MÚSICA COFRADE EN NUESTRA SEMANA SANTA

Crecemos en patrimonio

D. Víctor Martínez Vázquez / Graduado en Historia del Arte por la UNED.

En este espacio dedicado al aspecto patrimonial ahondaremos en lo que a nuevas incorporaciones escultóricas se refi ere; y es que en los últimos años la Semana Santa albaceteña se está nutriendo de nuevos pasos y conjuntos escultóricos de manos de jóvenes artistas nacionales. Nuestra Semana Santa tiene cofradías jóvenes, y de dos de ellas vamos a tratar en estas líneas. Si por algo se caracteriza el Lunes Santo de la ciudad es por el protagonismo que adquieren los cofrades más pequeños, que desfi lan desde hace ya bastantes años en un peculiar cortejo procesional, nutrido por tallas y pasos a pequeña escala, de gran fi delidad a los originales. El rico patrimonio infantil se ve dignifi cado por la primorosa labor de autores como el escultor F. J. Bermejo Martínez, el conocido taller de arte sacro Salmerón, los talleres de arte religioso de Olot, así como de artistas de reciente formación artística, protagonistas de las últimas incorporaciones a este desfi le, tales como Adrián Lema, I. M. Campos Olivares, y Paco Manzanera, del cual en este espacio trataremos, pues de sus manos ha salido la nueva talla infantil de Santa María Magdalena, obra original de José Zamorano, a cuyos grafi smos se ajusta. Paco Manzanera, proveniente de Catral, se formó en la escuela de artes y ofi cios de Orihuela, donde desarrolló su bachiller artístico. Mas tarde cursaría estudios de Bellas Artes en la Valencia y posteriormente en Italia, para fi nalmente enfocar su trayectoria artística al desarrollo del ofi cio escultórico, con la realización de numerosos encargos, tanto particulares, como para el panorama cofrade del sudeste nacional. Su creación imaginera nos lleva a la Semana Santa de nuestra ciudad con la réplica infantil de San Juan Evangelista. No obstante, lo que hoy nos ocupa es su reciente aportación de la talla de Santa María Magdalena, realizada sobre madera de tilo, de 75 cm de altura, policromada al óleo siguiendo el más puro estilo del hellinero Zamorano en su modelado. Se trata de una imagen de talla completa, que con la limitada meticulosidad que sus reducidas proporciones permiten, logra un justo y evidente parecido con respecto a la talla original, que se caracteriza por sus facciones perfectamente delineadas y marcado academicismo, cuyo rostro se ve enmarcado por una frondosa cabellera de mechones agrupados que singularizan la gubia de Zamorano, y que se deja caer en su hombro derecho al estilo murciano. La talla de vestir completa su iconografía con un ajuar textil adecuado a la impronta característica de la Santa, luciendo, asimismo, los atributos del Cáliz y el Crucifi jo.

Imagen infantil de Santa María Magdalena durante el proceso de talla en el taller de su escultor. Archivo de la Cofradía.