ÍNDICE Prólogo del editor español. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 7 Agradecimientos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 9 Introducción . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 11
PRIMERA PARTE 1. El camino a casa. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 2. ¿Cómo funciona?. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 3. Todo empezó con los pájaros. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 4. Miedo, filtros y encontrar la zona neutral. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 5. El salto. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
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SEGUNDA PARTE 6. Jing: cómo un monje budista llegó a ser un loro. . . . . . . . . . . . . . . . . . . 65 7. Osos: un perro que llegó a ser un oso, un oso que llegó a ser un perro y el Espíritu del oso polar. . . . . . . . . . . . 73 8. Violet: cómo ser una gata y una trabajadora de la luz. . . . . . . . . . . . . . 83 9. Vidas pasadas, vidas futuras y vivir en el ahora. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 93 10. Echo: la forma equina y cómo elevar la consciencia. . . . . . . . . . . . . . 105
TERCERA PARTE 11. Trascendiendo la zona de confort . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 113 12. Más allá del karma y de vuelta a él . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 121 13. La red interna. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 135
CUARTA PARTE 14. Buddy, Ellie y el caballo antepasado: bienvenidos al saber. . . . . . . . 15. El milagro y la manifestación hechos realidad. . . . . . . . . . . . . . . . . . . 16. El papel de las llamas: portadoras de la luz . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 17. Delfines, ballenas y el ahora multidimensional . . . . . . . . . . . . . . . . . . 18. La nación cetácea: amar el amor más grande . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
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QUINTA PARTE 19. Animales en cautividad. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 20. Mascotas. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 21. Plagas. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 22. La búsqueda del aprendizaje: investigación animal y educación humana. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 23. Animales que comen animales: la relación depredador-presa. . . . .
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SEXTA PARTE 24. Explorando la tierra de las sombras. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 25. Espíritus de animales: conversaciones con un coyote, un jaguar y un cuervo. . . . . . . . . . . . . . . 26. La historia del mosquito. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 27. Cuando el mundo entero es sabio. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
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SÉPTIMA PARTE 28. Recordando la canción. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 299 29. El capítulo de Zak: encontrando tu verdad. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 305 30. Puertas de armario y polvo de espíritu. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 311
APÉNDICE: cómo empezar a comunicarse . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 319 Bibliografía . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 325
PRÓLOGO DEL EDITOR ESPAÑOL Querido lector: No tengo ninguna duda de que, por muy abierto de mente que seas, esta obra va a suponer un reto para tus creencias. Este libro se publicó originalmente en 2002, y a pesar de que ya ha transcurrido más de una década, sigue estando muy por delante de su época. Al leerlo, nos damos cuenta de que su mensaje principal es una frase tan obvia y reiterada como “Todos somos Uno”. Pero lo cierto es aún nos resulta difícil aceptar todas las implicaciones de esa frase. Porque “ser todos uno” implica que no hay barreras entre nosotros. Y en consecuencia, supone aceptar que: • •
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No existe un “yo” separable del resto. Mi identidad es todo. No tenemos límites. No existe el “otro”. Cualquier forma de vida soy yo bajo otra apariencia. Y lo que hago a los demás me lo estoy haciendo a mí literalmente. No estamos limitados por nuestros cuerpos separados. No somos nuestros cuerpos. Somos la consciencia que hay detrás de todo lo que existe. Cada ser tiene contenidos de consciencia distintos, en función del envoltorio que ha elegido, pero lo que cada ser es, es lo mismo que soy yo. Es decir, yo podría ser un animal y un animal podría ser yo. Al no estar limitado por mi cuerpo, puedo trascenderlo y acceder a los contenidos de consciencia de otros planos y de otros seres.
