Areíto
Zona de la Cultura y de las ideas
Mu-Kien escribe sobre J. Pablo Duarte y Haití
www.hoy.com.do Editor: Bavegado Diseño: Carla González SÁBADO 23.02.2013
Pág. 2 PEDRO SOSA
Familiaridad, consanguinidad y fraternidad en el movimiento independentista
El proceso de la Independencia Nacional ha sido enfocado desde múltiples vertientes, pero hasta ahora ningún autor se ha detenido a establecer la incidencia que tuvieron las redes familiares en su génesis. Página 4
Trayectoria de una pasión Durante los últimos treinta años, José Mármol ha venido desarrollando una intensa labor artística y literaria, que abarca la poesía, el ensayo, el aforismo y el fragmentarismo breve y reflexivo. Página 5
BERNARDO VEGA Una vida extraordinaria
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Cuatro maestros
del color La exposición colectiva titulada “Colores Maestros” está integrada por un excelente conjunto de obras pictóricas de los reconocidos artistas Soucy de Pellerano, José Perdomo, Rosa Tavárez y Antonio Guadalupe. Página 8
HOY
AREÍTO
Sábado 23 de febrero de 2013
Zona Areíto Areito
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Paul Johnson (periodista, escritor e historiador inglés) El conocimiento histórico es sumamente útil para el columnista que escribe sobre muchos temas. Es preciso fundirlo imperceptiblemente con las evocaciones personales del pasado reciente
Encuentros
Mu-Kien Adriana Sang
Duarte y Haití Si alguien quiere saber cuál es mi patria no la busque, no pregunte por ella. Siga el rastro goteante por el mapa y su efigie de patas imperfectas. No pregunte si viene del rocío o si tiene espirales en las piedras o si tiene sabor ultramarino o si el clima le huele en primavera. No la busque ni alargue las pupilas. No pregunte por ella.... No, no la busque. Si alguien quiere saber cuál es mi patria, no pregunte por ella. No quiera saber si hay bosques, trinos, penínsulas muchísimas y ajenas, o si hay cuatro cadenas de montañas, todas derechas, o si hay varios destinos de bahías y todas extranjeras.... Pedro Mir, Si alguien quiere saber cuál es mi patria.
del poder se sintieran tan poderosos que pudiesen estar por encima de la ley. No, no, el hijo de Manuela Díez no soñaba con una patria en que el dolo se convirtiera en un modus vivendi y que la transparencia y rendición de cuentas fueran quimeras e imposibles. No soñaba el patricio con una patria en que los pobres no tuvieran sueños ni esperanzas. Mi corazón se rebosa de alegría y esperanza cuando jóvenes como Gustavo Ariza Matos, un estudiante de apenas 16 años es capaz de hacer críticas mordaces a la tierra que le tocó vivir. En un artículo que publicó hace unos días en el periódico digital Acento, afirma que hemos perdido la esencia de nuestra dominicanidad. Cuando los trinitarios fundaron esta gran nación, nuestra pelea por la libertad fue exitosa. Después de ese histórico Febrero, esa libertad, producto de sangre y sudor, se ha visto amenazada numerosas veces. Hoy día, esta libertad que tanto trabajo nos costó conseguir, que con tanto ardor hemos defendido, nuevamente se ve amenazada. Y hoy digo “soy dominicano” sin el orgullo de antaño. Esta vez, y lo repito con dolor en el alma, nuestra libertad es puesta en riesgo por aquellos que están supuestos a luchar por ella: nuestros líderes. Triste realidad.
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l próximo 27 de febrero se cumplirán 169 años de la aventura independentista. Una celebración especial porque en este año conmemoramos el bicentenario de nuestro Patricio, Juan Pablo Duarte. Se impone la pregunta ¿es esta la patria que tanto soñó? ¿es esta la patria de sus desvelos y sacrificios? ¿es esta la patria agradecida a los hombres y mujeres que lo dieron todo a cambio de nada? ¿es esta la patria de todos, la que debemos amar y defender? No, no lo creo. Esta patria amada ha sido pisoteada muchas veces. Fue pisoteada por los que intentaron venderla al mejor postor imperial, como lo hicieron Pedro Santana y Buenaventura Báez. Fue pisoteada y mancillada por los que han llegado al poder para asaltarlo, para luego repartirlo como botín de piratas. Fue maltratada en lo más profundo de su soberanía por las potencias imperiales que llegaron por la fuerza y se impusieron. Los españoles en la anexión en 1861 y los norteamericanos en 1916 y 1965. Fue mortalmente herida por los caudillos dictadores que se sintieron dueños de esta tierra, de su gente y de sus instituciones: Báez, Ulises Heureaux, Trujillo y el Balaguer de los 12 años. Y hoy, en los inicios del siglo XXI, la patria sigue dolida, herida y maltratada por los depredadores, los ambiciosos sin límite, los desalmados y los pillos. Esta patria maltratada pide a gritos atención. Esta patria maltratada por los discursos hipócritas de los mismos que la han saqueado y por los hombres y mujeres egoístas que viven ajenos y sin remordimiento alguno del derrotero que ha tomado su propia patria. No, no y no. Esta no puede ser, no es, ni será jamás la patria que Juan Pablo Duarte soñó. Duarte no quiso una patria que violara sistemáticamente el pacto fundamental expresado en la Carta Magna. Juan Pablo no aspiraba a una patria en que los detentores
Se pregunta este inquieto joven ¿Cómo puede ser que a un pueblo hambriento se le robe su futuro y la nación muera lentamente en silencio? ¿Cómo puede ser que nuestros líderes, en quienes depositamos nuestra confianza y nuestro bienestar, abusen del poder y queden libres con las atrocidades que han cometido y siguen cometiendo? ¿Cómo puede ser que se haya vuelto normal para nosotros ver madres caminando por las calles con tanta carga de dolor y tristeza en sus miradas? Tanto nivel de insensibilidad no soy capaz de comprender. Termina su reflexión invitando a la acción. Invita a la ciudadanía a respetar y exigir respeto a la Constitución y a las leyes. Y concluye con un fragmento de nuestro Himno, que es una invitación valiente a la acción: “Ningún pueblo ser libre merece, si es esclavo, indolente, y servil.” No, no quiero esta patria que mi generación y las anteriores generaciones hemos construido. No puedo amar una patria mancillada, maltratada, maltrecha, dolida y doliente. No puedo amar esta patria llena de piratas y pirañas voraces de sangre y oro. Quiero una patria distinta. Quiero honrar al patricio. Guardo la sublime esperanza de que los jóvenes como Gustavo, Jeremy y otros que no conozco, tomen el relevo, asuman el reto de devolvernos de nuevo la patria. Entonces, entonces sí podremos honrar a Duarte y su sacrificio sin límites. Podremos ponernos a la altura de su calidad moral.
