Areíto
Zona de la Cultura y de las ideas
www.hoy.com.do Editor: Bavegado Diseño: Carla González SÁBADO 6.04.2013
Cinco relatos breves de
Jimmy Sierra
Pág 6
Maravilloso mundo de las abuelas Pág 4
Marianela Jiménez Ícono generacional Marianela Jiménez pertenece a la generación de la dominicanidad visual, pues ha sido una pintora de mucha fuerza expresiva, que siempre puso en alto las tradiciones y las manifestaciones culturales del pueblo dominicano. Esta artista manejó su paleta con gran sentido del color, logrando siempre reflejar en sus pinturas la fuerza del Caribe...p. 7
Estratega electoral de L. Fernández Para crear una imagen de Leonel Fernández que cautivara a los votantes en 1996 hubo que “derechizarlo” porque se le percibía muy inclinado hacia la izquierda; explotar su juventud, contrastante con la de su principal contrincante, José Francisco Peña Gómez, y le aconsejaron no enfatizar a Juan Bosch...Página 3
Salvador Jorge Blanco
Unas líneas para la posteridad Nunca hubo excesos en su vida pública ni privada. Su vida discurrió como un ser humano amante de la paz, respetuoso de la ley y temeroso de Dios, sin ofensas. Hace mucho quería escribir estas líneas sinceras...Página 8
HOY
AREÍTO
Sábado 6 de abril de 2013
Zona Areíto Areito
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José Ortega y Gasset (Filósofo y escritor español) Nuestras convicciones más arraigadas, más indubitables, son las más sospechosas. Ellas constituyen nuestro límite, nuestros confines, nuestra prisión.
Leonardo Boff
El colapso de su teología: ¿razón mayor de la renuncia de Benedicto XVI?
S
iempre es arriesgado nombrar a un teólogo para la función de papa. Él puede hacer de su teología particular la teología universal de la Iglesia e imponerla a todo el mundo. Sospecho que este ha sido el caso de Benedicto XVI, primero como cardenal, nombrado Prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe (ex-Inquisición) y después como Papa. Tal hecho no goza de legitimidad y se transforma en fuente de condenaciones injustas. Efectivamente condenó a más de cien teólogos y teólogas por no encuadrarse en su lectura teológica de la Iglesia y del mundo. Razones de salud y sentimiento de impotencia frente a la gravedad de la crisis en la Iglesia lo llevaron a renunciar. Pero no solo eso. El texto de su renuncia habla de la “disminución de vigor del cuerpo y del espíritu” y de “su incapacidad” para enfrentar las cuestiones que dificultaban el ejercicio de su misión. Detrás de estas palabras, estimo que se oculta la razón más profunda de su renuncia: la percepción del colapso de su teología y del fracaso del modelo de Iglesia que quiso implementar. Una monarquía absolutista no es tan absoluta hasta el punto de vencer la inercia de envejecidas estructuras curiales. Las tesis centrales de su teología siempre fueron problemáticas para la comunidad teológica. Tres de ellas acabaron siendo refutadas por los hechos: el concepto de Iglesia como un «pequeño mundo reconciliado»; que la Ciudad de los Hombres sólo adquiere valor delante de Dios pasando por la mediación de la Ciudad de Dios, y el famoso «subsistit» que significa: sólo en la Iglesia católica subsiste la verdadera Iglesia de Cristo, todas las otras Iglesias no se pueden llamar Iglesias. Esta concepción estrecha de una inteligencia aguda pero rehén de sí misma, no tenía la suficiente fuerza intrínseca ni la adhesión necesaria para ser implementada. ¿Benedicto habría reconocido el colapso y coherentemente renunciado? Hay razones para esta hipótesis. El Papa emérito tuvo en san Agustín a su maestro e inspirador, de hecho, fue objeto de algunas conversaciones personales con él. De Agustín asumió la perspectiva de base, comenzando por su esdrújula teoría del pecado original (se transmite por el acto sexual de la procreación). Esto hace que toda la humanidad sea una «masa condenada». Pero dentro de ella, Dios por Cristo instauró una célula salvadora, representada por la Iglesia. Ella es «un pequeño mundo reconciliado» que tiene la representación (Vertretung) del resto de la humanidad perdida. No es necesario que tenga muchos miembros. Bastan pocos, siempre que sean puros y santos. Ratzinger incorporó esta visión. La completó con la siguiente reflexión: la Iglesia está constituida por Cristo y los doce apóstoles. Por eso es apostólica. Es solo este pequeño grupo. Excluye a los discípulos, a las mujeres y las
masas que seguían a Jesús. Para él no cuentan. Son alcanzadas por la representación (Vertretung) que «el pequeño mundo reconciliado» asume. Este modelo eclesiológico no tiene en cuenta el vasto mundo globalizado. Quiso entonces hacer de Europa «el mundo reconciliado» para reconquistar la humanidad. Fracasó porque el proyecto no fue asumido por nadie y hasta fue puesto en ridículo. La segunda tesis está tomada también de san Agustín y de su lectura de la historia: la confrontación entre la Ciudad de Dios y la Ciudad de los Hombres. En la Ciudad de Dios está la gracia y la salvación: ella es el único camino que conduce a la salvación. La Ciudad de los Hombres se construye por el esfuerzo humano. Pero, como ya está contaminado todo su humanismo y sus otros valores, no consiguen salvarse porque no han pasado por la mediación de la Ciudad de Dios (Iglesia). Por eso ella está plagada de relativismos. Consecuentemente el cardenal Ratzinger condena duramente la teología de la liberación, porque esta buscaba la liberación por los mismos pobres, hechos sujetos autónomos de su historia. Pero como no se articula con la Ciudad de Dios y su célula, la Iglesia, es insuficiente y vana. La tercera es una interpretación muy personal suya que da del Concilio Vaticano II cuando habla de la Iglesia de Cristo. La primera redacción conciliar decía que la Iglesia católica es la Iglesia de Cristo. Las discusiones buscando el ecumenismo, substituyeron es por subsiste para dar lugar a que otras Iglesias cristianas, a su modo, realizasen también la Iglesia de Cristo. Esta interpretación sustentada en mi tesis doctoral mereció una explícita condena del cardenal Ratzinger en su famoso documento Dominus Jesus (2000), donde afirma que subsiste viene de «subsistencia» que sólo puede ser una y se da en la Iglesia católica. Las demás «iglesias» poseen «solamente» elementos eclesiales. Este «solamente» es un añadido arbitrario que hace al texto oficial del Concilio. Tanto algunos notables teólogos como yo mismo mostramos que este sentido esencialista no existe en latín. El sentido es siempre concreto: «conseguir cuerpo», «realizarse objetivamente». Este era el «sensus Patrum» el sentido de los Padres conciliares. Estas tres tesis centrales han sido refutadas por los hechos: dentro del «pequeño mundo reconciliado» hay demasiados pedófilos hasta entre los cardenales, y ladrones de dineros del Banco Vaticano. La segunda, que la Ciudad de los Hombres no tiene densidad salvadora delante de Dios, se construye sobre un error
al restringir la acción de la Ciudad de Dios solamente al campo de la Iglesia. Dentro de la Ciudad de los Hombres se encuentra también la Ciudad de Dios, no bajo forma de conciencia religiosa sino bajo forma de ética y de valores humanitarios. El Concilio Vaticano II garantizó la autonomía de las realidades terrestres (otro nombre para secularización) que tiene valor independientemente de la Iglesia. Cuentan para Dios. La Ciudad de Dios (Iglesia) se realiza por la fe explícita, por la celebración y por los sacramentos. La Ciudad de los Hombres, por la ética y por la política. La tercera, que solamente la Iglesia Católica es la única y exclusiva Iglesia de Cristo y, todavía más, que fuera de ella no hay salvación, tesis medieval resucitada por el cardenal Ratzinger, fue simplemente ignorada como ofensiva a las demás Iglesias. En vez de «fuera de la Iglesia no hay salvación», se introdujo en el discurso de los papas y de los teólogos «la oferta universal de salvación a todos los seres humanos y al mundo». Alimento la seria sospecha de que tal fracaso y colapso de su edificio teológico, le quitó “el necesario vigor del cuerpo y del espíritu” hasta el punto de, como confiesa, de “sentirse incapaz de ejercer su ministerio”. Cautivo de su propia teología, no le quedó otra alternativa sino honestamente renunciar.
