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Colaboraciones literarias particulares
En Memoria de Eduardo Vidal García, “El Tuerto”
Ángel García Verduch
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Corrían los años sesenta. Vivía en mi casa natal, calle Pelayo número 3, de Cheste, junto con mis hermanos, padres, abuelos y tía. Yo tendría unos cuatro años, aproximadamente, y empezaba a descubrir el mundo que se abría más allá de mi calle. Todas las tardes vivía una gran aventura, acompañar a mi abuela Filomena a la vaquería de la tía Raquel, que estaba en la calle Barón de Cheste número 32, para traer la leche que necesitábamos en casa. Siempre tenía que pasar un pequeño mal trago, pues cuando me veía la tía Raquel, dejaba de ordeñar a la vaca, me cogía, me levantaba, me abrazaba y me gritaba... Angeliiiiin!!!. Yo sabía que pasaba pronto y luego venía la tranquilidad. Fue en la vaquería donde vi por primera vez al tío Eduardo, el marido de Raquel, hombre enjuto, de mediana estatura, pelo peinado hacia atrás, de movimientos enérgicos y precisos. Andaba entre las vacas y a la vez que les daba una palmada en el lomo a modo de saludo, repartía paja con los pies por todo el establo. Yo creía que allí se encontraban las vacas más grandes del mundo y que daban leche para todo el pueblo.
Fui creciendo, estudié en el instituto Jose María Haro Salvador, después en la Universidad Laboral cursé magisterio y al acabar tuve que ir a la Marina para hacer el servicio militar, año y medio por la zona del estrecho de Gibraltar en un patrullero de vigilancia costera.
Cuando acabé el servicio militar volví al pueblo y me dediqué a aprender esperanto con Enrique Arnau, a preparar oposiciones, pero con pocas ganas... y me pasó por la cabeza pedirle trabajo a Eduardo Vidal, “el Tuerto”, sabía que dirigía a un grupo de jornaleros. En aquellos tiempos, salvo los días de lluvia, siempre había trabajo en el campo, y me dijo: “Veas!!!... mañana a las seis y media acude a la Agrícola con almuerzo”. Yo pensé, rápido va esto....
Fui a la cita el día siguiente, y empecé a ver cómo funcionaba el sistema. Las personas que iban a trabajar al campo acudían a la Agrícola y Eduardo se encargaba de distribuirlas, organizar los coches para desplazarse, algunos también utilizaban motos, y explicarles el lugar y el trabajo que tenían que hacer. A la hora prevista salían todas las personas a realizar los trabajos agrícolas que eran necesarios. Allí conocí a la base de la cuadrilla y lo normal era llamarse por el apodo: Picola, Merengue, Suchet, Churumbel, Pacal, Currito, Falcas, Colilla, Mueña,… Eran tiempos todavía cercanos. No sabíamos de número ni porcentajes de personas en el paro, pero sí que quién quería trabajar lo tenía fácil. El polígono industrial de Cheste empezaba a pegar fuerte, la factoría de LOIS trabajaba a tres turnos y las personas que querían incorporarse a trabajos agrícolas tenían las puertas abiertas de par en par. Venían de camino, pero todavía no conocíamos qué era el riego por goteo, el teléfono móvil, ni un control de alcoholemia. Con la balsa de riego de “la Safa” todo el mundo tenía piscina a un precio y con un horario inmejorable. En aquellos tiempos todavía se podían ver en el frontón partidas de pelota valenciana con alto nivel. Quién quería ir a discoteca podía “triar” entre la Montecristo o la Adán y Eva.
Había muchas personas que plantaban cebollas en plan serio y si acertaban el año podían convertirse en los reyes del mambo. El producto que nunca fallaba era la uva “roya”, también conocida como uva de cardinal. Entre Godelleta y Cheste servían este
manjar a media España. A mediados del mes de julio empezaba la campaña y esto movilizaba a gran parte de la población. Nuestros mayores nos contaban que en más de una ocasión era mayor el valor de la cosecha que el de la finca, lo máximo en agricultura. Lamentablemente, todo lo contrario a la situación actual. Las dueñas de la carretera eran las vespinos y mobylettes. Entre coches abundaba la marca Renault y ya ganaba el modelo R6 al 4L.
Seguramente yo soy el menos indicado para contar todo esto, porque con la cuadrilla del Tuerto, solo estaría unos tres años. Por aquí pasaron muchas personas del pueblo y otras que no lo eran. Cuando venía alguna persona a Cheste y buscaba trabajo, era muy frecuente oír… “Ve a la Agrícola y pregunta por el Tuerto”. Eduardo era el intermediario entre patrones y jornaleros y se encargaba de coordinar el trabajo agrícola para que este sector funcionase de la mejor forma posible. En aquellos años estaba todo menos mecanizado y era necesaria mucha mano de obra. El grupo de jornaleros era numeroso, recuerdo que también venían compañeros de Chiva. El radio de acción, también era muy extenso, íbamos a coger patatas, naranjas, plantar cebollas y otros trabajos por Liria, Villamarchante ,Benisanó, Benaguacil, Paterna.... Durante el tiempo que trabajé con él, jamás le oí contar cosas sobre su paso por la escuela, de lo que deduzco que iría poco o jamás. Le tocó empezar a trabajar a temprana edad, como era habitual en esa época, pero era capaz de llevar un registro exhaustivo en una minilibreta de bolsillo, de todas las personas que habían trabajado durante la semana, quién había aportado vehículo, horas extras... Eduardo pasaba la cuenta a los patrones y el sábado tarde todo el mundo a cobrar. En aquellos años, Eduardo gestionaba más empleos que muchas ETT (Empresa de Trabajo Temporal).
Siempre admiré a Eduardo, no tenía mucho músculo, pero llevaba un gran motor. Era capaz de ir a trabajar al campo durante todo el día a trabajos pesados que ya han pasado a la historia, y después del trabajo ir a segar un carro de hierba para sus ocho vacas él solo. Al llegar a casa, a descargar la hierba, arreglar los animales y a la Agrícola para organizar los “tajos” del próximo día. Trabajador incansable, grande entre los grandes y duro entre los duros. La labor que desarrolló Eduardo durante varias décadas no estaba libre de conflictos. Él debía procurar que las personas que necesitaban peones quedasen contentas y los trabajadores también. Tenía mano izquierda para dirigir a la cuadrilla y en alguna ocasión si era necesario impartía justicia certera y rápida. También intervino en mejoras laborales y en las subidas de los salarios de los trabajadores
Estudiando Magisterio aprendí Pedagogía, a hacer programaciones didácticas y muchas cosas más, pero no sabía que en mi pueblo había otra Universidad a la sombra que dirigía Eduardo Vidal. Con él aprendí también muchas cosas importantes para poder navegar por la vida que nos ha tocado. Guardo muy buenos recuerdos de mi paso por esta cuadrilla.
