Areíto
Zona de la Cultura y de las ideas
www.hoy.com.do Editor: Bavegado Diseño: Carla González SÁBADO 27.04.2013
Locke, origen de monarquía constitucional Pág. 4
Nuevo impulso de la Iglesia del siglo XXI
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René Soriano, Solo de Flauta
MÁXIMO CAMINERO
El sueño de una civilización
Persistencia y esplendor
realmente planetaria
Solo de flauta (Alfaguara, 2013), de René Rodríguez Soriano, remite a la lectura por placer. Al placer del texto que se ve, se toca y se oye. La mirada es la que se solaza en el diseño...
Pintor, periodista y gestor cultural. Siempre inquieto y puntual en el diálogo desde su Taller Estudio en Miami Beach, Caminero es un artista polifacético de personalidad incisiva, discreta, liviana, jubilosa y fraternal. Página 8
Y vio Dios que las naciones destruían sus armas, sus bombas, sus misiles, sus barcos y aviones de guerra, desactivando sus bases y desmovilizando sus ejércitos, manteniendo sólo una policía de la paz...Página 2
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Sábado 27 de abril de 2013
Zona Areíto Areito
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Umberto Eco (ensayista y novelista italiano) He llegado a creer que el mundo es un enigma, pero un inocente enigma hecho terrible por nuestro loco intento de interpretar todo como si existiese una verdad subyacente LA GUÍA
Leonardo Boff
LIBROS
El sueño de una civilización realmente planetaria
E
l desamparo actual que se ha adueñado de un gran sector de la humanidad se deriva en parte de nuestra incapacidad de soñar y de proyectar utopías. No cualquier utopía, sino aquellas necesarias que pueden transformarse en topías, es decir, en algo que se realiza, aunque imperfectamente, en las condiciones de nuestra historia. En caso contrario, nuestro futuro común, el futuro de la vida y de la civilización, corren graves peligros. Tenemos, por lo tanto, que intentar todo para no llegar demasiado tarde al verdadero camino que podrá salvarnos. Ese camino pasa por el cuidado, por la sostenibilidad, por la responsabilidad colectiva y por un sentido espiritual de la vida. Me valgo de las palabras inspiradoras de Oscar Wilde, el conocido escritor irlandés, que dijo acerca de la utopía: «Un mapa del mundo que no incluya la utopía no es digno de ser mirado, pues ignora el único territorio en el que la humanidad siempre atraca, partiendo enseguida hacia una tierra todavía mejor... El progreso es la realización de utopías». Pertenece al campo de la utopía proyectar escenarios esperanzadores. Vamos a presentar uno, de Robert Müller, alto funcionario de la ONU durante 40 años, que fue llamado también «ciudadano del mundo» y «padre de la educación global». Era un hombre de sueños, uno de ellos realizado al crear y ser el primer rector de la Universidad de la Paz, creada en 1980 por la ONU en Costa Rica, único país del mundo que no tiene ejército. Él imaginó un nuevo relato del Génesis bíblico: el nacimiento de una civilización realmente planetaria en la cual la especie humana se asume como especie, junto con otras especies, con la misión de garantizar la sostenibilidad de la Tierra y cuidar bien de ella así como de todos los seres que en ella existen. He aquí lo que él llamó el «Nuevo Génesis»: «Y vio Dios que todas las naciones de la Tierra, negras y blancas, pobres y ricas, del Norte y del Sur, del Oriente y del Occidente, de todos los credos, enviaban sus emisarios a un gran edificio de cristal a orillas del río del Sol Naciente, en la isla de Manhattan, para estudiar juntos, pensar juntos y juntos cuidar del mundo y de todos sus pueblos. Y dijo Dios: “Eso es bueno” . Y ése fue el primer día de la Nueva Era de la Tierra. Y vio Dios que los soldados de la paz separaban a los combatientes de las naciones en guerra, que las diferencias se resolvían mediante la negociación y el raciocinio y no por las armas, y que los líderes de las naciones se encontraban, intercambiaban ideas y unían sus corazones, sus mentes, sus almas y sus fuerzas para el beneficio de toda la humanidad. Y dijo Dios: “Eso es bueno” . Y ése fue el segundo día del Planeta de la Paz. Y vio Dios que los seres humanos amaban a la totalidad de la Creación, las estrellas y el sol, el día y la noche, el aire y los
océanos, la tierra y las aguas, los peces y las aves, las flores y las plantas y a todos sus hermanos y hermanas humanos. Y dijo Dios: “Eso es bueno” . Y ése fue el tercer día del Planeta de la Felicidad. Y vio Dios que los seres humanos eliminaban el hambre, la enfermedad, la ignorancia y el sufrimiento en toda la Tierra, proporcionando a cada persona humana una vida decente, consciente y feliz, controlando la avidez, la fuerza y la riqueza de unos pocos. Y dijo Dios: “Eso es bueno” . Y ése fue el cuarto día del Planeta de la Justicia. Y vio Dios que los seres humanos vivían en armonía con su planeta y en paz con los demás: gestionando sus recursos con sabiduría, evitando el despilfarro, frenando los excesos, sustituyendo el odio por el amor, la avaricia por el darse por satisfecho, la arrogancia por la humildad, la división por la cooperación y la suspicacia por la comprensión. Y dijo Dios: “Eso es bueno” . Y ése fue el quinto día del Planeta de Oro. Y vio Dios que las naciones destruían sus armas, sus bombas, sus misiles, sus barcos y aviones de guerra, desactivando sus bases y desmovilizando sus ejércitos, manteniendo sólo una policía de la paz para proteger a los buenos de los malos y a los sanos de los enfermos mentales. Y dijo Dios: “Eso es bueno” . Y ése fue el sexto día del Planeta de la Razón. Y vio Dios que los seres humanos recuperaban a Dios y a la persona humana como su Alfa y Omega, reduciendo a las instituciones, creencias, políticas, gobiernos y demás entidades humanas a su papel de simples servidores de Dios y de los pueblos. Y Dios los vio adoptar como ley suprema aquélla que dice: «Amarás al Dios del Universo con todo tu corazón, con toda tu alma, con toda tu mente y con todas tus fuerzas. Amarás a tu bello y maravilloso planeta y lo tratarás con infinito cuidado. Amarás a tus hermanos y hermanas humanos como te amas a ti mismo. No hay mandamientos mayores que estos». Y dijo Dios: “Eso es bueno” . Y ése fue el séptimo día del Planeta de Dios». Si en la puerta del infierno de Dante Alighieri estaba escrito: «Abandonad toda esperanza, vosotros que entráis», en la puerta de la nueva civilización en la era de la Tierra y del mundo planetizado estará escrito en todas las lenguas que existen en la faz de la Tierra: «No abandonéis nunca la esperanza, vosotros que entráis». El futuro pasa por esta utopía. Sus albores se anuncian ya.
