CAMPEONATO DEL MUNDO
PRIMER CAMPEONATO MUNDIAL DE PUZZLES Quizás fuera del mediático empuje turístico que empuja a millones de personas a apretujarse en las playas de Levante o en las colas a la Sagrada Familia, o a consultar el calendario de mareas para visitar As Catedrais, Valladolid es una de esas ciudades alejadas de cualquier runrún de agencia de viaje o paquete vacacional del Imserso. Sin embargo, en los lugares en donde aparentemente no hay un Museo del Prado que asegure el lleno en los hoteles, suelen esconderse las sorpresas más tremebundas, no solamente a precio de saldo, sino alejadas de la otra cara de la moneda del turismo: los precios por las nubes, las colas y el estrés por hacerse el selfie y los descuideros que hacen su agosto. Valladolid es una ciudad excepcional, que desde el primer momento invita a quedarse. Encierra pasajes que podrían entroncar con otra época y servir de escenario a las películas españolas de los años cincuenta o sesenta en los cuales impartían magisterio Juan Antonio Bardem o Pedro Lazaga, cada uno en su registro. Es posible imaginarse a los protagonistas de Calle Mayor riéndose de la espléndida Betsy Blair en los rincones del excepcional Pasaje Gutiérrez, o a Paco Martínez Soria cargando con su maleta debajo de las pérgolas de la Plaza de España en medio de los puestos de verdura o tropezando con los chavales que intercambian cromos de fútbol los fines de semana. O a José Bódalo y Antonio Ferrandis en la grada popular vacía del José Zorrilla hablando de cuando corrían la banda en sus tiempos mozos. Y también es posible imaginarse a Will Smith intentando pillar a su díscolo robot en el escenario futurista de la Cúpula del Milenio.
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Precisamente la Cúpula del Milenio ha sido el escenario que en 2014 empezó a formar parte indisoluble de la historia de los eventos puzzleros españoles con el memorable Reto Salvaje, que congregó por primera vez a un número respetable de aficionados extranjeros. Siguieron tres ediciones más del Torneo Ciudad de Valladolid con una maratón de ocho horas y una prueba individual, sábado y domingo respectivamente de la última semana de septiembre. Y en 2019, el Primer Mundial de Puzzles, que conservaba la estructura de aquellas tres ediciones anteriores, pero añadía al sabroso guiso una
contrarreloj por parejas. Imposible resistirse a semejante banquete. Y así lo entendieron las más de mil personas que durante el fin de semana del 28 y 29 de septiembre de 2019 se congregaron en la Cúpula. Otro de los Momentos Cero en el mundo del rompecabezas. El Primer Mundial de Puzzles ha sido la primera oportunidad clara de constatar en el ámbito internacional quiénes son los puzzleros más rápidos y más coordinados. Desde finales de junio en que fue anunciado el evento, los aficionados tuvieron tiempo de reflexionar sobre quiénes serían los candidatos al triunfo. Innumerables opiniones y quinielas empezaron a circular en foros internos y corrientes de opinión. La figura de la británica Sarah Mills empezó a cobrar cierta aura mística, empujada por sus tiempos de dos horas en montar un 1000 en el Festival de Newmarket. Desde la Siberia del Sur los rusos de Novosibirsk se sentían muy fuertes y declaraban que venían a llevarse todos los premios posibles. Las puzzleras de la República Checa, sin decir una palabra más alta que la otra, también eran colocadas en los puestos punteros. Las ausencias de los franceses Sophie y Patrice De Goncourt – considerados como la mejor pareja del mundo - y de la mexicana Emma «Speedy» González se lamentaban, ya que su fama les precede de manera decisiva. En cuanto a los españoles punteros, nadie conocía cuáles iban a ser sus prestaciones a pesar de antecedentes como Hannut o las dos últimas ediciones del Campeonato de España, en las que acababan doblegando la rodilla frente al rodillo ruso. Y de otros países participantes (hasta 38), el conocimiento era prácticamente nulo o llegaba de rumores difusos: que si en la red tal participante hizo un tiempo de tal en no sé qué campeonato, que si el jet lag puede afectar, el calor… En la Maratón Por Equipos de 8 horas no hubo sorpresas y entre rusas y checas se repartieron todo el botín. La versión reducida del conjunto que arrasa en Hannut desde 2017– el Siberian Team – finiquitó las 5000 piezas de los cuatro puzzles en poco más de la mitad del tiempo estipulado, sacando once minutos de ventaja a los Czech Dragons, 18 a Russia Stella-Puzzler.su – otra edición reducida de los