Al cabo de tres años, comencé a trabajar en la Escuela de Personas Adultas de Pedralba y le dije a Eduardo que ya no iba a poder seguir con ellos, él me dijo: “Pues nada, se entiende, suerte... pero te voy a dar un consejo, coge la “asá” por lo menos una media hora a la semana, si puede ser más, mejor, y si en algún momento quieres volver, ya sabes dónde estamos”. A su modo me quería decir que no me acomodase mucho por si había que volver al “tajo”. La verdad es que hice caso al consejo y nunca me he llegado a ir, al contrario, no me imagino mi vida sin cultivar la tierra.
Eduardo nació el 27 de julio de 1932, era el mayor de cuatro hermanos, quedó huérfano de padre a los dieciocho años y su madre padecía una grave enfermad. Tuvo dos hijos, Raquel y Eduardo. Falleció el 12 de septiembre de 2007 con setenta y cinco años. La labor social que desempeñó Eduardo Vidal, de forma altruista, fue espectacular. Creo que nuestro pueblo está en deuda con él. Está muy bien tener calles y plazas dedicadas a personas ilustres y a las que tanto debemos, como a Manuel de Falla, Rosalía de Castro, doctor Fleming, Clara Campoamor... pero creo que nuestros/as gran reservas, nuestros/as pata negras, también deben de tener algún lugar en el pueblo para recordar lo que fueron y la labor que realizaron. Esto es historia reciente, pero, a mi juicio, creo que tiene bien merecido este reconocimiento. Insto a las autoridades locales a coger el testigo y conceder alguna calle, plaza o jardín a Eduardo Vidal “El Tuerto”. •
Ciencia y convivencia.
Ángel Maquieira Catalá | Junio 2022
No es fácil escribir un artículo ameno sobre ciencia dirigido a mis conciudadanos. Por ello, a continuación, hablo sobre la trayectoria formativa de mi generación reflexionando sobre el esfuerzo humano y económico que en este pueblo se hizo y se hace en el ámbito del conocimiento, especialmente el técnico y el científico. También dedico una parte relacionando formación y futuro.
En primer lugar, quiero aclarar que cuando hablo de ciencia me refiero a toda ella, no queriendo caer en la típica división entre ciencias y letras y menos entre “productividad” o “poesía”. Desde hace años, bastantes, parece que los conocimientos científicos y tecnológicos relacionados con las ciencias naturales o experimentales, son los más reconocidos socialmente. Esto es un error porque lo humanos necesitamos de todo el saber y la experiencia, sin dejarnos nada, incluida la música, muy arraigada entre nosotros.
Después de este preámbulo, les puedo decir que cuando empezamos a estudiar los de mi generación, nacidos alrededor de 1950, éramos muy pocos ya que la mayoría de jóvenes, al salir del “Grupo”, o antes, ya iban a trabajar, marcando una gran diferencia con estudiar. Se pensaba que estudiar no requería esfuerzo y apenas se reconocía contar con gente formada.
Ser estudiante se consideraba un privilegio asociado a las familias “pudientes” y aunque en parte era cierto, la mayoría por no decir todos los que estudiábamos en Cheste no éramos de familias ricas, ni estábamos internos en un colegio. En aquel momento, estudiar en el pueblo era un empeño basado más en la voluntad de dar formación y posibilidades a los jóvenes, que en los medios disponibles. Para ello, se organizaron las enseñanzas de bachiller elemental, incorporando a unos 50 alumnos en torno a lo que se denominó La Academia, que sin duda fue una iniciativa encomiable, que se adelantó a su tiempo y dio grandes frutos. Prueba de ello es que, durante años, hasta que llego el Instituto, el número de estudiantes de Cheste, en todos los niveles formativos incluido el universitario, era muy superior al de la comarca. Ello, en buena medida, se debió al papel pionero inicial y a que el transporte ferroviario (el famoso Ferrobús) facilitaba continuar estudios en Valencia. Además, se estaba entrando en una etapa económicamente muy favorable. Coincidieron circunstancias que permitieron estudiar, prescindiendo de ingresos sin comprometer gravemente la economía familiar, ya que un estudiante gasta y no aporta un jornal.
En aquel momento, entre 1960 y 1964, en mi promoción éramos 14 alumnos, de ellos un tercio chicas. Todos acabamos el bachiller elemental. Después se pasaba a estudios superiores y seguían los universitarios, que finalizamos 6 alumnos de la promoción (2 magisterio, 1 peritaje industrial, 2 licenciados en ciencias y 1 en historia). Estos resultados, sin duda fueron magníficos ya que corresponden a una tasa de éxito del 42,8% en estudios superiores y del 100% en bachiller elemental. A nivel nacional, de los alumnos que superaron la reválida de 4º en 1962, solo el 21% acabaron una carrera universitaria. Por tanto, aquellos resultados se pueden calificar de notables incluso si los comparamos con los actuales.
A partir de aquí fue aumentando el número de estudiantes debido al crecimiento demográfico, a la oferta de trabajo tecnificado y a que las familias veían más claro que estudiar convenía, con ventajas laborales y sociales. A ello ayudó sin duda la mejora y diversificación de la economía, dejando definitivamente atrás penurias de todo tipo.
Producto de estos cambios fue la mejora y ampliación de las instalaciones educativas y los medios humanos. Se ubicó en Cheste la Universidad Laboral, además del ya existente CEIP Giner, se añadió el CEIP Blasco, Escuela infantil (Guardería). Mención especial merece el haber conseguido, contra viento y marea, tener aquí un instituto de enseñanza secundaria, y lo más importante con su dotación de profesores especializados. Digo esto porque en mi promoción los profesores no eran licenciados sino maestros y alguno ni eso. A pesar de ello hay que agradecerles el papel determinante que tuvieron, formando parte un germen inicial que junto a las familias ha llevado a que Cheste tenga un nivel de estudios notable y destacable respecto a nuestro entorno.
Un aspecto interesante a considerar es el relacionado con el volumen de recursos económicos y sacrificios que las familias invirtieron e invierten en la formación de sus hijos para acceder especialmente a estudios universitarios, ya que mayoritariamente estos se sufragan con recursos propios, aunque no hay que olvidar que el Estado también cubre una parte de importante
de este gasto, concretamente 8.983 euros/año por estudiante (Dato de 2020).