EL LEGADO POLÍTCO DE HATUEY DECAMPS LA NOVELA DE RAMÓN EMILIO REYES
Cándido Gerón, un escritor que es incansable en la publicación de libros, publicó recientemente una biografía política del licenciado Hatuey Decamps Jiménez, uno de los políticos más sobresalientes y polémicos del país desde hace más de 40 años. El libro parte de la infancia del fogoso y talentoso político y lo lleva de la mano hasta su ruptura con el perredeísmo reeleccionista del entonces Presidente de la República Hipólito Mejía Domínguez. Después, el texto contiene importantes entrevistas y análisis periodísticos sobre la vida y decisiones políticas coyunturales de Decamps Jiménez. Se trata de un libro valioso, nada crítico, que acopia informaciones útiles sobre un gran político dominicano.
El poeta y narrador Ramón Emilio Reyes acaba de publicar en España su novela La luz se ha Refugiado en el Sendero, de 141 páginas, que tenía inédita y era comentada en los círculos intelectuales desde que el poeta Antonio Fernandez Spencer (Premio Leopoldo Panero y Premio Adonais) declaró en 1960 en la Colección Arquero por él dirigida, que en el estilo de Reyes predominaba el lirismo y que “podemos asegurar que en la novela dominicana no se había dado, hasta ese libro, un mayor caudal de imaginación poética”.
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UN LIBRO NECESARIO
PERIODISTA Y POLICÍA
La Academia Dominicana de la Historia acaba de publicar el libro “Los taínos en 1492. El debate demográfico”. El libro fue editado por los historiadores Frank Moya Pons y Rosario Flores Paz. Recoge una antología de las monografías académicas publicadas desde hace más de medio siglo en interés de determinar el monto de la población taína en la Española en 1492. La presentación del texto consigna que el libro contiene dos conclusiones: que no se puede, con las fuentes disponibles, calcular una cifra exacta de la población taína en la isla, y que cualquier estimación que se haga debe expresarse en rangos.
Sorprende la juventud del autor de esta novela, 49 años, y que ya sea un general retirado de la Policía. Pero por encima de todo, digamos que Juan Manuel Fructuoso Heredia es también abogado e investigador, quien nos entrega esta novela, “La Búsqueda”. Según el editor, en la novela se conjugan los esfuerzos de un periodista detrás de la noticia y un escuadrón policial que procura la captura de un asesino serial, entre los que figura un general. Es una interesante ficción de acción escrita por un hombre que conoce el oficio de las tramas que se registran en los crímenes. Una buena historia para llevarla al cine o a la televisión.
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LA HISTORIA
1906
NACIÓ EL 28 DE ABRIL Pierre Boileau, escritor francés de novelas policíacas. Dos de sus obras más famosas son “Celle qui n’e tait plus”, que fue llevada al cine bajo el título de “Las diabólicas” y “D’entre les morts” que lo hizo con el título de “Vértigo”. _
1947
NACIÓ EL 28 DE ABRIL. Christian Jacq, egiptólogo y escritor francés, autor de novelas como “La venganza de los dioses“.
2000
FALLECIÓ EL 28 DE ABRIL. Antonio Buero Vallejo, dramaturgo español. Su primera obra estrenada, “Historia de una escalera”, premio Lope de Vega 1949, está considerada como un hito en nuestro teatro de la posguerra. Le siguieron obras de calidad como “En la ardiente oscuridad”, “El concierto de San Ovidio”, “El sueño de la razón” o “Fundación”. _
1863
NACIÓ EL 29 DE ABRIL. Konstantinos Kavafis, poeta griego, una de las figuras literarias más importantes del siglo XX y uno de los mayores exponentes del renacimiento de la lengua griega moderna.
1951
MURIÓ EL 29 DE ABRIL. Ludwig Wittgenstein, filósofo y lingüista austriaco nacionalizado británico. Su libro “Tratado lógico-filosófico” influyó en muchos filósofos de su época. _
2011
FALLECIÓ EL 30 DE ABRIL. Ernesto Sábato, escritor argentino. Ha escrito tres novelas, “El túnel”, “Sobre héroes y tumbas” y “Abaddón el exterminador”, y diferentes ensayos sobre la condición humana.
ÁNGELA PEÑA/ A.PENA@.COM.DO
Viaje por la Historia
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HOY
El historiador boricua que descubrió el Cibao PEDRO SOSA
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a intelectualidad dominicana lo considera parte suya y por eso está presente en proyectos trascendentes, sobre todo en aquellos relacionados con la historia. Es miembro de prestigiosas instituciones nacionales y tiene compadres y amigos entrañables para los que siempre es un huésped bienvenido. No es oriundo de aquí pero su obra ha dado a conocer al país y lo mantiene vigente en el mundo desde principios de los años 80 cuando fue recibido por una afectuosa familia de Los Minas, primer contacto que lo encadenó a esta tierra. Desde entonces se adentra en archivos, bibliotecas, despachos, conversa con campesinos y gente de la ciudad, consulta cuanta fuente le sirve de testimonio para libros que agrega a los que ha publicado sobre la República, especialmente relacionados con asuntos rurales. Pedro Luis San Miguel Sánchez, el boricua para algunos santiagueros, ha convivido por tanto tiempo entre los criollos que usa sus modismos y expresiones, conoce vecindarios, apellidos, rutas de autobuses y expresa orgullo por el nacimiento de su hijo menor. “Muchacha, Karlo es santiaguero”, comenta. Fue haciendo sus estudios doctorales en Columbia University cuando se interesó por la República al escuchar los relatos del antropólogo Carlos Mieses sobre su Patria. Decidió preparar la tesis sobre el país. “Pero allá hay que hacer un examen de grado, uno se pone a leer de muchísimas cosas y cuando estaba leyendo me percaté de que sabía muy poco de República Dominicana”, cuenta. Acostumbrado a sacar dinerito para comprar libros de su interés, manifiesta que era raro encontrar en Borinquen obras sobre los dominicanos en los años 70. Su tutor, Herbert Klein, le sugirió viajar aquí, conocer la gente, el ambiente. Le presentó a Frank Moya Pons que le orientó y trazó directrices. Viajó a Santiago donde Danilo de los Santos, profesor de la UCMM que había hecho una maestría en Puerto Rico y con quien compartió aulas y este le presentó a Rafael Emilio Yunén, también catedrático, referido por Moya Pons. Había publicado un trabajo sobre plantaciones azucareras en Puerto Rico en el siglo XIX y pensó aplicar el mismo tema a República Dominicana, “pero mis conocimientos sobre el Caribe eran bastante precarios y cuando comencé a estudiar me percaté de que la historia dominicana, por lo menos la agraria, no encajaba dentro de ese patrón porque en el siglo XIX no había plantaciones esclavistas, las que habían existido desaparecieron rápidamente. Los que habían sido importantes eran los campesinos, ahí se fue perfilando el tema concreto del trabajo de investigación”, refiere. Una beca Fullbright-Hays le permitió concentrarse en el Cibao, “donde el campesino se desarrolló más temprano”. Residió en Villa Olga y allí tiene como compadres a Diógenes y Margarita Mallol, visitaba a diario al fenecido Román Franco, director del archivo local que aunque no tenía registros apropiados ni documentos le indicó lugares y personas. Se relacionó con ejecutivos de la Compañía Anónima Tabacalera cuyo patrimonio documental le dejó impresionado pese a que nunca lo consultó pues lo mantuvieron durante un mes en espera pero un día lo subieron a la tercera planta donde estaba el archivo y lo vio. “Allí tenía que haber maravillas, era monstruoso de grande, dije que allí haría mi tesis y sobraba material. Espero que se haya conservado”, exclama. Le salvó el licenciado José Reinoso, abogado que conserva muy bien cuidados valiosos protocolos notariales, compra y venta de tierras, alquileres y otros, heredados de su padre, también jurista. En el Ayuntamiento revisó el acervo de la Registraduría de Hipotecas, fue al Tribunal de Tierras durante meses, intercambiaba con la gente del desaparecido CEUR y entró en contacto con campesinos al tiempo que se trasladaba a compartir un pequeño apartamento en los alrededores de la UASD para acudir entre semana al Archivo General de la Nación y ver expedientes del Ministerio de Agricultura, la Gobernación y el Ayuntamiento de Santiago,
Pedro Luis San Miguel Sánchez.
