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Amanecer en... Ayamonte. Manuel Alberto Vázquez Berrones
Amanecer en...... Ayamonte
Dedicado a la Comunidad de Padres Paules
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Las puestas de sol en Ayamonte son preciosas, para algunos incluso famosas, sin embargo, nunca he escuchado nada sobre sus amaneceres.
Los amaneceres de Ayamonte están más ocultos por las construcciones urbanas, no está el Guadiana de por medio, como en las puestas de sol y, por supuesto ocurre a unas horas en las que la mayoría, no hemos despertado del día anterior.
Me quiero referir a los amaneceres porque con ellos se inicia el nuevo día, que debe de llegar siempre con el optimismo de conseguir nuevos proyectos, de crear nuevas ilusiones y de esperar buenas noticias. Si miramos el cielo de un amanecer ayamontino, nos debe dar igual que esté poblado de nubes o que se vea el brillo de nuestra Costa de la Luz.
Iniciamos la jornada con esa ilusión de lograr en ella un programa deseado.
Y siempre nos encontramos con novedades, algunas más de nuestro gusto que otras y algunas tan inesperadas como inoportunas.
Una mañana me sorprendió y me agradó notablemente una noticia: que la Congregación de Padres Paules había hecho una donación a la Fundación Tejada de la Santa Caridad de Quinientos mil Euros.
Estoy seguro que a todos los ayamontinos les agradaría también esta noticia, pero lógicamente para mí fue de forma especial, ya que siempre estuve convencido de que el patrimonio de este tipo de entidades, en Ayamonte deberían de ir incrementándose, como así ha estado sucediendo, durante muchos años.
Pero cada amanecer no trae, siempre , buenas noticias y más recientemente me llega la de que esa misma Comunidad de Padres Paules decide abandonar Ayamonte.
Han sido más de cien años con nosotros, han habido muchos sacerdotes de esa Comunidad tan ejemplares como queridos.
Me acuerdo del Padre Cid, del Padre Castaños, aunque estos solo serán recordados por ayamontinos, mayores, como yo.
El Padre Gutierrez con su Casa del Niño, el Padre Abad con la creación de la Asociación de Jóvenes de la Medalla Milagrosa: con su rondalla, sus tómbolas, su caseta de Feria y sobre todo sus obras.
El Padre Fernando que nos casó a Mary Leo y a mí. Pero sobre todo con la cantidad de obras que se hicieron en su época.
El Padre Ismael, profeta, como lo calificó así el Padre Manuel en una de sus últimas homilías, y que con su gran humildad hizo tanto, como la de crear nuevas Parroquias en Ayamonte.
Y en la actualidad al Padre Manuel y al Padre Sergio, que continúan con un aire de renovación, no sé si decir modernización y que, además de sus obras dan a las Eucaristías ese aire vivo que gusta tanto a forasteros y nativos.
Y, si además, tenemos a un ayamontino que nos visita frecuentemente, porque además de ser su misión, lógicamente le gusta venir a su pueblo, como le pasa a nuestro hermano Juan de la Rosa, que ostenta un cargo importante en la Congregación.
Por todo ello y como no me resigno a que los PP. Paules se vayan de Ayamonte, desde aquí quiero aportar mi granito de arena, con el deseo de que se convierta en una inmensa duna, para ver la forma y manera de lograr que se queden.
Como puede tratarse de un problema provocado por el dinero, y los problemas que crea el dinero siempre pueden tener solución, pienso que o bien partiendo del Obispado, del Ayuntamiento o de alguna Agrupación que se cree para este fin, tratar de lograr rentas de los ayamontinos, para evitar que se cumpla el anuncio de que después de más cien años los Paules se van.
Manuel Alberto Vázquez Berrones Imágenes César Ignacio Carnacea Garcés