Así, nos encontramos con que fue el empeño pionero de algunos chestanos junto con recursos procedentes de la economía familiar, especialmente agrícola, los que hicieron posible una mayor capacitación, abriendo el acceso a campos profesionales impensables. Ello ha conducido a que Cheste se encuentre desde hace años con un gran número de personas altamente cualificadas, revelando el empeño del pueblo en progresar, buscando nuevas oportunidades económicas.
Resultado, se han invertido ingentes cantidades de recursos y no poco patrimonio en formación, buscando un mejor o nuevo horizonte profesional. Llegados aquí, desde hace tiempo me preocupan las consecuencias que pueda tener para Cheste esta importante transferencia de recursos humanos, significando a nivel local una pérdida económica y socialmente relevante.
Debido a la diversificación de la sociedad, a la globalización y a la falta de oferta laboral a nivel local, cada vez más, nuestros “estudiantes” trabajan “fuera de casa” y se insertan, en no pocos casos, irreversiblemente en otros ambientes. Según las estadísticas, actualmente 95 chestanos aparecen registrados como residentes en el extranjero, la mayoría por motivos laborales. A ellos hay que añadir un mayor número, que no viven en el pueblo, repartidos por España. Tampoco hay que pasar por alto que la población de Cheste aumenta debido a la inmigración, que actualmente alcanza unas 350 personas.
Nos encontramos con que ha tenido lugar una trasformación social sin apenas contrapartida. En cierto sentido, también se ha producido un vaciado importante, aunque no se trate de despoblación como en otras partes de España. La lejanía y el vivir en ambientes diferentes hacen que el núcleo familiar primario se disperse, dando lugar a un vacío afectivo considerable y frustración ya que los hijos solo vuelven a casa por Navidad y no siempre. Tampoco a S. Lucas, fallas u otras fiestas o acontecimientos locales. Aunque esta tendencia se mantendrá y en buena medida está fuera de nuestro alcance controlarla, es necesario pensar en cómo actuar de cara al futuro. Una vez más las circunstancias nos plantean un reto importante: conciliar desarrollo profesional y económico, manteniendo una estructura social y cultural propia. En concreto, un nuevo modelo de pueblo y convivencia.
Estamos en una situación social y económica cambiante que unida a la experiencia de la COVID-19 y otros eventos inesperados la hace incierta. Por ello, habría que tomar iniciativas personales y de conjunto con el fin de mejorar nuestro modelo actual. Teniendo en cuenta los retos que se plantean y las herramientas de que disponemos, el objetivo sería vivir en una sociedad dinámica, económicamente prospera, socialmente vital y bien formada que soporte los movimientos de población y los desafíos ambientales. Dicho así parece imposible, pero no estamos tan lejos de la meta puesto que nuestra sociedad, para una porción significativa de personas, ofrece soporte económico y social suficiente. Por ello, en buena medida conseguir una sociedad mejor es posible aquí. Se trata de armonizar, unir esfuerzos y conjugar intereses.
Más en detalle. Primero, para emplear personal cualificado o muy cualificado hay que disponer de empleo cualificado. Obvio. Para ello, en la medida de lo posible, hay que definir cuáles son nuestras ventajas, qué se puede hacer y cómo llevarlo a cabo. Hay que buscar la implantación de empresas intensivas en trabajos cualificados a resguardo de la robotización inminente y de la implantación de herramientas informáticas excluyentes. Hay que tratar de generar polos tecnológicos que incluyan actividades industriales y de servicios, estas últimas cada vez más importantes en la toma de decisiones. Los polos pueden ser temáticos, por ejemplo de salud, no tienen por qué hacer humo. Hay que buscar la internacionalización de las actividades. También hay que pensar en empresas del ámbito agrario en donde hay mucho por hacer y bastante que aportar por nuestra parte en cuanto a experiencia, iniciativa, infraestructuras e historial. Otro aspecto importante es implicar a esos chestanos que viven fuera y estarían interesados en colaborar en ese germen que nuevamente debe impulsar a la sociedad chestana.
Segundo. Sabemos que nuestro entorno tiene ventajas importantes en clima, situación geográfica estratégica y comunicaciones, nivel de infraestructuras y servicios, oferta de mano de obra cualificada. A todo ello hay que añadir unas instalaciones estratégicas como las de la antigua universidad laboral, muy desaprovechadas e infrautilizadas, a las que los sucesivos gobiernos no han permitido que Cheste las administre o al menos saque provecho de ellas. Es este un asunto clave, de difícil solución, pero que hay que perseguir.
La Pandemia ha puesto de manifiesto que se dispone de herramientas de comunicación y gestión muy potentes que además se ajustan muy bien al tipo de actividad laboral que prevalecerá a partir de ahora, basada en una cualificación elevada y versátil, reducción del esfuerzo físico, trabajo deslocalizado, mayor responsabilidad social (aquí ya no vale cualquier forma de trabajo, ni producir cualquier cosa a cualquier precio) incluyendo el factor medioambiental y el de los importantes e ineludibles movimientos de población (emigración/ inmigración).
Para quien haya leído hasta aquí, quisiera advertir que no hablo de un futuro inmediato sino de una década, tiempo asociado al cambio de nuestro modelo económico. Cómo he comentado
más arriba, es fundamental crear el germen, el motor del cambio. Es decir, el estado de opinión y la visión de que podemos influir y en la medida de lo posible darnos un futuro y una sociedad. Esto no se hace solo, hay que querer y nace de la necesidad y del compromiso personal y comunitario. Hay que revitalizar nuestra sociedad, actualmente en estado de shock. A todo ello hay que añadir que estas cosas no se logran trabajando mucho, sino trabajando bien, estando cuando y donde se debe y además generando esperanza y confianza.
Si se llega hasta aquí, el resto será complicado pero posible. Hacerlo realidad está en nuestras manos, en las de los chestanos, emprendedores, responsables y con ganas de divertirse, sí ilusionarse. Si esto se plantea como un duelo o con pocas energías, lo habremos matado. Así que, por favor, abstenerse agoreros.
Para finalizar y para que se hagan una idea de por dónde entiendo que van los tiros y el potencial que hay, les comentaré a qué se dedican dos jóvenes locales que trabajan desde su casa y han vuelto a casa.
Las empresas españolas GHESA Tecnología y Consultoría y ASTURFEITO, S.A. han diseñado y fabricado la estructura del Gran Telescopio para Rastreos Sinópticos (LSST). Actualmente se encuentra en la fase de montaje en el observatorio Vera C. Rubin, ubicado en Cerro Pachón, desierto de Atacama (Chile). El proyecto del telescopio está dirigido por el LSST Project Office (Tucson, Arizona) dentro de la Association of Universities for Research in Astronomy de EE.-UU. y está financiado por la National Science Foundation de EE. UU.