LA HISTORIA
1992
FALLECIÓ EL 6 DE MARZO. Isaac Asimov, exitoso y prolífico escritor, autor de obras de ciencia-ficción, historia y divulgación científica y el creador de las famosas “Leyes de la Robótica”. _
1889
NACIÓ EL 7 DE MARZO. Lucila de María del Perpetuo Socorro Godoy Alcayata, conocida como Gabriela Mistral, poetisa chilena, premio Nobel en 1945.
1658
MURIO EL 7 DE MARZO. Juan Eusebio Nieremberg y Otin, humanista, teólogo jesuíta y escritor español. Autor de 73 obras impresas y 11 manuscritos, entre sus obras destacan “De la diferencia entre lo temporal y lo eterno” , “De la afición y amor de María” y una biografía de san Ignacio de Loyola, fundador de la orden religiosa a la que perteneció.
_
1859
NACIÓ EL 8 DE MARZO. Edmund Gustav Albrecht Husserl, filósofo alemán iniciador de la corriente filosófica fenomenología, una de las tendencias más vigorosas en la filosofía contemporánea. Su primer libro fue “Filosofía de la aritmética” .
1821
NACIÓ EL 9 DE MARZO. Charles Pierre Baudelaire, el poeta de mayor impacto en el simbolismo francés. Su obra poética más importante es “Las flores del mal “. _
1626
FALLECIÓ EL 9 DE MARZO. Francis Bacon, filósofo literato y político inglés, conocido también por barón de Verulam, vizconde de San Albano, canciller de Inglaterra, y miembro de la misteriosa orden francmasona de la Rosacruz. Sus mejores obras filosóficas son “El avance del conocimiento”, y “Novum Organum”. También fue el creador del género ensayístico en inglés, con sus “Essays”.
AREÍTO
HOY
Viaje por la Historia
Sábado 6 de abril de 2013
Bernardo Vega: por debajo existía una gran preocupación si Peña Gómez ganaba y moría.
Estratega electoral de Leonel Fernández
ÁNGELA PEÑA/ A.PENA@HOY.COM.DO
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ara crear una imagen de Leonel Fernández que cautivara a los votantes en 1996 hubo que “derechizarlo” porque se le percibía muy inclinado hacia la izquierda; explotar su juventud, contrastante con la de su principal contrincante, José Francisco Peña Gómez, y le aconsejaron no enfatizar a Juan Bosch ya que las encuestas evidenciaban que exaltar al máximo líder del PLD no era tema que agregaba votos. Fernández fue muy criticado en el ámbito internacional debido a la campaña antihaitiana. La misma compañía encuestadora que contrató le manifestó que el racismo no era materia para sumar sufragios. “Pero el antihaitianismo no era una decisión del candidato, sino de Vincho y su grupo”, refiere Bernardo Vega, quien un año antes había conocido al que sería presidente de la República pero después de una segunda vuelta. Recuerda el historiador que un embajador de Jamaica, preocupado por esa maniobra, viajó a reunirse con Fernández, y al ver el matiz de su piel reaccionó: “¡Pero usted es uno de nosotros!”. Y el exmandatario explicó que no era iniciativa suya sino de sus aliados. Bernardo Vega y Leonel Fernández Reyna estuvieron muy unidos desde que Penn & Schoen decidió no trabajar más con el PRD porque había contratado una encuestadora chilena. La principal firma encuestadora del presidente Bill Clinton no iba a desempeñar una función de segunda, dijeron. En noviembre de 1995 comenzaron con Leonel “que estaba en una posición muy ventajosa en la primera ronda en relación con José Francisco Peña Gómez” pero “como la revista Rumbo daba mayor margen a Leonel se decidió no publicar los resultados”. La conducta de Fernández y del PLD aparentaba no estar en concordancia con el comportamiento tradicional de los políticos dominicanos que por siglos han recurrido a golpes bajos y argumentos sucios para enfrentar a sus opositores, excepto el uso de la discriminación. Se trataba, sin embargo, de una previsora estrategia de los peledeístas. En diciembre de 1995 Fernández viajó a las oficinas de Penn & Schoen en Nueva York y estos le explicaron que la corrupción preocupaba mucho a los dominicanos, aconsejándole atacarla, pero el aspirante insistía en no tocar el asunto pese a que allí le presentaron fotos de Alan García, Carlos Andrés Pérez, Salvador Jorge Blanco, para quienes habían trabajado y alegaban que cómo les podía decir a ellos que ese no era un tema electoral en Santo Domingo, narra Bernardo Vega. Lo que ocurría, revela, era que ya ellos estaban contando con el voto de los reformis-
Bernardo Vega, Leonel Fernández y Juan Manuel Santos, actual presidente de Colombia.
