Honestidad Informativa
GACETA, cuarenta años de periodismo honesto En un pasaje de ‘La rosa del azafrán’, el ama Sagrario exclama ‘¡lo habrá publicao La Gaceta! Naturalmente, Federico Romero aludía en su libreto a una célebre publicación madrileña de la época de ambientación de la obra (siglo XIX), no a Gaceta de La Solana. Pero siempre hay un runrún del público cuando la escenificación es, por ejemplo, en el Tomás Barrera. Nuestra Gaceta cumple 40 años. Redondos. Nació en julio de 1980, un año en el que sí hubo feria. Un enemigo invisible impedirá que el día 24, o el 23, vuelvan a salir los gigantes y cabezudos. No habrá corte de cinta, ni izada de bandera, ni pregón, ni carruseles luminosos… Pero sí hay Gaceta, que regresa con un número doble tras un bimestre en blanco por fuerza mayor. Han sido cuatro décadas intensas e inmensas, repletas de acontecimientos y noticias, amén de evoluciones drásticas en el esqueleto, físico y social, del pueblo que tanto queremos. Sin embargo, la cabecera que nació con vocación de revista de información general sigue ahí, perenne. La esencia de Gaceta es su pluralidad, sin más. Son legión los ayuntamientos que editan publicaciones, a menudo boletines oficialistas al uso donde la presencia de todos los segmentos de la sociedad local es testimonial, cuando no inexistente. No es nuestro sello, ni nuestro genio. Gaceta ha crecido al amparo de su gente, dándole voz. Asociaciones, clubes, cofradías, instituciones, entidades, vecinos… He ahí el alma de la revista. Reportajes de elaboración propia, artículos de opinión, colaboraciones, cartas al director o fotos de antaño. El ayer y el hoy, también el mañana. Sin todo eso, Gaceta sería cualquier cosa excepto lo que ahora es. El crisol que representan nuestros emigrantes exhibe otro de sus grandes logros como elemento de cohesión entre
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solaneros. Que 2.296 gacetas viajen por España en estos días, y 38 vayan camino de medio mundo, constituye un hito que conviene destacar en su justa medida. Dudar de la utilidad de Gaceta como medio impreso es incauto y pacato. No se puede medir el sentimiento de un solanero que recibe su Gaceta –física- en Riudoms, o en Altea, o en Alcalá, o en Melbourne, por ejemplo. No tiene precio. En la era digital, Gaceta también está en la red. De momento, se puede visualizar desde el número 228 (mayo-julio 2011), pero pronto estará digitalizada por completo, desde el número 1. Un avance necesario, amén de compatible con el doble formato actual. La historia está para conocerla, y aprender de ella. En eso, Gaceta lleva 40 años plasmando, negro sobre blanco, la gran crónica de La Solana. El legado está ahí, guardado como oro en paño. Grabadoras, ejemplares y fotos, miles de fotos. Sólo faltan las de los primeros 7 años, que en algún lugar estarán y son tan patrimonio de los solaneros como la Torre o la Plazuela de la Marquina. En cualquier caso, poco importa quién esté, sino para qué esté. Yo mismo empecé en 1986, y de Paulino –cofundador y director durante 30 años- ni hablamos; también de Gabriel… U otros tantos que han esparcido simiente en estas páginas. Antes o después nos iremos, como debe ser. Poco importa. Ojalá y esta cabecera, orgullo de La Solana y de los solaneros, siga su camino. Y lo haga fiel a su brillante ejecutoria. Haciendo periodismo honesto. Ya queda menos para las bodas de oro. Gracias por la fidelidad. Aurelio Maroto Gómez-P. Director
Gaceta de La Solana