Puede que pasar algún tiempo masticando esto ayude a aprovechar más este libro. Dawn Brunke es una gran periodista y escritora, y ha sabido contar y ordenar el material de forma clara, dejando para los capítulos posteriores aquello que resulta más difícil de aceptar. De esa forma, puedes elegir el nivel a partir del cual decides plantarte y dejar de creer que eso pueda ser verdad. Porque, insisto, va a llegar un momento en el que tu mente te va a decir que los mensajes son fruto de la imaginación de quienes dicen comunicarse con los animales. 7
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Personalmente he podido aceptar la procedencia de estos mensajes entendiendo que los animales están conectados a un “servidor“ colectivo, que les da acceso a una información que nosotros no manejamos. Pero aunque todo fuese producto de la imaginación, seguiría siendo una lástima perderse unas reflexiones tan sabias por no creer que procedan de animales. Porque en este libro no importa tanto la fuente, como la profundidad del mensaje. Dicho esto, me gustaría destacar el coraje y la coherencia de la Dawn por incluir las partes más difíciles de creer, y por no ocultar lo difícil que fue su proceso personal de aceptación de estas realidades. Si no incluyese esos contenidos, sus libros se venderían más y Dawn sería mucho más famosa. Pero quienes intentamos abrir nuestra mente más allá de lo que hoy en día resulta convencional, nos habríamos quedado sin su valioso ejemplo. En cualquier caso, deseamos que disfrutes del libro tanto como hemos disfrutado nosotros editándolo. Es una de estas obras que hacen que no vuelvas a ver la vida como acostumbrabas. Gabriel Jiménez.
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AGRADECIMIENTOS Éste es un libro de muchas voces. Y me gustaría mostrar mi más sincero agradecimiento a todos los que han contribuido en él, aparezcan o no sus nombres en estas páginas. Gracias a los amigos y comunicadores con animales: Chrys Long-Ago, Carole Devereux, Jane Hallander, Sam Louie, Penelope Smith, Raphaela Pope, Mary Getten, Teresa Wagner, Marta Williams, Ilizabeth Fortune, Joan Ocean, Carol Gurney, Morgine Jordan, Nedda Wittles, Nancie LaPier, Marcia Ramsland, Diana Roth, Toraya Ayres, Anita Curtis, Jeri Ryan, Sharon Callahan, Jim Worsley, Laura Simpson y Jude White Bear. Gracias a los que leyeron el manuscrito y ofrecieron sus valiosas valoraciones, sugerencias y apoyo a través de las diferentes versiones: Sam Louie, Nancie LaPier, Toraya Ayres, Jackie Rahm, Charlie Renideo, Delisa Renideo, Joanne Lauck, A.B. y mi madre, Carol Edler Baumann. Gracias por las palabras de inspiración y ánimo: J. Allen Boone y Strongheart, Penelope Smith, Brugh Joy, Walt Whitman y Michael Roads. Gracias a toda la maravillosa gente de Inner Traditions/Bear & Company, en especial a mi editora Laura Schlivek, a Peri Champine por una portada fantástica y a Jon Graham del departamento de Adquisiciones por aguantar mi persistencia. Gracias a mi correctora, Victoria Sant’Ambrogio. Mi agradecimiento también a Jackie Kosednar, editora del Alaska Wellness, por su fe y confianza. Gracias a mis padres por su eterno apoyo. Y a mi familia y amigos por compartir el entusiasmo. Gracias a mi marido, Bob, por su aliento inquebrantable, y a mi hija, Lyeska, por su alegría incontenible, su risa y su amor por los animales. Mi profundo agradecimiento a todos los animales y espíritus que empezaron esto. Este libro nunca hubiera tenido lugar sin vosotros, los numerosos animales individuales y grupos de animales que de manera tan generosa habéis contribuido con vuestro conocimiento, sabiduría, elocuencia y humor. Gracias a los pájaros en el arbusto, a las carpas doradas, a las polillas, a los mosquitos y a las arañas, que me ofrecieron una información desafiante justo cuando más la necesitaba. Y finalmente, mi especial agradecimiento a mis muy buenos amigos, Barney, Max y Zak, quienes permanecieron sentados a mi lado cada día mientras escribía este libro, me empujaron hacia el despertar con sus suaves y alentadoras patas, y continúan recordándome que la vida, y la muerte, es una aventura verdaderamente increíble. 9
Tela de araña. Fotografía tomada por Dawn Brunke.
