ELS NOSTRES COL·LEGIATS ESCRIUEN
Escultores José Luis Rodríguez García, advocat
Los escultores no suelen ser numerosos. Algunos lo intentan, pero son pocos los que logran modelar y esculpir artísticamente. Por cierto, Lleida cuenta con una antigua leyenda que nos habla de los celos que sintió el maestro escultor Jordi Safont de su ayudante, como consecuencia del encargo de la imagen de la Virgen María. Figura ornamental destinada ocupar el parteluz de la Puerta de los Apóstoles de la Catedral Antigua de Lleida. La Virgen fue esculpida en posición erguida, sosteniendo en el brazo izquierdo al Niño Jesús y en el derecho posada una paloma, hacia la que el Infante abría la manita derecha, bajo la amorosa mirada de su Madre. El observador de esta obra detectará el toque de gracia que marca el vestido en la cadera en la imagen, infrecuente en obras sagradas en la baja Edad Media. Pero volvamos al maestro. Éste se ausentó por unos días del estudio, confiando en que su ayudante seguiría desbastando el duro bloque de piedra, pero a su regresó contempló a la Virgen con el niño y paloma culminada. La vio tan delicadamente rematada que sintió vivos celos de su aprendiz, y, ofuscado, le arrebató la maceta y la lanzó con furia contra la imagen, propinándole un seco golpe en la frente. Observando, atónito, como le iba saliendo en la frente un morado (blau, en catalán). El lamentable hecho dio origen a que la bellísima obra fuera conocida como la “Mare de Déu del Blau”. Sigue visible la moradura en la tersa frente. Actualmente se venera en el presbiterio de la Catedral Nueva y son muchas las niñas que son bautizadas con su nombre: Blau.
LO CANYERET 29