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~ La Brújula ~
aLuciérnaga
Por Mercedes Sophía Ramos
He pedido a la enfermera que me trajese un boli y papel para escribirte. No sé por donde empezar, después de tanto tiempo, sin embargo, a pesar de tantos años y de asumir que soy muy mayor, no he perdido en mi memoria tu imagen, sobre todo, tu mirada brillante, donde por ella te bauticé con el nombre de Luciérnaga…
He pedido a la enfermera que me trajese un boli y papel para escribirte. No sé por donde empezar, después de tanto tiempo, sin embargo, a pesar de tantos años y de asumir que soy muy mayor, no he perdido en mi memoria tu imagen, sobre todo, tu mirada brillante, donde por ella te bauticé con el nombre de Luciérnaga…
tu recuerdo y he pensado mil veces en aquel día que tuve la infortunada idea de romper nuestra relación y decir adiós, nunca olvidaré tu carita al despedirnos. Tampoco he olvidado la razón de mi decisión, que, no fue otra que mi ansia por descubrir nuevas experiencias y un mundo libre y expectante donde no cabías tú. Me equivoqué.
Así te llamaba, nunca sabré si esa luz de tus ojos la inspiraba mi presencia y, aunque yo deseara que así fuese, no quiero ser presuntuoso.
Al tiempo, lo que sí descubrí en tu ausencia es que mi único mundo eras tú y que todas mis expectativas estaban huecas sin ti, pero para entonces ya fue tarde.
En mi vida he tenido muchos momentos de gloria, y, aunque no estabas tú, yo te seguía imaginando en todos ellos; también has estado en cada rincón de mis fracasos. A veces, me he dejado acariciar por
Hubo un período que intenté volver y explicarte todo lo que te amaba, pero no tuve opciones de prosperar, parecía que todos los astros ponían ba-