen grandes necesidades. Por último, ahora se requiere con urgencia un tipo especial de libertad de y de libertad para. Vivimos en la era geológica del antropoceno. Esto quiere decir que el gran riesgo para todos no es un meteoro rasante, sino la actividad irresponsable y ecoasesina de los seres humanos (anthropos). El sistema de producción capitalista que prevalece, está causando estragos en la Tierra y ha creado las condiciones para destruir nuestra civilización. O cambiamos o vamos al encuentro de un abismo. Necesitamos ser libres de este sistema biocida y ecocida que amenaza todo para acumular y consumir más y más. También necesitamos una libertad para: para ensayar alternativas que garanticen la producción de lo necesario y digno para nosotros y para toda la comunidad de vida. Esto está siendo buscado y probado por el bien vivir de las culturas andinas, por la ecoagricultura, por la agricultura familiar ecológica, por el índice de felicidad de la sociedad y por otras formas que respetan los ciclos de la vida. Queremos una biocivilización. Como cristianos también debemos liberar la fe de visiones fundamentalistas, de estructuras eclesiásticas autoritarias y machistas para conseguir una libertad para que las mujeres sean sacerdotes, para que los laicos puedan decidir junto con el clero los destinos de su comunidad, para los que tienen otra opción sexual.
LA ANTOLOGÍA DE STANLEY
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UN COFRE DE RECUERDOS Rafael A. Martorell, periodista de profesión, ha escrito “Maquito Cafemba y sus andanzas”, un pequeño pero valioso libro donde vacía los recuerdos que pueblan su vida, desde su niñez hasta ahora cuando se acerca a los 70 años de edad. Un texto ameno, de 126 páginas, que gustará mucho a los memoriosos que disfrutan recordando los santos y las señas de la ciudad Capital. Martorrel vive en Estados Unidos.
Avelino Stanley nos presenta la segunda edición de su conocida antología “Los mejores cuentistas dominicanos contemporáneos” (Antología Ruptura del límite). Toda antología lleva en sí misma la semilla de la polémica. Esta no podía ser diferente. Treintiocho autores y 38 cuentos. Tiene un prólogo de Angel Lockward.
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ADMINISTRACIÓN FINANCIERA DOMINICANA PARA MERCADÓLOGOS, CONTADORES Y ADMINISTRADORES
CUENTOS DE MENOSCAL El periodista Menoscal Reynoso ha decidido hacer de la literatura su segunda gran vocación, y lo está logrando de manera exitosa y bien aceptada por la comunidad de lectores. “Conversaciones con extraños” es un hermoso libro de cuentos. En estos 17 relatos se advierte con rapidez la madurez que Monoscal va alcanzando en el exigente campo de la literatua de ficción. Antes había publicado la novela “La barca del silencio” y otro libro de cuentos, “Tribus de hielo”. El destacado periodista también ha publicado dos libros de poesías, “Pasión en tempestad” y “Quejas sin ruido”. Sus publicaciones quedan completas con el libro “El costo de la verdad”, una selección de artículos de opinión. “Conversaciones con extraños” fue impreso en Editora Búho. _ ____________________________________________________________________________
Como dice su autor, el profesor Danilo Rodríguez, y como indica el título, este libro fue pensado y escrito para los profesionales del mercadeo, de la contabilidad y de la administración. Tiene 13 capítulos distribuidos en el orden lógico de un programa de formación universitaria. Tiene 298 páginas.
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PROCEDIMIENTO PENAL APUNTADO Este libro es la cuarta obra jurídica del talentoso magistrado de la Suprema Corte de Justicia Francisco Ortega Polanco. Tiene 264 páginas y lleva un prefacio de la destacada jueza Olga V. Herrera Carbuccia. Este libro será, como sus obras anteriores, una herramienta útil para jueces, fiscales y abogados en ejercicio.
LA HISTORIA/Fuente: Portal Bibliófilo Enmascarado
1916
NACIÓ EL 11 DE MAYO. Camilo José Cela, prosista español, miembro de la Real Academia Española. Premio Nobel, premio Príncipe de Asturias, premio Cervantes… y así hasta 7 importantes premios de literatura. Autor de “La Colmena, “La Familia de Pascual Duarte” o “San Camilo”, entre otras muchas. _
1881
FALLECIÓ EL 11 DE MAYO. Henri Frédéric Amiel, filósofo y moralista suizo, autor del célebre “Diario Íntimo”, que, publicado después de su muerte, le otorgó gran fama y reputación por toda Europa.
1634
MURIÓ EL 12 DE MAYO. George Chapman, traductor, poeta y dramaturgo inglés. Considerado como rival de Shakespeare, de su gran producción dramática podemos destacar “Hacia el este” y “La tragedia de Chabot”. También cabe mencionar sus traducciones de la “Ilíada” y la “Odisea”.
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1891
NACIÓ EL 13 DE MAYO. Mihail Bulgakov, novelista y dramaturgo ruso de la primera mitad del siglo XX. Su obra más conocida es la novela “El maestro y Margarita”.
1875
NACIÓ EL 14 DE MAYO. José Santos Chocano Gastañodi, poeta modernista peruano, conocido también con el seudónimo de “El Cantor de América”.
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1886
FALLECIÓ EL 15 DE MAYO. Emily Dickinson, importante poetisa estadounidense creadora de una lírica personal que trata con una gran inteligencia temas universales como el amor, la muerte y la inmortalidad.