INTRODUCCIÓN La Red No lo entiendo. Aunque, para empezar, tampoco entiendo cómo pudo una araña aprender a tejer una telaraña. Cuando aparecieron las palabras, todo el mundo dijo que se trataba de un milagro. Pero a nadie se le ocurrió señalar que ya la telaraña en sí era un milagro. E.B. White, La Telaraña de Carlota. De pequeña, uno de mis libros favoritos era La Telaraña de Carlota de E.B. White. Me fascinaba especialmente Carlota, una astuta araña gris que tejía palabras en su telaraña intentando salvar de una muerte anticipada a su amigo, el cerdo Wilbur. “¡Un cerdo espectacular!”, exclamaban osadamente las palabras en la telaraña de Carlota. “Radiante” y “Humilde” eran otros de los adjetivos que Carlota utilizaba para describir a Wilbur. La mayoría de los granjeros y gente del pueblo opinaban que las palabras eran milagros, mensajes de inspiración sobrenatural que no tenían explicación. Sus miradas apuntaban al cerdo, seguros de que era él quien se escondía tras aquel misterio. Carlota sonreía, encantada de que su artimaña funcionara. Tal y como Carlota explicaba a Wilbur, las arañas han estado tejiendo telarañas generación tras generación. “No sé cómo a la primera araña, allá en los primeros días del mundo, se le pudo ocurrir una idea tan extravagante como tejer una telaraña, pero el caso es que así fue; algo realmente hábil por su parte”, decía Carlota. Yo pensé que era igualmente hábil ser una araña que comprendiera la gran influencia que tenían las palabras en los seres humanos. Algunos creen que las arañas no tejen sus telarañas por instinto únicamente, sino a partir de la memoria colectiva de todas las arañas que lo hicieron alguna vez, desde aquella primera araña al principio de los tiempos. Cuando una araña teje su telaraña, su innovación se trasmite al resto y eso hace que todas las arañas puedan confeccionar las suyas con más facilidad. Así tejen con menos esfuerzo y con un mayor potencial de complejidad. Hay quienes piensan que la evolución humana sigue un patrón similar. Si alguien descubre un nuevo talento, otros serán capaces de encontrarlo en ellos mismos simultáneamente o poco después. A medida que más 11
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personas adoptan este nuevo comportamiento, se hace más fácil para los demás. Lo podemos llamar la teoría del centésimo mono, la centésima araña o el centésimo ser humano, pero al fin y al cabo se trata de una variación del mismo patrón en la gran Red. La Red de la Vida nos recuerda que cada pensamiento y cada acción nos afectan a todos y a todo. Cada vez que tenemos una idea, tiembla una hebra en la red invisible y las circunstancias conspiran para traer a nuestras vidas acontecimientos, ideas, personas, animales e incontables formas de ayuda. Aunque este libro empezó a partir de un simple interés en la comunicación con los animales, terminó dando lugar a una extensa colaboración: más de dos docenas de comunicadores y cien animales han aportado su energía, su sabiduría, su humor y sus bendiciones para construir esta obra. Del mismo modo en que los animales de la granja le sugerían a Carlota palabras que pudiera dibujar, y de la misma forma en que E.B. White colaboró con la sutil energía de su araña Carlota, todos estamos trabajando juntos consciente o inconscientemente para crear algo realmente espectacular; algo que nos conduce a la creación de un nuevo Ser. ¿Cómo comenzamos nuestro viaje? A menudo, lo que encierra la clave de nuestra verdadera aventura no es hacia dónde vamos, sino lo que encontramos en el camino. Los desvíos y las circunstancias inusuales nos conducen frecuentemente a las experiencias más extraordinarias: experiencias llenas de sinceridad, cómicas, sorprendentes y a veces, realmente increíbles. En 1995, mi marido y yo nos mudamos a Alaska. Aunque no teníamos trabajo ni planes concretos, nos fuimos para allá con nuestra hija pequeña, dos perros y una caravana de 6 metros. Poco después de llegar, di con un ejemplar del Alaska Wellness, una revista sobre sanación alternativa y conexión mente, cuerpo y espíritu. Un pequeño anuncio en la contraportada buscaba editor. Y aunque nunca había trabajado como editora profesional, solicité el puesto y sorprendentemente, fui contratada. Una de mis primeras tareas fue organizar un cajón con artículos que aún no habían sido publicados. Uno en particular llamó mi atención. Fue escrito por Chrys Long-Ago, una mujer que aseguraba poder hablar con los animales. ¡Y los animales también hablaban con ella! Me sentí fascinada por la historia, que detallaba las conversaciones de Chrys con una conejilla de indias llamada Geisha. Cuando más adelante tuve oportunidad de entrevistar a Chrys, ella me habló de J. Allen Boone, un escritor cuyo principal maestro en la 12
INTRODUCCIÓN