Nadie pregunte por la patria de nadie. Por encima de nuestras cordilleras y las líneas fronterizas, más rejas y alambradas que carácter, o diferencia o rumbo del perfil, el mismo drama grande, el mismo cerco impuro el ojo vigilante. Veinte patrias para un solo tormento. Un solo corazón para veinte fatigas nacionales. Un mismo amor, un mismo luego para nuestras tierras y un mismo desgarramiento en nuestra carne.... Si alguien quiere saber cuál es mi patria se lo diré algún día. Cuando hayan florecido los camellos en medio del desierto. Cuando digan que las mujeres bajan sus dos manos de la cabeza y la alzan en la brisa, cuando los trenes salgan a la calle el día de la fiesta con sus vías bajo el brazo y descanse el fogonero. Cuando la caña se desnude y rían los machetes en fuga hacia el batey dejando en paz las manos sorprendidas. Cuando todo milagro sea posible y ya no sea milagro el de la vida: Cuando empiece a bajar esta manera de ignominia y deje al descubierto hacia la aurora el fondo firme de los pueblos. Día justo de enumerar las cordilleras de la nueva semana y cuáles son los meses que contienen alegría. Entonces se sabrá cuál es mi patria y mucha gente irá con sus camisas de todos los colores y ciudades. Llenarán sus costuras con la firma nuestra, de nuestra libertad y entonces irán a repartirlas. La llevarán al viento por los valles en todas las Antillas. Dirán que somos libres y golosos, que gozamos del pan y de la espiga. Que cada hombre tiene dignidad cada mujer sonrisa. Que tenemos la patria verdadera y ésta también será la patria mía.... Pedro Mir,Si alguien quiere saber cuál es mi patria
LA HISTORIA/Fuente: Portal de Bibliófilo Enmascarado
1821
FALLECIÓ EL 23 DE FEBRERO. John Keats, poeta londinense, fue uno de los principales poetas del romanticismo británico. Sus mejores poemas, “Oda a Psique”, “Oda a una urna griega” y “Oda a un ruiseñor”, son piezas clásicas de la literatura inglesa.
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1786
NACIÓ EL 24 DE FEBRERO. Wilhelm Grimm, escritor y cuentista alemán que, junto a su hermano Jacob, escribió numerosos cuentos de tradición popular de “Blancanieves”, “La Cenicienta”, “Hansel y Gretel” y “Juan sin miedo”.
1917
NACIÓ EL 25 DE FEBRERO. Anthony Burgess, novelista y crítico literario británico. Su trabajo más importante fue “La naranja mecánica”.
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1949
NACIÓ EL 25 DE FEBRERO. Amin Maalouf, libanés escritor ganador del Premio Goncourt en 1993 y Premio Príncipe de Asturias de las Letras 2010. Su mayor éxito ha sido la novela histórica “León El Africano“.
1983
FALLECIÓ EL 25 DE FEBRERO. Thomas “Tennessee” Lanier Williams, dramaturgo estadounidense. Premio Pulitzer de Teatro 1948 por “Un tranvía llamado Deseo“, y en 1955 por “La gata sobre el tejado de zinc caliente“. También fueron premiadas con el Premio de la Crítica Teatral de Nueva York, al igual que “El zoo de cristal” y “La noche de la iguana”. “La rosa tatuada” recibió el premio Tony, del mismo modo que “Un tranvía llamadoDeseo”.
ÁNGELA PEÑA/ A.PENA@HOY.COM.DO
Viaje por la Historia
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Sábado 23 de febrero de 2013
HOY
Bernardo Vega: una vida extraordinaria PEDRO SOSA
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ste 23 de febrero cumple 75 años de una existencia intensa, productiva, útil, repleta de experiencias tan dispares como las de ser historiador, economista, arqueólogo, buzo, nadador, encuestador, funcionario, diplomático, escritor, ejecutivo de medios de comunicación, fotógrafo, periodista, editor, con un número de libros que sobrepasa el medio centenar, algunos laureados y la mitad agotados. Vino a la República después de una de las estancias en el extranjero que imponían las posiciones de su padre, como uno de los primeros economistas graduado en universidad. Milton Messina, que le precedía, salió del país justo cuando él llegaba por lo que se convirtió en el único y más demandado. Sigue siendo consultado por gobernantes, empresarios, y cada mes se reúne con colegas del ramo para retroalimentarse. Es la única tertulia de la que participa, las rehúye a pesar de sus demás especialidades y facetas porque le roban tiempo a sus trabajos. Era director de El Caribe cuando por un editorial el presidente Hipólito Mejía le llamó estúpido y él le respondió al día siguiente haciendo referencia a la novela de Fedor Dostoievski de ese nombre. “Ese es el tipo de presión que uno recibe”, comenta el que ahora es co-propietario de la revista “La Lupa sin Trabas”, porque el periodismo le apasiona. Cuando escribía en el Listín Diario se rumoró que los Pellerano, sus antiguos dueños, le tenían como sucesor a la muerte de uno de sus directores, pero cuando este falleció, el matutino estaba en otras manos. Esta inclinación por la comunicación le nació en el colegio “De La Salle” cuando sustituyó a José Luis Corripio en la dirección del periódico “Mi Estrella”, del centro de estudios. El reconocido hombre de negocios fue el primero. Bernardo Vega Boyrie es el encuestador al que atribuyen llevar candidatos hasta el Palacio Nacional como jefes de Estado o impedir su ascenso, lo que contradice. Se explaya hablando sobre esta labor de la cual le toca tal vez la primacía. Se estrenó con Salvador Jorge Blanco, un aspirante con el que se empleó a fondo para refutar conceptos e imagen que le restaban votos. Los sondeos para el aspirante por el PRD le costaron su salida de la Junta Monetaria. Con el triunfo del político, vino también su separación del cargo de director del Museo del Hombre Dominicano en el que había sustituido a José Antonio Caro. Su gestión al frente de esta institución representó el periodo de mayor investigación, publicaciones científicas, divulgación del folclore, exhibiciones arqueológicas, incorporación de profesionales del área. Jorge Blanco lo designó gobernador del Banco Central en el que, según cuenta, encontró situaciones muy difíciles. De esa gestión se han hecho acusaciones que refuta y explica. Refiere sistemas que debió introducir, modificar, procedimientos que tuvo que desmantelar. Entrevistarlo en dos largas sesiones representó conocer historias desconocidas de una figura vinculada a todos los procesos políticos y sociales dominicanos, desde la caída del trujillato, relacionado con las personalidades más influyentes del país, del mundo, con los que exhibe inmensidad de fotos en los espaciosos ambientes de su exquisito penthouse al que también adornan caretas, santos de palo, piezas taínas, obras pictóricas. Los libros están presentes en salones en los que se destacan, contrastantes, las orquídeas. El cumpleañero estuvo abierto a todas las preguntas, in-
No es antipático, es tímido.