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Viaje por la Historia
REPRODUCCIONES: NAPOLEÓN MARTE
Fichados por el anticomunismo de JB
ÁNGELA PEÑA / A.PENA@.COM.DO
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ntonces eran adolescentes. Algunos prácticamente niños, como Jorge Antonio Puello (Jorgito), Néstor Eddy del Prado Villalón, Rodolfo Capellán, “Ratón”, o ya entrados en años pero en pie de lucha como Tomás Parmenio Erickson Álvarez, Digno Sócrates Caraballo (Nino), Luis Manuel Gil Pichardo o Roberto Duvergé Mejía, militantes activos de la izquierda que habían nacido en los años 20 del siglo pasado. La mayoría pertenecía al 14 de Junio, pero había del Movimiento Popular Dominicano, del Partido Socialista Popular y de otras agrupaciones que luchaban contra el imperio del terror balaguerista de los 12 años, sin sospechar, quizá, que estaban vigilados y fichados con todas sus generales. Figuran con sus fotos que los reflejan ingenuos pese a las experiencias políticas que les atribuyen los reportes. Decía que estaban entrenados en países socialistas y al mismo tiempo adiestraban cuadros locales a la vez que, supuestamente, se preparaban para movilizar al campesino en las lomas. Pseudónimos de guerra, cédula y pasaporte, lugar y fecha de nacimiento, raza, color de la piel, forma de la cara, pelo, descripción de frente, ojos, orejas, cejas, labios, bigotes, barbilla, estatura, peso, posiciones en el partido, viajes internacionales y otros datos aparecen en estas “fichas policiales” que con celo guardaron organismos de seguridad balagueristas. Corresponden a 1967 y en ellas aparecen, además, tres formas de interrogatorios que se hacía a los apresados o a gente de sus entornos. Muchos cayeron derribados por ese enemigo oficial que advertía muy enfático: “Mientras estas personas se mantengan en sus casas y no estén complicadas en actividades políticas con el fin de derrocar al gobierno constitucional las mismas no serán molestadas. Pero en caso de que estas se encuentren en zonas rurales, solamente podrá asumirse que están trabajando en los planes guerrilleros del ‘14 de Junio’. En este caso deberán ser detenidos para su interrogatorio”. El documento, correspondiente a 1967, fue enviado a “Unidades policiales y militares”. Una persona que pidió no ser identificada donó una copia al Archivo General
de la Nación que trabaja en los procesos de clasificación y digitalización para luego ponerlo a disposición de los usuarios pues se trata de un valioso material que presenta la vida de la izquierda dominicana en ese momento y los métodos represivos de los primeros años de gobierno de Joaquín Balaguer. Los más entendidos de ese histórico sector político aclararán inexactitudes y contarán la trayectoria final, firme o desviada, de muchos de los que se muestran, entre los que es seguro había infiltrados, por afirmaciones de los autores. Dice en la introducción: “Este libro contiene una lista de los miembros ‘profesionalizados’ del ‘Movimiento Revolucionario 14 de Junio’. El término ‘profesionalizado’ se refiere a aquellos que reciben una mensualidad del 14 de Junio que les permite dedicar parte de, o todo su tiempo a trabajar activamente para el partido”. Añade que la relación no fue preparada por autoridades gubernamentales sino por la misma agrupación y fue confiscada por la Policía en un allanamiento efectuado el 26 de mayo de 1967 en la residencia de Luis Arturo Souffron (sic) Martínez. Supuestamente fueron informados por personas de la misma organización y procedieron a otros allanamientos. Y señala: “Existe ahora bastante evidencia que indica que el 14 de Junio intenta llevar a cabo operaciones de guerrillas o algo parecido en un futuro cercano, ello a pesar de los fracasos pasados –Orlando Mazara, cerca de San José de Ocoa, Reyes Saldaña y Luis Parris (sic) cerca de Nagua, y el arresto de Bienvenido Fidel Guzmán Soto (a) Fidel, Isidro Peña de la Rosa (a) Osiris, Juan Pablo Soto Félix (a) Ignacio y Vicente Segura Pereyra, en la región de Padre Las Casas el 25 de mayo de 1967”. Asegura que la validez de la información contenida “es incuestionable” porque procede de los mismos afiliados. Los cuestionarios están divididos en “Actividades comunistas”, “Participación del detenido en actividades de extrema izquierda”, “Datos biográficos” y seudónimos. Parece que el más buscado de esa época era Fidelio Despradel. Varias preguntas lo abordan a la franca. “¿Ha visitado esta zona alguna vez Fidelio Despradel? Dígale al detenido que Despradel usa el pseudónimo de Fabio…”.
La lista. Hay hombres y mujeres aunque predominan los primeros. Ellas son Petronila Santana Corporán, Delta Bohemia Soto Grullón, doctora Ivelisse Altagracia de Jesús Acevedo Gautier, Sagrada María Bujosa Mieses, Gloria María Colón Báez, Teresa Inocencia Espaillat Hernández de Amiama, Mariana Rafaela Espinal, Hilda Eloísa Gautreaux de Penson, Luz Milagros Martínez P., Mercedes Fe Ogando Mateo, América Teodora Pinedo Mejía, Miriam Itulidania Pinedo Mejía de Morales, doctora Linda Altagracia Pelegrín Gordian, Petronila Argentina Santana Corporán, Emma Celeste María Tavárez Justo, Aniana Ondina Vargas Jáquez. Algunas con nombres de batalla que la Policía denomina pseudónimos. Es impresionante la cantidad de “fichados” que fueron abatidos en los 12 años. Otros murieron pasado ese periodo por enfermedad u otras causas, algunas no aclaradas. Entre los sobrevivientes conocidos figuran Leonte Antonio Brea González, Jaime Durán Hernández, “Jimmy”, Fidelio Arturo Despradel Roque, “Fabio”, “Federico”, “Fernando Alberto Ramírez”; Hamlet Alberto Hermann Hernández (sic), Antonio Lockward Artiles, Pancracio Melvin Alexander Mañón Rossi, Julio Enrique Montandón G., Nelson Moreno Ceballos, “Ezequiel”, Julio Ernesto Oviedo Landestoy, “La Gorda”, “José Antonio Ramírez V.”. También Ramón Agustín Pinedo Mejía, “Monchín”; Jorge Puello, Jesús Raúl Pérez Peña, “Ramiro”, “El Bacho”, “Miguel Rojas”, “Horacio”; Cayetano Armando Rodríguez del Prado, Dr. Arnulfo Reyes Gómez, “Alfredo”; Rafael Francisco Taveras Rosario, “Fafa”, “Raúl”… Son más de 100. En próxima entrega se agregarán otros, sus trayectorias, muertes. Algunos han sido señalados por la posteridad como informantes infiltrados, “contrarrevolucionarios”, “revisionistas”, “oportunistas” o “enganchados al sistema”.
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CÁPSULAS GENEALÓGICAS www.idg.org.do/ Por Milcíades Núñez
La puerta latina y los Portalatín
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anuel Portalatín Parras (1843) hermano de Juan Crisóstomo Portalatín, hijo de Juan Portalatín y María Merced Parras (o Parrón), casó en La Vega el 27 de octubre de 1867 con Ana Rita Pérez Fernández, hija de Nazario Pérez y Lorenza Fernández. De esta unión nacieron:
• Rita Portalatín Pérez, nacida en La Vega el 12 de octubre de 1868. • Julio Andrés Portalatín Pérez (n. 4 de febrero 1872). Casó en La Vega en 1904 con Ángela Álvarez Fondeur, hija de Jovino Álvarez Comprés y Virginia Fondeur Guzmán. Julio fue padre de Mercedes Portalatín, quien casó en 1918 en La Vega con Euclides Batista, propietario de la tienda Casa Azul e hijo del también comerciante, natural de Jarabacoa, Andrés Batista, de donde vienen los Batista Portalatín, Batista Brache y Batista Batlle, entre otros. Julio Portalatín era comerciante y presidente del Ayuntamiento de La Vega en 1914.
