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Hermandad Abandono y Mayor Dolor
Hermandad del Santísimo Cristo del Abandono y Nuestra Señora del Mayor Dolor
Salida: 19:30 h Carrera Oficial: 00:00 h Recogida: 04:00 h Itinerario: Parroquia del Sagrado Corazón, Purisima Concepcion,Virgen de la Palma, Andalucía, Pedreras, Crespo,Balmes, Quevedo, Buenos Aires, Cuba, Moreno de Mora, Aurora, López de Ayala, Sol, Clavel,Carrera Oficial, Plaza de la Iglesia, Duque de Tetuán, Castelar, Sol, Monserrat, Ribadeo, Andalucía, Virgen de la Palma, Purisima Concepcion, Parroquia del Sagrado Corazón.
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Don Juan Carlos Lucena Barranco,
Capataz del Stmo. Cristo del Abandono
En la historia de nuestra Hermandad, que cuenta con casi 75 años, han pasado muchísimas personas que se han dejado el corazón en cada Estación de Penitencia, pero sobre todo, han dejado huella por su dedicación, sacrificio y entrega en la vida diaria de nuestra Corporación. Personas que desde que eran unos niños, han crecido al abrigo de nuestros Titulares; Es el caso de Don Juan Carlos Lucena Barranco.
Sus comienzos en la Hermandad, se remontan al año 1.978, cuando siendo solo un niño, sintió la curiosidad de formar parte del cuerpo de nazarenos y así se lo transmitió a su padre, quien se dio cuenta de la devoción que profesaba a las Imágenes de su barrio. Después de su primera Salida Procesional, se intuía la inquietud que desarrollaría hacia el mundo cofrade. Por aquel entonces era Párroco nuestro querido y recordado Padre Diego Sánchez Vázquez y Hermano Mayor Don José Gallardo Lara.
Con el paso de los años fue creciendo su implicación y por tanto, la confianza que depositaban en él, contribuyendo en el montaje, limpieza de enseres y demás labores que preceden a una Estación de Penitencia, como por ejemplo, preparar los cirios que en aquellos tiempos no eran de cera como actualmente, sino que eran falsos cirios con una pequeña batería.
Una anécdota que quedó grabada en su memoria, cuando por primera vez debido a las inclemencias meteorológicas, vivió lo que ningún cofrade quiere vivir; el Miércoles Santo del año
1.981 las miradas de tristeza inundaron los salones parroquiales de la pequeña Iglesia de La Colonia, las lágrimas y los sollozos fueron los protagonistas de ese día. Pero al día siguiente Don Rafael Merchán comunicaba a un grupo de Nazarenos que podrían acompañar al Santísimo Cristo del Abandono el Jueves Santo procesionando de forma excepcional, desde el Santuario de la Inmaculada, portado a hombros por los miembros de la Cruz Roja ( Tropa en aquel entonces) entre las Hermandades de Nuestro Padre Jesús del Gran Poder y María Santísima de los Dolores.
Con el paso de los años, su devoción fue creciendo, su fe se iba afianzando transformándose en un amor que le llevó a querer ser los pies del Señor. Y en el año 1.982 realizaba su primera salida procesional bajo el paso del Cristo del Abandono; que por aquel entonces no se llevaba a trabajadera y costal como en la actualidad, sino con el sistema de correas que se adaptaba a la altura de cualquier persona, prolongándose hasta el año 1.996, cuando coincidiendo con la toma de posesión del nuevo Hermano Mayor Don Rafael Merchán Martín, comienza su andadura como capataz a petición de la Junta de Gobierno, que se afianzó tiempo después con la llegada al cargo de Hermano Mayor de Don José Luis López Arenillas.
Desde entonces hasta el año 2.008 ha formado parte de la Junta de Gobierno desempeñando cargos como secretario, Vice Hermano Mayor y Prioste, demostrando así estar siempre al servicio de la Hermandad sin importarle la labor que se le encomendara.
Tras este periodo formando parte de la Junta de Gobierno, su dedicación se centra principalmente en la dirección de la cuadrilla del Santísimo Cristo del Abandono, estando siempre dispuesto a colaborar en las necesidades de nuestra Hermandad. En su trayectoria, también ha pertenecido a varias Hermandades de nuestra localidad, realizando Estación de Penitencia como costalero en la Hermandad del Gran Poder y la Hermandad de Dolores y como capataz en Soledad, Santo Entierro y Silencio. A día de hoy y tras 23 años, sigue contando con la confianza de la Junta de Gobierno y el apoyo de su cuadrilla de costaleros, con la comparte multitud de vivencias y sentimientos que prefiere mantener debajo de los faldones y a los que valora y agradece tanto su sacrificio, dedicación y devoción.