entre otros. Así surgió “Campesinos del Cibao, Economía de mercado y transformación agraria en la República Dominicana, 1880-1960”, con un breve antecedente sobre el periodo colonial que se publicó en 1997 y el año pasado fue reeditado por el Archivo General de la Nación y presentado en el Centro León. LA GUERRA SILENCIOSA. Pedro Luis nació en Manatí, la Atenas de Puerto Rico, el 24 de marzo de 1954, hijo de Pedro San Miguel y Elba Luz Sánchez que lo retiró del único kínder del pueblo porque escapaba debido a que lo ponían a jugar y él quería que le enseñaran a leer y escribir. Su abuela Providencia García y una maestra retirada lo alfabetizaron. Terminó la preparatoria en Manatí y pasó a la Universidad de Puerto Rico donde estudió Historia y Ciencias Políticas. Allí inició una maestría en historia que dejó inconclusa y que terminó en el Centro de Estudios Avanzados de Puerto Rico y el Caribe. Después haría doctorado en Columbia. De su primer matrimonio son sus hijos Pedro Carlos, Alejandro José y Roberto Karlo. Casó por segunda vez con la mexicana Laura Muñoz. La pareja tiene a Diego. Pasa medio año en México y el resto en Puerto Rico donde es profesor en el departamento de historia de la UPR. Ha dado cursos sobre América Latina, el Caribe, Puerto Rico, teoría de la historia, metodología de la investigación, entre otros. Es además fotógrafo. Volvió a Santiago en 1990 para comenzar otra investigación que resultó en el libro “La guerra silenciosa, Las luchas sociales en la ruralía dominicana”, publicado en México en 2004 y reproducido por el AGN en 2011. También es autor de “La isla imaginada: Historia, identidad y utopía en La Española”, “Los desvaríos de Ti Noé: ensayos sobre la producción del saber en el Caribe”, “Crónicas de un embrujo: Ensayos sobre historia y cultura del Caribe hispano” y otros, algunos traducidos al inglés. “Siempre tengo algo sobre República Dominicana, ahora una editorial de España me ha pedido un artículo que va a servir de introducción a una edición del libro “Tres le-
Pedro Luis San Miguel Sánchez .Tomando fotos en El Conde
yendas de colores”, de Pedro Mir, y es responsable de dos artículos para la Historia del Pueblo Dominicano que publicará la Academia Dominicana de la Historia, de la cual es miembro al igual que de la de Ciencias. “El vínculo con la República Dominicana ha sido fundamental para mí en todos los sentidos, me dio otra perspectiva de la vida, de lo que era el Caribe. Conocí el Caribe a través de la República Dominicana”, expresa. Y a gente como Juan del Rosario, del desaparecido CEUR, a la mayoría de los historiadores y a Noel, el limpiabotas de La Canela que compartía juegos y alimentos con sus hijos y que le contó que un día su maestra le pidió un ejemplo de planta medicinal y él respondió que la yuca, porque curaba la enfermedad del hambre. Lo narra entristecido y se eriza. Noel lo encontró un día en las páginas de El Siglo y como bajo la firma estaba el email de San Miguel le escribió: “Soy Noel, el limpiabotas del cuento de la yuca”. San Miguel se alegró pero ahora lamenta: “No he sabido más de él”.
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CÁPSULAS GENEALÓGICAS www.idg.org.do/ Edwin Espinal
MU-KIEN ADRIANA SANG
Camateta: la esclava de la oligarquía dominicana
Encuentros
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Ramón Báez Machado.