Leonel Fernández y Bill Clinton se saludan, Bernardo Vega observa.
cluidas las que no le son favorables, como el trujillismo de su padre, el notable intelectual Julio Vega Batlle, cuya obra literaria quedó trunca por haberse entregado a servir al régimen después de ocho años de oposición silente. Virgilio Díaz Ordóñez le convenció integrarse al sistema en el que cayó varias veces en desgracia, la última, en 1960 cuando su hijo Wenceslao se incorporó al Movimiento Revolucionario 14 de Junio, por lo que estuvo preso y fue torturado. El trujillismo, su padre, sus hermanos, son un capítulo, como es otro el haber sido el primer historiador que investiga los archivos del
Palacio Nacional, que muchos consideran un privilegio, imputándole haberse llevado documentos. Para él, es “pecado mortal” saquear un patrimonio que es del pueblo, del mundo, por eso, junto con la documentación que ha traído desde Washington, Londres y otras fuentes, lo puso en Internet a disposición de todos a través de Funglode y del Archivo General de la Nación. Lo consideran presidenciable. En 1998 fue perfilado como tal “por sus carismas y habilidades”. Él no quiere serlo ni de la Academia Dominicana de la Historia, de la que es miembro. No se ha postulado porque la posición conlleva mucho tiempo. Algunos lo juzgan antipático, quizá por su parquedad y rostro adusto. Cuando fue gobernador del Banco Central le llamaban “El llanero solitario”, por su aislamiento. Por primera vez se le vio sonreír con ganas respondiendo estas apreciaciones. Es tímido, confiesa. Y su respuesta a lo del “Llanero” es tan extendida como la lista de sus libros. Estuvo relacionado con Leonel Fernández desde 1994 cuando el futuro presidente fue a escuchar una conferencia que Vega dictaba en las Ruinas de San Francisco. Lo estuvo asesorando en el proceso electoral de 1996 y en la segunda vuelta. “Su presidencia de 1996 fue mucho mejor que su última”, declara sin abundar detalles. Refiere la experiencia de haber servido al país en su Gobierno. Asesoró también a otros candidatos, como Bosch, en 1962, y Antonio Guzmán junto a Manuel José Cabral, José Luis Alemán y otros economistas. Fue parte de los ideólogos de la creación del Banco Popular y embajador en Washington en una época en que le ayudó bastante su condición de soltero. “Conocí a damas con mucha influencia que necesitaban acompañante”, confiesa, por lo que era común verlo en el balcón presidencial del “Kennedy Center”, en temporada de ópera, con tres miembros del gabinete presidencial norteamericano. De esa posición relata conquistas apreciables para el Gobierno que representaba, como lo hizo con Jorge Blanco y otros moradores de la Casa Blanca. Ha casado dos veces, es padre de tres hijas, es controversial, pero respetuoso. Dice lo que piensa y no niega que fue trujillista. Tuvo que hacer el Servicio Militar Obligatorio e inscribirse en el Partido Dominicano. Devino en desafecto cuando leyó “1984”, de George Orwell y un ejemplar del libro de Galíndez. “Me di cuenta de que vivíamos en una dictadura terrible”. Son muchos los matices de su vida. De cada uno habló con amplitud, desenfadado, franco, espontáneo. Después se regaló de cumpleaños cinco días nadando con las ballenas en el “Banco de la Plata”.
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Sábado 23 de febrero de 2013
Cápsula Genealógica
HOY
EDWIN ESPINAL HERNÁNDEZ
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Familiaridad consanguinidad y fraternidad en el movimiento independentista (1 de 2)
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l proceso de la Independencia Nacional ha sido enfocado desde múltiples vertientes, pero hasta ahora ningún autor se ha detenido a establecer la incidencia que tuvieron las redes familiares en su génesis. Es interesante observar cómo entre varias figuras febreristas existieron vínculos en diversos grados, los que determinaron sin dudas su participación en aquella gesta. La familiaridad marca incluso el propio inicio de la gestación del movimiento de separación de Haití, pues el nacimiento de la sociedad La Trinitaria, el 16 de julio de 1838, tiene lugar en la casa de Chepita Pérez de La Paz, madre de uno de sus fundadores, Juan Isidro Pérez. Los trinitarios formaban parte de la primera generación de criollos nacidos en la ciudad de Santo Domingo en el siglo XIX y eran por tanto contemporáneos. Como conciudadanos eran de igual manera conocidos mutuamente. Por ejemplo, Duarte y Serra figuraron como testigos en 1833 en la boda de José María Caro e Isabel de Jesús. Bajo esa misma calidad en dicha boda aparece Wenceslao de la Concha, posteriormente adepto a la causa independentista y uno de cuyos hermanos, Tomás de la Concha, fue prometido de Francisca, hermana de Juan Pablo Duarte, y compadre de Juan Isidro Pérez. En 1835, Duarte y Wenceslao de la Concha también fueron testigos de la boda de Fernando J. Gómez y María Guadalupe Alfau Bustamante, hermana de Felipe Alfau Bustamante. Del mismo modo, Duarte y Juan Isidro Pérez fueron testigos del matrimonio de otro hermano de Felipe, Antonio Abad Alfau Bustamante, con Rosario Guillén en 1836. El ya mencionado Felipe Alfau Bustamante sirvió como apoderado de Vicente Celestino Duarte, mientras que su padre, Julián Alfau Páez, fue testigo en el testamento de Juan José Duarte, padre del Fundador de la República. Duarte era compadre de por lo menos tres de sus compañeros trinitarios. En 1841 bautizó a Petronila Ruiz, hija de Félix María Ruiz, y en 1842 declaró el nacimiento y bautizó a Aurelia Pina, hija de Pedro Alejandrino Pina, de quien era doblemente compadre, pues también había bautizado a otro de sus hijos, Juan Pablo Pina. Del mismo modo, fue testigo de la boda de Juan Nepomuceno Ravelo con María Altagracia Abréu en 1842 y padrino de su hija Florentina Ravelo Font en 1839. Duarte también era compadre de los esposos Francisco Saviñón Pereyra y Agueda Bona Hernández, hermana de Concepción Bona Hernández y prima hermana de Pedro Alejandrino Pina. Es probable que Duarte conociera a algunos de sus compañeros de La Trinitaria y a comunicados de la misma en las tenidas de la logia Constante Unión No. 8, fundada en 1822 y a la que pertenecía para junio de 1843. En efecto, para ese mismo año de 1843, también pertenecían a ella Félix María Ruiz, Felipe Alfau y Juan Nepomuceno Ravelo. Cabe señalar que uno de sus fundadores fue Pedro de Castro y Castro, firmante del Manifiesto del 16 de enero y tío materno de los hermanos José Joaquín, Gabino y Eusebio Puello de Castro. Tomás Bobadilla, autor del Manifiesto del 16 de enero de 1844 y primer presidente de la Junta Central Gubernativa, bien pudo haber conocido los planes nacionalistas de Duarte en esas reuniones, en su condición de fundador y Venerable Maestro de dicha logia, calidad que también pudo gravitar en la decisión de Matías Ramón Mella de integrarlo a la causa. Al mismo tiempo, de establecerse que a la misma pertenecieran oficiales haitianos, podría elucubrarse que los lazos fraternales que los unían a sus hermanos masones dominicanos y la ascendencia de Bobadilla incidirían acaso en la capitulación y la entrega pacífica de la plaza de Santo Domingo el 28 de febrero de 1844. No caben dudas que las relaciones amistosas, sentimentales y sacramentales fueron