comunicación con los animales había sido un pastor alemán llamado Strongheart que fue perro soldado y estrella de cine. Así que localicé dos de los libros de Boone y los leí sorprendida, maravillada y con un respeto cada vez más profundo. Mi cabeza estaba llena de preguntas relacionadas con la comunicación entre los seres humanos y los animales. ¿Era realmente posible mantener una conversación inteligente con un animal? ¿Los animales tenían realmente la capacidad de comprender el mundo más allá de sí mismos? ¿Tenían un sentido de la espiritualidad? ¿Sabían algo que nosotros no sabíamos? ¿Qué nos dirían los animales, acerca de ellos mismos y de nosotros, si les abordáramos seriamente? ¿Acaso en el camino de nuestra evolución habíamos olvidado una relación más profunda y vital entre los seres humanos y los animales? A través de Internet encontré a Buddy, un caballo que trabaja con la comunicadora Carole Devereux. Buddy fue el primer animal que accedió a que le entrevistara. Utilizamos un curioso método: yo planteaba las preguntas a Carole, ella conectaba con Buddy, le hacía mis preguntas, escribía las respuestas y luego me las leía. Una parte de mí no podía dejar de preguntarse si todo el asunto no era más que una farsa, pero la otra parte estaba entusiasmada, sintiendo que acababa de acceder a un mundo nuevo. Carole me puso en contacto con otros animales y comunicadores, quienes a su vez me dieron otros nombres e hicieron crecer la red. Pronto se hizo evidente que me había involucrado en algo mucho más grande que yo. Cuanto más pensaba, meditaba y soñaba acerca de ello, más me iba dando cuenta para mi sorpresa, de que aquello no era algo que únicamente había elegido yo; también era algo que me había elegido a mí. Pide algo desde lo más profundo de tu ser y el universo te responderá. Esto es una revelación muy emocionante, aunque a menudo descubras que el universo puede no responder exactamente como tenías previsto. Mi enfoque consistía en pedir a los comunicadores que los animales contestaran a esta sencilla pregunta: “¿Qué es lo que más os gustaría que supieran los humanos?”. Todo iba bastante bien hasta que me paró en seco Marta Williams, una interlocutora a la que estaba entrevistando por teléfono. “Si vas a escribir un libro sobre esto, quizá deberías intentarlo tú también”, me sugirió Marta suavemente. Una profunda sensación de desasosiego me invadió de repente. ¡Sin duda no me estaba pidiendo eso! Una cosa era entrevistar a los animales a través de comunicadores profesionales, ¡pero hablar con ellos directamente era algo muy distinto! 13
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Algunas semanas más tarde experimenté mi primera comunicación directa con una bandada de pájaros. Fue un acontecimiento excepcional, que cambió radicalmente el enfoque de este libro y me condujo a una comprensión más profunda de cómo funciona —de verdad— esto que llamamos comunicación con los animales. A partir de mi iniciación con los pájaros, no hubo manera de parar el flujo de comunicaciones que recibía, aunque a veces tuve ganas de intentarlo. La mayor parte sucedía espontáneamente, cuando menos lo esperaba. El proceso iba adquiriendo cada vez mayor profundidad. ¿Acaso estamos al mando alguna vez? Porque yo ya no creo haber sido quien tuvo la idea de escribir este libro. El misterio se puso en marcha por sí solo y el plan se me fue revelando a través de una serie de desafíos: ¿estaba dispuesta a desprenderme de mi vieja visión del mundo para aprender algo nuevo? ¿Estaba lista para empezar a vivir con una nueva sensación de asombro? ¿Estaba dispuesta a confiar en mis propias experiencias de la misma forma en que otros parecían confiar en mí? Todos los animales y las personas que han participado en este libro y que me han aportado su apoyo me han llegado al corazón. El proceso me hace pensar en la telaraña de Carlota, en la posibilidad de que todo tipo de acontecimientos extraordinarios conspiren para crear un mundo en el que un cerdo y una araña puedan convertirse en los mejores amigos. ¿Estamos listos para darnos cuenta de que también nosotros somos capaces de crear un mundo así? Como tantos animales nos recuerdan una y otra vez, todos estamos mucho más íntimamente conectados de lo que podamos imaginar. Quizá por encima de todo, este libro trata sobre confiar en esa conexión, confiar en el flujo de la vida, a medida que nos abrimos y experimentamos una unión más profunda entre cada uno de nosotros y Todo Lo que Es. Un grupo de animales muy especial señaló: “Es esencial que los seres humanos empecéis a despertar a vuestra conexión con la totalidad de la vida. Al abriros a los animales os abriréis también más profundamente a vosotros mismos. Éste es uno de los fundamentos de vuestra vuelta a casa”. Ojalá que nos abramos a este viaje. Que confiemos un poco más en nosotros y en cómo se van desarrollando nuestros propios caminos. Y que recordemos que todos, tanto seres humanos como animales, somos parte de la sagrada tela de araña de la vida.
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