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eresa de Jesús Méndez fue abuela del Dr. Ramón Báez Machado, presidente interino de la República en 1914 y rector de la Universidad de Santo Domingo, y bisabuela del pintor y fotógrafo Fernando Arturo Báez González (Tuto); de su hermano el Pbro. Pedro Pablo Báez González, mejor conocido como El Padre Pin; del político Mario Fermín Cabral y Báez y su hermano José María Cabral y Báez, cuyo nombre honra al Hospital Regional Universitario de Santiago, y del ingeniero José Ramón Báez López-Penha. Resulta tatarabuela del periodista Manuel A. Machado Báez, de los reconocidos abogados Marco Cabral Bermúdez y Eduardo Sánchez Cabral y del poeta Manuel del Cabral Tavares. Es cuarta abuela del productor audiovisual Fernando Báez Mella, del periodista José Báez Guerrero, del juez José Enrique Hernández Machado, del empresario Juan Bautista Vicini Cabral (Gianni), de Donald Reid Cabral, miembro del Triunvirato que gobernó el país entre 1963 y 1965; del médico Robert Reid Cabral, cuyo nombre honra el hospital infantil de Santo Domingo; del economista Manuel José Cabral Tavares, del diplomático Pedro Ramón Espaillat Cabral, del abogado José María Cabral Arzeno, de la escritora Lucía Amelia Cabral de Herrera, de la compositora Leonor Porcella de Brea, del médico Frank Cabral Calcagno, de la diplomática Lil Despradel Cabral y del exbanquero Ramón Báez Figueroa. Es además quinta abuela del empresario Felipe Augusto Vicini Lluberes, presidente ejecutivo del Grupo Vicini; de la decoradora Patricia Reid Baquero, de Manuel Díez Cabral, presidente del Consejo Nacional de la Empresa Privada (Conep); de María Amalia León Cabral de Jorge, directora general de la Fundación Eduardo León Jimenes, Inc.; del abogado Marco Cabral Franco, pasado presidente de la Asociación Nacional de Jóvenes Empresarios (ANJE); de la modelo y diseñadora Ana Thomén Cabral y del novel cineasta José María Cabral González, entre otros muchos descendientes. Como puede verse, Teresa de Jesús Méndez resulta un caso singular en la genealogía dominicana, por constituir una genearca o antepasado excepcional de redes de parentesco que, multiplicadas en el tiempo y el paso de las generaciones -con su hijo Buenaventura Báez como eslabón mediatizador- configuraron el componente básico y esencial de la oligarquía dominicana, constituida al amparo de la estabilidad política y los cambios económicos durante el régimen de Ulises Heureaux. Instituto Dominicano de Genealogía
Reflexiones Sobre la monarquía. Locke y el origen de la monarquía constitucional
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a hemos probado que el cuidado de las almas no pertenece al príncipe: no es inherente a su función, que consiste en prescribir la ley y exigir su cumplimiento mediante sanciones. Pero no puede negarse a hombre alguno esa preocupación caritativa que es el adoctrinamiento, admonición y la persuasión. Por consiguiente, el cuidado del alma de todo hombre solo le pertenece a él. Pero, ¿qué sucedería si éste descuidara toda preocupación por su alma? A esto respondo: Qué ocurriría si descuidase su salud o sus bienes, cuál de esos asuntos incumbiría en mayor grado al gobierno: ¿Podría acaso el gobernante prescribir por ley expresa que alguien no se enfermara o empobreciera? Las leyes disponen, dentro de lo posible, que los bienes y la salud de los súbditos no se perjudiquen por el fraude o la violencia de los demás, más no pueden defenderlos de su negligencia o de su mala administración. Nadie puede ser obligado contra su voluntad a ser rico o sano... John Locke, Carta sobre la tolerancia (1689). Una lectura detenida del fragmento que encabeza este Encuentro nos pone en evidencia las grandes diferencias de Locke con Hobbes. A diferencia del pensador creador del Absolutismo Monárquico, el también pensador inglés nos habla de la autodeterminación que debe tener cada uno de los miembros que componen una sociedad determinada. Hobbes, por el contrario, recordemos, hablaba de que si bien reconocía la libertad como derecho natural, la humanidad había demostrado su incapacidad de convivencia, por lo que recomendaba la subyugación total al poder del Soberano. ¿Quién fue este joven inglés que revolucionó el pensamiento occidental a finales del siglo XVII? Nacido en el apogeo del absolutismo, en 1632, en el pueblo de Wrington, Somerset, demostró que cuando la razón se impone, el pensamiento es capaz de evolucionar. Con una sólida formación obtenida en la Universidad de Oxford, entidad en la que también fungió como profesor de griego, retórica y filosofía moral. Vivió largo tiempo en Francia y Holanda pero regresó a su natal Inglaterra en 1688 una vez triunfó la Revolución Gloriosa de 1688 que trajo consigo la restauración del protestantismo. El nuevo rey Guillermo III de Orange tomó en cuenta la capacidad del intelectual. Le propuso varios cargos que Locke rechazó porque prefería la labor intelectual. Ante la insistencia, aceptó un pequeño cargo en el Ministerio de Comercio en 1696, posición que abandonó en 1700 debido a una terrible enfermedad. Murió cuatro años después, en 1704. John Locke es considerado el padre de la monarquía constitucional y también el gran precursor del liberalismo occidental, al servir de eterna fuente de inspiración a los enciclopedistas franceses que surgieron en el siglo XVIII. Su concepción de la naturaleza humana, pero sobre todo sus aportes en materia de orden social y político, constituyeron una verdadera revolución del pensamiento, al ser el primero en abordar el concepto de sociedad civil, la palabra tan vilipendiada por nuestros incultos dirigentes políticos. Varias obras suyas recogen sus novedosas ideas: Dos Ensayos sobre el Gobierno Civil, Ensayo sobre el Entendimiento Humano y la Carta a la Tolerancia. En estas obras, Locke desarrolla sus críticas a la concepción divina del derecho de los reyes, al rechazar enfáticamente la idea de que la autoridad política fue concedida por Dios y, aunque en menor medida, pone en una tenue tela de juicio el derecho de sucesión de los descendientes del Rey. A diferencia de Hobbes, Locke defiende el instinto nato hacia la bondad que tiene la humanidad, su capacidad de decisión y de convivencia, no de destrucción como sostenía su homólogo y paisano. Aunque creía en la capacidad de autodeterminación, y en el poder del pueblo, por eso valora positivamente el papel que juega la sociedad civil, Locke no rompe con la monarquía, sino que la adecúa a su modelo y la convierte en el garante del Estado y la sociedad. El gobierno se reserva para el representante del pueblo, que tendría contrapeso en el Poder Legislativo. Sin duda alguna, Locke le resolvió un gran problema a la monarquía.