El alcance de los trabajos de estas empresas españolas incluye la ingeniería y diseño, el suministro, las pruebas en taller, montaje en Chile, y la puesta en marcha definitiva. En este proyecto trabaja Samuel Bellver Gamundi, ingeniero industrial de GHESA, como ingeniero de sistemas, siendo responsable de las pruebas en taller y de las de puesta en marcha.
El objetivo del LSST es llevar a cabo un estudio del Universo realizando un barrido completo del hemisferio sur durante 12 horas cada noche los próximos 10 años. Para ello la estructura alberga una cámara de 4 toneladas y 3.200 megapíxeles y un conjunto de 3 espejos, el mayor de los cuales tiene un diámetro de 8,5 metros y 53 toneladas. La estructura se mueve con una suavidad absoluta a través de electroimanes en un rango de 0º a 286º en horizontal y de 0º a 100 grados en vertical.
Samuel viene trabajando desde hace tiempo en su casa en Cheste, en este momento supervisando las pruebas de puesta en marcha del telescopio, ya en Chile. Actualmente (junio 2022) se encuentra en Chile dirigiendo estas operaciones.
Exterior del telescopio. Desierto de Atacama, Chile. Interior del telescopio en montaje
Otro ejemplo interesante lo tenemos en Elena Ortiz Zapater, farmacéutica, doctora en Biología molecular, que ha trabajado durante 10 años en el Imperial College de Londres. Elena posee un curriculum notable y ha hecho aportaciones relevantes relacionadas con cáncer. Recientemente consiguió una plaza como docente en el Departamento Bioquímica y Biología Molecular de la Facultad de Medicina de la Universitat de València, al que se incorporó este curso 2021-2022.
Estos son ejemplos interesantes de trayectorias profesionales en ingeniería y en ciencia de jóvenes chestanos que han optado por residir en su entorno sin renunciar a su carrera. Algo habrá aquí para “volver a casa”. Probablemente, un medio en el que trabajar a alto nivel internacional, en una sociedad abierta y en un entorno social próximo con el que personalmente se identifican y comparten. Por ello, su experiencia vital, además de su ciencia y experiencia, nos interesa y nos conviene ¡Compartámosla! Son buenos ejemplos de nuestro futuro modelo económico y social. •
¡ Vivamos nuestras Fiestas !
E.M.G.
Una fiesta patronal es un conjunto de solemnidades con que una población celebra anualmente la fecha de su Santo Patrón.
Estas son nuestras fiestas en honor a nuestro Patrón San Lucas Evangelista y es por ello que todos los ciudadanos y ciudadanas de Cheste tenemos el gran orgullo e ilusión de celebrarlas.
No importa el tiempo que haga, las actividades y actos que se realicen, las personas que nos visiten…, lo importante y necesario para los chestanos y chestanas es VIVIRLAS y ser acompañados de todas aquellas personas que quieran compartir con nosotros y nosotras su alegría.
Cada generación ha ido introduciendo variantes y novedades al contenido de la celebración de las Fiestas de la Vendimia, aportando diversas y creativas actividades. Pero la esencia es la fuerza de alegría que viven los jóvenes vendimieros y vendimieras, contagiando al resto de participantes.
Después de haber atravesado un tiempo revolucionado, atípico y angustiante, no hay mejor momento que repensar estas fiestas como un momento de reencuentro y VIVIRLAS con emoción, ilusión y armonía.
Queremos vivir unas fiestas llenas de recuerdos y momentos felices junto a todo el pueblo chestano y todas aquellas personas que nos quieran acompañar, disfrutar del sentido tradicional de las Fiestas de la Vendimia. La RAE nos da varias definiciones de fiesta, algunas de ellas: Acto organizado para la diversión o disfrute de un colectivo, diversión o regocijo, jornada en la que se celebra algo, día en que no se trabaja, reunión de gente para celebrar algo o divertirse, palabras o gestos cariñosos (esta es la definición de “FIESTA” que más me gusta, porque simplemente siendo las personas cariñosas podemos convertir en una fiesta cualquier día).
Este es el tipo de fiesta que queremos VIVIR . Solo tenemos que hacer caso a las sabias palabras; “VIVE AHORA”.
Nuestra existencia es efímera. Todos y todas necesitamos VIVIR una vida de fiesta. La fiesta y la alegría es importante en la vida.
Hacer de la FIESTA alegría verdadera y convivencia sana, y la mejor herencia que dejaremos a nuestros sucesores será lo que se haya construido en positivo y en sana vida moral.
Y con todo esto quiero transmitir a todas las chicas y chicos de la VENDIMIA 2022 y, MUY ESPECIALMENTE a su REINA, MARTA RUIZ MARTÍNEZ, que disfruten al máximo estas fiestas, porque en ellas, son los protagonistas.
¡MARTA, TE LO MERECES !
¡LAS FIESTAS LLEGAN PARA SER DISFRUTADAS Y VIVIRLAS A LO GRANDE!
A mis querid@s.... Maestr@s....
Isabel Rodrigo Monzón, Cheste agosto 2022
Hay vivencias que van más allá de la categoría del recuerdo, que no pasan como estrellas fugaces iluminando y hasta dando calor a unos momentos felices, sino que te enganchan y te prenden hasta ser parte de una vida, parte de otra historia. La vida cuando se quiere recordar se agarra a esos afectos, a esas imágenes sencillas, a lo que se ha ido gravando día a día. En esas imágenes sólo cuentan las personas ...
(Vicente Fernández de Gamarra, ex director del COUL- CEI)
Ya han pasado tres años desde mi última colaboración en un llibret de fiestas, año tras año la historia nos da una oportunidad, la de “normalizar” nuestras comunicaciones, nuestras relaciones, nuestras conversaciones, retomamos, con un temor mitigado por el paso del tiempo, la organización de nuestras fiestas, de nuestra cultura, de nuestras costumbres más arraigadas, incluso nos atrevemos a desempolvar y recuperar tradiciones casi olvidadas a la vez que incorporamos otras nuevas, pero …. sé que no serán como en 2019, … Permítanme compartir con Vds porqué.
Cada uno de nosotros tenemos nuestro propio método para superar circunstancias imprevistas, algunas llegan lentamente y otras aparecen como una ráfaga, como un huracán. La primera reacción nos lleva a hacer las cosas sólo como las hemos visto hacer, después las hacemos con lo que encontramos dentro de nosotros mismos.
