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Nunca cambian los juegos (Sandra García
from Hacendera nº7_2018
by editorialmic
NUNCA CAMBIAN LOS JUEGOS
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SANDRA GARCÍA
Siempre me llamó la atención los juegos tradicionales. A los que todos hemos jugado. Por mucho que odiemos el fútbol, alguna vez nos hemos metido a patalear para quitarle a nuestro rival el balón. O la euforia que te entra al parar un balón que parecía que iba a llegar a gol.
Pero hay más. La famosa comba con sus canciones divertidas y pegadizas. A veces, incluso, jugábamos a ver quién aguantaba más o intentábamos hacer piruetas saltando. Otras, compartimos la zona de salto e intentábamos conseguir no tocar la cuerda. Nadie quería ser el que fallaba.
También está la famosa rayuela. Cuántas veces fue una tiza nuestro mayor tesoro. Había que llegar hasta el número diez; pero muy pocos lo conseguían. Y para no fallar el intento, algunos buscaban la mejor piedra para que la tirada fuese perfecta. Pero, ¡las veces que hemos querido llegar al fi nal y no podíamos salir del 9….!!. Pero, ¡eh! nunca existió un juego sencillo. Cuando ya estábamos hartos de jugar, nos íbamos a nuestro bar y solo necesitábamos un tapete y una baraja de cartas. Pasábamos de jugar, de los típicos, a los nuevos. Siempre intentando no ser los perdedores. No era de mucho agrado ser el culo. O no llegar a hacer un menos diez al chinchón.
Pero el bar no solo tenía nuestras preciadas barajas de cartas. Si no estábamos ya hartos del fútbol, teníamos nuestro maravilloso futbolín. Los partidos eran incluso más intensos que los que nosotros jugábamos en el campo. Algunos solo girábamos las fi guritas para a ver si había suerte y metíamos gol. La parte amarga era cuando se acababan las bolas. Más de uno se gastaría su paga solo por seguir jugando.
Y habrá muchos más. Son incontables. Todos hemos jugado a esos juegos. A los de mesa, a los callejeros. Con cuerdas, tizas, balones, palos… Todo lo que estuviera en nuestra mano.
Es incluso triste ver cómo a veces creemos que las nuevas tecnologías van a poder cambiar eso. Por mucho que nos guste jugar al Fifa, nos bajemos mil juegos de cartas o creemos un parchís online, no hay nada como un juego verdadero.
Este mensaje va para las nuevas generaciones; en las que me incluyo, claro. Nunca subestiméis estos juegos. Os aseguro que no hay nada mejor para pasarlo bien. Y si creéis de verdad que es mucho mejor estar en casa con tu iPad, jugando a lo mismo, va a resultar que estáis muy equivocados. Os digo que en el momento en el que cojáis una baraja de cartas…, solo vais a querer jugar. En el momento en el que tu equipo marque gol…., vas a saber lo que es una victoria de verdad. Hasta que no llegues a 50 saltos de la comba…., no vas a saber lo que pueden sufrir tus pies (…).
Y todos los que lo hemos vivido alguna vez, estaréis de acuerdo conmigo
¿Alguien viene a jugar una escoba? Os advierto de que soy muy buena.