• Amable Jesús Portalatín Pérez, bautizado en 1875. Patriota que confeccionó junto a sus hermanas la primera bandera dominicana en el Cibao. Amable se unió al movimiento revolucionario que siguió al magnicidio del presidente Ulises Heureaux en 1900. • Rómula Portalatín Pérez, nace en La Vega en 1880, muere en su ciudad natal, soltera, de 40 años en 1920.
• Manuel Nazario (o Francisco) Portalatín Pérez, nace en La Vega Aída Cartagena Portalatín
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en 1870, casó en 1891 con Aurora Féliz Pérez, hija Leandro Féliz y Ana Pérez. Fueron los padres de
• Ana Rita Portalatín Féliz, nacida en 1892. • Máximo Portalatín Féliz, nacido en 1897. • Manuel Nazario (o Francisco) Portalatín Pérez casó también con Delia de Todos los Santos Sosa Estrada (n. Puerto Plata, 1880), hija de Miguel Sosa Beltrán y Elpidia Estrada Álvarez, y fueron los padres de, entre otros, Lilia Portalatín Sosa (n. 1912) primera mujer en ocupar la Secretaría de Estado de Educación.
• Manuel Portalatín Parras, siendo viudo, casó en 1885 con Altagracia Gómez Grateró (1855-1920), hija de José Rafael Gómez Grateró y Juana del Rosario Grateró Suriel, y prima del reconocido historiador Manuel Ubaldo Gómez Moya y procrearon los siguientes hijos: • Olimpia del Rosario Portalatín Gómez (n. 1885). Casó en 1912 en La Vega con Felipe Cartagena Estrella, hijo del general Felipe Cartagena y de Daniela Estrella. Felipe Cartagena Estrella era abogado y bombardino de la Banda Municipal de Música de La Vega. De esta unión nace, entre otros, la insigne poetisa dominicana Aída Cartagena Portalatín (1918-1994). • Manuel Emilio Portalatín Gómez nació en La Vega en 1890. Casó con Ana Nadelia Cáceres Ureña (n. 1900), hija del expresidente de la República Dominicana Ramón (Mon) Cáceres Vásquez (1866-1911) y de Narcisa Ureña Valencia (n. 1872). • Aníbal Portalatín Gómez nació en 1892. • Altagracia (n. cerca de 1895), casó con Pedro Pablo Bonilla Atiles, ingeniero, quien diseñó el Casino Central de La Vega, hijo de Pedro Pablo Bonilla Más (1871-1923) y de Carmen Nicolasa Atiles Sánchez (1872-1922).
Instituto Dominicano de Genealogía
Encuentros
HOY
MU-KIEN ADRIANA SANG
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Las monarquías europeas en el ojo del huracán Lo siento mucho. Me he equivocado. No volverá a ocurrir, declaración del Rey Juan Carlos después del accidente de cacería en África en abril 2012 El Príncipe instó a los jueces, a los 231 que acaban de salir de la escuela judicial, a ejercer su profesión con "valentía","prudencia"y"fortaleza" ylesdiotodosu "apoyo y reconocimiento", también "el de Su Majestad el Rey" porque a su juicio juegan un papel "clave" para garantizar la protección de derechos y libertades. "Los miembros de la carrera judicial sois merecedores de la mayor confianza". "La función de los jueces cobra aún mayor trascendencia en momentos complejos comolos actuales". "Laindependencia, la imparcialidad y la igualdad en la aplicación de la ley (son las) cualidades necesarias de un juez". Palabras de Felipe de Borbón a los jueces que se iniciaban en la carrera judicial en Barcelona, el mismo día en que se conocía la imputación de la Infanta Cristina en el caso NOOS a principios de abril 2013.
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ace apenas unos días, el 30 de abril de 2013, se produjo con todo el protocolo y parafernalia característica, la coronación de los nuevos reyes de Holanda, Guillermo Orange de Holanda con la argentina, hoy reina holandesa, Máxima Zorreguieta Cerruti. Un cambio de titular, después que la reina Beatriz de Holanda abdicara al trono por haber cumplido 75 años. Todo parece indicar que el cambio es aceptado por todos los sectores en Holanda, Europa y el resto del mundo. Sin embargo, la monarquía española está viviendo su peor momento. El evidente deterioro físico y de popularidad del rey Juan Carlos ha avivado el sentimiento republicano. Los últimos sondeos han mostrado que crece el porcentaje antimonárquico, especialmente entre los jóvenes, que no tienen la conciencia plena del papel jugado por el Rey cuando un grupo de militares quisieron dar un golpe de Estado, y este aplastó el intento al declararse públicamente en contra de los golpistas. Pero es también el resultado de sus desacertadas actitudes públicas, como fue el caso de la rotura de cadera después de haber ido a África a cazar elefantes. No tuvo más remedio que pedir disculpas. Hace apenas unos meses que se publicaron los resultados de un sondeo realizado por la empresa Metroscopia, que se llevó a cabo entre 2.400 personas en marzo de 2013, y publicado por el periódico El País el 7 de abril de este año. El sondeo evidencia que la posición más difícil la tiene el Rey, quien ha perdido mucha popularidad especialmente entre los más jóvenes. Los encuestados respaldaban la renuncia a favor de su hijo el Príncipe de Asturias. Está claro que la imagen del monarca se ha deteriorado, producto de sus deslices e infidelidades y las acusaciones de corrupción en el seno de la Familia Real. El sondeo mostró que el 53 por ciento de los encuestados desaprobaba la forma en que el Rey, de 75 años, estaba realizando sus funciones. En diciembre de 2012 se había hecho un ejercicio similar con resultados muy diferentes. Un elemento importante es que el sondeo se realizó antes de la imputación de la infanta Cristina, esposa de Urdangarin, acusado por el caso NOOS. Tal parece que el Príncipe de Asturias, que ya cumplió 45 años, ha podido salvar la imagen de la monarquía española, pues no se ha visto afectado directamente por ninguno de