Leonel Fernández en la campaña electoral de 1996, en la que fue asesorado por Bernardo Vega.
tas para una segunda vuelta y emplear la corruptela imperante podía ofender a Balaguer, “que era el corrupto”, expresa. Solo llegaron a crear tímidamente una cuña en la que aparecía un vaso de leche del desayuno escolar que desaparecía con rapidez. La deshonestidad impedía que a los estudiantes llegara el nutriente líquido, alegaban. Agrega Vega que tampoco utilizaron la enfermedad terminal que padecía el candidato perredeísta, quien llevó como compañero para la vicepresidencia a Fernando Álvarez Bogaert, “pero por debajo existía una gran preocupación si Peña Gómez ganaba y moría”, expresa. En febrero de 1996 los sondeos de Penn & Schoen daban 41 por ciento a Peña Gómez y 39 a Leonel y tampoco se dieron a la luz porque otros daban mayor ventaja al PRD para la primera vuelta, un 46 por ciento, y el mismo porcentaje que daba Penn & Schoen a Fernández. Bernardo rememora haber discutido con Leonel cuál era la estrategia de Peña Gómez en una segunda vuelta y este concluía en que el fogoso dirigente no tenía una, porque contaba con que ganaría en primera, mientras que como las encuestas daban que iba a haber una segunda, “la del PLD era aliarse con Balaguer y conseguir los votos balague-
ristas”. Días antes de ese segundo proceso Penn & Schoen daba 51 por ciento a Fernández y 48 a Peña “pero otras encuestas publicadas arrojaron mayor ventaja por lo que estos resultados tampoco se hicieron públicos”. Ante esa realidad, Vega preguntó a Leonel: “¿Le puedo llamar Presidente?” y él contestó en inglés con una frase del beisbolista Yogi Berra: “El juego no termina hasta que no termina”. El 16 de agosto de 1996 la encuestadora entregó a Fernández esos resultados y una minuta con los temas que debía enfocar en su discurso, parte de los cuales empleó. “Estuve muy cerca de él en toda esa campaña, asesorándolo”, manifiesta. Ahí conoció a Danilo Medina, a quien todos daban participación. “Era como la eminencia gris de cómo manejar la campaña, su opinión era muy importante”, afirma. El presidente Fernández preguntó a Vega cuál cargo le interesaba y este contestó que ninguno. Su primera esposa estaba afectada de cáncer y como debía estar con ella en Estados Unidos, Leonel le ofreció la embajada dominicana en Washington. Aún no era el 16 de agosto. Cynthia murió en el país el 30 de septiembre de 1996, situación que afectó sobremanera al economista. Ella está presente en sus sentimientos y recuerdos. Mostró una foto que le hicieron a él entonces. Preguntó qué reflejaba. Tristeza, respondió, eran los días del deceso de su compañera. Fernández, Jaime David y prácticamente todo el gabinete peledeísta le acompañaron en la funeraria y al regresar del cementerio recibió de Peña Gómez la primera llamada que este hizo al salir de su internamiento. Pese al tiempo transcurrido, Vega no se animaba a salir a su misión, pero preparó raudo las maletas cuando el Presidente amenazó con nombrarlo en el equipo económico. Al llegar a Washington contrató un abogado para que lo sacara de un pleito que había iniciado contra la CIA bajo la Ley de Libertad de Información por sacar documentos clasificados sobre el complot que condujo al ajusticiamiento de Trujillo, considerando que “no era ético que yo estuviese sometido a la justicia por el Gobierno ante el que iría como embajador”. Luego se determinó que los papeles estaban desclasificados pero extraviados en el expediente del asesinato de John F. Kennedy. Con la presentación de credenciales de Bernardo Vega se abrió un espléndido camino de conquistas internacionales para el joven presidente Leonel Fernández.
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Sábado 6 de abril de 2013
CÁPSULAS GENEALÓGICAS www.idg.org.do/ Edwin Espinal
Agustín Franco de Medina, genearca santiaguero
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acidos en los primeros años del siglo XIX, los hijos de Agustín Franco de Medina prolongaron en el tiempo su apellido, erigiéndolo en un verdadero genearca. De sus hijos legítimos, Josefa Franco del Orbe vivía en San Francisco de Macorís en 1830. Procreó un hijo con Manuel María Castillo Álvarez, tío materno del prócer Matías Ramón Mella, llamado José Manuel Franco, quien ejerció el comercio en Santiago, donde murió en 1905. Este dejó descendencia en sus matrimonios con María Dolores Tavares Portes y María Dolores Rodríguez Ureña. Los Franco-Tavares fueron Agustín, quien casó con Juana Celeste Ricardo Grullón; Alfonso, esposo de su prima hermana María Mercedes Olavarrieta Tavares; María Dolores, esposa de Manuel Antuña Camino; Leonte Generoso; María Adelaida, esposa de su primo segundo Augusto Franco Bidó Fabelo; Federico, esposo de María Riva Álvarez; José Manuel, casado con su prima segunda Carmela Malagón Olavarrieta; Julio de Jesús, esposo de Natalia Montalvo y Hortensia Montalvo; y Amelia de Jesús, casada con Alejandro Leonte Penzo Amarante. De su lado, los Franco-Rodríguez fueron Emilia, esposa de Ángel Vega Llenas; Enriqueta, casada con Mario Morales; Idalia, Josefa, Pilar y Luisa, esposa de Ramón Álvarez. De esta línea descienden, entre muchos otros, Luis Alfonso Franco Olavarrieta, fundador del periódico La Información; el intelectual Luis Brea Franco; Manuel José Cabral Franco, pasado presidente de la Asociación Nacional de Jóvenes Empresarios (ANJE); el arquitecto Leopoldo Franco Barrera, el abogado Ramón Franco Thomén, el músico Fellé Vega (Tomás Rafael Vega Eloy) y la educadora Aída María Fernández Cruz. De los hijos naturales de Franco de Medina, Juan Luis Franco Bidó figuró en la guerra de Independencia. Comandó las tropas dominicanas en la batalla de Sabana Larga en 1856. Fue uno de los miembros de la Asamblea Constituyente que votó la primera Constitución de la República en San Cristóbal en 1844. Fue posteriormente partidario de la Anexión a España. Casó con Francisca Irene Guerrero García. Sus hijos fueron Luis, casado en Francia con Emilia Grigitte Martín; Wenceslao, sacerdote; Isabel, Carolina Ramona e Isaías Franco Guerrero. Isabel casó con José Ramón Cordero Suárez y sus hijos asumieron la combinación patronímica Cordero Bidó. De ella descienden el productor de espectáculos y coreógrafo Guillermo Cordero Pereyra, el arquitecto Nelson Viñas Pichardo, el luchador antitrujillista Amiro Cordero Saleta, el historiador Emilio Cordero Michel, los arquitectos Tácito Cordero Pereyra y Raymundo López Cordero, la comunicadora Tania Báez Sosa, José Ramón Cordero Michel, expedicionario del 14 de Junio; el arqueólogo Elpidio Ortega Álvarez, el médico Juan José Batlle Álvarez, el cineasta Pedro de Jesús (Peyi) Guzmán Cordero y el médico José Lorenzo López Pellerano. De Isaías Franco Guerrero descienden la cantante Maridalia Hernández Morel, el caricaturista Príamo Morel Franco y Margarita Morel Franco, entusiasta preservadora de las tradiciones carnavalescas de Santiago, quien fuera esposa de Armando Menicucci Rodríguez y madre del pintor Orlando Menicucci Morel. Instituto Dominicano de Genealogía
Encuentros
HOY
MU-KIEN ADRIANA SANG
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El maravilloso mundo de las abuelas Dedicado a mi amigo/hermano José Chez Checo Por los momentos más felices, o por aquellos que han dejado cicatrices, por el dolor acumulado o los errores cometidos, por haber hecho hermano al enemigo o por haber perdido al mejor amigo. Sabiduría que brota en tus palabras, en forma de consejos o regaños, advertencias que deben ser tomadas en cuenta y no a la ligera..... Por eso abuelita y abuelito... No te preocupes el ya no caminar aprisa, así nos tardamos más en llegar a nuestro destino, y podrás contarme más historias, de cuando eras niño, de aquellos tiempos mejores que recuerdas con lágrimas... No te preocupes, no estás solito, tienes muchos nietos, aunque no conozcas sus nombres, son todos aquellos que esperan que de allá arriba les permitan llegar a esa bendita Tercera edad.
