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4. MENDILUZ: Luis Sendino

Mendiluz

Texto: Luis Sendino Fotos: Joseba Endika Ruiz Guinea

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Visitar un Campo Santo es una de las maneras más fáciles de realizar un estudio sociológico de una población. Damos, en el caso de Bermeo, un corto paseo y nos encontramos en uno de los lugares más entrañables, tranquilos y con una de las vistas más hermosas de la Villa. Pero todo lo que vemos no es verdad y mucho menos los cantos de los poetas que pueden ser preciosos pero no precisos. Dice Jorge Manrique en sus “Coplas a la muerte de su Padre”:

“Allegados, son iguales Los que viven de sus manos Y los ricos.”

No hay más que entrar al recinto para ver que unas personas descansan en lujosos panteones, mientras otras reposan los “pobreticos” en el lecho de nuestra madre tierra. Aunque la verdad ya tengo la duda de si nuestra madre, es la madre tierra o la mona Lucy. Mausoleo hay en el cementerio que hasta capilla particular tiene. Afortunadamente ya ha desaparecido aquella zona llamada “cementerio civil”, donde en extraña mezcolanza estaban suicidas, ateos y ateas, personas adúlteras y en general gente que pensaba distinto al común de sus paisanos. Pero sigamos con los poetas. ¿Quién no ha recitado alguna vez a Bécquer? Pues bien el poeta sevillano dice en su Rima LXXIII:

“¡Dios mío, que solos, Se quedan los muertos!”

Yo no sé si en los cementerios sevillanos hay mucha o poca gente, pero en nuestro Mendiluz todas las mañanas hay un grupo de señoras y señores que adecentan las tumbas, rezan o simplemente mantienen una conversación. Es una delicia en los días despejados asomarse a la parte que da a la mar, entre la brisa y el run run que llega rumoroso de las olas dan ganas de quedarse un rato para unirse con el Karma, o por lo menos relajarse un poco. Vamos por la última cita de poesía para comprobar que son muy poco científi cos en sus planteamientos sobre el gran rito de paso de nuestra vida. El autor es D. Ramón de Campoamor en su obra ‘¡Cantares!’:

“¡Duerme en paz! Dicen los buenos. ¡Adiós¡ dicen los demás. Un Filósofo. ¡Uno menos! Un poeta. ¡Un ángel más!”

A este Campoamor nuestro D. Pío Baroja no lo apreciaba mucho como poeta y decía de él que era un cantor de aleluyas. Un buen ejemplo es el que hemos seleccionado para ilustrar nuestra teoría, pero no nos podría negar D. Pío que D. Ramón tenía su gracia. La entrada a Mendiluz es espectacular dentro de su sencillez. No debemos olvidar que su arquitecto fue medalla de oro en 1910 en la Exposición de Bellas Artes. Efectivamente Teodoro Anasagasti Algan fue el autor de la obra ganadora titulada “Cementerio ideal dedicado a una catástrofe Marina”. Un pequeño paseo nos lleva desde la entrada del cementerio a la Capilla escoltado por panteones a los dos lados, que a veces nos recuerdan la avenida de las Esfi nges entre Luxor y Karnak. El primer panteón de la izquierda de esta avenida pertenece a Teodoro Anasagasti Algan, aunque no esté enterrado en él. Es curioso pero los próceres Bermeanos de primeros del XX no están enterrados en Mendiluz y no es D. Teodoro el único ejemplo como veremos más adelante. Teodoro Anasagasti nació en Bermeo en 1880 y murió en Madrid en 1938 de unas fi ebres mientras se dedicaba al frente de una unidad civil al desescombro de los edifi cios afectados por los bombardeos del ejército franquista. Con 16 años marcha a Madrid a estudiar arquitectura y aprovecha su facilidad para el dibujo para tomar clases con el pintor Marceliano Santamaría. Esta facilidad para el dibujo se verá en gran parte de su obra y sobre todo en un cuaderno de viaje que realizó por la provincia de Huesca en una excursión con

sus alumnos de la Escuela de Arquitectura. Sí, porque Teodoro fue profesor de la Escuela como su suegro López de Sallaberri uno de los mayores defensores del eclecticismo en la arquitectura del momento. Pero no adelantemos acontecimientos. Termina la carrera D. Teodoro en 1906 y en 1907 es nombrado arquitecto Municipal de Bermeo.

Carta de Anasagasti a José Garavilla a la sazón Alcalde de Bermeo jurando amor eterno a la Villa. Aunque Teodoro no se portó mal con su pueblo, De sus honorarios por el ensanche bermeano donó 1000 pesetas al pueblo.