la base inicial para la integración de amigos y familiares a la causa. De esos nuevos miembros, los tres primeros “comunicados” fueron Vicente Celestino Duarte, Matías Ramón Mella y Francisco del Rosario Sánchez. De ellos, Vicente Celestino Duarte era el hermano mayor de Juan Pablo Duarte; Mella tenía viejos vínculos con Juan Isidro Pérez, pues este había sido testigo de su boda en 1836 con María Josefa Brea Hernández, por lo que se presume que fue por su intermedio que conoció los planes conspirativos de Duarte y Sánchez, por su matrimonio con Balbina de Peña en 1849, pasó a ser yerno de Luciano de Peña, en cuya casa se ocultó Duarte en 1843, huyendo de la persecución de Charles Herard. Luciano de Peña estuvo presente la noche del 27 de febrero de 1844 junto a su yerno y la tía de este, María Trinidad Sánchez. Hay que acotar que la familia de Juan Pablo Duarte se integró plenamente a la causa independentista. Sus hermanas fabricaron cartuchos y su hermano Vicente Celestino fue quien impulsó el pronunciamiento de San José de Los Llanos y estuvo junto a su hijo menor Enrique en la Puerta del Conde. Pero no sólo sus hermanos y primos le apoyaron; tres de sus tíos maternos, Mariano, José Acupertino y José Prudencio Diez Jiménez, fueron “patriotas que auxiliaron generosamente a su sobrino Juan Pablo en su obra de redención”. Es más, hasta la segunda novia de Duarte vincula genealógicamente a otros dos patriotas. Prudencia Lluberes Alvarez era hermana del general Félix Mariano Lluberes, quien, de acuerdo con Vetilio Alfau Durán, “cuando apenas contaba diez y siete años, tuvo la honra de servir a la Patria en 1844 bajo las inmediatas órdenes de Duarte”. Por el lado de su madre Prudencia Alvarez, era prima hermana de Manuel de Regla Mota Alvarez, “prócer distinguido de la Separación” y presidente de la República en 1856. Vale aquí referir como nota llamativa que Félix María Lluberes Saviñón, hijo de Félix Mariano Lluberes Alvarez y Encarnación Saviñón Piñeyro, casó con Agueda Antonia Rita Saviñón Bona, su prima hermana, hija de
Francisco Saviñón Piñeyro, compadre de Duarte, y de Agueda Bona Hernández, hermana de Concepción Bona. ¿Conocería Duarte a su novia Prudencia por intermedio de sus vínculos masónicos? El ya citado Gerónimo Maximiliano Borgellá, quien llegó a ser su hermano masón, figuró como testigo en 1827 del matrimonio de una tía de Prudencia, Francisca Alvarez Fuentes, quien casó entonces con Charles Cousin Pistoche, comandante de la Plaza de Santo Domingo..... De Mella, el segundo de los comunicados, puede decirse que fue uno de los conjurados que más parientes involucró, al extremo de que su familia ha sido denominada con propiedad “la familia procera”. En San Francisco de Macorís conquistó para el movimiento a su tío materno Manuel María Castillo Alvarez, residente en esa ciudad y quien pronunciaría a la capital del Nordeste a favor de la Independencia el 7 de marzo de 1844. Ramón Alberto Ferreras conjetura que quien llevó el mensaje emancipador a Macorís del Norte fue nada menos que un cuñado de Mella, José Nazario Brea Hernández, quien figura entre los firmantes del acta de su pronunciamiento y quien lo acompañara la noche del 27 de febrero de 1844 junto a su suegro José Gertrudis Brea Tejeda y su hermano Ildefonso Mella Castillo, ambos también firmantes del Manifiesto del 16 de enero de ese año. Mella atrajo en Puerto Plata al Pbro. Manuel González Regalado, a Antonio Villanueva y a Pedro Dubocq, último este con quien cuyos vínculos eran tan cercanos que su hija Dominga América María Mella Brea, nacida el 7 de septiembre de 1844, poco menos de un mes después de su destierro, casó con Enrique Dubocq Ranché (1842-1878), hijo mayor de Pedro Dubocq y Eveline Ranché Sorié.
Instituto Dominicano de Genealogía
Aporte
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Sábado 23 de febrero de 2013
JOSÉ MÁRMOL Y LA TRAYECTORIA DE UNA PASIÓN
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PLINIO CHAHÍN
HOY
reo en la idea de que la literatura es un diálogo y un encuentro con los otros y con nosotros mismos. Un diálogo que ilumina y funda al ser a través de la palabra. La palabra que posibilita el diálogo, real o imaginario, entre los seres humanos. “Al propio José Mármol (Santo Domingo, 1960), agudo pensador, excelso poeta y conversador de los de mayor fruición por las ideas y las palabras, así como tremenda exquisitez y brillante agudeza, le gusta repetir aquella expresión de Goethe que reduce el sentido de la literatura al pretexto para la sustentación, de un diálogo entretenido y fértil, una conversación sin más. “Escribir acerca de José Mármol es momento oportuno para expresar mi interés y admiración por la inmensa vocación y la fructífera trayectoria de un escritor, por demás, entrañable amigo, que, como muy pocos en nuestro ámbito cultural, asumió la literatura, desde un principio, en una perspectiva hondamente vital, irrefutablemente existencial, de trascendente valor humano y con una seriedad abrumadora, radical, sin ninguna suerte de ambages ante la preeminencia del lenguaje en el oficio de escribir. “Nos conocimos en 1980. Eran los inicios del Taller Literario ‘César Vallejo’, fundado en mitad de 1979 por el poeta Mateo Morrison, director de la entonces Extensión Cultural de la UASD. Ambos empezamos la carrera de Ciencias Jurídicas y, por fortuna o por desgracia, nadie lo sabrá jamás, ambos decidimos cambiar de carrera: él optó por estudiar Filosofía y yo opté por la carrera de Letras, habiéndonos graduado ambos unos años después en la Facultad de Humanidades de esa misma universidad. Eran tiempos difíciles, llenos de privaciones, pero, también de optimismo, resistencia y unas intensas ganas por vivir la vida a como diera lugar y exprimirla con entusiasmo delirante en la duración de una noche o en la génesis simbólica de un poema, un ensayo, un artículo crítico de ocasión. “Leíamos, escudriñábamos, esbozábamos nuevas teorías acerca de lo canonizado, derruíamos las bases de lo consabido y cuestionábamos con juvenil impiedad, pero en forma responsable y sesuda, la doxa y la presunción cientificista de múltiples y cambiantes teorías de lo literario sustentados por las generaciones poéticas o literaturas precedentes de allende los mares y del patio. En ese ambiente, a veces muy insolidario y severamente cáustico desde el punto de vista social y humano, minado por figuras egolátricas, que salvo valiosísimas excepciones, miraban a la muchachada esteticista de soslayo y la juzgaban con desprecio apodíctico”; en ese ambiente, el mismo que, paradójicamente, acrisoló la idea de lo colectivo como destino de la historia, del apetito por compartir lo poco que se poseía y lo mucho que se leía; en este ambiente de las utopías en mangas de camisa y la clandestinidad contra la intolerancia rapaz del poder fáctico, en este contexto y en su tiempo descubrí el singular valor humano de este querido amigo (es preciso resaltar, aquí, la labor social y comunitaria que desde los años noventa nuestro querido Jochi ha venido realizando desde el Banco Popular, como vicepresidente ejecutivo de Relaciones Públicas y Comunicación, y personalmente, apoyando económica y moralmente a todos nosotros, amigos y relacionados, y a cualquier alma abandonada por la dicha o la fortuna); y, también, decía, el profundo e inquebrantable amor por la literatura que todavía hoy caracterizan a José Mármol. De igual modo, pude descubrir su generosidad y apoyo a los poetas de nuestra generación. Generación ochentista que él mismo bautizó, delineando sus principios teóricos, y que él mismo, a partir de esos años, empezó a liderar. Es propicio recordar, también, la intensa labor artística y cultural que José Mármol desarrolló durante los años ochenta, como coordinador del Taller Literario “César Vallejo”, de la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD), y luego como director del Círculo Literario del Instituto Tecnológico de Santo Domingo (INTEC), entre los años 1980 y 1990.