Locke defiende, como Hobbes, el derecho natural, pero lo supera por la defensa incondicional a la sociedad civil, que una vez convertida en comunidad política, niega la necesidad de que el Contrato social se convierta en una patente de corso al Soberano, en el cual los súbditos pierden toda su libertad. A juicio de Locke, la sociedad tiene capacidad de dirimir sus propias controversias. Ahora bien, dice Locke, la autoridad política y el poder de negociación de la sociedad civil no debe entenderse como un autogobierno. Dice que la renuncia que deben hacer los miembros de la comunidad política no es la renuncia a la libertad, sino el consentimiento consciente e individual delegando su soberanía al Estado. Considera que nadie puede quedar obligado a ningún Gobierno al que no haya dado muestra de consentimiento expreso o tácito. Locke establece dos niveles contractuales: el contrato de gobierno, el contrato de sociedad y el contrato de gobierno. El primero es el que crea la sociedad y que supera el estado de naturaleza. El segundo es el que crea la relación entre gobernantes y gobernados, basada en la confianza mutua, que una vez se pierde, genera crisis. A pesar de las signaturas de los contratos, Locke afirma que el consenso táctico no implica que los gobernados pierdan su capacidad de protesta y de resistencia cuando el poder político obra en su contra o perjudica los intereses de la mayoría. Por esta razón, establece dos tipos de obediencia, la pasiva y la activa. Este es uno de los planteamientos más novedosos, pues afirma que cuando el Gobierno toma una medida que violenta el derecho natural, la solución para el súbdito no es aplicar la obediencia activa, sino a practicar la obediencia pasiva. Así pues, Locke logra resolver uno de los grandes dilemas a la monarquía inglesa. La creación de un gobierno civil que se interpone entre el Soberano y el pueblo. Le permite al Rey o la Reina situarse a la distancia y ser el observador participante del desarrollo de la sociedad, interviniendo sólo cuando observa alguna señal de crisis o una ruptura con el status quo. El gobierno civil es el que gobierna a los súbditos e interactúa con ellos. La sociedad civil, convertida en comunidad política, acepta o protesta las medidas del gobierno, sin tocar al Rey. De esta concepción nació la monarquía constitucional que existe, con diferencias en Inglaterra, Bélgica, Suecia, Noruega, Holanda y, con lejanas diferencias, en España. Eugenio María de Hostos sostenía que el modelo de monarquía constitucional solo era aplicable a la Europa nórdica, y no a otros países, porque era producto de su propia evolución histórica. De todas maneras, la monarquía constitucional solo triunfó en algunos reinos europeos, la Revolución Burguesa a finales del siglo XVIII en Francia hizo que muchos reinados perecieran y se instalaran gobiernos republicanos. Sobre este tema, seguiremos en la próxima. mu-kiensang@pucmm.edu.do sangbenmukien@gmail.com @MuKienAdriana
Literatura
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LA NARRATIVA DE
RENÉ R. SORIANO, A PROPÓSITO DE SOLO DE FLAUTA
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MIGUEL ÁNGEL FORNERÍN
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olo de flauta (Alfaguara, 2013)de René Rodríguez Soriano remite a la lectura por placer. Al placer del texto que se ve, se toca y se oye. La mirada es la que se solaza en el diseño, la disposición tipográfica; en las descripciones, que una lengua bien formada plantea como creación. Se nota cómo la narrativa de Rodríguez Soriano se ha ido afincando como una de las más originales de Santo Domingo. El encuentro de la poesía con la prosa, la búsqueda de un mundo rural, citadino, cosmopolita está aquí como huella de un decir que se dice y se desdibuja en la palabra, en la poesía. Los textos son breves y menos breves, concluyentes, sorpresivos. En cada uno está la marca del autor, la mirada del otro, el diálogo con una misma otredad que son ellas o la misma (las miles de mujeres, la Lucía, la Beatriz, como la Julia y la Laura) unos narratarios que el lenguaje une, con presencias y ausencia. La música, como en El mal del tiempo o en Queda la música está siempre presente y marca los pasos de una estética del decir que crea una libido compartida en la complicidad de lo que se lee, se ve, se escucha y se toca. Dueño de un mundo narrativo, un estilo propio y una constancia por más de tres décadas, René Rodríguez Soriano es un creador excepcional en el medio literario dominicano. Ha pasado de la poesía a la narrativa, retorna a la poesía y sigue siendo poeta y narrador de primera categoría. Desde finales del setenta se encuentra garabateando cuartillas como un bisoño, como si fuera un catecúmeno de la literatura. Pero ya no lo es. El tiempo ha pasado. Atrás quedaron los alardes juveniles de su generación. Caen las hojas en otoño, y sin embargo, no hay canas en su escritura. De ahí esa epifanía que abre al mundo del lector con sus obras. Esta es una rareza. Pues hay escritores que a uno le han encantado en la juventud, para luego decirnos que su lectura era un asunto coyuntural. Pero en el caso de Rodríguez Soriano no pasa lo mismo. Siempre hay algo nuevo: creativo, sorprendente en su prosa poética. Tal vez este sea uno de los cimientos de su arte. Es que su prosa va más allá de la comunicación. Ese elemento esencial al arte. Porque todo arte comunica. Pero el arte no se queda ahí. Es que cuando hablamos de comunicación pensamos en lo que se agota, en lo que satisface, sea al emisor o las querencias del receptor. Pero lo poético comu-
nica, más allá del mensaje, su propio mensaje. Conforma a través del ritmo: un sentido propio que no puede agotarse, como moneda gastada, en una lectura. Será que lo poético está dirigido a la multiplicidad de lectores y a los variados mundos que conforman el universo del lector, que no puede ser encasillado en la coyuntura, en el momento, en la época, ni tan siquiera en las afinidades del autor y las contingencias del tiempo. Pienso que en esa arista hay que situar lo excepcional, lo raro, lo bizarro, de su poética. Es que su escritura se planta como construcción de un ritmo, que está fundado en la poesía. Narrar es para el autor construir un mundo poético. Su narración reside en el lenguaje, en la manera de construir ese mundo. Es la suya una estética que se instaura en lo novedoso que la poesía funda. No en lo que la narrativa dice. Pues más que un decir en los cuentos de Rodríguez Soriano hay un significar. Es un encapsular significados a través de las imágenes, de los personajes, y sobre todo, de la palabra. Esta poética está llena de una gallardía del significar. La palabra tiene un lugar en el decir, ella se instaura por encima de lo dicho. Crea su propia expresividad. Sin olvidar a Benedetto Croce, esa expresividad constituiría todo el arte, pero no es así, la expresividad la encontramos en el resultado en el mundo del lector. En la narrativa de René Rodríguez Soriano, la expresión es una materialidad que viene de la forma, de la palabra, del ritmo, de las disposiciones de los elementos narrativos; de la eclosión de lo nuevo en el giro poético. La galanura de su prosa nos hace pensar en una estética de lo sublime. Mientras otros trabajan lo soez, lo que pertenece al mundo de abajo, Rodríguez Soriano se ocupa de lo modélico, lo apolíneo. De ahí que sus narraciones conformen un mundo ideal; sus temas son universales: el amor, la pérdida del amor; la búsqueda del amor en un mundo maravilloso. Por eso sus cuentos están atravesados por la magia: la relación de lo real y lo cotidiano con lo fantástico. Para eso no tiene que cambiar los espacios; todo lo contrario, trabaja esa universalidad desde los espacios cotidianos e identificables por el lector. Como es Rodríguez Soriano un escritor consciente de su decir, la palabra informa una obra más allá de las ideologías y los proyectos que le han quitado el sueño a los es-
critores dominicanos anteriores. Ha sido un trabajador de la palabra, el mundo de la crisis dominicana de los ochenta cruza sus cuentos. Desde la añoranza del lar familiar y provinciano, como se puede notar en La radio y otros boleros (1996). A todo esto se une el mundo en crisis, la publicidad, la clase media dominicana en el laberinto de un proyecto nacional apagado y encharcado en su fracaso; pero más allá encontramos la salida a otros espacios, otras ciudades; la narración maravillosa y lo que es central en su narrativa, la búsqueda del amor, como se echa de ver en Solo de flauta. Ese amor está íntimamente ligado a la belleza. De ahí que la expresión bizarra que se da en el giro poético de su prosa esté unido a lo sublime de la búsqueda del amor-belleza centrado en la mujer. La buscará ansiosamente por todos los espacios capitalinos, en los sueños, en mundos exóticos; la configurará como un ser superior, de ahí que la mujer-belleza tenga que ver con la concepción del amor cortés. Es la voz un caballero que busca esa amada que se encuentra por encima de lo cotidiano. Ella es la bizarría también, porque es la poesía anhelada. Ella es un ser exótico, fantástico; hecha de palabras. Por eso afirmo que lo que centra la narrativa de Rodríguez Soriano es la búsqueda de lo sublime a través de la mujer-belleza. Es aquí donde aparece el Santo Grial de su narrativa. Parece decirnos, entonces, que frente a un mundo en decadencia, de frente al derrumbe de los proyectos épicos que han particularizado el decir de la intelectualidad dominicana, lo que nos queda es el sueño, es la indagación en estas grandes ideas que nos fundan, como el amor y la belleza. Y esto está dado no solamente en lo que se refiere sino también en el decir. Por eso la relación entre decir y significar se encuentra unida formando una estética bizarra. Ese giro inesperado y fundacional de lo poético donde el mundo del lector queda sorprendido por la epifanía de lo nuevo.