Henry Ricardo
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ste artículo ha estado rondando en mi cabeza desde hace meses. Lo había detenido para no darle la razón a mi amigo/hermano José Chez, quien en uno de nuestros encuentros cotidianos me dijo: “Mu-Kien, estoy esperando el artículo del nuevo nieto. Te conozco y sé que estás pensando en escribir uno”. No le respondí. Solo sonreí. Mucho me conoce el hermano y colega. Para no darle la razón tan pronto, dejé descansar el artículo por unos meses, pero ya mi nuevo nieto, Andrés, tiene 8 meses y la vida de nuestra familia se ha llenado ¡otra vez! de ternura e inocencia. Entonces me dije: “Al diablo, le tendré que dar la razón al ‘plimo’ Chez”. Hoy decidí escribir el artículo porque al levantarme lo primero que vi al abrir los ojos fueron las sonrisas de mis dos nietos, los niños que han llenado de alegría todos los espacios de esta casa y alivian mi corazón angustiado por los problemas sociales de este país amado, tan lento para cambiar. Fui abuela sin haber sido totalmente madre. ¡Qué gran ironía y qué gran regalo me ha dado el Dios de la vida! Rafael Eduardo y Andrés Eduardo llegaron después de que durante décadas había sido la tía “dulce”, como me bautizó mi sobrino Julio César, ido a destiempo. Las dos decenas de sobrinos y sobrinas que se sumaron al inmenso núcleo familiar llenaron el vacío existencial. Rafael Eduardo, mi nieto mayor, el que me enseñó a ser abuela, ya tiene 8 años. Nuestra relación es de estrecha complicidad. A su lado he aprendido a disfrutar de lo pequeño y lo trivial. A su lado abandono mi traje de maestra, de historiadora, de escritora o funcionaria. A su lado soy solo una marioneta que él maneja a su antojo. Soy capaz de tirarme al piso aunque mi conjunto haya sido recientemente traído de la lavandería. A su lado, con sus preguntas acuciosas o sus historias escolares, olvido los problemas cotidianos o trascendentes y me refugio únicamente en la ternura. El tiempo se hace corto cuando inventamos cuentos o nos ponemos a hablar con la naturaleza, o sencillamente miramos al cielo y nos imaginamos las formas de las nubes. Antes de nacer su hermanito Andrés me preguntó: “Abuela, y cuando nazca él, ¿y nosotros dos? En su lenguaje infantil se preocupaba por la posible desatención. Le contesté con un abrazo grande y le dije al oído: “Tú vas a ser siempre mi primer nieto y mi niño favorito”. Entonces sonrió y siguió jugando. Andrés Eduardo ya tiene 8 meses. Es un hermoso niño, muy parecido a su hermano, quien lo cuida y lo mima. Uno de mis mayores placeres es tener en mis brazos al bebé y al mismo tiempo jugar o conversar con el mayor. Me siento plena, abandonada a la mejor suerte del mundo. Antes de nacer me preguntaba si podría amarlo tanto como a Rafael Eduardo. La preocupación se disipó, porque el corazón es tan grande que anida mucho espacio de reserva para nuevos e intensos amores. He reflexionado sobre mi condición de abuela, compartida con los otros múltiples roles que la vida elegida se empeñó en imponerme. Y al analizar este tejido complejo de roles, concluyo que he de agradecer a Rafael y a Andrés por el regalo de tenerlos en mi
vida. La vida adulta, las responsabilidades laborales, los traumas existenciales que todos tenemos, los desengaños y desesperanzas nos endurecen el corazón. Pero tener de cerca la posibilidad de acariciar tu corazón con ternuras de llantos, de risas, de palabras repetidas, de abrazos, de miradas de complacencia, pero sobre todo, de inocencia pura, hace que necesariamente tengas que renovar la esperanza, el deseo de vivir, la decisión de seguir luchando para cambiar el mundo. Pocas cosas son tan hermosas y gratificantes como los abrazos, los besos mojados, los tirones de pelos, las llamadas de atención que los niños nos ofrecen de forma gratuita y sincera. El haber podido vivir la niñez de mis decenas de sobrinos, y, muy especialmente, de mis nietos, me obliga constantemente a redescubrir la vida. Entendí, a base de demandas de juegos, de preguntas inocentes y afirmaciones temerarias, que el mundo de los adultos es muy aburrido. Por eso, concluyo más que convencida que es necesario, imprescindible más bien, guardar momentos para dar caricias a nuestros maltratados corazones, pero sobre todo no dejar morir el niño o la niña que llevamos dentro. Rafael Eduardo y Andrés son mis tesoros gratuitos, regalos de Dios, que me han permitido redescubrir el verdadero sentido de la ternura, del amor profundo y gratuito, de que las pequeñas cosas son tan importantes y verdaderas, como aquellas que definimos como las trascendentes e imprescindibles. Nada, nada, nada puede ser más importante que las sonrisas, los abrazos y los besos mojados y pegajosos de los niños que nos hacen redescubrir el amor sincero, sin traumas, trabas o interés de ningún tipo. De nuevo doy gracias al Dios de la vida por la bendición de poder contar en mi vida con estos dos locos bajitos, como decía Joan Manuel Serrat, que me han hecho redescubrir una nueva dimensión del amor que es más grande que el propio universo. Soy feliz de sentir que soy un refugio más en sus vidas. Cuando los abuelos entran por la puerta, la disciplina vuela por la ventana. (Ogden Nash) Un abuelo es una persona con plata en el pelo y oro en su corazón. (Autor desconocido) Todo el mundo debe tener acceso tanto a los abuelos como a los nietos, con el fin de ser un ser humano completo. (Margaret Mead) La idea de que nadie es perfecto es un punto de vista más comúnmente llevado a cabo por personas que no tienen nietos. (Doug Larson) Los abuelos son el mayor tesoro de la familia, los fundadores de un legado de amor, los mejores contadores de historias, los guardianes de las tradiciones que perduran en el recuerdo. Los abuelos son las bases sólidas de la familia, su amor muy especial los diferencia. (Autor desconocido) mu-kiensang@hotmail.com mu-kiensang@pucmm.edu.do @MuKienAdriana
Aporte
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Sábado 6 de abril de 2013
HOY
El Clásico Mundial de Béisbol de 2013
DIÓGENES CÉSPEDES
T