Tanto para compartir esas circunstancias, si son positivas, o para sobreponerse o sobrellevarlas, si son negativas, buscamos la frase perfecta que nos reconforte, y ahora es muy, muy fácil, solo tenemos que darle a una tecla y nos aparecen, al menos 10 enlaces con títulos como “50 frases positivas”. “100 pensamientos para superar …” Y esas frases, esos pensamientos los elevamos a la categoría de axioma, les investimos de un poder casi milagroso y los repetimos, nos los repetimos, y los compartimos, al punto de hacerlos nuestros.
Pues bien, no hace tanto tiempo, no había enlaces, no había redes sociales para compartir pensamientos ni frases que nos reconfortaran, teníamos que acudir, a nuestras propias enseñanzas, a lo que habíamos aprendido de nuestr@s maestr@s, en el sentido más amplio de término, a lo que habíamos leído en libros, tanto elegidos, como recomendados, y cada uno, de un mismo libro, de una misma relación con el mismo maestr@ extraíamos nuestra propia frase. MAESTR@S, decía, en el sentido de “sabio”, en el sentido de persona que contribuyó a nuestra formación en cualquier etapa de nuestra vida, en el sentido de esa persona que, a veces se disfruta y otras se padece, como pudieron ser o son nuestros progenitores, nuestr@s profesor@s, nuestr@s compañer@s de profesión, de ocio, en el sentido de las personas con las que compartimos o hemos compartido periodos de tiempo, más o menos largos, más o menos cortos, y de las que siempre destacamos su comprensión, su tolerancia, su paciencia, su capacidad de ponerse en
nuestro lugar, a las que siempre recordamos por sus capacidades y habilidades, y que queriendo o sin querer, con su espíritu crítico y sincero desarrollan en nosotros una capacidad de análisis, una serenidad y una fortaleza que nos capacita para la toma decisiones y para asumir las mismas con coherencia y responsabilidad.
En este espacio de comunicación escrita que, todavía sobrevive a la comunicación electrónica, quiero rendir mi más sincero homenaje a todas las personas que con sus charlas, con sus relatos de la historia, más o menos cercana, con su trasmisión oral de fábulas (1), me enseñaron que “cada uno tenemos nuestra “manía”, y nuestra “manía” la llevamos donde estamos” (R.G.V.).
He de confesarles que una de mis “manías”, es el fomento y desarrollo de la creatividad individual como herramienta que posibilita hacer algo de forma diferente aportando valor a nuestras acciones, otras de mis “manías” son la educación, los buenos modales o el estilo en el trato, cada uno tiene las suyas. Esas manías impregnan nuestra actuación en cualquier momento y en cualquier situación, y se sustentan en los efectos que esas frases, esas enseñanzas y esas vivencias compartidas ha creado en cada uno de nosotros, por eso, cuando, los resultados de nuestro trabajo demuestran que hemos conseguido el objetivo marcado, cuando somos capaces de considerar cada obstáculo como opción de mejora y cuando adaptamos nuestro comportamiento a las situaciones que la realidad y el paso del tiempo nos impone, podemos decir orgullosos: Hemos tenido mucha suerte, hemos tenido buen@s maestr@s.
Tal vez hubiese sido mucho más fácil, desde luego SÍ hubiese sido mucho más corto, decir solamente GRACIAS por todo. Pero también un GRACIAS en abstracto por haber tenido la oportunidad de compartir esos momentos con esas personas que nos prepararon para adaptarnos a los cambios que se producen cada día en nuestras vidas y en nuestra sociedad. Por eso, porque las circunstancias cambian y sabemos adaptarnos, estas fiestas no serán igual que las del 2019.
Agradecida por haber podido compartir con todos Vd. estas páginas, espero que disfrutemos, un año más, de unas muy felices fiestas de la vendimia en honor a nuestro Patrón San Lucas Evangelista, médico y escritor.
(1) recuerdo una que nos constaba mi papá que decía así: “Dos caracoles un día tuvieron fuerte quimera, por ver quien mayor carrera en menos tiempo daría; quien les observaba con atención les diría, .. he llegado a comprender que soy lentos a la par, antes de echar a correr mirar si podéis andar”,
La Vendimia de Antaño.
MHH.
La vendimia era el trabajo más costoso para los agricultores. En el mes de enero ya empezaban a podar las viñas, cortando con la tijera todo lo que creían conveniente para que el cepo creciera fuerte y diera buena cosecha, labrando, quitando con la azada las malas hierbas que no había quitado el forcat, echando estiércol. Lo llevaban con el carro y capazo a capazo lo echaban en el surco donde estaban las cepas, vigilando que no hubiese plagas ni enfermedades.
Entonces no había muchos productos para combatir las plagas, se arreglaban echando azufre “sofre” y sulfato de cobre o de piedra. Cuando lo echaban todas las viñas estaban azules, los bancales parecían el mar.
Cuando la uva estaba crecida, había que despampanar para que entrara el aire a la cepa y no se pudriera la uva.
En fin, que los agricultores no salían de las viñas, cuando no era una cosa era otra, y así todo el año cuidando los viñedos.
La vendimia empezaba en septiembre. Preparaban la lona, toda bien untada con algo parecido a la manteca, lo llamaban sebo, una vez preparada la ponían en el carro muy bien sujeta para que no pudiera salirse ni un grano de uva ni una gota de mosto. La uva se cortaba con falçonet, parecido a una corbella, pero en pequeño. Se recolectaba en capazos de esparto, la colla como se dice ahora, era toda la familia, abuelos, padres e hijos. Para ir al bancalico, iban todos arriba del carro, entonces no había campos ni bancales, solo habían bancalicos.
Antes de hacerse de día ya estaban de camino, días largos desde que amanecía hasta que se ponía el sol, trabajando todo el día. Solo se paraba para almorzar, comer y beber agua de la botija.
Cuando el carro estaba lleno de uva, se ponían los capazos al revés encima de la uva que servían de asiento para los abuelos, los hijos andando y el padre cogiendo el ramal del macho para que no hubiese ningún percance.
Al llegar al pueblo, dejaba a todos en casa y él iba a descargar a la bodega el trabajo de todo el día, luego de vuelta a casa a arreglar el macho para que descansara, que aun quedan muchos días, así día tras día.
Y siempre mirando al cielo, que no llueva, apedree y que nos deje entrar la uva.
Cuando ya creían que se había terminado todo, el abuelo aun decía “¡Tendremos quir a replegar el remichón que quedó en el bancalico Horquera!”.