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Aporte
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Mi nuevo libro,
Manolo y yo M
i nuevo libro ya está en la imprenta y se espera que esté dispuesto al público en la Feria del Libro. Muy cortésmente los invito a leerlo. Manolo cincuenta años después, es el título de esta publicación dirigida principalmente al estudio del origen, la trayectoria y el lamentable final del Movimiento Revolucionario Catorce de Junio -1J4- y de su líder Manuel Aurelio Tavárez Justo. Manolo, en el cariño de su pueblo y en la ferviente adhesión de sus seguidores. El 1J4 surgió como la más prometedora fuerza patriótica de toda una época a partir de los comienzos de los años sesenta del siglo pasado. Como gran líder de la misma se distinguió Manolo. Ambos constituían una hermosísima esperanza, pero a ambos les correspondió actuar en circunstancias internacionales y locales tan complejas que les fue imposible evitar ser arrastrados por la tendencia a lanzarse a la guerra de guerrillas que con fuerza arrolladora influyó en las fuerzas revolucionarias de latinoamérica tras del triunfo de la Revolución Cubana en enero de 1959. Así, después del golpe militar que depuso el gobierno constitucional del profesor Juan Bosch el 25 de septiembre de 1963, Manolo y su partido se lanzaron a la insurrección en las montañas el 28 de noviembre y el 21 del mes siguiente moría el extraordinario dirigente, asesinado en la fría soledad de las montañas. En aquel movimiento armado, además del Comandante Supremo, cayeron veintiocho combatientes más. La muerte del líder marcó el principio del fin del 1J4, que a mediados de 1968 y después de repetidos intentos fracasados por volver a la guerra de guerrillas, terminó disuelto irremediablemente. Los estrategas norteamericanos y sus socios reaccionarios locales lograron uno de sus más anhelados objetivos, pero siguieron su labor de contrainsurgencia hasta llevar la sociedad dominicana al punto trágico en que nos hallamos hoy. Cuáles consecuencias tuvieron la desaparición tan temprana de un líder como Manolo y la desintegración de una fuerza progresista tan importante como el 1J4, y en qué medida esas pérdidas contribuyeron a que el país se hundiera en el abismo actual, es esa una historia intensa y larga, digna de analizarse y precisamente eso pretende hacerse en mi nuevo libro. No soy yo quien debo juzgar mi propia obra, y si esta tiene algún mérito o en cambio, merece ser tirada al zafacón de los desperdicios, eso deben decirlo los lectores, en cuyas manos está la facultad de decir sobre ella la última palabra.
II
RAFAEL CHALJUB MEJÍA / RCHALJUB@HOTMAIL.COM
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Una cosa sí debe quedar clara. Mi obra no es imparcial, está escrita desde una posición militante para tratar de rendir tributo a la verdad histórica, pero a la vez llamar a la esperanza y a la lucha, y a darle el debido valor a la herencia combativa de Manolo y su partido heroico. Porque así como después del golpe de septiembre ellos marcaron el horizonte de lo que debía de hacerse en la lucha por el retorno a la constitucionalidad, hoy con el ejemplo político y moral que dieron, con las banderas y objetivos programáticos que levantaron, siguen marcando el horizonte de lo mucho que queda por hacer, para variar el rumbo liquidador y disolvente por el que tantos malos gobiernos sucesivos van empujando el país hacia el desastre. Se me dirá que hablar así es aceptar aquella experiencia sin espíritu crítico y estimular la repetición de los errores que contribuyeron a aquellos resultados. No, señor. Quien me dispense el honor de leer mi libro se dará cuenta del sentido crítico que hay en él. Pero tomando en consideración las condiciones históricas de un país recién salido de una tiranía como la de Trujillo y la inexperiencia de la generación de jóvenes que encabezó Manolo, si de algún modo se pudiera hablar de errores, habría entonces que advertir que aquellos fueron errores nobles. Errores honrosos. Cometidos por gente bien inspirada, que pagó el precio supremo de su sangre en el intento por ver su patria libre. Al menos yo,
que seguí a Manolo y cincuenta años después lo sigo y lo tengo como enseña, me siento muy honrado de haberlo acompañado en el camino que escogió.
III En ese ánimo permítanme terminar hablando de mí mismo y decirle a mi líder: Aquí estamos, Manolo. Es verdad que el paso lento de un largo medio siglo se llevó al jovencito que, lleno de fuerzas físicas se fue a las armas contigo en las montañas, pero no importa: Aquí está el viejo. Sin las fuerzas físicas de antaño, pero con fuerza espiritual de sobra, tan duro y firme en su ideal de siempre como las palmas de los campos de Nagua. Sin cansarse, sin venderse, sin rendirse. Sin riqueza material y sin poder político, pero con la fuerza de un corazón al que parece que no le pasa el tiempo y que, cuando se trata de anhelar y luchar por su ideal, de pedir o dar amor, de gozar o llorar como lloran los hombres, lo hace con toda intensidad, porque ese corazón que late por lo que anhela, conserva los mismos ímpetus torrentosos de su primera juventud. Duerme tranquilo, muchacho valiente, que tu herencia no ha muerto y nunca faltarán voluntades y brazos dispuestos a reivindicar tu obra y tu memoria. La sequía del
presente pasará más temprano que tarde, y ten seguro que cuando la lluvia caiga y la primavera de la revolución regrese, las flores más hermosas brotarán de las semillas y raíces que sembraste con tu ejemplo y abonaste con tu sangre. Que creer eso en estos tiempos es una quijotada, me dirán otros. Eso me importa mucho menos. Porque estoy cerradamente convencido de que toda gran obra siempre ha tenido algo de quijotesco y por tanto yo, tu soldado de siempre, como el ingenioso hidalgo, sigo mi cabalgata cuesta arriba, al lomo de mi incansable rocinante.