los escándalos de la familia. Otro sondeo realizado en enero de 2013 mostraba que el 45 por ciento de los españoles quería que el Rey abdicara para favorecer a su hijo. La crisis española se refleja también en la mala imagen de los políticos. Sólo el 19 por ciento aprobaba la gestión del Gobierno y el 93 por ciento desaprobaba las acciones de los políticos. La situación de España preocupa a todos, al pueblo, a los periodistas y a los académicos. Francesc de Carreras, catedrático de Derecho Constitucional de la Universidad Autónoma de Barcelona, publicaba en LA VANGUARDIA el 4 de octubre de 2007 un interesante artículo titulado ¿De qué Monarquía hablamos? en el que afirmaba que en la política española se comenzaba a caer en el vicio de inventarse falsos problemas. El riesgo de este vicio es que estos problemas ficticios acaben convirtiéndose en verdaderos. Situados en esta peligrosa senda, ahora el turno le ha tocado a la monarquía. Ciertamente, pocos temas ofrecen tantas posibilidades para la demagogia fácil: quizás este es el motivo de haberlo escogido como espacio de debate. Intentaremos, en este artículo, aportar algunos gramos de razón. A su juicio la crítica que se hace en España
sobre el costo económico de mantener a la monarquía era alto. Afirma el autor que es problema ficticio. ¿Por qué? Dice que es la crítica más fácilmente desmontable, pues con revisar los presupuestos generales del Estado, se puede observar que es la institución más barata: Concretémoslo en el proyecto de presupuestos para el año próximo que se está tramitando en el Congreso: a la Casa del Rey se destinan 8,66 millones de euros; al Ministerio de la Presidencia, 358,33 millones; a las Cortes Generales, 232,53 millones; al Tribunal Constitucional, 26,27 millones; al Consejo General del Poder Judicial, 72,86 millones; al Consejo de Estado, 11,75 millones; al Tribunal de Cuentas, 57,16 millones. Los números hablan por sí solos. ¿Es una institución cara? Apunta también que es falso el dilema que se plantea entre democracia y monarquía. Afirma con energía que ni todas las repúblicas son democráticas, ni todas las monarquías, antidemocráticas, ello es evidente si echamos una mirada al mundo... En nuestra Constitución el rey no posee poder político alguno, ni legislativo, ni ejecutivo, ni judicial, ni de ningún otro tipo. Si lo tuviera, al no ser un cargo electivo, no estaríamos en una democracia política. El rey es titular de la Corona, nombre que adopta la jefatura del Estado en España y, dado que es un cargo hereditario, no puede tener poderes políticos propios, sólo tiene deberes, cumplir con determinados actos debidos y ejercer potestades meramente formales. Como jefe del Estado, es el símbolo de su unidad y permanencia. El responsable de sus actos políticos es siempre otro – el presidente o algún ministro, en ciertas ocasiones el presidente del Congreso-, porque no es él quien toma las decisiones políticas. Afirma que la contradicción de la actualidad no está entre monarquía y república, sino entre democracia y dictadura. Desde este punto de vista, la crítica a la monarquía no tiene fundamento. Sólo la tendría si el rey dejara de cumplir con sus obligaciones constitucionales, intentara tener influencia allí donde no tiene poder, es decir, si por canales indebidos abusara de su condición de jefe del Estado. En la opinión del catedrático universitario, la preservación de la monarquía como institución no debe cuestionarse. El dilema no debe presentarse con respecto a la república, sino a la opción incuestionable de la democracia. El problema hoy es que la monarquía española está en serios problemas de legitimidad. Esta situación ha sido objeto de análisis y burla en la prensa mundial. El Washington Post escribía el año pasado lo siguiente: “Justo después de confesar a sus ciudadanos que no podía dormir por las noches por culpa del paro juvenil, el rey de España cogió un avión y se fue de safari a Botswana a matar elefantes”. En el artículo del periódico se hace una exhaustiva referencia al hecho de que la mayoría de las monarquías europeas se han visto en la necesidad de reducir sus presupuestos y sobre todo a transparentarlo. Como ocurrió hace unos días cuando la casa real de España se acogía a la ley de transparencia, como una forma de detener las críticas a los actos dolosos del yerno del rey. The Washington Post apoya, quizás sin saberlo, la posición del catedrático español al afirmar que los salarios del rey (unos 266.436 euros) y del príncipe (unos 127.636 euros) son inferiores a los del presidente de Estados Unidos, Barack Obama, que se calcula en 319.105 euros. Y establece una comparación entre el gasto total de la monarquía española con las demás casas europeas. Según el periódico, la familia real de España le cuesta a los españoles entre 11 y 12,3 millones de dólares. La holandesa cuesta 48,5 millones de dólares y la inglesa 47 millones. Pueden existir argumentos a favor o en contra de la monarquía. Lo cierto es que la situación de la española es la más difícil actualmente. Si pretenden preservar la institución política, como garante del Estado, deberán tomar medidas urgentes. La única salida que puede preverse de inmediato es la abdicación del Rey, pero no parece estar en su universo inmediato, pues a pesar de sus problemas de salud, se aferra a su estatus, aunque el mundo a su alrededor se derrumba. Yo, nacida en una isla republicana, veo con gracia la insistencia de mantener una institución que tiene grandes raíces en la historia de esas sociedades, precisamente donde nació el capitalismo y sobre todo las ideas del liberalismo.