Anasagasti diseña el ensanche bermeano, aunque no puede verlo concluido pero si evitar el derribo de la Torre de Ercilla. Se ve que la idea de levantar rascacielos y áticos ya estaba muy arraigada entre los constructores bermeanos desde hace mucho tiempo. A veces pienso que es algo genético. Gracias también a él conservamos el único trozo de la muralla medieval, el Arco de San Juan. En esta época comienza el trabajo del panteón Erezuma que recomendaría visitar en el cementerio de Mundaka. De él dice Pedro Navascués “Su magnífi ca arquitectura que no hemos querido ni sabido conservar, tan solo el triste y modesto Cinema Pavón (1924) en la Calle Embajadores permanece” “En Anasagasti se descubre un temprano degustador de los que serían principios de la arquitectura funcional” (Madrid). He traído esta cita porque Anasagasti fue uno de los impulsores de la utilización del hormigón en los grandes espacios, por eso en Madrid diseña cuatro o cinco teatros y cines.

No es fácil de defi nir la escuela de arquitectura a la que pertenece, su sólida formación y sobre todo su aprendizaje gracias a la beca que le otorga la Academia de España en Roma le permite viajar por toda Europa empapándose de las nuevas tendencias que había en Centro Europa, pero la que le causa más admiración es la Escuela de Viena, aunque también se asombra con la Bauhaus. Estas infl uencias no le hacen desdeñar el pintoresquismo tan de moda en el país, pero también la conservación del patrimonio artístico y así lo vemos trabajando en la restauración de la Capilla real de Granada o en el Carmen de Rodríguez Acosta en la Alhambra. No podemos olvidar la labor de Anasagasti como divulgador con sus artículos en la revista “La Construcción Moderna” de la que llegó a ser director y posteriormente creó la revista ANTA. En esta labor de divulgación destaca su libro “Hundimiento, grandes estafas de la construcción” (Madrid 1931) donde teoriza sobre las burbujas inmobiliarias. Su inquietud social le hace construir viviendas sociales en Mieres y las ciudades jardín de Lápice e Irún. El siguiente mausoleo al de Anasagasti es de un Nardiz probablemente algún pariente de su padre que llevaba ese apellido. Estos Nardiz fueron uno de los linajes que dominaron Bermeo durante más de dos siglos y de uno de sus descendientes, vamos a hablar a continuación. Se trata de Venancio Nardiz que tampoco está enterrado en Mendiluz, pero al menos su viuda Doña Juana Uriarte regaló el panteón familiar a la Residencia de Ancianos. El Panteón se encuentra al fi nal de la avenida central a su derecha y pegando a la capilla. Don Venancio probablemente estará enterrado en el Cementerio de Derio, pues a su muerte en 1940 el antiguo cementerio de Abando, que era donde vivía, ya había desaparecido. Fue marino de carrera, en 1895 lo encontramos como guardiamarina en el viaje de circunnavegación enrolado en la corbeta Nautilus. En 1898 lo encontramos a bordo del crucero Reina Mercedes intentando bloquear el canal y utilizado como batería fl otante para que defendiera la bocana de Santiago. Ya sabemos el fi nal de la historia, el Reina Mercedes fue hundido y Nardiz herido. D. Venancio continuó con su carrera militar y así lo encontramos el 21-11-1908 como teniente de navío y nombrado Comandante del cañonero Mac-Mahón. El 17-10-1918 encontramos su ascenso como capitán de corbeta. A partir de esta fecha aunque continúa trabajando en la Armada ya lo hace en destinos administrativos. Aunque en 1912 lo encontramos como ayudante del Rey

Alfonso XIII con motivo de la visita del Soberano a Bermeo con motivo de la Galerna con 116 víctimas bermeanas. Gana su acta de Diputado por Vizcaya en las elecciones de 1920 y 1923 presentándose por el partido Liga de acción Monárquica. A las siguientes elecciones le sucede en el puesto su hermano Enrique, parece que D. Venancio, oliéndose la tostada apuesta a caballo ganador y apoya al después dictador Primo Rivera.

Panteón donado por Doña Juana Uriarte, esposa de Venancio Nardiz a la Residencia.

Este apoyo a su movimiento le valió por parte del Dictador el cargo de Comandante de Marina de Bilbao, antes lo había sido de San Sebastián. Su hermano Enrique como Venancio solicitaron el Marquesado de Atela lo que les fue denegado. También apoyó a Franco en su alzamiento. Fue nombrado hijo predilecto de Bermeo en 1924 y se da su nombre al muelle por sus favores a la Cofradía de Pescadores y a éstos en particular. Pero lo que decíamos antes no está enterrado en el pueblo. Y este es un pequeño bosquejo de nuestro cementerio, yo recomendaría que lo visitarais.

Bibliografía:

· Diario Ofi cial del Ministerio de Marina. Madrid, 23 de noviembre de 1908. · Archivo histórico de la Villa de Bermeo. · Anasagasti Teodoro. ‘Hundimiento y grandes estafas de la construcción’. Madrid. Aguilar. 1931.

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