Durante esos años, Jochi y yo tuvimos la oportunidad de ir formando, por todo el país, numerosos talleres y círculos literarios que hoy ofrecen a la sociedad poética dominicana sus mejores y más sólidos talentos. De ahí que su dedicación y entrega a este singular oficio, el cual ha sabido asumir, desde muy joven, con una pasión y lucidez inalterables, rindan hoy sus mejores frutos. Una cualidad que retrata lo esencial del poeta, filósofo y crítico que hoy nos congrega es su elevado sentido del pensar y el preponderante papel que ese espíritu insaciablemente curioso y reflexivo ha desempeñado en el decurso de nuestras letras nacionales. Durante los últimos treinta años, José Mármol ha venido desarrollando una intensa labor artística y literaria, que abarca la poesía, el ensayo, el aforismo y el fragmentarismo breve y reflexivo. Lo mejor de esta poética, parte, precisamente, de estas reflexiones. Poesía inteligente, sino simplemente intelectual. Lo abstracto en ella (como cuando se habla de pintura) está lejos de todo simbolismo conceptual. Se trata, más bien, de la concentración de todo sentir que, por ello mismo, se convierte en una visión; esta visión busca transparentar lo visible. Es, también, por tanto, una forma de imaginación imposible. Además, es un modo de conocimiento interior, de auto-contemplación, espejo de sí mismo y del mundo.
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esde la publicación de su primer libro de poesía, “El ojo de arúspice”, en 1984, pasando por “Encuentro con las mismas otredades 1 y II”, “La invención del día”, con el que obtuvo el Premio Nacional de Poesía “Salomé Ureña”, en el año 1987, “Lengua de paraíso”, que fue galardonado con el Premio de Poesía Pedro Henríquez Ureña 1992, “Deus ex machina”, libro que recibió simultáneamente los premios Casa de Teatro 1994 y el Accésit del Premio Internacional “Eliseo Diego” 1994, de la revista “Plural”, perteneciente al diario “Excelsior” de México, “Criatura del aire”, publicado en 1999, hasta “Torrente sanguíneo”, con el cual obtuvo, nuevamente, el Premio Nacional de Poesía “Salomé Ureña” 2007, incluyendo el más reciente libro “Lenguaje del mar”, publicado por la prestigiosa editorial española Visor, y con el que obtuvo el XII Premio Casa de América de Poesía Americana, José Mármol llega a resumir su visión del poema y la literatura como un espacio del pensamiento, y, asimismo, se consolida como uno de los poetas dominicanos más difundidos a nivel internacional, inaugurando con este acontecimiento sin precedentes en nuestro país, una nueva y promisoria etapa en su ya dilatada carrera literaria. La poesía de José Mármol bien puede ser la más intensa de su generación. Dotada de un vigoroso lirismo espiritual, esta obra se define como la poética del pensar, que se explora y da cuenta de lo que encuentra o pierde pero, lo hace con una osadía formal pareja a la audacia de las emociones, una exaltación lírica hecha con un lenguaje transparente y sensual. Si el lenguaje, por una parte, pierde su fundamentación, se convierte, por otra, en la fundamentación de todo. En el pensamiento moderno —podría decirse—, el lenguaje sustituye a la verdad. De igual modo, en la poesía moderna, el lenguaje sustituye la realidad. Tal situación central del lenguaje no conduce, como podía creerse, la confianza total de este autor. Al contrario, Mármol comienza su obra interrogándolo, reflexionando sobre su ‘poder o eficacia’. Por una parte, su objetivo es llevar al lenguaje a su máxima posibilidad expresiva; por la otra, el mismo Mármol tiene conciencia no sólo de la máxima imposibilidad de lograrlo, sino el equívoco que expresa que encierre la expresividad misma. En uno y otro caso, su actitud es crítica. En su búsqueda de una máxima posibilidad expresiva, lo que Mármol intenta es crear otro lenguaje: una alquimia verbal o una magia evocadora y expresiva de la experiencia radical del ser.
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s obvio que esta obra se nutre de un conocimiento erudito. Sólo que no el simple resultado de él. José Mármol sabe desdibujar y concentrar, sincretizar: por ello su lenguaje tiene la ambivalencia de lo inédito. Misteriosa virtud esta de reavivar, en el vértigo de la escritura, los abundantes pliegues de una tradición poética y que, al mismo tiempo, vibre sobre ella el timbre de una voz propia. La búsqueda que Mármol ha emprendido de sus orígenes —el poético y vital— le ha acarreado la recompensa de la innovación, y el intercambio simbólico del comienzo de una nueva tradición. Es curiosa la lealtad de Mármol por unos registros tan congruentes con la tradición de la lírica dominicana moderna de arraigo paisajístico (desde los vacíos sertones fronterizos de Manuel Rueda a los trópicos negros de Manuel del Cabral) y a la vez, hoy tan apartados de una inmediatez que ha descartado la posibilidad del paraíso. Una vertiente de la generación nacida en las postrimerías abrileñas de posguerra (René del Risco Bermúdez, Alexis Gómez Rosa) se topa si acaso en las ciudades con pequeños paraísos de cascajo, paisajes diminutos cargados de revelaciones, perdidos entre los tristes tinacos y tendederos de las ciudades monstruosas, siempre en presente, muchas veces con desgarros de ironía. Mármol, por su parte, persiste, (sobre todo a partir de sus libros,“Premisas para morir. Aforismos y fragmentos” (1999) y “Maravilla y furor. Aforismos y fragmentos” (2007), y en sus ensayos críticos y filosóficos, “Ética del poeta”, “Cansancio del Trópico”, “Las pestes del lenguaje”, “El placer de lo nimio”, “La poética del pensar y la Generación de los Ochenta” (2007), “Defensa de la poesía: defensa de la vida” (2012), entre otros), en la navegación de una naturaleza que no es solamente metáfora del mundo o inventario del edén, sino interlocutora viva de la realidad, sede elemental de pulsiones vitales con sus alegrías y tragedias, materia prima ante la que se pregunta “¿cómo podría permanecer impávido?” El suyo es un lenguaje no para guardar ideas, sino música como idea, capaz de extraer del tiempo mítico objetos secretos y revelaciones insospechadas. Una melodiosa materia verbal que concelebra con el lector, asediado por insistentes vocativos. Una voz que es treno funeral, que salta a cosas suntuosas para luego desbaratarlas en tono menor, murmullos apenas, pedacería disonante. Estos cambios de tono y volumen parecen adecuarse al hecho de que Mármol es un poeta que salta entre sus diferentes edades y en los personajes que lo observan en esas edades diferentes. Esta confesión nos revela que el erotismo no le es extraño al poeta, y que Mármol es muy sensible a su presencia, tanto como fantasía o como carencia. De ahí la necesidad de compartir flujos. Identidad pero no posesión, sabiduría pero no conocimiento. Lo que en Mármol es el goce del Otro puede transfigurar lo material y lo inmaterial, lo concreto y lo virtual. Se trata de escribir, como diría Braulio Arenas, “el nombre mágico que conciliará amor y vida, de una vez para siempre”. Para escribir ese “nombre mágico” nuestro autor no llega, sin embargo, a violentar el lenguaje; le basta con “trans-escribirlo”, transfigurarlo, metamorfosearlo. Esta metamorfosis verbal, el lector percibe que corresponde a la metamorfosis del amor mismo y así, desde tal perspectiva, su lectura se convierte a un tiempo en participación y distancia, en placer y lucidez. “Me uno, pues, al júbilo de Soraya, Yasser y Alberto, esposa e hijos de José Mármol, por demás, cómplices de sus exploraciones creativas y filosóficas, así como al goce de todos aquellos que hemos tenido la suerte de compartir el paso por la vida con uno de los hombres que a mí, al menos, y me siento premiado con ello, me ha demostrado la utilidad dialógica, conversacional y amena de la literatura, yo que creí siempre en su inutilidad visceral; pero, que sobre todo, me ha dado a conocer el más fraterno y franco sentido de la amistad”.