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Más sobre leer los clásicos según
Italo Calvino
MANUEL MORA SERRANO
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alvino continuó exponiendo sus ideas, y esta vez, hasta el final, no intervendremos, sino que lo leeremos, como él dice, el original es lo importante, no lo que especulen los críticos o los historiadores, porque nada sustituye al texto original. “Los clásicos son libros que cuanto más cree uno conocerlos de oídas, tanto más nuevos, inesperados, inéditos resultan al leerlos de verdad. Naturalmente, esto ocurre cuando un clásico funciona como tal, esto es, cuando establece una relación personal con quien lo lee. Si no salta la chispa, no hay nada que hacer: no se leen los clásicos por deber o por respeto, sino sólo por amor. Salvo en la escuela: la escuela debe hacerte conocer bien o mal cierto número de clásicos entre los cuales (o con referencia a los cuales) podrás reconocer después «tus» clásicos. La escuela está obligada a darte instrumentos para efectuar una elección; pero las elecciones que cuentan son las que ocurren fuera o después de cualquier escuela. Sólo en las lecturas desinteresadas puede suceder que te tropieces con el libro que llegará a ser tu libro”. “Llámase clásico a un libro que se configura como equivalente del universo, a semejanza de los antiguos talismanes. Con esta definición nos acercamos a la idea del libro total, como lo soñaba Mallarmé. Pero un clásico puede establecer una relación igualmente fuerte de oposición, de antítesis. Todo lo que Jean-Jacques Rousseau piensa y hace me interesa mucho, pero todo me inspira un deseo incoercible de contradecirlo, de criticarlo, de discutir con él. Incide en ello una antipatía personal en el plano temperamental, pero en ese sentido me bastaría con no leerlo, y en cambio no puedo menos que considerarlo entre mis autores. Diré por tanto: Tu clásico es aquel que no puede serte indiferente y que te sirve para definirte a ti mismo en relación y quizás en contraste con él. Creo que no necesito justificarme si empleo el término «clásico» sin hacer distingos de antigüedad, de estilo, de autoridad. Lo que para mí distingue al clásico es tal vez solo un efecto de resonancia que vale tanto para una obra antigua como para una moderna pero ya ubicada en una continuidad cultural. Podríamos decir:
“Un clásico es un libro que está antes que otros clásicos; pero quien haya leído primero los otros y después lee aquél, reconoce enseguida su lugar en la genealogía. Al llegar a este punto no puedo seguir aplazando el problema decisivo que es el de cómo relacionar la lectura de los clásicos con todas las otras lecturas que no son de clásicos. Problema que va unido a preguntas como: “¿Por qué leer los clásicos en vez de concentrarse en lecturas que nos hagan entender más a fondo nuestro tiempo?” y “¿Dónde encontrar el tiempo y la disponibilidad de la mente para leer los clásicos, excedidos como estamos por el alud de papel impreso de la actualidad?”. Claro que se puede imaginar una persona afortunada que dedique exclusivamente el ‘tiempo-lectura’ de sus días a leer a Lucrecio, Luciano, Montaigne, Erasmo, Quevedo, Marlowe, el ‘Discurso del método’, el ‘Wilhelm Meister’, Coleridge, Ruskin, Proust y Valéry, con alguna divagación en dirección a Murasaki o las sagas islandesas. Todo esto sin tener que hacer reseñas de la última reedición, ni publicaciones para unas oposiciones, ni trabajos editoriales con contrato de vencimiento inminente. Para mantener su dieta sin ninguna contaminación, esa afortunada persona tendría que abstenerse de leer los periódicos, no dejarse tentar jamás por la última novela o la última encuesta sociológica. Habría que ver hasta qué punto sería justo y provechoso semejante rigorismo. La actualidad puede ser trivial y mortificante, pero sin embargo es siempre el punto donde hemos de situarnos para mirar hacia adelante o hacia atrás. Para poder leer los libros clásicos hay que establecer ‘desde dónde’ se los lee. De lo contrario tanto el libro como el lector se pierden en una nube intemporal. Así pues, el máximo ‘rendimiento’ de la lectura de los clásicos lo obtiene quien sabe alternarla con una sabia dosificación de la lectura de actualidad. Y esto no presupone necesariamente una equilibrada calma interior: puede ser también el fruto de un nerviosismo impaciente, de una irritada insatisfacción. Tal vez el ideal sería oír la actualidad como el rumor que nos llega por la ventana y nos indica los atascos del tráfico y, las perturbaciones meteorológicas, mientras seguimos el discurrir de los clásicos, que suena claro y articulado en la habitación. Pero ya es mucho que para los más la presencia de los
clásicos se advierta como un retumbo lejano, fuera de la habitación invadida tanto por la actualidad como por la televisión a todo volumen. Añadamos por lo tanto: Es clásico lo que tiende a relegar la actualidad a la categoría de ruido de fondo, pero al mismo tiempo no puede prescindir de ese ruido de fondo. Es clásico lo que persiste como ruido de fondo incluso allí donde la actualidad más incompatible se impone. Queda el hecho de que leer los clásicos parece estar en contradicción con nuestro ritmo de vida, que no conoce los tiempos largos, la respiración del ‘otium’ humanístico, y también en contradicción con el eclecticismo de nuestra cultura, que nunca sabría confeccionar un catálogo de los clásicos que convenga a nuestra situación. Ahora debería reescribir todo el artículo para que resultara bien claro que los clásicos sirven para entender quiénes somos y adónde hemos llegado, y por eso los italianos son indispensables justamente para confrontarlos con los extranjeros, y los extranjeros son indispensables justamente para confrontarlos con los italianos. Después tendría que reescribirlo una vez más para que no se crea que los clásicos se han de leer porque ‘sirven’ para algo. La única razón que se puede aducir es que leer los clásicos es mejor que no leer los clásicos. Y si alguien objeta que no vale la pena tanto esfuerzo, citaré a Cioran (que no es un clásico, al menos de momento, sino un pensador contemporáneo que sólo ahora se empieza a traducir en Italia): “Mientras le preparaban la cicuta, Sócrates aprendía un aria para flauta. ‘¿De qué te va a servir?’, le preguntaron. ‘Para saberla antes de morir’. Y me parece que con esta respuesta de un clásico conocido a través de Platón y Jenofonte, principalmente, está todo dicho. Y aunque el rumor entre a mi habitación, como bien dice Calvino, se trata de un rumor necesario y vital, quizás, pero no es la sustancia necesaria para la vida cultural verdadera. Porque los clásicos no son necesarios para la vida común, para ella no sirven para nada, pero debemos leerlos antes de morir, aunque tengamos la cicuta en la mano, y los que no lo crean, que mueran ignorándolos y vivirán felices y morirán más felices, pero nunca llegarán a ser considerados clásicos.
