Vestidos, alborotados y empapados

LA MAÑANA del sábado ya se había difundido la noticia de que la carrera de la UABC en Ensenada quedaba suspendida, siguiendo las recomendaciones de Protección Civil. Y aunque el pronóstico marcaba buena cara para Ensenada, la casa rectora optó por no arriesgarse y mejor reagendar el evento.

La decisión fue plausible por unos y reprochable por otros. Y claro que los comentarios salieron a relucir en redes sociales, tales como: “si es en calle y planito”, “huy ni que lloviera tanto”, “el pronóstico ha estado fallando, ¿y si no llueve?”.

Y es que algo de lo que pocos saben, es que el tramo de cerro sobre la ruta entre el mosquito y las primeras casas, sufre deslaves cada vez que llueve de manera progresiva como lo fue el sábado. Antes de llegar a la intersección del bulevar Teniente Azueta y Paseo Hidalgo falta ba una reja de alcantarillado, la cual estaba cubierta de ba sura y agua sucia, y por donde en otras carreras hemos pasa do sin dificultad pero está vez si provocaría un buen susto, al pisar el charco sin que hubiera nada debajo. Además toman do en cuenta qué la mayoría de los participantes en esta justa regresan corriendo al punto de partida, ¿para que arriesgarlos?

La suspensión del evento se coordinó entre el comité organizador, la Limae, Protección Civil, la casa rectora, y la dependencia de espectáculos públicos, en el acuerdo de que los permisos correspondientes se respetarán para la nueva fecha y sin cobro extra para nadie. Y los inscritos, solo tendrán que guardar su número y sus ansias para el 15 de octubre, que es la nueva fecha.

Esa mañana sabatina me tocó despedir a una pareja de corredores que iban emocionados a participar al Bajo Cero, y si bien les iba llegarían a la Enchilada. Obvio pregunté, ¿no se cancelo Bajo Cero?, La Rumorosa está cerrada, se reportó aguanieve y mucho descenso de temperatura, hasta están recomendando no ir a Tecate y Mexicali en este momento.

En respuesta recibí un: hay Muschacho, ¿por qué crees que se llama Bajo Cero? Yo no sabía exactamente dónde sería el evento, andaba más apurado con saber si pedía la unidad para 14 o 18 pasajeros para ir a La Enchilada a Tijuana. Por la tarde miré un vídeo promocional del Bajo Cero, ¡vengan, todo bien, aquí los esperamos! Woow solo dije.

A las cinco de la tarde Tijuana tenía su agenda en pie para el día domingo, solo un “chipi chipi” mostraba el pronóstico. Mientras aquí caía algo de lluvia ligera, yo confirmaba la salida a Tijuana. Ante la indecisión de algunos de que si iban o no a Tijuana, me quedé con la unidad de 14 pasajeros. Ya sabrán, de última hora siempre si querían ir, pero ya había tomado mi decisión.

Salimos a las 3:30 horas, con frío y llegamos a Tijuana las cinco de la mañana, algo temprano, pero vas vale salir temprano y prevenir cualquier circunstancia en el camino. Entre el calor humano y el actualizar de noticias, fue que me enteré de que Protección Civil llegó a la sede de Bajo Cero y canceló “de una” la realización del evento. Lo que pasó por mi mente fue: ¿tendría los permisos en orden? Y es que con permisos en mano, y toda la logística lista y personal de rescate aprobado, solo se emite el retraso del evento o la misma dependencia se integra al evento. Una cancelación ya son palabras mayores y bueno, en ruta en terreno abierto y frío, solo los expertos saben las decisiones a tomar.

Mientras que en La Enchilada 12K, ya se había difundido que el 2016 había caído lluvia leve, por lo cual ya había un antecedente de un evento en condiciones similares, ya estaban los permisos pagados, y al saber que el propio director del Imdet daría el disparo de salida a un evento no gubernamental, fue lo que me aseguró que si habría Enchilada.

A siete grados de temperatura y a las siete de la mañana se dio la salida. Tres mil almas en ruta, dónde hubo “chipi chipi”, llovizna, lluvia fuerte con viento, arco iris, y mucha seguridad vial, además de siete ambulancias. Al final, corrimos y terminamos empapados, mientras que compañeros de Mexicali no llegaron al evento por encontrarse caminos cerrados.

¿Que si se hizo bien, que si se hizo mal en tomarse las decisiones tomadas?, ¿que si hay responsables, gastos o pérdidas?, lo importante es que no hubo pérdidas humanas que lamentar, aunque hayamos quedado vestidos, alborotados y empapados. Al final, cada uno con su justa razón cuestionará las decisiones, la diferencia depende desde la huella que se siga.