Ahora todo está mecanizado, y lo que antes se hacia en una semana igual ahora se hace en un día, pero las preocupaciones y satisfacciones tras una buena cosecha siguen siendo las mismas.•
El Vino y su Protocolo
Néstor Hernán
Cheste Vinícola 1.918, nace una joven bodega de viejas viñas… Esta es la bodega, la noble bodega, que guarda en su fondo los vinos añejos calmante que todos los males sosiega, viejos campesinos dan sanos consejos. En los moscateles son dulces mistelas en nuestros cuerpos… Dolores y penas se marchan muy lejos. Vinos de Cheste aunque cuesten…
“La bodega no sirve para conservar el vino, sirve para acogerlo y criarlo”. Decía un viejo viticultor para demostrar la gran importancia que daba el local donde el vino termina de madurar. Gracias a grandes inversiones de nuestros socios la Bodega Cooperativa de Cheste, cuenta con las últimas tecnologías para hacer buenos vinos, sustento de nuestros agricultores.
El vino ha sido considerado siempre como un bien. Todos los gobiernos se han preocupado desde tiempos inmemoriales de su protección. En España el régimen vitivinicultura esta contenido fundamentalmente en un Decreto de 1.972 por el que se aprueba el Reglamento del Estatuto de la Viña del vino y de los Alcoholes.
Valencia tiene tres denominaciones de origen: Utiel-Requena, Valencia y Cheste. El viñedo esta esparcido por toda la provincia. Utiel-Requena produce vinos tintos, rosados y claretes; Cheste produce blanco de mesa, seco y dulces vinos generosos; Valencia produce toda la gama de vinos generosos, dulces y secos. Nuestra cooperativa tenía una sección que destilaba su propio alcohol, por tanto, éramos buenos productores de mistela, licor apagado de mosto fresco sin fermentar con el alcohol vínico.
Con Vicente Sánchez Cervera, 1.970-1.974 de presidente, dejo perder la denominación de origen y la producción de alcohol. Lo que queda de la alcoholera es la chimenea de ladrillo de 1.932 para sustituir a la anterior símbolo de nuestra bodega.
En la década de los ochenta con Fernando Tarín Sánchez, 1.983-1.992 de presidente, se desmonto lo poco que quedaba de la vieja alcoholera con
su torre de refrigeración, alambiques y depósitos y se vendieron para chatarra. En aquel tiempo yo trabajaba de bodeguero y me dolió ver todo aquello cargado para fundirlo como chatarra, hoy en día podía ser un museo. Cuando Tarín era presidente no era de guardar cosas, la embotelladora manual de vasos comunicantes y taponadora de tornillo para corcho también corrieron la misma suerte, junto medidas de latón de la alcoholera. Hoy en día no sé si quedara algo del pasado en nuestra cooperativa.
La vendimia es el momento clave en el proceso de la elaboración del vino. En la última década muchos vinicultores han trasformado su cultivo a “espaldera”, adaptando el viñedo para ser vendimiado a máquina. En nuestro término siguen habiendo hectáreas de viñedos viejos cultivados en vaso que solo permiten la vendimia manual.
La bodega Chestana Reymos ha consolidado una homogénea colección de vinos alrededor de una única uva, la Moscatel. Su nombre lo dice todo Reymos (rey del Moscatel). La bodega Chestana en la sección de vinos de Anecoop se ha convertido en la mejor embajadora de la uva de Moscatel por todo el mundo, bajo la dirección técnica del enólogo Fernando Tarín Casado, con él tuve el honor de trabajar como bodeguero en la lejana década de los ochenta.
La entidad se ha especializado en la elaboración de vinos de carácter renovador como los espumosos Reymos de la variedad Moscatel de Alejandría, que supone el 90 % de la producción de uva, el 10 % restante se distribuye entre otras como la Garnacha, la Tempranillo, la Meseguera y la Malvasía, que se procesan anualmente alrededor de veinte millones de kilos de uva.
La Moscatel da riqueza a nuestra Bodega, actualmente elaboran con ella gran variedad de vinos, Reymos es el líder en cuanto a superficie de viñedo de Moscatel. Elaboran marcas como Reymos en sus tres variedades, la gama de frizzantes de baja graduación Amatista de estilo Moscato, los vinos de aguja Vida Viña Tendida, la clásica mistela Sol de Reymos y la línea de bebidas aromatizadas La Vida en Colores.
Fomentar el amor por el vino y su protocolo pasa sin duda por contagiar a los amigos, familiares y conocidos esa pasión, para servir el vino en momentos y celebraciones especiales.
Hoy en día los vinos son distintos a los que originaron las tradiciones que los sustentaron. La fermentación se hace a temperaturas controladas y en ambientes de gases inertes, se valora más el sabor a fruta madura que el grado alcohólico, además de la suavidad y riqueza aromática de su propia añada.
Degustar un buen vino te da la felicidad, si logras encontrarla harás feliz a muchos más. Una persona en esta vida cambia por dos razones: aprendió demasiado o sufrió lo suficiente. Trabajar el vino fruto de las uvas es disfrutar del momento sin apresurarse a su futuro…
Jóvenes de la Fiesta de la Vendimia, comprender las bebidas alcohólicas sin abusar de los botellones y destilados raros, beber con control y disfrutar del tesoro de vuestra juventud.
“Solo es feliz aquel que se quiere a sí mismo.”
Se despide un viejo bodeguero que en su juventud disfruto de nuestra fiesta vendimiadora.
Vive la vida como tú eres, no como otros quieren que la vivas.
Cuidar la juventud, todo pasa cuando eres joven, tus amigos sabrán quien eres cuando llegues a viejo, tú sabrás quien son ellos.
Joven Reina Marta y Corte de Honor, felices fiestas de la vendimia y a disfrutar a tope olvidando la fatídica pandemia pasada.
FIESTAS DE LA VENDIMIA EN CHESTE 2022 •
Lo que Cheste tiene que agradecer a Masahiro Hara.
Yolanda Marco Garrido | Profesora de Artes Plásticas del IES Ricardo Marín.
Mucho. O tan solo un poco. Masahiro es una persona muy agradecida, está muy contenta y aunque sabe que no va a ganar nada por ello se siente muy feliz de que haber sido útil.
Pero, nosotros, ¿por qué? y, ¿quién es este señor? de aquí no es... os preguntareis.
Cierto, de aquí no es. Por el nombre y apellido suena a lo que es. Y es que este señor es japonés. Y que únicamente Cheste tenga que agradecerle algo...pues tampoco es así. O sí.
Seguro que habéis visto su invento hasta… en la sopa. Tal cual. Está por todas partes. En bolsas, cajas, embalajes de paquetería, ropa, señalizaciones, periódicos, en televisión y que durante la pandemia ha sido el mejor recurso, por su implementación en los pasaportes covid o para evitar tocar las cartas de bares y restaurantes cuando hemos ido a tomar algo más que una bebida. Cuadradito él… ¿Ya? Si has llegado hasta aquí y todavía no lo has acertado, te dejo por aquí su nombre: Código QR.