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AREÍTO
Sábado 11 de mayo de 2013
Aporte
HOY
LA POESÍA SENSUALISTA DE
MARTHA RIVERA
V
PLINIO CHAHÍN
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oy a ponerme sentimental. Se unen dos razones: la primera es el muy viejo afecto que le guardo a mi querida amiga Martha Rivera y a su familia, y la segunda —menos relevante— no ser más el joven a quien la lectura de “Geometría del vértigo” desconcertó hace más de 15 años. De haber tenido entonces una mayor experiencia de la poesía actual en castellano habría, quizás, apreciado aún más la originalidad, el tan distintivo talante de sus versos breves, la lenta combustión emocional que los anima y el sabio desgarrón que los impregna. Desde entonces vengo leyendo la poesía de Martha Rivera (compañera y amiga de las altas horas, e imposibles noches caribeñas), y aún siento que nada en su poesía es convencional ni fácil, sino exigente y osado, pero no para distinguirse de nadie, sino para precisarse ella misma. Paul Valéry alguna vez descalificó el valor de la originalidad recordando que un león no es, acaso, sino cordero digerido. Si la originalidad es la habilidad para transformarse uno mismo contra el rasero de los otros, aquilatarla sólo es posible a partir de los códigos de lo convencional y lo fácil. Estas ideas recogen el sentir generacional ochentista, de la cual espero Martha Rivera sea consciente y compromisaria del riesgoso destino que se juega y asume con ello. La poesía de Martha Rivera se ha ido creando desde hace décadas, aunque hasta la fecha sólo haya publicado tres breves poemarios: “Twenty Century (aún sin título en español) y otros poemas”, 1985; “Transparencia de mi espejo”, 1985; “Geometría del vértigo”, 1995, y “He olvidado tu nombre”, Premio Internacional de Novela de Casa de Teatro, en 1997. En tal sentido, decía, pues, que la poesía de Martha Rivera se ha ido creando sobre las mismas constantes y el mismo emblema, a pesar de que cada uno de sus libros se sostiene en su originalidad, curiosamente, no por lo novedoso, sino por la fidelidad que guardan a esa vida paralela que habita en su poesía. Con la publicación de este nuevo libro, “Enma, la noche, el mar y su maithuna” (Editora El Nuevo Diario, 2013), la originalidad se afirma en el cúmulo de contradicciones que poseen los mismos terrenos tópicos y líricos de antes, pero con un poderío fabulosamente renovado. Martha Rivera es una poeta original hasta con relación a sí misma, un logro que no es menor. Como su admirada Alejandra Pizarnik, Martha Rivera vive vicariamente en un personaje que puede vivir, relatar y cuestionar simultáneamente su his-
toria. Pruebas al canto: estos alucinados versos que prefiguran algunas reflexiones en torno al desamor y la vida, la soledad y la muerte, la infancia y el sueño, la locura y el miedo, el azar y el suicidio, a través de una imaginaria Enma, que nocturnamente se derrama en la página en blanco, con lacerados placeres y angustias. En este libro, Enma parece escapar de la poesía para vivir como personaje narrativo. Un personaje cuya complejidad espiritual, cuyo feroz anti-romanticismo, desciende de Sylvia Plath, con algo de Antonin Artaud y mucho de Alejandra Pizarnik, la fascinante poeta argentina, que hace más de cuarenta años se suicidó una hermosa mañana del año 1972, de rabia e incomprensión, apoyada en el oído cómplice de su amiga y compatriota, la gran poeta Olga Orozco. Si Martha Rivera en la poesía suele estar de regreso, con un enriquecido inventario de emociones consumadas, con este libro linda casi en la maestría. “Enma, la noche, el mar y su maithuna” no sólo es una voz y una conciencia poéticas, sino el itinerario de una mujer que recapitula sobre los hechos de su existencia con una sensualidad expresiva equivalente a un dual sentido de derrota: “Anoche estuve peleando conmigo mismo y perdí. Soy más fuerte que yo”. Una punzante, urgente necesidad interior la empuja a imbricarse en la forma de sus poemas breves como su vida, sus frases netas y negras, sus palabras cinceladas. El poeta es fantástico como “clown” que no se hubiese maquillado sino la cara y que gesticulase afuera, en una noche tropical, completamente desnudo al borde del abismo. Sin embargo, cosa rara, esta fantasía barroca deliberadamente patética, se manifiesta con un despojamiento extremado, como si el peligro la obligara. Se vuelve perpetuamente el combate encarnizado con las palabras y su significado, que la palabra inhallable, y perpetuamente a esa soledad absoluta a partir de la cual Martha Rivera se habla sin lograr decirse. A veces, en dos líneas, ella circunda, comprueba la imposibilidad de expresarse, de encontrar. Se diría que el secreto se esconde en las palabras, el secreto de la vida, y que es allí, y en ninguna otra parte, donde habría una oportunidad de descubrir el misterio, de conocer la paz, de ver surgir un dios. Pero el peligro está siempre ahí, al acecho, presto a saltar. Sin cesar participamos en la guerra exacerbada que se libra con las palabras para alcanzar la palabra, y escuchamos el silencio que otorga a cada palabra un rostro preciso. Estos relatos, poemas en prosa, “textos”, están llenos de personajes prodigiosos, eventos delicadamente anodinos o rotun-
dos como un sueño, con “vocablos de llanto”, de viaje al final de la noche, donde todo es real, y a la vez, irreal. Estos poemas se cargan con un sentido de amor desengañado, lo mismo que con tragedias gravosas, todos impregnados de pensamientos quebradizos, una imaginación suntuosa y alegre, con un fondo exacerbado. Y todo apunta hacia una actitud de vida marcada por un lúcido escepticismo, un curioso sentido de la grandeza en el infortunio, un heroico patetismo, una resignación tristona y a la vez entusiasta ante la perenne voluntad, o la inercia fatídica, de tener que actuar, de tener que afanarse en la imperativa necesidad de transformarlo todo para nada. La retahíla de visiones, deseos y sueños, así como el sufrimiento sumergen a nuestra poeta en el delirio, en cuyo centro atisba algunos momentos en los que sintió que vivir, paradójicamente, tenía sentido. Oigamos lo que ella misma dice: “Mi sangre es el poema”, porque yo “soy feliz en todo lo que sufre”. Este libro no oculta el acto sexual o la “consumación de la carne” y por eso, aunque de adioses, es también un libro de enamoramientos, rupturas y desencuentros. Perderse en la melaza psicológica de los “alter egos” o en la teórica de la poeta y su “personae”, sería perder el tiempo: Martha Rivera vive en Enma y se vive en ella convertida en hecho literario, en un acto donde fluye el otro como errancia del deseo. Más allá de la felicidad o la infelicidad, aunque sea las dos cosas, como ha dicho Paz, “el amor es intensidad; no nos regala la eternidad sino la vivacidad, ese minuto en el que se entreabren las puertas del tiempo y el espacio: aquí es allá y ahora es siempre”. En el amor, o mejor dicho, en el erotismo, el cuerpo del otro se fragmenta y transfigura. Mil pedazos vuelan hacia el reino de la imaginación y la tragedia. El nudo entre la libertad y destino —el gran misterio de la tragedia griega y de los autos sacramentales hispánicos— es el eje en torno al cual giran todos los enamorados de la historia. Trátese del amor a Dios o del amor a Isolda, “el amor es un misterio en el que libertad y predestinación se enlazan”. Pero la paradoja de la libertad se despliega también en el subsuelo psíquico: las vegetaciones venenosas de las infidelidades, las traiciones, los abandonos, los olvidos, los celos. El misterio de la libertad amorosa y su flora alternativamente radiante y fúnebre asume en Martha Rivera un importante papel. El amor en ella no es deseo de hermosura: es ansia de “completud” e infinito.
