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Siguiendo la Pista

Siguiendo la Pista

Por: Dr. Raúl García Miranda M.V.Z. Luis Arturo García Domínguez M.V.Z. Beatriz Figueroa Andrade

DE VUELTA A LA ACTIVIDAD

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“Aiga” sido como “aiga” sido, nos llegó la pandemia y trastornó al mundo y desde luego a nuestro amado México. Nos cambió la vida a todos. Para muchos fue un cambio negativo no sólo en lo económico, sino también en lo familiar, escolar, cultural, sentimental, biológico, espiritual, etc. Los canófilos no fuimos la excepción, somos parte de esta humanidad que está en pie de lucha para volver a vivir en plenitud.

“Vaiga” a ser como “vaiga” a ser el futuro, debemos enfrentarlo y tomar la decisión de salir adelante. Y para eso debemos planear la “vuelta a la actividad”. Debemos planearla con gran entusiasmo y mucha precaución, no acabamos (como parte de la humanidad que somos) de entender a este virus llamado Covid-19. Cada vez que creemos haberlo entendido y por lo tanto considerar que era combatible, nos sorprende con otra novedad.

Los canófilos entendemos la vida con nuestros seres queridos y entre ellos está incluido el perro. Necesitamos volver a la actividad canófila con ganas y entusiasmo. En este artículo te comentaremos sobre cómo regresar a la actividad física con tu perro, después de un buen tiempo, meses tal vez, que dejaste el ejercicio físico. Si ya regresaste a la actividad física ¡felicidades! Si no has regresado no te preocupes, prepárate a hacerlo.

Estamos en octubre y para fin de año, antes de que inicie el puente Guadalupe-Reyes y comamos de más, reiniciemos la actividad física con nuestro perro. ¿Cómo volver a ejercitarnos? La clave está en escoger un tipo de ejercicio, un modo de hacerlo, una frecuencia, una duración, una intensidad y una progresión. ¿What?, ¿qué es eso mi buen?, ¿por qué no me das a beber de lo mismo para andar iguales? A ver no hay estrés, estas son las partes de un programa básico de ejercicio. Vamos a poner un ejemplo y verás que es muy fácil. Si el ejemplo que vamos a comentar no es el ejercicio que a ti te gusta o no te es posible realizarlo, simplemente adáptalo a tus gustos o necesidades respetando los pasos descritos. No te preocupes por tu edad, ni por tu género ni por la edad o género de tu perro, el ejemplo que describiremos lo puedes adaptar a diferentes condiciones.

Vamos a hacer un “supongando”. “Supongando” que tanto tú como tu perro dejaron de realizar ejercicio con la pandemia o “pior” aún, no han hecho ejercicio desde “endenantes”, pues vas a ser un principiante “manque” tengas hartos años. “Inclusivamente” si eres un principiante de muchos años o tu perro es el de muchos años, “pos mejor”, porque les va a ir muy bien.

¿Qué es un tipo de ejercicio y un modo de hacerlo? El tipo de ejercicio es si lo vas a realizar en forma aeróbica o anaeróbica. Otra vez ¿what? ok, si lo vas a hacer de corta o larga duración. Cómo vas a iniciar o a reiniciar, es mejor un tipo de ejercicio aeróbico de larga duración. Larga duración significa más de seis minutos continuos hasta muchas horas. Y el modo de hacerlo es cómo lo vas a hacer, por ejemplo, caminando, trotando, nadando, pedaleando una bicicleta, etc. Otra vez, consideremos que vas a iniciar o reiniciar, entonces

una buena opción es hacerlo caminando. ¿Qué significa esto? que tu perro y tú van a hacer ejercicio por más de seis minutos continuos y lo harán caminando, por lo que el paseo con correa es una excelente opción para ambos. La gente que llega a competir en eventos de obediencia dice (apoyo el dicho) que los perros no tienen palabra de honor. Se refieren a que los perros, aun muy bien entrenados, pueden fallar.

Como te vamos a sugerir que utilices el paseo con el perro para hacer ejercicio, deberás hacerlo siempre con una correa y un collar. No basta que el perro tenga entrenamiento de obediencia. No te arriesgues a un fallo con consecuencias desde leves hasta graves y aun mortales como: agresividad, atropellamientos, etc. Considera siempre que aunque confíes mucho en tu perro, es posible que encuentre una distracción (como una perra en celo), un estímulo (que persiga a alguien o algo por instinto de presa), o competencia (presencia de otros perros), etc. Desde luego deberás pasear también con la bolsita con la que recogerás el excremento del perro. La vía pública no es el excusado de tu mascota, debes recoger y dejar limpio el sitio por donde caminen.

¿Qué es la frecuencia, la duración y la intensidad del ejercicio? Pues su nombre indica que estos son elementos de un programa básico de ejercicio. La frecuencia significa cada cuándo vas a realizar ejercicio. Considerando que iniciarás o reiniciarás las actividades físicas, es bueno descansar más días que los dedicados a realizar ejercicio. Así es que la sugerencia, es que realices ejercicio con una frecuencia de tres veces por semana en días alternos. La semana tiene siete días, así es que si realizas ejercicio tres días a la semana, descansarás cuatro; es decir, más días de descanso que de ejercicio. Desde luego los días de ejercicio y descanso los alternas, no son seguidos. Por ejemplo, haz ejercicio lunes, miércoles y viernes y descansa martes, jueves, sábado y domingo.

