Tradiciones singulares

ATRACTIVOS TURÍSTICOS

TRADICIONES SINGULARES

La tierra ha hecho a sus hombres. Y, desde antiguo, los acostumbró a ver pasar y guardar. Y así siguen siendo hoy. Mujeres y hombres que guardan sus tradiciones y ajustan su paso al de los nuevos tiempos. Gentes que llevaron lengua e historia a ultramar, para regresar abriendo horizontes en su propia tierra. Fruto de esa historia de guerras y conquistas, de esfuerzo y pundonor, de sequía y empeño por la vida son sus singulares tradiciones. Únicas y preservadas del paso del tiempo,

El Ramo Leonés. Uno de los elementos más singulares de la cultura etnográfica de León. Amalgama de varios cultos religiosos, pero también paganos, se ha utilizado para distintas celebraciones, bodas, recibimientos, para pedir lluvias, conjurar las plagas... Había otros de acción de gracias por algún o algunos favores recibidos, los ofrecidos al patrón, los quintos, etc. Hoy se utiliza sobre todo para conmemorar la Navidad. Suelen estar adornados con velas, ornamentos vegetales, rosquillas, cintas de telas de colores y encajes, frutos de invierno… casi siempre montados sobre un armazón de madera.

Las Cabezadas. Conocidas también como el foro u oferta, se realiza todos los años en la Real Basílica de San Isidoro. Su nombre se debe a las tres reverencias que los representantes de la ciudad hacen al despedirse del Cabildo de la Basílica, en reconocimiento al milagro que San Isidoro obró al hacer que lloviera sobre León. Así lo recoge el “Chronicon Mundi” de Lucas de Tuy. Los munícipes acuden cada año a San Isidoro para ofrecer un cirio y dos hachas de cera. En el claustro, el Cabildo acepta el presente dejando patente su carácter obligatorio. Debido a la discrepancia de ambas partes sobre su obligatoriedad o no, se entabla una batalla dialéctica que termina en tablas y aplaza el debate para el siguiente año.

La Ronda, la Procesión de los Pasos y

el Encuentro. En Jueves Santo, a las 12 de la noche los hermanos de la Cofradía de Jesús Nazareno que componen “La Ronda” recorren las calles de la ciudad durante la noche para anunciar la procesión de los Pasos que se celebra al día siguiente. Mediante una campana, el clarín y el tambor rompen el silencio nocturno para despertar a sus compañeros al compás de una mítica letanía que dice “levantaos hermanitos de Jesús, que ya es hora”. A las 7.30 de la mañana del Viernes Santo comienza la Procesión de los Pasos. El desfile procesional se compone de 13 pasos portados

a hombros, que tiene su cenit cuando se produce el encuentro entre San Juan y la Virgen en la Plaza Mayor.

Las Cantaderas. La fiesta conmemora la victoria cristiana en la Batalla de Clavijo y la liberación del tributo de las “cien doncellas”, que los califas musulmanes habían impuesto anualmente a los reyes asturleoneses. Jóvenes con vestidos medievales bailan al ritmo de la “Sotadera“, subiendo desde la plaza del Ayuntamiento hasta la Catedral. Las acompaña la Corporación Municipal, escoltada por los maceros de honor y responsable de hacer una ofrenda a la Virgen.

Los Pendones. Tienen su origen en antiguos códigos militares de la Edad Media y hoy se han convertido en una de las grandes manifestaciones del singular folclore leonés. En cualquier romería o fiesta local, pueblos y comarcas portan con orgullo sus pendones y exhiben los colores de su identidad. Especialmente significativo es el gran desfile de pendones que se celebra en San Froilán.