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El camino de los corzos. Pedro Ojeda A solidao Dos Trópicos. Joao Miguel Pereira. Fotografía: Carlos
El camino de los corzos
Me pregunto si ya está todo dicho, consumado y hecho.
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Pronuncio arrayán y todo tiende hacia el negro azulado en la ribera, cuando el otoño nos salva del calor y se amuella la vida y la luz se calma y no ciega.
Se recoge el mundo entonces hacia el silencio y la labor callada. En la umbría, hay un temblor de frío. Necesita la vida nuestro otoño, que pasemos al fin, que otros sucedan.
Acampo para velos pasar entre los mirtos, junto a la orilla, jóvenes, vigorosos, sanos. Los saludo a veces, cuando se detienen un segundo, sin contarles historias de los muertos que se echaron al mundo, codo a codo, conmigo. Les indico el camino de los corzos y la marca del lobo que los sigue. Los veo partir, decididos, con el paso firme de quien traza un plano del nuevo mundo.
Atizo el fuego, se avecina el mal tiempo.