odo hecho humano, histórico o insignificante, es irreversible y de él solo cabe realizar descripciones, comentarios e interpretaciones. Fue lo que realicé al escribir acerca del hecho semiótico del Clásico de 2006, donde nuestro país fue vencido por Cuba, en un artículo publicado en “Hoy”, incorporado luego en mi libro “Estudios lingüísticos, literarios, culturales y semióticos” (SD: Apec, 2011, pp. 441-43). El deporte es acción que pertenece a la cultura popular, como la farándula, los entretenimientos o las diversiones. Estos aspiran a la perfección, que es su rasero o medidor, pero difieren del arte en cuanto son ideologías y este último las atraviesa o transforma. Un partido de béisbol escenificado en el terreno de juego es un hecho semiótico, por ser pura acción cuyo entendimiento pasa por el conocimiento de sus reglas y el sistema de signos discretos que lo rige (discurso oral y escrito). Las derrotas de 2006 y 2009 frente a Cuba y Holanda en el terreno de juego no tuvieron las mismas motivaciones ideológicas de las ocho victorias sin derrota del equipo dominicano en este 2013 ni la grasa de 2.4 millones de dólares que con este triunfo serán distribuidos entre los 28 integrantes del equipo criollo. Que si reparte de modo igualitario y no por rendimiento, a cada pelotero le corresponden 85.714 dólares. El oro quebranta voluntades, dice un refrán medieval español y Quevedo lo refrendó en un poema titulado “Poderoso caballero es Don Dinero”. Solo no se las quiebra a las personalidades persistentes, que son las enfocadas en valores, pero estas son siempre una minoría y en ciertas épocas como la actual pueden contarse con los dedos de la mano y sobran dedos. De modo que la estrategia de la gerencia (Moisés Alou) y la dirección (Tony Peña) fue lo que faltó en 2006 y 2009, aparte, claro está, de la motivación del quebrantador de voluntades y, en último lugar, pero inseparable de todo esto, la ideología del machismo, el orgullo personal disfrazado de patriotismo, donde cada pelotero asumió la herida de las dos derrotas anteriores como una herida y una mancha individual. A un macho dominicano no se le derrota de la manera en que lo fuimos en 2009, ni siquiera en 2006, porque Holanda no tenía tradición beisbolera (Cuba sí) ni era equipo profesional de calidad para derrotar “vergonzosamente” al primer país productor y exportador de talentos a las Grandes Ligas, desde Osvaldo Virgil hasta Robinson Canó. No señor, a ese machismo destartalado había que recomponerle el cuerpo, como a Osiris, y mostrar el único símbolo fálico de la hombría dominicana: el plátano de Fernando Rodney, adoptado como el falo poderoso de todos los quisqueyanos, pero primero de todos los miembros del equipo criollo. Ese plátano poderoso está en cada inconsciente dominicano y en el terreno de juego simbolizó un tótem de poder, al igual que la flecha disparada al cielo simboliza el deseo de victoria y de gloria. Pero todo eso es ideología, como el machismo mexicano que no es tal, pues Octavio Paz muestra que el mexicano es un llorón en busca de la mujer que le ha abandonado. Atrás quedaron los desaciertos y los miedos de los Menores frente a la poderosa escuadra ideológica cubana de 2006; atrás quedaron la falta de motivación, los temores a lesiones y a la pérdida del dinero de la temporada de abril en las Grandes Ligas; atrás quedaron los nubarrones de empobrecimiento de la crisis financiera desatada en los Estados Unidos por el gobierno de George Bush en 2008 y cuyos efectos se sienten todavía en 2013 con el desempleo y la crisis inmobiliaria; atrás quedaron los efectos de la crisis financiera norteamericana sobre nuestro país y el agujero fiscal de más de 280 mil millones de pesos dejados por el gobierno corrupto de Leonel Fernández. Todos estos peloteros volverán en este abril a reiniciar su acumulación individual en la Gran Carpa y el Clásico Mundial de 2013 será para ellos un feliz recuerdo cuando
les venga a la memoria. En cambio, aquí nos quedamos, en el terreno de juego de la política, los dominicanos que no emigramos, los que nos chupamos la cuaba cada cuatro años, los que soportamos apagones, carencia de agua, calles y calzadas sucias, llenas de miasma, un tránsito caótico que refleja nuestro propio desorden mental; aquí nos quedamos sin resistir la vaquita de ordeño de la gasolina cuyo índice de precios sube semanalmente, y con esa alza todos los productos, para ir a engrosar los ingresos del fisco cuyo jefe pugna por paliar el déficit dejado por Leonel; aquí nos quedamos los faltos de conciencia política y de conciencia nacional, los faltos de conciencia de clase y de conciencia de ser sujetos y que solo aspiramos a atrapar cada cuatro años el “faul” del clientelismo y el patrimonialismo cuando los más de 6 millones de electores acuden a votar por los candidatos presidenciales, legislativos y municipales en esas ratoneras de la Junta Central Electoral; aquí quedamos para seguir por la televisión y la prensa las hazañas de nuestros Heracles de las Grandes Ligas y si su respectivo equipo no clasificó, recibirles y seguirles en las vacaciones de septiembre a través de las entrevistas que ofrecen a los editores deportivos donde les cuentan sus acciones y gestas gloriosas en las Grandes Ligas y lo que se proponen realizar para la próxima temporada; aquí nos quedamos para seguir a través de los medios la exhibición de sus grandes carros de marca y las suntuosas residencias muy bien ganadas a base de sudor o para enterarnos de los escándalos y ultrajes, de los menos, a la sociedad de donde surgieron y que ahora miran con aire de superioridad y en términos de conquistadores etnocéntricos. Y nadie les envidia sus riquezas, pues hemos aprendido, al igual que ellos, que en los Estados Unidos nadie envidia la riqueza ajena conquistada conforme al trabajo, esfuerzo y talento y que, al contrario, la gente se alegra de esos logros porque ve realizada la divisa de igual oportunidad para todos. Pero en nombre de todo eso, no vengan a estrujarnos sus riquezas en el rostro, no vengan a asesinar compatriotas y luego, con el alegato de que perderán la próxima temporada de Grandes Ligas, no obliguen a nuestra ya de por sí corrompida justicia a transarse