Su significado en castellano vendría a ser Código de Respuesta Rápida y aunque simplemente es un cuadrado con un patrón de dos colores, es un modo muy fácil de almacenar y transmitir una cantidad ingente de información, actuando como una llave que nos permite acceder a esa información de manera rápida, de ahí su nombre. Y esta invención tiene ya la friolera de 27 años.
Inicialmente no tuvo el despegue que con el tiempo ha llegado a tener y su descubrimiento obedece realmente a un juego y a una necesidad laboral. Por un lado, a través del juego de estrategia asiático llamado ‘Go’ cuyo tablero asemeja un código QR y por el otro, el facilitar el desempeño del trabajo de Masahiro, ingeniero jefe de Denso Wave, empresa de automoción que servía piezas a Toyota.
Masahiro, después de un arduo trabajo tomó la decisión generosa, o ingenua, de liberar la patente y con los años se desarrolló tal y como lo conocemos ahora, universal y gratuita. Quizá, si lo pensamos bien, de no haber ofrecido al mundo su invención, hoy no sería tan universal. Pero puede que ese inicial desinterés también se deba a que valoramos menos las cosas regaladas.
Y si centramos nuestra lectura, en el caso de Cheste, tenemos placas QR desde hace más de 6 años por nuestras calles. También fue un descubrimiento fortuito. Y un trabajo desbordante. Hacía años que escuchaba en medios digitales la Realidad Aumentada pero, ¿qué era exactamente? Llegué a preguntar a mi alumnado por si ellos, mentes capacitadas para saber del futuro digital que nos devenía, conocían lo que hoy ya se entiende como tal, pero a unos niveles de realidad que actualmente tiene otras denominaciones, la virtual o la inmersiva. Todo esto en 2014-15 no había tal desarrollo y sobre todo conocimiento de su existencia. Así es como empecé.
Y como forastera que soy, pero viviendo unos cuantos años ya en Cheste, desde el principio me llamó la atención el nombre de muchas calles. Evidentemente de las personas que eran de aquí. De las que dejaron una huella imborrable en la vida de sus vecinos, los cuales no dudaron, en un momento de la historia del pueblo, en dar su nombre a una calle. Desconocía qué habían hecho, escrito, inventado o enseñado. Vivimos en ellas, las nombramos o pasamos todos los días caminando, pero desconocemos la persona que está detrás de ese nombre, sin pensar que tiene una historia que contarnos y que hay más en común con ella de lo que creemos. ¿Alguien lo ha pensado alguna vez? Seguro que sí. Esa inquietud y el descubrimiento de la utilidad de los códigos QR, me llevó a incluirlo en la programación de una asignatura que desapareció hace unos años, la cual consistía en realizar un proyecto de investigación. Eureka. ¿Qué mejor forma de investigar si no es de nuestro entorno más cercano? ¿Y si además aplicamos las nuevas tecnologías de la información y la comunicación? ¡Ya tenemos proyecto!
Costó mucho sacarlo adelante. Primero tuve que formarme y especializarme. Luego investigar. Buscar a las familias, asociaciones o amigos de las personas que aquí tenían una calle, preparar al alumnado y las preguntas que nos podían ofrecer información valiosa a nuestro proyecto, enseñarles a como entrevistar, enseñarles a grabar, enseñarles a editar, enseñarles a digitalizar, etc., con pocos medios pero con mucha ilusión. El resultado de este proyecto vio por primera vez la luz en 2016 y hasta la fecha ha sido reconocido en diferentes ponencias, publicaciones y ha sido galardonado junto con otros proyectos en los V premios de Urbanismo inclusivo con perspectiva de género de la Generalitat Valenciana, presentados por el Ayuntamiento de Cheste en 2021.
Me siento muy orgullosa del trabajo realizado por mi alumnado que, sin saberlo, ha aprendido cosas de su pueblo, de las que de otra forma no habría tenido la oportunidad de conocer. Sentar en una misma mesa a dos generaciones tan distantes en edad, contarse experiencias y vivencias de los que pasaron antes que ellos e intercambiar opiniones, las cosas que hicieron y sentir en primera persona lo cercanas que están con ese punto en común como es el lugar donde viven. Todo eso lo he vivido y estoy feliz de lo realizado. Como Masahiro. Sintiendo que mi trabajo se ha vuelto universal.
Aún me siguen llamando para preguntarme sobre el proyecto y ponerlo como ejemplo en numerosas universidades españolas en clases de Màster, Grados o formación TIC. Observo las visualizaciones que tienen los vídeos en YouTube, pensando que, en algún momento, habrá un final para este proyecto, pero me siguen surgiendo ideas, nuevas perspectivas y esto en educación es un buen acicate para continuar. De ahí que, durante este curso pasado, lleváramos una placa a Zamora. Exactamente a la calle de un chestana ilustre cuyo nombre aparece en el callejero zamorano. Sor Dositea Andrés. Aquí también tiene otra placa. En la casa que la vio nacer en el Lugarico viejo. Otra experiencia más que tendrá mi alumnado para contar.
Como despedida de este relato y como no puede ser de otra forma, dejo un código QR de la web “Nombre de mujeres en las calles de Cheste” no para conocerlo, aunque también. Os redirige a la página donde aparecen los auténticos protagonistas de este proyecto. Las alumnas y alumnos del IES Ricardo Marín; las familias que entrevistamos; las asociaciones que visitamos; profesores; rutas y excursiones que se realizaron de la mano de todos ellos. Podéis sentiros orgullosos de ellas y de ellos. Yo así me siento. •
La risa cínica y la posverdad
José de Mairena
El año 2016 fue el nacimiento de una nueva era. El Oxford Dictionaries eligió como palabra del año el término post-truth, que se traduce como posverdad. Por esta posverdad, y de modo muy conciso, puede entenderse que los hechos objetivos y reales son menos influyentes en la construcción de la opinión pública, que la apelación a las emociones y creencias personales. Si antes el relato de los hechos se componía sobre el cimiento de una base empírica; ahora, quien pretenda influir en la opinión pública debe concentrar sus esfuerzos en la elaboración de un discurso fácil de entender y aceptar, perseverar en lo que puede satisfacer los sentimientos, emociones y creencias de la audiencia, más si cabe que en los hechos y la tozuda realidad. Se podría decir que la piedra angular de este formato es que la razón queda anulada con los mantras populistas que a fuerza de repetirse van calando. En los tiempos que vivimos la cosecha de demagogia y sofistas está bien servida.