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AREÍTO
Sábado 23 de febrero de 2013
De Señal a Señal
HOY
GEOMETRÍA DE LAS SOMBRAS
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DELIA BLANCO
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iempre que escribo o que hablo sobre Radhamés Mejía me enternece todo lo relacionado a su historia, su personalidad y trayectoria. Él nos cuenta que se transformó en artista desde su adolescencia cuando dibujaba sobre las veredas de Santo Domingo. Un buen día un transeúnte impresionado por la calidad de su trabajo le preguntó que si estudiaba arte. Esa pregunta le cambió la vida, porque le hizo tomar conciencia de que su vocación o hobby por la pintura y el dibujo era una forma de ganarse la vida. El buen samaritano le ayudó a ingresar a una escuela de arte local, lo que nunca abandonó jamás hasta el día de hoy. A Radhamés, lo conocí cuando llega a París en 1984, a sus 24 años, cargado de sueños y dispuesto a desarrollar su futuro en un medio difícil para un inmigrante caribeño. Nunca se desvió de sus propósitos, y gracias a que pudo hacer una familia con una joven francesa que ha contribuido enormemente en apoyarle, y lo que nunca puede faltar en el éxito: la fe, concentración y dedicación, todos estos factores le han permitido una carrera hermosa y digna. El viaje, junto a la formación recién adquirida, y a la compleja imaginería de este artista, lo lleva a continuar estudios de arte -que inició y concluyó en la Escuela Nacional de Bellas Artes de Santo Domingo- en la ÉcoleNationaleSupérieure des Beaux-Arts de París, donde recibe una formación académica impecable que supo poner al servicio de su personalidad intelectual y visual. Retoma imágenes evocadoras de las reminiscencias de una cultura remota. Todo lo que asimiló de joven en su tierra natal lo plasma en su obra como un buen migrante contemporáneo que necesita revelar y enseñar sus raíces, su pasado siempre presente aunque lo presente de una forma diferente antes del viaje trasatlántico. De manera que Mejía irrumpe en París como un volcán exuberante con el que inicia su pintura repleta de formas, figuras y símbolos, inmersos en un mundo tropical, en que aparecen mitos y rituales isleños. Su pintura, de un uso intenso del sistema de redes, presenta manchas de color brillante y de mucho exotismo. Hay críticos de arte, como el brasileño Roberto Pontual, quien escribió el texto del catálogo de la muestra de Mejía en la Galería Bernheim en Panamá en 2002, quien afirmó “Hay artistas que ocultan su pasado geográfico, haciendo un esfuerzo más o menos consciente para confundir o borrar la huella que los lleva de vuelta a sus orígenes…”, y justamente, continuaba con Mejía diciendo
que este hacía todo lo contrario, ya que hace todo lo posible por desplegar sus raíces, esa memoria que ciega, que te obliga a mantenerte fiel al camino elegido. Evidentemente, hay un montón de posturas posibles para los artistas que desarrollan su obra fuera de su tierra, pero en el caso de Mejía, él optó por el encuentro entre dos culturas, es decir, combinar tanto de lo interior como de lo exterior. Luego de obtener numerosos premios tanto en Francia, en Bélgica, como en República Dominicana, expone en los grandes salones, ferias y citas europeas, así como en Estados Unidos de Norteamérica y en Canadá. También, en Taiwán, Turquía, Caracas, Venezuela; en San Juan de Puerto Rico y en Miami, Florida, entre otras ciudades y capitales. En 1981, obtiene el Primer Premio en Dibujo del Concurso E. León Jimenes, y el Primer Premio en Dibujo de la XV Bienal de Artes Plásticas de Santo Domingo. Entre sus muchos otros premios internacionales, es importante destacar que en 1991 obtiene el Primer Premio de la XIII Bienal Mediterránea en Niza, Francia. En el Instituto Cultural Domecq en Ciudad de Méjico, DF. La crítica de arte Marianne de Tolentino considera que Mejía encontró su propia estética a través del “dibujo y des-dibujo” y del des-dibujo y deformar, lo que hizo su trabajo más fuerte y definido, También, ella lo consideró un investigador sólido, pero dispuesto a la consulta y atento al consejo. Que nunca pasó por la complacencia ni la satisfacción a gustos mayoritarios. Todo lo expresado por doña Marianne habla muy bien de esta minuciosa y profunda carrera artística. Desde su taller parisino, Mejía mantiene los lazos con su duende e imaginario caribeño compuesto de todos los aportes de la gran diversidad de la cosmografía universal. Es un creador inquieto, disponible y abierto al encuentro y al cuestionamiento que busca siempre los puntos de conexión con la pluralidad de lenguajes visuales contemporáneos que se nutren del patrimonio de las sociedades precolombinas. Esta nueva faceta que inició en esos años lo convierten en un candidato óptimo para presentar un proyecto y participar en “Cuerpos Pintados”, en el que participaron extraordinarios artistas internacionales como son el cubano Manuel Mendive, Claudio Palominos, María Gracia Donoso y Fernando Prats, entre otros, en pintura; y la coordinación de fotografías del chileno Roberto Edwards. También, un equipo multidisciplinario de especialistas en fotografía, pintura corporal e investigadores antropólogos, escritores, etnólogos, etc.
París, en los años 80-90, tenía una gran dinámica de exhibiciones individuales y colectivas que celebraron las nuevas generaciones de los creadores latinoamericanos después del camino abierto por Matta, Duparc, Seguí, Cuevas, Télémaque, y el dominicano Vicente Pimentel. Es dentro de esta energía que se destaca la obra del pintor dominicano, con su primera exposición en París en 1988, año en que la crítica destacó la representación de un mundo simbólico exclusivo con eficientes intervenciones en la distribución del espacio delimitado por áreas y territorios cromáticos sellados por una gran madurez en los efectos de las luces y las sombras. Radhamés Mejía fue el introductor de una nueva visión de la pintura del Caribe hispano, pues la luz, la paleta y la figuración libre y expresionista que firman sus telas con referentes de señalamientos visuales como los códigos y los símbolos de los hijos de Anacaona ofrecieron al público una propuesta renovada de la pintura que competía abiertamente con las propuestas traídas a París desde las celebraciones del Bicentenario de la Revolución Francesa en 1989, y las conmemoraciones del Descubrimiento de las Américas. Mejía pertenece de lleno a un grupo de artistas que como Bedia, para su Cuba natal, y EdouardDuval-Carrié es para Haití, que impusieron y marcaron una renovación de la pintura latinoamericana desde la perspectiva caribeña. Ellos son grandes ejemplos e íconos para diferentes generaciones. Desde el 21 de febrero, en el Museo de Arte Moderno de Santo Domingo tenemos a Radhamés Mejía con su exposición “Geometría de las sombras”. “…Mito y ritual son los elementos que atizan el flujo de vida en la obra de Mejía”, con esta frase cerramos el catálogo de una exposición del mismo en 1994, en París, donde además, destaqué que las geometrías y colores, el mito y los rituales, son el sostén de esta sorprendente obra. Sin embargo, es interesante descubrir cómo Mejía logró relacionar el cuerpo humano, ausente generalmente en sus composiciones, con su modo de trabajo.