por unos cuantos dólares y no contribuyan a volver más clientelista y patrimonialista de lo que es, a nuestro sistema presidencialista, sobre todo cuando ustedes saben que allá, en los países, deben pisar fino, andar por el librito y respetar las leyes del tránsito o de lo contrario deben atenerse a las consecuencias. Aquí aspiramos a lo mismo. ¿Por qué entonces, cuando vienen a descansar para volver en abril a las Grandes Ligas, actúan como personas prepotentes, con aire de superioridad y llevándose de encuentro las leyes, la decencia y el respeto al derecho ajeno? La minoría que obra así, sabe que no habrá consecuencias aunque dudo que sus miembros sepan lo que es un Estado clientelista y patrimonialista. A los miembros de esa minoría el nivel cultural no se lo permite. Las entrevistas que ofrecen a los medios les delatan. Entonces les surge del fondo del alma el resentimiento social y la forma de resarcir esta creencia torcida y este deseo de reconocimiento es castigando a la sociedad con el poder de sus riquezas deportivas. Y no quisiéramos ver a hombres de tanta calidad en el terreno de juego actuar así. Ojalá que la humildad y las riquezas vayan siempre de la mano de hombres de tanta calidad en el terreno de juego como son Robinson Canó, José Reyes, Pedro Strop, Samuel Deduno, Fernando Rodney, Hanley Ramírez, Miguel Tejada, Carlos Santana, Moisés Sierra, Alejandro de Aza, Kelvin Herrera, Nelson Cruz, Edinson Vólquez, Casilla, Dotel, Veras, Severino, Cedeño, Castro, Encarnación y a los demás que no seguí en sus acciones, pues solamente pude ver por televisión los últimos dos partidos del Clásico. A Tony Peña y Moisés Alou no encomio. Su actuación y su conducta llena de humildad y grandeza, ya las demostraron a través de toda su carrera en las ligas menores y mayores y siguen demostrándolas fuera de las Grandes Ligas, después de su retiro como peloteros activos. Entre caballeros deportivos, no se hable de venganza, que es ruindad. Nada había que vengar. El vengar en boca de los peloteros y la fanaticada dominicana es culpar al otro de la derrota. Solo el equipo dominicano fue el responsable de su derrota en 2006 y 2009. No se hable más del peluquín.
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AREÍTO
Sábado 6 de abril de 2013
Literatura
HOY
Cinco relatos breves de Jimmy Sierra
E
stos cinco relatos brevísimos de Jimmy Sierra forman parte del libro inédito “Los intestinos de Satanás o cuentos de la guerra fría”. Cada una de las narraciones tiene exactamente 150 palabras, incluyendo el título. Algunas tienen forma de acróstico. Las ilustraciones son del artista Harold Priego.
despreciable excedente. Y el hechizo cesó. Mas, desde entonces, no es muy limpia el agua que sale de allí.
INFALIBLE
Fue fácil ajustar tu M82. El momento se acerca. Aparecerá ante ti. Sonríe: no serás otro fracaso. Por la barba lo reconocerás, dijeron. Irás a lo seguro. Será más fácil que lo de Dallas, en 1963. Harás historia. Tienes la Cruz de Púrpura por KheSang. Y la medalla de honor por África. De seguro que lo harás mejor que el de Memphis, Tennessee. Aunque el sudor te baña todo el cuerpo. Estás nervioso. Ya llega el hombre. ¡Es él! Pero… ¿qué pasa? No es un hombre. Es una montaña, una pirámide, una inmensidad. Los Andes, Teotihuacan, Machu Pichu. ¡Las manos! ¡No las sientes! ¿Tus dedos? Estás helado. ¡Mojado! Y ya el hombre se va. Se fue. Fracasaste, cabrón. Y no porque te cagaste en los pantalones, sino porque, a pesar de todas tus medallas, no tuviste cojones, ¡coño! para matar al más grande que ha parido América.
Al nacer, Yantruba fue arrojado al Ozama para que no se convirtiera en político profesional. El río hacía imbécil a todo el que tocaba sus aguas. Pero, antes de que el niño se hundiera por completo, un chivo lo salvó, tomándolo por el índice de la mano derecha. El dedo adquirió facultades mágicas: pudo dar -a discreción- poder y fortuna, aunque no así, talento. Entonces, Yantruba fue sentado en un trono para conferir sus dones. Primero, señaló a diez demagogos: quedaron transformados en presidentes de distintas repúblicas. Siete alcahuetes fueron ministros de Estado. Y cuarenta mentirosos se convirtieron en creadores publicitarios. Incluso, cien hipócritas quedaron investidos con el santo hábito sacerdotal. Pero, pasados los cien años, Yantruba quedó ciego. Y su dedo encantado adoptó un poder maligno, que fue descubierto accidentalmente cuando le presentaron a una reina de belleza. Yantruba la señaló. Y la beldad quedó convertida en mierda.
1989
PROTOCOLO
Gracias, Chochueca, por permitirme contar la historia. Oh!, mi Señor, el sitio duró 72 años. Realmente, nadie imaginó que, a partir de la lucha de clases, Ulises idearía aquella infame estratagema. Bien temprano, los troyanos recibieron el caballo de madera. Aquel armatoste lucía en su frente el entrañable símbolo de la hoz y el martillo. Comenzó a caer, entonces, una llovizna, convirtiendo aquella imagen en una indefinible mancha rojiza. Hubo más: el agua descubrió dos inscripciones grabadas detrás de las orejas del insólito corcel. “Perestroika”. Y, “Made in USA”. Orgullosos, considerándolo un regalo del dios Marx, los troyanos cayeron de rodillas, entonando cánticos, en honor al inmortal Lenin. Verbenas trepidantes vivieron hasta entrada la noche, cuando se entregaron en brazos de Morfeo, confiados en que el sol del día siguiente les traería una sociedad sin clases, sin odios, donde, al fin, la más bella utopía se haría realidad.
…Y fueron respetados, del modo más estricto, los rangos, títulos y demás credenciales, siguiéndose escrupulosamente el reglamento establecido en Viena, 1815, y el protocolo de Aquisgrán, 1818, sentándose en las mesas, en este mismo orden: los embajadores, nuncios, enviados extraordinarios y plenipotenciarios, ministros consejeros, consejeros, secretarios y, en todos los casos –y por extensión-, las esposas respectivas –con sus modas pret-a-porter. Pero, el plato fuerte -el pescado-, al parecer no estaba muy católico, lo que provocó un malestar general que hizo tambalear títulos y jerarquías. Y tan sólo había dos baños, por lo que fue preciso disponer dos enormes colas: una para cada sexo, mezclándose los títulos, rangos y condecoraciones porque, incluso, hasta la misma gente que había organizado aquel impresionante protocolo, tuvo que esperar su turno para exonerar los intestinos, que se habían sublevado del modo más procaz, sin respetar los trajes de etiqueta ni las modas pret-a-porter.