La duración es el tiempo que permanecerá la sesión de ejercicio. Si estás muy desentrenado o perdiste la condición física que tenías, seis minutos son suficientes. Sin embargo, piensa que treinta minutos serán el objetivo inicial. Así, hasta ahorita tienes claro que tu perro y tú realizarán ejercicio aeróbico, caminando, tres veces por semana en días alternos, durante media hora.

Ahora debes escoger una intensidad adecuada. Es decir que tan rápido deberás caminar. Aquí vale la pena considerar la capacidad de plática. Camina tan rápido como te permita poder hablar en voz alta. Si lo vas a hacer sin otro humano, platica con el perro. Si la intensidad de la caminata no te permite mantener una conversación en voz alta, vas muy rápido y baja el paso. No olvides que es la vuelta a la actividad.

¿Cuál es la frecuencia, duración e intensidad mínima? Para volver a la actividad se debe cumplir con una frecuencia de tres veces por semana, una duración de treinta minutos y una intensidad de capacidad de plática.

¿Cómo progresar? Para progresar, lo primero que debes aumentar es la frecuencia, es decir, realizar más días de ejercicio semanales. Empezaste con tres días, luego pasas a cuatro, subes a cinco y finalmente a seis días. Todos los programas de ejercicio deben tener por lo menos un día de descanso total, que es el séptimo día de la semana. No olvides que el día de descanso tú lo escoges y no la semana. Mi esposa y yo descansamos los martes porque así nos acomoda y los demás días realizamos la caminata.

Una vez hecho esto puedes aumentar la duración. La duración debes incrementarla en forma progresiva hasta llegar a una hora, es decir sesenta minutos. Cuando estás en treinta minutos de duración, se recomienda que llegues a una hora en el transcurso de seis semanas. Porque cuando estás aumentando la duración, ya aumentaste la frecuencia y estás realizando ejercicio diario, excepto un día.

Ahora aumenta la intensidad. Iniciaste en la prueba de capacidad de plática en el nivel de poder hablar en voz alta sin dificultad. Ve acelerando el paso progresivamente hasta que la intensidad de la caminata te obligue a jadear y a no poder hablar con fluidez en voz alta. La intensidad es lo último que se aumenta o se progresa en un programa de ejercicio.

Debes tratar de ser constante. Tu perro siempre te agradecerá el paseo. Pero él no tomará la iniciativa de volver a la actividad. Debes tomarla tú.

Desde luego que hay algunas condiciones previas a involucrarte en cualquier programa de ejercicio. Un prerrequisito muy importante es que visites a tu médico antes de iniciar y te declare sano y apto. No olvides a tu perro, a él lo deberás llevar al veterinario para que igual que a ti lo declaren sano y apto.

Cualquier indicación de tu médico o del veterinario deberá ser observada por ti. Sin embargo, la mayoría de las personas pueden realizar actividad física controlada y si tienen un padecimiento, sólo hay que obedecer las indicaciones médicas. Los perros también en su mayoría pueden realizar ejercicio controlado, aun teniendo algún padecimiento, igual que con los humanos se deben obedecer los consejos e indicaciones del veterinario.

¿Qué beneficios obtendremos volviendo a la actividad? Tu perro y tú tendrán cuatro beneficios que se harán evidentes después de un par de meses de actividad. Los beneficios no los notarás de inmediato.

El primer beneficio será el biológico. Mejor condición física, mayor recuperación post esfuerzo, mejor función del corazón, pulmones y músculos, disminución de la grasa corporal, etc. Este beneficio será tanto para ti como para tu perro. El segundo beneficio será el psicológico. Canalización de estrés, mejor calidad de sueño, manejo de la fatiga mental, distracción con los paseos, logro de un buen hábito, etc. Este beneficio será tanto para ti como para tu perro.

El tercer beneficio será el social. Volverás a la relación personal con otras personas, aún con sana distancia y precauciones como el cubre bocas. No es lo mismo saludar personalmente que a través de una laptop o un celular. Regresarás al barrio y a relacionarte con amigos, familiares, vecinos, etc. Este beneficio también será tanto para ti como para tu perro, no obstante, considera que la sociabilización de un perro no incluye necesariamente la alegría de ver a los demás.

El cuarto beneficio será el espiritual. Tus valores y tus creencias se fortalecerán en el sentido que regresarán a causa de tu bienestar general. Otra vez amable, otra vez amoroso, otra vez religioso, otra vez optimista, etc. Este beneficio es controversial si lo tienen los perros. Yo creo que sí lo tienen, empero, hay quien afirma que no.

Buena suerte, échale ganas, “platica” con tu perro para que vea de lo que se trata y a darle con entusiasmo.

Organización Canófila TRIACA León, Gto. Mail: drraulgarciamiranda@outlook.com Facebook: triacavet

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