Aporte
AREÍTO
Sábado 27 de abril de 2013
El Papa Francisco da nuevo impulso a la iglesia del siglo XXI
J
OFELIA BERRIDO
HOY
orge Mario Bergoglio es el primer jesuita que llega a ser la cabeza visible de la Iglesia Católica desde la fundación de la orden “La Compañía de Jesús” en 1540. Ordenado como el Papa Francisco, el Sumo Pontífice da indicios de una iglesia más abierta al pensar y accionar de los tiempos en que vivimos; y más cercana e identificada con los grandes problemas de la humanidad. Como jesuita está orientado a analizar “los signos de los tiempos”, tal y como recomendaba el propio Ignacio de Loyola. La visión de este jesuita que cuenta con una gran preparación intelectual y teológica podría significar la vuelta de muchos creyentes perdidos. Y es que aun los más fieles, hoy por hoy, dejan de cumplir con muchos de los preceptos de la iglesia, lo que ha hecho que muchos cristianos de corazón no lo sean de hecho. Esto se ha convertido en un problema serio, pues poco a poco se le va haciendo difícil al Vaticano imponer los dogmas y principios que por siglos han regido a la población de practicantes. La actuación del Papa ha sido rápida y hemos visto señales notorias de humildad que van desde su tendencia a una vestimenta sencilla hasta sus esperanzadores discursos. El Obispo de Roma, como a él mismo le gusta llamarse, ha creado un Consejo para trabajar según sus propias palabras “en el gobierno de la Iglesia Universal y estudiar un proyecto de revisión de la Constitución Apostólica Pastor Bonus”, texto legislativo que regula la composición y competencias de los distintos departamentos y organismos de la curia romana. En ello trabajan varios cardenales: Francisco Javier Errázuriz Ossa, de Santiago de Chile; Giuseppe Bertello, de Italia; Reinhard Marx, de Munich; Oswald Gracias, de Bombay; Laurent Monsengwo Pasinya, de Kinshasa; George Pell, de Sydney, Sean Patrick O'Malley, de Boston; y Óscar Andrés Rodríguez, de Tegucigalpa, que asumirá la función de coordinador. Por otro lado, el Papa Francisco ha exteriorizado su visión de una iglesia abierta a la diversidad. En este orden, son muchos los temas que por su envergadura e impacto sobre la sociedad podrían y quizás deberían ser tratados por el Papa: la pobreza, la desigualdad que ha hecho imposible el surgimiento de sociedades más justas, asunto que quizás sea la barrera que impide el control de la violencia social que desgasta la humanidad; el tema del aborto, sobre todo en los casos de violación o de aquel que el especialista califica como necesario desde el punto de vista médico para salvar la vida de la madre cuyos hijos, en muchos casos, quedarían desamparados ante su muerte; el matrimonio entre homosexuales, objetivo que está en la pri-
mera plana de muchos países de Occidente y que ha sido aceptado desde el punto de vista legal por muchos congresos; el uso de anticoncepción en un mundo empobrecido donde millones mueren de hambre, el celibato, el ateísmo, la acción de la iglesia ante la pedofilia, en fin... Muchos son los temas de interés para la sociedad y para la Iglesia... Esta colectividad, que proviene de la última centuria, seducida por el pensamiento científico, en la cual se descifró el mapa genético y se clonaron seres vivos, está en espera de conocer las opiniones acerca de estos puntos álgidos de lo labios del nuevo Obispo de Roma. En 1986, Walter G. Rosen usa por primera vez el término diversidad biológica -biodiversidad- en referencia a la amplia variedad de seres vivos sobre la Tierra y los patrones naturales que la conforman, y surge el “Convenio Internacional sobre la Diversidad Biológica”. Ya para el 2001 la Unesco aporta la “Declaración Universal sobre Diversidad Cultural”, a través de la cual proclaman la diversidad como patrimonio de la humanidad y la consideran tan importante como la diversidad biológica. Esta publicación refleja la multiplicidad e interacción de culturas que coexisten en el mundo y que forman parte del patrimonio común de la humanidad. Nos referimos a la diversidad en el lenguaje, en las formas de pensar, en las creencias religiosas y políticas, edad, género, orientación sexual, diversidad de razas, lugar de origen o nacimiento, en el arte, la música y entre un número extraordinario de atributos de la sociedad humana. La Unesco en su declaración asegura “La defensa de la diversidad cultural es un imperativo ético, inseparable del respeto de la dignidad de la persona humana. Ella supone el compromiso de respetar los derechos humanos y las libertades fundamentales; en particular, los derechos de las personas que pertenecen a minorías y los de los pueblos indígenas”. El mundo de los negocios también hizo suyo el término “diversidad” y se incluyó dentro de los valores de las empresas e incluso se crearon “políticas” para asegurar su cumplimiento. Montse Ventosa en su obra “Gestión de la Diversidad Cultural” en las empresas nos asegura que... “Una organización que utiliza correctamente la diversidad cultural fortalece la cultura empresarial, mejora su reputación y constituye un empleador atractivo para las personas con talento”. La diversidad es un derecho manifiesto en la mayoría de los Códigos Laborales del Mundo incluyendo el de República Dominicana y el de los Estados Unidos de América. Hoy el Papa Francisco habla de la diversidad y esta palabra se convierte en eco que
todos escuchan. Diversidad como la aceptación de diferencias, igualdad, unión y armonía; además, incluye en sus discursos frases esperanzadoras como lo son: la atención a la pobreza física y espiritual; el crear puentes entre los hombres; el poder de servir; predica sobre acoger una actitud de ternura hacia toda la humanidad; proclama la importancia del diálogo con líderes de diferentes religiones; alega que va a intensificar su relación con los ateos o no creyentes, y promete mirar desde la periferia y no desde el centro de la sociedad. Profiere que trabajará por la unidad en la diversidad de la iglesia. Verdaderamente, parece que estamos ante un líder religioso revolucionario y compasivo. Nos deja ver los inicios de un papado donde primará la verdad sobre la mentira; la justicia sobre la injusticia; la compasión sobre la prepotencia. Pero nos preguntamos… ¿Qué primará en otros aspectos? La tradición sobre la razón filosófica y la investigación o la modernidad sobre una tradición que muchos fieles dejan en el olvido, sin deseo de abandonar la iglesia… He visto una nota donde se anuncia que el Papa Francisco se dirigirá a los ateos o no creyentes. El tema del ateísmo es complejo y debemos respetar lo que cada quien piense que es Dios y su relación con esta idea. El asunto es delicado... Meister Eckhart hablaba del desasimiento. Se refería a la necesidad de olvidarnos de la idea antropomórfica que tenemos de Dios. Decía que mientras más logremos alejarnos de estas ideas más nos acercaremos al Dios real. Quizás las definiciones no son lo importante sino el vivir una vida actuada desde el campo de la acción moral sin hacerle daño a nadie, una vida natural de servicio a los demás. Un vivir de este modo es quizás el mayor reconocimiento a la existencia de Dios. Muchos dicen creer en Dios y matan, roban y mienten... ¿Es eso creer en Dios?... ¿Qué opinará el Papa Francisco de todas esas cosas? ¡Pronto lo sabremos!, sobre todo, a través de las actuaciones de este jesuita que después de 473 años de la fundación de la orden ha llegado a ser el Obispo de Roma. Hay muchas expectativas, pero algo es seguro: ¡El Papa Francisco da nuevo impulso a la iglesia del siglo XXI!