FRANCO JONES
1986
JIMMY SIERRA
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Ese año el dios Chochueca bajó al lupanar Herminia. Y Mieldas le pidió: “Que todo lo que toque se convierta en dólares” -Deberás repartir cien pesos entre los niños pobres. Se fue al Ozama. Y en la María Montez, pensó: “Nadie se enojará si reparto cincuenta” En la Duarte: “Veinticinco bastan” Y en la Oscar Santana: “Daré diez pesos” Ya en La Ciénaga lanzó varias monedas de un centavo. - ¡A la garata con puño! Se iba pero, al tocarlo, su automóvil se convirtió en ¡mierda! Y, luego, la puerta de su casa, la silla, la mesa… Desesperado, clamó: -¡Chochueca: que cese el voto! -Descarga en el lugar tenebroso. Subió por la Dr. Báez y, al fondo se acuclilló en cada una de las esquinas del Gran Edificio, descomiendo el
De Señal a Señal
AREÍTO
Sábado 6 de abril de 2013
Marianela Jiménez ícono generacional de la pintura dominicana
“Paisaje de Barahona”. Óleo 1973, colección del MAM.
“Lavanderas”. Óleo / tela 97 x 87 cm, 1946 Premio de pintura Escuela Nacional de Bellas Artes. Colección del MAM.
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DELIA BLANCO
HOY
arianela Jiménez pertenece a la generación de la dominicanidad visual, pues ha sido una pintora de mucha fuerza expresiva, que siempre puso en alto las tradiciones y las manifestaciones culturales del pueblo dominicano. Esta artista manejó su paleta con gran sentido del color, logrando siempre reflejar en sus pinturas la fuerza del Caribe, con contrastes de luces encendidas que vestían sus telas en una celebración de fiesta. Tenía una visión del arte como sentimiento de fidelidad por los usos y costumbres de la gente, con una atención muy particular por las tradiciones provinciales. Desde temprana edad manifestó una atracción particular por la acuarela y ejerció en cierto modo una influencia sobre artistas de su generación por su manejo de esta técnica, que permite transparencias de luces y deslices de colores. Puede ser que a través de la acuarela ella encontrara ese lazo que muchos artistas de su generación nunca pudieron borrar de su admiración por la pintura clásica romántica y evocadora del posclasicismo europeo. Es indiscutible que Marianela Jiménez fue una maestra de la acuarela que supo transmitir a sus estudiantes e introducir en sus enseñanzas a varias generaciones. Los artistas le deben un gran sentido del método y del trabajo investigativo, fue una maestra con experiencia y paciencia pedagógicas, pues por sus venas corría la enseñanza, ya que era hija del escritor, poeta y profesor don Ramón Emilio Jiménez. Esta herencia de dedicación por enseñar la llevó a dirigir por más de dos décadas la Escuela Nacional de Bellas Artes, y a impartir docencia de varias disciplinas de las artes plásticas. Formó unas tres generaciones con las que compartió siempre sus conocimientos. Era una artista de mucha discreción, sin alardes sociales, ni ambiciones de éxitos estelares, llevaba su obra con una gran dedicación, con personalidad propia y prudencia. Compartía sus conocimientos con sus estudiantes y con un grupo de escogidos profesionales, con quienes se manifestaba siempre con mucha medida. Le apasionaba el arte como reflexión y soporte de la vida. En ella encontrábamos una mezcla interesante de los aportes del realismo clásico y a la vez de un impresionismo que iba más allá del costumbrismo criollo,
“Paisaje”. Óleo / tela 49.5 x 39 cm, 1951 Segundo premio pintura, Bienal de 1952. Colección del MAM.
Marianela Jiménez, nace en Valverde, Mao, en el año 1925. Realizó sus primeros estudios de pintura en la Academia particular del profesor alemán George Hausdorf, quien por muchos años residió en Santo Domingo, y fue forjador de muchos importantes artistas plásticos dominicanos. Perteneció y formó parte de la primera generación de graduados de la Escuela Nacional de Bellas Artes, lugar donde enseñó desde 1957 hasta hace pocos años, impartiendo las materias de pintura al natural III, dibujo del antigua II, artes aplicadas y profesora de bodegón I y paisaje II, llegando a dirigir dicha Escuela por más de dos décadas, desde 1989. Con un interesante periplo, entre otros, realizó estudios en el Club de Grabado de Montevideo, Uruguay, (1977-1979). Su primera exposición individual la realiza en 1952. Y luego siguieron centenares de exposiciones colectivas e individuales, tanto en República Dominicana, como en Perú, Argentina, Francia, España, Estados Unidos e Israel. Fue condecorada con la Orden de Duarte, Sánchez y Mella, en el grado de Caballero, el más alto honor y reconocimiento oficial del país.
pues su pintura y su trazo dibujístico responden a una formación académica de gran profundidad donde se sienten las huellas del maestro alemán George Hausdorf, quien le formó en su juventud con un gran sentido de organización, del espacio en la tela y las sutilezas del color. Es a través de este maestro que doña Marianela expresa en sus obras el dominio de la composición, con parámetros muy rigurosos y clásicos que demuestra en sus bodegones y en sus escenas de exteriores y paisajismo. Por más de cuarenta años, su obra pictórica marcó una presencia significativa en toda América Latina, participando en colectivas y en exposiciones individuales internacionales. Recordamos en su obra las influencias de Gausachs, en los trazos negros y en los colores encendidos, que ella supo interpretar y manejar con temperamento visual propio, que encontramos en sus inolvidables obras carnavalescas, en la realización de sus diablos cojuelos, que son la carne viva de todo un pueblo llevado a un lienzo. Entendemos que son esas obras que contienen la paleta más significativa de la Maestra, pues son una fusión equilibrada y perfecta del impresionismo y del realismo libre que esta artista supo desarrollar en la madurez de su propuesta artística, que hoy día
hay que reconocer como un aporte fundamental en la Historia del Arte Contemporáneo de República Dominicana. Su obra llama a una exposición nacional razonada, donde se visualicen las diferentes etapas investigativas de esta gran artista, cuyo conjunto debe ser organizado como una exposición retrospectiva que pueda moverse por todos los centros de arte y cultura nacionales. Este sería el mayor homenaje que su país y sus alumnos podrían hacerle. Expresamos esta idea porque tenemos en esta obra no solamente el contenido de la producción de una artista que marcó la pintura y el dibujo en obras de varias generaciones, sino que la misma obra es un catálogo razonado de la pintura y el dibujo que dejaron los fundadores de la Escuela Nacional de Bellas Artes, y que cuando un Maestro o una Maestra de tales características parte, es de importancia nacional reactivar su memoria a través de sus aportes intelectuales y visuales. La partida de Marianela, asociada a la reciente partida del maestro Domingo Liz, nos obliga a comprometernos con los maestros del arte dominicano del Siglo XX. Ha llegado el momento de pensar que la nación merece tener una colección razonada y curada de una generación que lo ha dado todo por defender la dominicanidad dentro de la pintura contemporánea, haciendo con el sujeto visual y el color una propuesta estética de la cultura del pueblo dominicano. Es hora de ponerse a trabajar (hemos visto en menos de tres meses partir a dos titanes, como Domingo Liz y Marianela Jiménez) para honrar esta generación que fundó y forjó nuevas generaciones de las artes plásticas y visuales en el país. Merecemos tener un museo que recoja este patrimonio artístico, y lo honre con una colección permanente abierta a todos los públicos para que todos los sectores educativos y culturales conozcan y estudien, así como se nutran las nuevas generaciones a través del arte y la cultura.
