JUEGOS POPULARES

Algo que unía a todos los vecinos de la localidad en las fiestas de Arroyo eran los juegos populares. Tradicionalmente se jugaba a la cucaña en la que los vecinos más atrevidos trepaban hasta lo más alto del palo.

También se jugaba a los pucheros que son piñatas llenas de dulces, harina, huevos… pero en puchero de barro sin cocer. El jugador con los ojos vendados debe golpearlos con un palo de madera y descubrir su contenido.

Otro juego era la carrera de cintas, antaño se jugaban a caballo y en la actualidad se hace en bicicleta. Consiste en tener la habilidad necesaria para desenroscar una cinta colocada en una argolla, y alguna de esas conllevaba premios.

En las inmediaciones de la ribera del río se celebraba otra juego popular; la suelta de un cochinillo untado en grasa que debía ser atrapado por los vecinos más valientes y habilidosos. El que lo conseguía se lo llevaba a casa. Este tradicional juego no ha continuado, quedando como un recuerdo para la historia.

Los juegos populares se dividían en dos días: el de solteros y el de casados, aunque esto se fue modificando en el tiempo.