AREÍTO
HOY
Aporte
Sábado 23 de febrero de 2013
CARLOS BÁEZ EVERTSZ
La China de hoy según los chinos D
esde finales de los años 50, Tibor Mende ya anunciaba que China sería la gran potencia mundial, y ponía junto a ella a la India y al gigante sudamericano, Brasil. Ha pasado medio siglo y los futuribles de este autor se convierten hoy en una evidencia que nadie niega. China es ya una potencia económica y financiera, y abundan los sinólogos que se dedican a estudiar diversos aspectos de ese inmenso país. Más aún, ya en la educación que se imparte a los jóvenes, pensando en un futuro prometedor para ellos, los padres previsores entienden que, además de inglés, es conveniente que aprendan chino. Es muy accesible encontrar abundante información y datos demográficos, económicos, financieros, de comercio, de política interna e internacional, para quien esté haciendo pesquisas sobre China. Lo que es más difícil es acceder a información veraz sobre los chinos y lo que realmente piensan. De manera, que cuando se encuentra un libro que cubre ese agujero informativo, hay que destacarlo. La joven periodista española Ana Fuentes (Madrid, 1980) publicó en septiembre del año pasado “Hablan los chinos” (Aguilar), en el cual, después de un trabajo “de campo” de tres años, chinos representativos de diversos segmentos de clase o estratos sociales de esa compleja sociedad exponen sus puntos de vista. El resultado es un libro bien escrito que se lee de un tirón. Son diez capítulos en los cuales se encuentran claves para entender mejor la sociedad china y que abarca desde la juventud dorada de los hijos de los altos funcionarios o empresarios chinos, a disidentes, pasando por los homosexuales, un profesor de artes marciales, los emprendedores, el trabajador emigrante que viene del mundo rural, los usuarios de nuevas tecnologías, la prostitución, taxistas, el Tibet y la información. Los hijos de nuevos ricos o niños de papá, llamados los “fu er dai”, son el exponente del crecimiento económico chino con su nueva clase de millonarios que han hecho su fortuna bien con la libertad de invertir o utilizando los mecanismos de obtención de riquezas provenientes de las empresas públicas y de los negocios corruptos en connivencia con individuos de la nomenclatura del Estado y del Partido Comunista. En China, a mediados de 2011, se con-
tabilizaba un millón de chinos con más de un millón de euros de patrimonio. Tres de cada diez de ellos ocupan un cargo político, un 20 por ciento se han enriquecido con el alza del sector inmobiliario y un 15% con la especulación en la Bolsa. Todos tienen en común que tienen contactos en las altas esferas del Estado. China es hoy un país con altos niveles de desigualdad, ya que de acuerdo a estadísticas oficiales, el 60% del PIB se concentra en manos del 0,03% de la población. Los chinos ricos viven en urbanizaciones privadas en villas con piscinas o saunas individuales, que suelen tener un precio que a veces supera los 5 millones de euros. Muchos de los que cuidan sus casas o les sirven duermen en los subsuelos de edificios sin ventanas, en condiciones precarias. Entre los ricos hay los discretos, que tratan de pasar inadvertidos, y aquellos que les gusta fardar de su riqueza y que pasean por las avenidas de las grandes ciudades en sus autos Ferrari, Masserati, Porsche, y algunos de estos se creen por encima de la ley y en ocasiones se equivocan. Fue el caso del hijo de un alto cargo de la Policía que borracho atropelló a dos universitarias y cuando lo iban a detener dijo aquello de: ¿No saben quién es mi padre? La presión de la opinión pública hizo posible que se le procesara y se le condenó a seis años de cárcel y a indemnizar a cada una de sus víctimas con más de 80 mil dólares. Otros niños de papá son más considerados. Aunque estudien en buenas universidades occidentales regresan a China al llamado de sus padres, que consideran que tienen más oportunidades en su país que en el exterior. Decía uno de ellos: Los chinos, al final, solemos hacer lo que nos dicen nuestros padres. Tenemos un proverbio que dice: “Escucha a los ancianos y te ganarás el pan”. Un problema que tienen los ricos es que estiman que hay inseguridad jurídica, lo que puede llevarles a perder sus riquezas o a ser procesados. Según la revista Hurun y el Banco de China, la mitad de los millonarios chinos quiere abandonar el país hacia EE.UU., Canadá y Singapur, que son los destinos preferidos. ¿Los chinos y la democracia? Una niña de papá dice que la democracia occidental es un mito: “Pensáis que la democracia es una especie de religión que os purifica. Pero no tenéis
países perfectos. Mirad lo que está pasando con la crisis. A la gente en China lo que le interesa es que vive mucho mejor que antes”. Para un disidente, un abogado que ha perdido su licencia para ejercer, sin embargo, el problema principal de China, la cuestión de fondo, es el partido único. “El Partido controla el gobierno, los tribunales y la Asamblea General del Pueblo, las empresas estatales y los medios de comunicación. No hay independencia de poderes. Detrás de la Policía, los medios y los jueces está el Partido. Mientras exista un partido único, nada cambiará. Seas quien seas, incluso un policía, el sistema acabará contigo si es necesario”. Para un taxista de Pekín que era crítico con muchos de los cambios habidos con las reformas económicas y pese a reconocer que durante la Revolución Cultural se cometieron excesos (tanto así que el PIB de China se redujo en un 40% entre 1966 y 1976), lo que destacaba era que “Mao cuidó del pueblo chino y le devolvió el honor “. Se quejaba de que ahora la Sanidad no era totalmente gratuita y que aunque se dice que el nivel de vida ha mejorado mucho la desigualdad ha crecido. Pensaba ya en su jubilación y uno de sus sueños era viajar a Corea del Norte. Pensaba que allí encontraría una especie de Pekín de los años 60. “...el estado norcoreano se ocupa de la gente. La medicina y la educación son gratis. Es un verdadero país socialista”. Concluyo citando las palabras de ese taxista que son un resumen de sociología política, de la dominación y de las clases, que puede extrapolarse a otros lugares, por ejemplo, a este país: “Hay demasiada corrupción… los hijos de los políticos son los que consiguen los buenos trabajos. Los de la gente corriente como yo, no. La próxima generación de políticos chinos estará formada por los hijos de los que gobiernan hoy. Y los pobres seguiremos siendo los esclavos”.
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AREÍTO
Sábado 23 de febrero de 2013
Arte Contemporáneo
HOY
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AMABLE LÓPEZ MELÉNDEZ
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Pintura de Rosa Tavarez.