Literatura
AREÍTO
Sábado 11 de mayo de 2013
EL ARTE COMO EPIFANÍA EN SOLO DE FLAUTA DE
RENÉ R. SORIANO
«
MIGUEL ÁNGEL FORNERÍN
HOY
Solo de flauta» (Alfaguara, 2013), de René Rodríguez Soriano, es un libro sui generis; muy especial, según el ángulo desde el cual se le vea. Sorprende al lector común la forma en que están configuradas las acciones humanas en una obra que además de poesía, también es narración. Este aspecto tan a tono con el texto sobresale porque presenta una ruptura cultural. También este talante hace que se rompa la tradición de la lectura, como búsqueda de una forma genérica. El lector encuentra este cambio en la presentación, que le hace vacilar entre una estructura esperada y el texto que en verdad lee. Con esta forma se anota una primera victoria el autor en su interés de vencer la pereza y el inmovilismo del lector, al tener este último que desplazarse a otras prácticas de la escritura y romper los moldes acostumbrados. Un segundo aspecto me parece capital: la relación entre el cantar y el narrar. La poesía es canción y narración. Así aparecía en los romances en el siglo XVIII. Persiste en ella la forma de canción y se perdió la narración, que es encadenar los hechos, llevar las cuentas de las acciones humanas. La canción es una forma que ve el Ser en forma estática, mientras la narración lo presenta en movimiento. Desde una perspectiva temporal, la narración es un fluir del tiempo, de la temporalidad como tiempo vivido, tal el río de Heráclito; la canción es descripción, parsimonia, impresión. Coloca al Ser en su propia existencia. Es más fácil verlo, pues está inmóvil, sólo refiere el tiempo y está colocado en el horizonte que se mueve con el lector; de ahí las dificultades de la comprensión del texto y de la aceptación de la novedad por ese lector que he llamado más arriba lector común. En el horizonte de la narración, el movimiento es lo que nos permite ver con mayor despliegue el Ser que se arroja al mundo, como decía Heidegger, y que se dirige al futuro. El futuro de la obra de arte será, entonces, su propia lectura como transformación o como realización de una conjugación horizóntica. Es ahí que la disposotio, la configuración de la lengua como signo, pasa a la semántica de la frase y de esta al discurso que se encuentra en la refiguración que realiza el lector, que es, además, un acto de actualización de la lengua por el sujeto y encuentro del sentido del mundo.
De esta manera, «Solo de flauta» es una estructura, una forma artística compleja. Dividida en las siguientes partes, que muy bien ilustran un sentido de unidad y diversidad: “Juegos raros”, “Renombre de la nada”, “Mahler y otras falacias”, “Historia de colores”, “Cuaderno de pasiones”, “Libro de cabecera” y “Fotos de familia” y que remiten a un contexto musical, memorístico, lúdico, en que la fragmentación se instala con mayor fuerza en la primera parte, donde el horizonte se abre y se cierra. Las pequeñas narraciones, como instalaciones determinadas por una duración breve, hacen de la lectura una experiencia pasajera, de ritmo rápido, relampagueante. El texto se deja ver en su insuficiencia sígnica, pero trasciende por su extensión poética. Luego vienen narraciones más largas y el lector, encabalgado en la lectura, queda atrapado en otras formas, en una duración distinta que acaba y vuelve a iniciar dentro de una expresión de magia y de fiesta. Sin embargo, estas novedades que el lector encuentra en este libro, bellamente editado y limpiamente impreso, no son atributos recientes de la escritura de Rodríguez Soriano. Los cuentos breves del principio se encuentran en un diálogo constante con «Todos los juegos el juego» (1986), especie de “relámpagos lentos” para recordar a Manuel del Cabral. Estos textos tienen además la suerte de presentarnos una realidad cotidiana y maravillosa. Ahí está para mí la clave. La cotidianidad como tiempo vivido que la referencialidad de la obra trae a nuestro entendimiento, al goce; es memorística, familiar, cosmopolita, local, urbanagraria (como diría Denis Mota) y al pasar por el lenguaje de Rodríguez Soriano logra dejarnos el sentido de lo maravilloso, de la magia. Creo que este extremo habría que tomarlo muy en cuenta a la hora de responder la pregunta de por qué se lee y se aprecia tanto la obra de este autor. Pienso que es porque lo cotidiano es una realidad en la que todos participamos y la grandeza del arte y de quien lo trabaja es darle a esa realidad una trascendencia epifánica, hacer de la escritura, un ritmo, una fiesta, una celebración de los sentidos que va de la imagen al símbolo... Pienso que la escritura de René Rodríguez Soriano le da al decir un aire de celebración, de fiesta. Pero no nos equivoquemos. No dejemos que el referente musical obnubile nuestro entendimiento. La fiesta no reside en la apelación a la música, ni al referir a los perso-
najes de la historia musical, con lo cual busca el autor una cierta complicidad generacional y culta. La música en «Solo de flauta» reside en el ritmo poético y se da a través de la transformación del lenguaje: en la disposición sonora que parte de los sonidos ordenados en la frase, en los juegos semánticos, en las imágenes, en las palabras dispuestas en el eje sintagmático y en el paradigmático que él presenta, pero que esta prosa contiene. El juego del sonido y del sentido en la obra se crea, además, con las alternancias de símiles, metáforas y la inclusión de vocablos en el registro que apelan a la cultura popular y a la cultura de arriba. Esto demuestra que estamos ante la presencia de un autor que ha tomado con mucha seriedad su trabajo. Y se nota porque el lenguaje en sus manos, es como el artefacto del mago, como su chistera. Y esa magia sólo es posible cuando el trabajo del sentido en la lengua pasa del código, de la gramática, y se aloja en ese terreno sumamente polivalente del sentido de la obra como producto que llega a la cultura literaria. Es en otras palabras, como un alejamiento de lo que Barthes llamaba la escribancia. El autor deja de ser el escriba para ser artista. Vemos cómo en esta obra el lenguaje en su totalidad mantiene un registro que recuerda la poesía y es a la vez la poesía porque en ella se funda y abre la significación y la comprensión, el disfrute y el vivir el texto. Es de suyo un decir cantando, pintando y poniendo ahí lo que estaba escondido. Aquello que no veíamos, aquello que no sentíamos. Por esta razón, el libro sobresale como escritura, como transformación e instalación de lo nuevo en el mundo y no sólo viene a revelar al autor, sino a confirmarlo en una tradición del decir de la prosa poética. En fin, en «Solo de flauta» el mundo aparece estilizado, estetizado, danzando y en medio de una fiesta de sentidos donde se abre una comprensión horizóntica hacia el gozo y a la comprensión del sujeto lector como escritor-lector de un mundo festivo, cotidiano, familiar, arrojado al mundo del Ser, en una temporalidad del presente y pasado, y como bien ha dicho Hans Gorg Gadamer, el arte puede ser concebido como una fiesta y es arte lo que nos saca del mundo cotidiano. Y aquí las narraciones y la poesía de Rodríguez Soriano nos elevan o nos arrojan a otros mundos posibles.