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AREÍTO
Sábado 27 de abril de 2013
Arte Contemporáneo
HOY
Yellow. Mixta sobre tela.
MÁXIMO CAMINERO Desde la persistencia hacia el esplendor
T
AMABLE LÓPEZ MELÉNDEZ
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raspasando fronteras geográficas, culturales, políticas, estéticas y espirituales (como huella cristalina de una constante actitud de autorreafirmación existencial que nos depara la espléndida lección de lo profundo y lo auténtico), la obra reciente de Máximo Caminero se proyecta en la actualidad como resultado del proceso de madurez de una personalidad creadora que persiste y resiste desde los territorios existenciales de la fuga, la libertad y la lucidez. Pintor, periodista y gestor cultural. Siempre inquieto y puntual en el diálogo desde su Taller Estudio en Miami Beach, Caminero es un artista polifacético de personalidad incisiva, discreta, liviana, jubilosa y fraternal. En las paredes de su taller y en algunos títulos de sus pinturas recientes “grafitea” ardientemente su poética. “Jaragua no cae”. “Si hay un dolor yo no lo escucho”. “Confía en los que buscan la verdad, cuídate de los que la han encontrado”. “La angustia es el precio de ser uno mismo”. Reconocido como uno de los principales artistas dominicanos de la “diáspora”, al propio artista y a otros colegas curadores e historiadores del arte dominicano contemporáneo ya les he advertido que su fuga no es diáspora ni exilio: no es por razones políticas ni económicas. Así que la de Máximo Caminero es fuga identitaria, mística, lúdica y poética. De ahí que en su caso estamos más bien frente a un fugitivo de conciencia. Su respuesta (2007) fue ciertamente reveladora y todavía más alucinante. “Yo me fui por el síndrome de Colón que define a los dominicanos”. Por las limitaciones y contra el provincianismo que carcomen la media isla. Por esa percepción, por esa certeza que tenemos los dominicanos de que allá afuera, más allá de las islas, hay una mejor vida, grandes riquezas, mucho oro y otros grandes sueños. Somos la media isla -ni siquiera una entera- de buscadores de ilusiones, y es la salida y la entrada, la partida y el retorno, el fluir de aquellos a quienes “le ha ido bien” lo que incita a nuestra gente a migrar”. La fuga consciente, la fuga de conciencia o la consciencia de la fuga son elementos identitarios a la hora de hablar sobre las maravillosas contradicciones de nuestra psicohistoria o sobre las devastaciones ontológicas de una dominicanidad que se proyecta y arde esplendorosamente en su propia práctica creadora y en los hallazgos más depurados de la obra pictórica de Máximo Caminero. Obra con la cual, precisamente, él nos ha estado representando con dignidad ejemplar en algunos de los principales espacios de resonancia del arte contemporáneo en Estados Unidos y América Latina, tales como la Feria de Arte de West Palm Beach y la Feria de Arte de Naples, Florida, EEUU
MÁXIMO CAMINERO
En el centro de las creencias.
Caribe fuerza. Mixta sobre tela.
(2012). Durante el año pasado, su obra fue exhibida de manera exitosa en Gallery West Palm Beach, en la exposición de artistas caribeños y latinoamericanos titulada “The New Masters”, organizada por Artopia Gallery en el contexto de la Feria Art Basel Miami Beach/2012. Asimismo, en el mes de febrero del presente año 2013, el Museo de la Universidad de Antioquía, Medellín, Colombia, ha incluido una notable selección de sus pinturas en la muestra “Transvisiones Antillanas”, al mismo tiempo que su obra fue incluida en una importante muestra organizada por el Museo de Coral Gables de Miami. Sobre la trascendencia de los resultados de su más reciente itinerario, el propio artista nos pone al tanto: “Los proyectos se amplían cada vez más ya que el estar en Miami me permite gozar de dos mundos que coinciden en este punto. América Latina es siempre un lugar de visitas a los que acudo como un colibrí a sembrar una gotita de polen quisqueyano y esta ya va floreciendo poco a poco, al punto de que cada día los caminos se hacen más cercanos y familiares. Y si se puede decir más de uno… “Por el otro lado, los vecinos de ciudades del norte como New York, Massachusetts y Chicago, también se van familiarizando con mi arte y adquiriéndolo, hecho que me en-
Máximo Caminero nace en Santo Domingo, el 7 de septiembre del 1962. Su obra pictórica se ha exhibido intensamente en galerías, museos e instituciones culturales de la Republica Dominicana, Ecuador, Puerto Rico, Nicaragua, Panamá, Guatemala, Canadá, Colombia y los Estados Unidos, especialmente en la ciudad de Miami, donde reside desde hace más dos décadas. Entre sus exposiciones individuales, destacan: Biblioteca de la Universidad Internacional de la Florida, Miami (2001); “Memoria 786”, Casa de Teatro, Santo Domingo (2004); “Selecciones 2003-2004”, Art Gallery City Club, Panamá; “Con toda el alma”, Diáspora Vibe Gallery, Miami (2005); “La soledad de lo simple”, Biaggi & Faure Fine Art, San Juan, Puerto Rico (2005); “Memoria del subconsciente”, Museo Antropológico Reina Torres de Araúz, Panamá 2006); Reflexión del Pensamiento, Abro Art Gallery (2010). Su obra forma parte de importantes colecciones como The Harriet & George D. Cornell Museum of Art and History, Delray Beach, Florida, EE.UU; Museo Fundación Guayasamín, Quito, Ecuador; Museo de Arte Contemporáneo de Puerto Rico (MAC).
canta ya que esto me ha permitido romper con un tabú de muchos años. Y es que los norteamericanos solían mirar a otro lado, ya que mi arte les parecía muy enraizado en lo indoamericano del Sur y esto les causaba cierta aprensión por todo ese folclor profundo de historias y leyendas. Siempre prefirieron un arte más abstracto y con menos información”... En incesante actividad, desde su “espacio de poder” en Biscayne Bulevard de Miami Beach, Máximo Caminero es un artista que persiste siempre propositivo y proactivo, en un proceso profundo de transformación y revitalización del diálogo sensible a través de su fructífera y distintiva práctica creadora. En sus últimas obras, resultan ciertamente reveladoras las nuevas referencias a los signos culturales y la figura humana. Asimismo, las raíces caribeñas y, especialmente las referidas a las pictografías de la cultura taína, se polisintetizan en un discurso simbólico personal de extraordinaria riqueza plástica y asombrosa capacidad imagético.