SAN BARTOLOMÉ APÓSTOL – ALMAGRO –
“Despertar para seguir soñando…“ Qué fácil es soñar cuando se espera, cuando se ama, cuando hay sorpresas de las buenas. No es nada fácil soñar en estos tiempos, ni siquiera los niños esperan las fiestas con ilusión, porque todos ridiculizamos y hasta hacemos mofa de lo más sagrado; de la armonía del calendario, de la responsabilidad, y hasta de la vida misma. ¡Que distinta es la fiesta, abuelo! Tan distinta que no puedo ni llamarla FERIA, ni esperar esas fechas con alegría contenida, ni guardar con ilusión unas monedas, ni santificar, profanamente siquiera el día de san Bartolomé. ¿Por qué, abuelo, por qué? ¿Quién nos ha robado la ilusión de la “cuerda”, de los “carruseles” y hasta del “turrón”; de los “polos” porque ni helados eran, de los “chozos” y hasta de la música en la plaza… ¡Todo eso pasó a mejor vida! Sí, así responden hoy los que no lo conocieron, dormidos en el ruido de la fiesta cotidiana. Quizá porque hoy, cualquier día, tenemos más placeres y satisfacciones al alcance de la mano que antaño en la feria. Y así andamos dormidos en la rutina de los fraudes y robos de lo incalculable, porque ¿cuánto valen las ilusiones perdidas? Queridos amigos, un año más llega agosto y con él, en la noria que gira y gira, las fiestas que por inercia nos obligan. Programa que no mejora el de cualquier otro día… difícil es sorprender, ni alegrar, ni despertar, al que duerme en el azar, sin esperar mejor día.
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Si la corrupción y el fraude no hubieran acampado en nuestra cultura, en nuestras vidas, en nuestra cotidianeidad, la fiesta hoy sería esa maravilla de días en los que la familia y los amigos disfrutan TODOS, de los mayores a los niños, del descanso que el calendario brinda para bien de TODOS. Pero no es así: unos se marcharan a la costa buscando alicientes, porque la feria es todos los años igual, otros porque hasta les sale más económico, y hasta alguno, por evitar parientes o amigos de posada y mantel barato, o por desconectar, por romper rutinas, vamos. Por eso hay quien se va en la feria. ¿Cómo despertar para seguir soñando alegrías e ilusión? Julio es siempre intenso con el Festival y agosto no acaba de darnos respiro ni frescura, porque ya no venimos de la era. Tendremos que reinventar la fiesta, si es que queremos disfrutar de unos días especiales en los que alegrarnos al unísono, como pueblo, de unos días en honor de un Patrón, de un modelo como san Bartolomé, en el que fijarnos para seguir soñando en el seguimiento de unos ideales humanos y cristianos, que nos devuelvan renovados los perdidos y despiertos, bien despiertos, tantos y tantos sueños. Por eso otros se quedan y vienen a las feria. FELICES FERIAS Y FIESTAS Cabildo de San Bartolomé