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AREÍTO
Sábado 11 de mayo de 2013
Arte contemporáneo
HOY
En el Centro Cultural Mirador
PEDRITO GUZMÁN Y LA POÉTICA DE PEDRO MIR
E
AMABLE LÓPEZ MELÉNDEZ
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n los espacios del Centro Cultural Mirador Santo Domingo (Ave. José Contreras #207), dirigido con notable rigor programático-organizativo por Purísima de León, empresaria exitosa y personalidad emblemática en el ambiente artístico dominicano de las últimas tres décadas, quien, en este su nuevo proyecto cultural aglutina un equipo humano multidisciplinario en el que destacan experimentados especialistas de las ciencias sociales, el arte, la educación artística y la gestión cultural, aun se mantiene abierta la excelente exposición fotográfica de Pedrito Guzmán en homenaje al Poeta Nacional, Pedro Mir (1913-2000), en ocasión de la conmemoración del centenario de su nacimiento. En estas fotografías, Pedrito Guzmán interpreta y recrea visualmente el célebre poema “Hay un país en el mundo” (1949), capturando las maravillas de la naturaleza y la topografía de nuestra media isla, así como la belleza única estremecedora del paisaje humano dominicano al mismo tiempo que materializa como imagen de alto valor estético su íntima visión del registro poético de mayor intensidad espiritual, carga dramática y compromiso social en la obra literaria total de Pedro Mir. Imágenes del Sur “agreste y despoblado”. Imágenes del ser y el no ser dominicanos. Imágenes del agua, los ríos y la tierra. Imágenes de “un país en el mundo/colocado en el mismo trayecto del sol/Oriundo de la noche/colocado en un inverosímil archipiélago de azúcar y de alcohol. Sencillamente liviano, como un ala de murciélago apoyado en la brisa. Sencillamente claro, como el rastro del beso en las solteras antiguas… Sencillamente frutal, fluvial. Y material. Y sin embargo sencillamente tórrido y pateado como una adolescente en las caderas. Sencillamente triste y oprimido. Sinceramente agreste y despoblado”(Pedro Mir)... Imágenes del paisaje y la consciencia nacional con sus jornaleros y bueyes “marcados” por la inclemencia de la sequía y la ancestral polvareda del camino. Imágenes de la ejemplar integridad humana en las manos arrugadas del “cocolo”. Imágenes de la inocencia, la faena, las carretas y las “locomotoras de la Historia” que siguen retorciendo las dolorosas “trochas” y escisiones identitarias del Bate; los ingenios del Este y las llameantes “alfombras” de sus cañaverales. Imágenes de la alborada y el crepúsculo. Imágenes de la flora, la fauna, el mar, los ríos,
PEDRITO GUZMÁN De origen mocano, Pedrito Guzmán nació en Santo Domingo en 1959. Se inició en el fotoperiodismo en 1976 en el periódico El Nacional de Ahora. Ha realizado estudios de Apreciación Cinematográfica, Universidad Autónoma de Santo Domingo (1981); Fotografía Documental, Escuela de Diseño de Altos de Chavón, La Romana (1983); Cine y Fotografía, Instituto de Desarrollo Humano (1985); Producción y Técnicas de Televisión, Instituto Cubano de Radio y Televisión, 1987/1988; Fotografía Digital, Asociación de Fotógrafos de Prensa (2000); Diplomado Internacional de Fotoperiodismo, Instituto Internacional de Periodismo José Martí, La Habana, Cuba. Ha sido reconocido con varias distinciones, entre ellas el premio a la fotografía periodística del año, compartido con el destacado fotorreportero Francis Arias. Premio periodístico del Club de Corresponsales de Prensa Extranjera, así como menciones de honor en el Premio Latinoamericano de Periodismo y el Premio Nacional de Periodismo 26 de Julio, La Habana, Cuba, por el trabajo “Niños Yunteros”. Sus trabajos fotográficos han sido expuestos en Santo Domingo, Nueva York, Londres, París, Moscú, Madrid, Caracas, Oxford, Nicaragua, El Salvador, Venezuela, Gibraltar y Venezuela, entre otros. Ha participado en los seminarios Impacto Global de Problemas Medioambientales: The New York Times Institute of
los valles y los arrozales del Cibao. Imágenes de la luz, las sombras, el ritmo, el color, los espejismos, las alucinaciones y las certezas de la Patria. Imágenes materializadas de manera hermosa y cristalina por la sensibilidad de Pedrito Guzmán a través de su asombrosa manipulación del dispositivo tecnológico, provocando en nosotros la apertura de las puertas de la percepción que habrán de revelarnos los tesoros del paisaje, de la cultura y la esperanza del pueblo dominicano. Como soporte de la exposición, la misma noche de la apertura, el Centro Cultural Mirador Santo Domingo (CCMSD) organizó un coloquio con la participación de los críticos de arte Marianne de Tolentino, Odalís Pérez, Abil Peralta Agüero y la escritora Ángela Hernández, quienes abordaron diversos aspectos sobre la vida y la obra de Pedro Mir, enfatizando especialmente sobre el contenido y trascendencia de su libro “Apertura a la estética” al mismo tiempo que nos recordaban su condición de fundador y primer presidente de la Sección Dominicana de la Asociación Internacional de Críticos de Arte (AICA) en año 1981. La exposición fue coordinada por Purísima de León y Verónica Sen-
the Environment y Fundación Ecológica Punta Cana (2007); Riesgos y ética en el periodismo, Sociedad InterAmericana de Prensa (2007) y en el Taller Somos Foto, patrocinado por World Press Photo y la Universidad de Miami (2008). Ha trabajado en los principales medios de prensa escrita de su país, entre ellos El Sol, El Nuevo Diario y Hoy. Es miembro fundador del Colegio Dominicano de Periodistas y del Internacional Freelance Photographers Organization (IFPO). Fue corresponsal de guerra como Centroamérica para varias agencias internacionales de noticias, entre ellas Univisión, Notimex y ANN.
ción, fundadora del Comité de Amigos de Pedro Mir. La responsabilidad curatorial y la instalación museográfica estuvieron a cargo de Abil Peralta Agüero. Permanecerá abierta al público en el CCMSD hasta el lunes 20 de mayo en horario de 10:00 de la mañana hasta las 6:00 de la tarde.