Pero, además, hoy se acompaña a este relato con una ensayada mueca: la sonrisa. Este artificio es algo que no pasa desapercibido, como muy bien ha mostrado Carmen Posadas en su artículo ¿Pero de qué se ríen? (XLSemanal, sábado 20 de agosto 2022). Que la incompetencia se acompañe de una sonrisa expresa no pocas cosas en detrimento de aquellos que la esgrimen con la intención de parecer y mostrar se más convincentes. Cuando la ignorancia se ríe escenifica mucha más torpeza y nulidad que cuando se distingue por la templanza y la humildad de quien se sabe incompleto. Si hay algo que está caracterizando a nuestro ínclito equipo de gobierno de España es su impostada risa. Querido lector, observe cuál es el gesto que acompaña cualquier intervención pública de nuestros risueños dirigentes: una estudiada sonrisa. Coincidiremos en que no nos fiaríamosdeuncapitándebarco cuando la nave atraviesa aguas en zozobra y está a punto de irse a pique y comunica con la mejor de sus sonrisas que todo está bajo control. La realidad siempre se impone a cualquier relato, aunque éste se disfrace de una sonrisa patética. Con y sin corbata. Fue Platón quien en el Filebo dice que hay tres maneras por las cuales las personas pueden hacer el ridículo: por extravagancia, por vanidad personal o pensando que son más sabios de lo que realmente son. En el caso que nos ocupa, nuestros aguerridos sonrientes atesoran todas. Lo que no van a conseguir es que, además, su sonrisa quiera oscurecer el sentido moral que tenemos el resto de los mortales.
Siguiendo al fundador de la Academia muchos consideramos que la risa debe ser limitada por la razón, más si cabe por quienes incurren permanentemente en la inoperancia. Esta risita que exhiben nuestros mandatarios cuando la inflación ahoga los hogares, cuando la luz alcanza unos precios desorbitados, cuando el empleo hunde cualquier expectativa de la población y cuando las mentiras permanentes pesan sobre una nefasta gestión, solo manifiestan el triunfo de la posverdad, de la apariencia sobre lo real. En pocas palabras: el éxito de la estulticia. Por otra parte, también se puede ir a lo que Aristóteles escribe en Ética a Nicómaco Libro IV: “Los que se exceden en sus gracias aparecen como bufones y vulgares,perseveranensuschistesatodacosta,tratandomásdeprovocarrisaque de decir lo correcto y evitar sufrimiento a sus víctimas”. Nadie en su sano juicio aceptaría que el enfermo moribundo reciba de su médico la noticia de que todo está bien y que además acompañe a ese comentario falaz con una ingenua sonrisa. Parece que la posverdad es el triunfo de la apariencia sobre lo real, pero esque nuestra sociedad está en las manos y no sabemos si en las mentes de unos insuperables fabuladores. El descrédito y la desafección hacia lo político es fr uto de la permanente sonrisa mentirosa de estos maestros de la figuración. Que manejan magistralmente el arte de la iconografía del postureo y de la apariencia no cabe duda.
Tenemos que terminar esta reflexión con una obra magnífica que puede iluminarlo que aquí se viene expresando. En la excelente obra “El nombre de la rosa” de Umberto Eco, hay un diálogo muy interesante entre Guillermo de Baskerville y Jorge el bibliotecario ciego, cuando el primero descubre las verdades que escondía el laberinto y la torre de la biblioteca. Mientras el viejo bibliotecario golpea la mesa con el dedo, cerca del libro que Guillermo estaba hojeando dice: Pero aquí, aquí... se invierte la función de la risa, se la eleva a arte... La risa libera al aldeano del miedo al diablo, porque en la fiesta de los tontos también el diablo parece pobre y tonto, y, por tanto, controlable. Cuando ríe... el aldeano se siente amo porque ha invertido las relaciones de dominación... la risa sería el nuevo arte capaz de aniquilar el miedo... Una despedida para nuestros queridos dirigentes: por mucho que abusen del tic de la sonrisa hay una gran mayoría que reconocermos que no hay ética sin estética y que su performance es tan falsa como el reino de cartón piedra que quieren ofrecer como lo más sólido y robusto. Las sonrisas y el postureo happy flower se evaporan tan rápidamente como elciudadano toca su bolsillo y otea un horizonte cada vez más incierto y con menos contento.•
Cheste, un hermoso ser vivo
Pepe Esquerdo
Como todo ser vivo, tiene su metabolismo con la fase anabólica creativa y de crecimiento y la fase catabólica de regresión.
Estas fotografías, quieren mostrar la fase involutiva de regresión que afectan a nuestros restos de nuestro pueblo, y que en su momento hace 50 años o más, se fueron creando para dar múltiples servicios sociales y con el avance de la tecnología en sus múltiples facetas los hicieron inútiles y pasaron a ser devorados por las reformas de las casas y medio de cultivo agrarios.
Estos son algunos ejemplos que recordarán los vecinos “mayores”. Pero de manera casi inservible aparecerán otras creaciones y artefactos que durarán también más tiempo incierto e irregular, y que serán juzgados por la juventud actual. •
Cheste, nuestro templo, nuestro orgullo.
“EXISTE UNA FUERZA MOTRIZ MÁS PODEROSA QUE EL VALOR, LA ELECTRICIDAD Y LA ENERGIA ATÓMICA… Y ES… LA VOLUNTAD.”.
(Albert Einstein)
Voluntad, sacrificio, coraje, lucha, fe, ilusión, esfuerzo, tesón, devoción, abnegación, generosidad,…valores de gran transcendencia, firmes deseos de perpetuar la herencia recibida…
“PODRÁN OLVIDAR LO QUE DICES, OLVIDARÁN LO QUE HACES, PERO NUNCA OLVIDARÁN LO QUE TU OBRA LES HACE SENTIR”.
Y eso es precisamente lo que nuestro Templo Parroquial de San Lucas Evangelista y su gran conjunto arquitectónico nos hace sentir al contemplarlo, ese compendio de sensaciones y emociones mencionadas.
Ha sido así, es, y será… y he aquí un soneto escrito por un chestano en los años 60 en el que queda demostrado que el paso del tiempo no merma su vigencia como tampoco esa emoción colectiva al contemplar tan magna obra.
Del sublime conjunto de valores que Cheste guarda para honor y gloria merece destacarse en su memoria la inquebrantable Fe de sus mayores
Alcanzaron entre esfuerzos y sudores el Templo más grande de su historia y esa Torre, que es fiel ejecutoria, de su esfuerzo viril de constructores.
El tiempo pasará, cual los placeres, irán a sepultarse en el olvido, ensueños locos y esperanzas vanas,
se perderá el recuerdo de los seres y solo quedará ese Templo erguido envuelto en el clamor de sus campanas.
Felipe López Tarín 1960
Cheste