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AREÍTO
Sábado 6 de abril de 2013
Aporta
HOY
SALVADOR JORGE BLANCO UNAS LÍNEAS PARA LA POSTERIDAD
E LUIS SCHEKER ORTIZ
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l pasado año se cumplieron tres décadas de que el pueblo dominicano, en unas elecciones limpias, eligió al Dr. Salvador Jorge Blanco como su presidente, habiendo sido derrotado, por segunda vez consecutiva, el Dr. Joaquín Balaguer y su Partido Reformista. El Dr. Jorge Blanco, destacado jurista, de bien ganado prestigio, hombre de profunda convicción democrática, de carácter afable y de vida austera, había abandonado las filas de la Unión Cívica Nacional para ingresar al PRD a raíz del derrocamiento del profesor Juan Bosch, apenas 7 meses de su gobierno, por un incruento golpe de Estado cívico-militar fraguado por la cúpula militar, la rancia oligarquía criolla, la atemorizada Iglesia Católica y dirigentes políticos frustrados por su rechazo en la contienda electoral, contando, ese hecho fatídico, con los auspicios del Pentágono, la CIA y la Casa Blanca. Salvador Jorge Blanco ganó méritos en la militancia perredeísta por su decidida participación en las actividades antigolpistas promovidas en Santiago por los dirigentes de su partido y un grupo selecto de intelectuales y profesionales independientes. Esa actuación se vio abrillantada a partir del estallido de la Revolución de Abril, donde militares y pueblo, unidos, propugnaron por el regreso de Juan Bosch a la presidencia y el
retorno a la Constitución del 1963. En ese momento estelar de nuestra historia, de la patria ultrajada, Jorge Blanco fue designado procurador general de la República del gobierno del coronel Francisco Alberto Caamaño, enfrentado a las tropas invasoras de Estados Unidos y sus aliados titiriteros, santificados por la OEA como “Cuerpo de Paz”, desconociendo su propia carta constitutiva, irrespetando el principio de la no intervención y de la libre determinación de los pueblos. Durante ese periodo de sangre y fuego, cuando las fuerzas constitucionalistas se vieron forzadas a negociar por la superioridad bélica del enemigo y el desgaste natural de la resistencia, Jorge Blanco fue figura destacada, agudo consejero en las negociaciones de paz, respaldando la actitud patriótica y valiente de don Antonio Guzmán quien, negado a perseguir, extrañar y exterminar a sus compatriotas tildados de rebeldes o de comunistas por la caverna imperial, prefirió no aceptar la Fórmula Guzmán para presidir el Gobierno Provisional que facilitaría la evacuación de las tropas yankees y la celebración de nuevas elecciones a precio infame. Antonio Guzmán Fernández llegaría a la presidencia años más tarde, sin recovecos, laureado por el voto popular, dejando una estela luminosa de honestidad y patriotismo, dando término a los 12 años luctuo-
sos del Dr. Balaguer quien cumplió fielmente, como su antecesor, Dr. Héctor García Godoy, los designios tenebrosos del Coloso del Norte. Salvador Jorge Blanco sucedería electoralmente a don Antonio, trágicamente fallecido poco antes de que terminara su mandato constitucional. Fue su gobierno un gobierno moderado, civilista, austero, respetuoso de la Constitución de la República y de los derechos humanos. Para un pueblo ávido de cambios y transformaciones necesarias, pasar por la silla de alfileres sin mayores méritos no era bastante. El destino y su propia ofuscación para calibrar la maldad de sus enemigos políticos le jugó una mala pasada. Posiblemente ningún otro presidente haya sido más vilipendiado y olvidado. Para su desdicha, tan solo es recordado por dos hechos fatídicos: 1. La poblada de abril, abortada tras el Acuerdo de FMI, y controlada por la fuerza militar represiva con saldo de muchas muertes innecesarias; y, 2. Su persecución, apresamiento y condena en un juicio político infame (“El Juicio del Siglo”, Canahuate) ribeteado como juicio penal, siendo una maniobra política “crónica de una muerte anunciada”, sin ningún respeto al debido proceso, maquinado por mentes perversas para inhabilitarlo políticamente a él y a su partido, que le dio la espalda. Ni aquel hecho trágico que escapó de su control de manera absoluta, ni la mascarada de juicio que decidió su condena antedatada, maculando su memoria y su gestión de gobierno, le hacían merecedor de tanto maltrato y olvido. Su gobierno de unidad nacional contó con excelentes colaboradores, algunos víctimas de la maledicencia y el montaje judicial y televisivo de los pérfidos combatientes de la corrupción. Como humano tuvo sus debilidades. Habiendo sufrido cárcel y vejaciones, nunca debió aceptar el indulto que le impedía lograr la verdadera justicia y exculpación de su nombre: restituir el honor mancillado. Ni héroe ni déspota, ni mártir ni canalla. Nada extraordinario, espectacular o grandioso. Ningún biógrafo diría de él lo que Bosch escribiría de David Ben Isai: “Es normal que en una vida de excepción se encuentren grandes manchas”. Ni una cosa ni la otra. Alma sencilla y buena, Salvador Jorge Blanco murió como vivió, humildemente, en su casa de la calle Juan XXIII, acompañado de pocos y leales amigos, de sus hijos y de su esposa ejemplar, solidaria, su compañera y soporte de siempre, que partió primero para aun hacer más honda su soledad. Hasta el fin de sus días fue fiel a su partido. Nunca hubo excesos en su vida pública ni privada. Su vida discurrió como un ser humano amante de la paz, respetuoso de la ley y temeroso de Dios, sin ofensas. Hace mucho quería escribir estas líneas sinceras que dejo para ser juzgadas 30 años después por la posteridad.