Pintura de Soucy de Pellerano
Pintura de José Perdomo
Pintura Antonio Guadalupe.
efinitivamente, la promoción de las artes plásticas y visuales contemporáneas, que constituyen uno de los componentes axiales de la industria y la economía de la representación cultural a nivel global, incluyendo, desde luego, la proyección de la producción y de la misma trayectoria profesional de sus creadores o protagonistas, es una tarea que sólo podemos afrontar con resultados exitosos si lo hacemos con pleno conocimiento de causa, profundidad de compromiso, afinada sensibilidad y traslúcidos criterios de profesionalidad. Ahora bien, aun admitiendo que estos cuatro requisitos, en cuanto se refiere a la disponibilidad y disposición de los recursos humanos, no son tan fácil de combinar en la industria cultural local ni en el nebuloso y fragmentario “circuito artístico dominicano” de la actualidad, uno tiene que despertar cada día con mayor atención a lo que pasa y tener la capacidad de reconocer la emergencia de nuevas apuestas, propuestas y protagonistas que nos plantean una “situación”, ciertamente significativa, favorable y sorprendente para la difusión del arte y la proyección de los artistas en el Santo Domingo de estos caóticos, “precarios” y deslumbrantes umbrales del siglo XXI. Dentro de las nuevas apuestas y el nuevo protagonismo que vienen a enriquecer la diversidad de la programación del dinámico “Distrito del Arte”, hay que registrar el calendario de exposiciones que viene auspiciando el Grupo Velutini en la Plaza Blue Mall, localizada en la avenida Winston Churchill esquina Ave. Gustavo Mejía Ricart del sector Piantini. Este proyecto cuenta con la coordinación de la destacada artista y diseñadora Aurora Díaz, quien, a base de su carisma natural, su exitosa experiencia en la producción y organización de eventos culturales, no sólo cuenta con el apoyo del Grupo Velutini, especialmente en las personas de su presidente, Luis Emilio Velutini, y de Michele De Prisco, sino también de un numeroso grupo de artistas, especialistas, promotores y coleccionistas, entre quienes figuran algunas de las personalidades más emblemáticas de las artes plásticas dominicanas de nuestro tiempo. En el mismo centro del perímetro metropolitano, bautizado por el expresidente de la República Dr. Leonel Fernández Reyna “El Nueva York Chiquito”, se localiza el llamado “Distrito del Arte”, integrado por más de 30 galerías, museos, instituciones culturales y espacios expositivos, dedicados a la representación, difusión y comercialización de la producción artística dominicana e internacional. El 2011 fue un año de iniciativas, júbilo y celebración en Blue Mall. Se presentaron, por lo menos, 8 muestras de arte contemporáneo, entre las cuales destacan “Voces del Batey”, “Blue Caribbean Fest”, Arte para Mama” y “Pinceladas de Amor”. Para el 2013, Aurora Díaz ha anunciado un calendario con más de 15 exposiciones, entre individuales y colectivas.
En los espacios de Blue Mall
¡Exponen 4
MAESTROS DEL COLOR! Precisamente, desde la noche del pasado miércoles 13 de febrero, en los espacios expositivos de Blue Mall se puede disfrutar la exposición colectiva titulada “Colores Maestros”, integrada por un excelente conjunto de obras pictóricas de los reconocidos artistas Soucy de Pellerano, José Perdomo, Rosa Tavárez y Antonio Guadalupe. Tal como declara Aurora Díaz: “Con esta muestra, Blue Mall da apertura al calendario de exposiciones del año en curso y reafirma su apoyo al arte y a los artistas de nuestro país y el mundo. Se trata de una muestra colectiva donde se puede apreciar el dominio del color, la extraordinaria experiencia creativa de estos cuatro pilares de la plástica dominicana contemporánea…El título de Colores Maestros es porque los cuatro artistas son verdaderos maestros del color y como en su manera particular o manejo armónico del color, además de la semejanza de sus estilos expresivos personales, no existía un título más perfecto para asignarle a esta colectiva”. Rosa Tavárez nació en Santiago de los Caballeros, República Dominicana, en el año 1939. Maestra del grabado y una de las grandes pintoras dominicanas de la modernidad. Es egresada de la Escuela Nacional de Bellas Artes, en el año 1969. Cuatro años más tarde viaja a la ciudad de Nueva York, donde realiza estudios especializados en The Art Students League. En 1979, estudia litografía en los talleres del Instituto de Cultura Puertorriqueña, San Juan, Puerto Rico. Fue profesora y directora de la Escuela Nacional de Bellas Artes. Escultora, pintora, dibujante, instaladora y practicante del arte de acción (happening y performance), Soucy de Pellerano obtuvo un título de Dra. en Farmacia y Ciencias Químicas de la Universidad Autónoma de Santo Domingo. Desde la edad de 11 años recibió lecciones particulares sobre arte. En 1967, se gradúa en la Escuela Nacional de Bellas Artes (ENBA). Sus maestros más influyentes durante su etapa de estudiante en la ENBA fueron Domingo Liz (1931-2013) y Paúl Giudicelli (1921-1965). Artista fundamental, con aportes trascendentales en los campos de la creatividad, la educación artística y la gestión cultural, en Santo Domingo, Soucy de Pellerano es pionera en la utilización artística de los recursos
del reciclaje o proceso de resignificación de los residuos materiales y tecnológicos del “progreso”, así como de la experimentación con los materiales extrapictóricos, el cinetismo, el accionismo y las propuestas estéticas conceptuales-multimedia-e interactivas más radicales de la contemporaneidad. La obra de José Perdomo se nutre en las fuentes primordiales del arte rupestre del Caribe y del arte prehispánico de Sudamérica. Perdomo logra transmutar con extraordinaria síntesis expresiva, lucidez y espíritu contemporáneo, la geometría y la precisión formal del arte arawaco-taíno de las Antillas Mayores. El suyo es un universo visual conceptualmente abstracto, pero sin dejar de valorar las remisiones radicales hacia lo real y lo transfigurado. Asimismo, en su poética pictórica se advierten los espléndidos resultados de su encuentro con el arte infantil y el “graffiti” del espacio urbano posmoderno. Su obra ha sido exhibida de manera exitosa en prestigiosas galerías, museos y centros culturales de ciudades como Santo Domingo, Nueva York, Chicago, Miami, Madrid, Caracas, Lima, San Juan, Panamá, Bruselas, Tokio, Bonn, Frankfurt y México, DF. En 1995 presenta una muestra retrospectiva dentro de la XXll Bienal Internacional de Sao Paulo, Brasil. Antonio Guadalupe nació en la ciudad de Moca (1941). Inició su formación artística en su ciudad natal con el artista y profesor Poncio Salcedo. En 1959 es becado para estudiar en la Escuela Nacional de Bellas Artes, donde tiene como maestros y principales orientadores a Marianela Jiménez y Gilberto Hernández Ortega. En 1965 se traslada a la ciudad Nueva York, donde estudia con el artista y profesor italiano Prillo Grinilli. En 1967 regresa a Moca y “descubierto” por la escritora y crítica de arte Aída Cartagena Portalatín y el poeta Máximo Avilés Blonda. Fue presidente del Codap (1986-88) y desde el 2009 hasta el 2013. Sobre su serie titulada “Diálogo de Fauna”, el propio artista declara: “Estas obras son el resultado de una serie de estudios realizados durante años sobre la comunicación y las relaciones de la humanidad con el medio ambiente”…