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SAN ANTONIO DE PADUA
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La primera procesión se celebró en el año 1961, después de que el Señor Toribio y la Señora Geno donaran al pueblo la imagen de San Antonio de Padua que ellos habían comprado en el año 1960.
La misa se celebraba en la ermita del monasterio, y a continuación salía la procesión que llegaba hasta casa de la Señora Geno, donde se guardaba la imagen del Santo.
Con la construcción del edificio de las escuelas se empezó a guardar allí la imagen, hasta el año 1973 cuando es inaugurada la iglesia.
En la madrugada del día 13 de junio los jóvenes acudían a por flores a la finca de los militares y a Carto España, y las varas las recogían en la finca de Maria Teresa, ubicada en la Calle Pato.
Mientras tanto en la iglesia ya esperaba la Señora Perpe a que los jóvenes trajeran las flores para adornar al Santo.
Ya despertada la mañana, el Alcalde junto con los dulzaineros acudían a buscar a la Reina y a las Damas a sus casas para ir hacia la iglesia y comenzar la misa en honor a San Antonio. En la actualidad durante la misa se sigue realizando la entrega de cargos por el Alcalde, el Juez de Paz y un miembro de la cofradía, colocando el bastón de mando sobre las andas del Santo.
Cuando termina la misa la Cofradía ofrece a los vecinos unos panecillos bendecidos por San Antonio a cambio de un donativo.
Los miembros más antiguos de la cofradía portan al Santo para sacarlo de la iglesia. Una vez en la calle, comienzan los ritmos de dulzaina, y bailando la jota se recorren las principales calles de La Flecha.
Al terminar la procesión el Santo regresa a la Iglesia, donde los fieles entonan el famoso canto de los Pajaritos de San Antonio.
En el año 2017 la imagen de San Antonio sufrió una restauración debido a su deterioro por el paso de los años. Los gastos de esta restauración fueron sufragados con ayuda del Ayuntamiento y con la contribución que hizo la cofradía con lo recaudado en la venta de calendarios, cuotas de los socios y aportaciones de los vecinos.
El 18 de marzo de 2018 la imagen de San Antonio sale por última vez de su antiguo templo, portada por sus cofrades, para ser trasladada a la Parroquia de Nuestra Señora de Lourdes, su nuevo hogar, ubicado detrás del Ayuntamiento.
En los últimos años el Ayuntamiento elabora una alfombra floral a las puertas de la iglesia para que el Santo y sus fieles bailen sobre ella en su regreso al templo.
