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Hablando se entiende la gente
Mayte Ferrer Monfort | Abogada y Mediadora
Así es vecinas y vecinos.
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Por desgracia hoy en día esta frase y su significado parece que están casi olvidados y en desuso y, por contra, va en aumento una tendencia a la agresividad y violencia sin sentido que en nada nos beneficia como individuos y sociedad.
Como disculpa (aunque no existen disculpas que valgan) podemos argumentar que en una cultura como la nuestra es muy difícil acudir al dialogo como una forma de gestionar nuestros conflictos ya que somos muy dados a “tener razón siempre” o a que “otro sufra el escarmiento que merece aunque a mí también me cueste lo mío”, a no dar nuestro brazo a torcer porque “es de débiles/ perdedores/ calzonazos, etc” a no “reconocer que somos personas y nos equivocamos” y, por supuesto, “a no pedir disculpas por ello”.... Y es que en el fondo de una gran mayoría de nuestros conflictos lo que subyace es una pobre comunicación, una escasez de empatía y un recurso fácil a descalificar al otro, con una absoluta falta de autocrítica. Por ello nuestro carácter es poco dado a mediaciones y ello se pone de manifiesto en las ocasiones en que socialmente cualquier familiar o amigo se pone a “mediar” entre los suyos y normalmente sale escarmentado.
Antiguamente la manera habitual de responder a un problema con otra persona era la venganza, generalmente desproporcionada con la ofensa inicial (tú me has roto una pierna, yo te quito la vida). Con el paso de los siglos, esa respuesta fue suavizándose y a nosotros nos llegó en forma de refrán: “ojo por ojo y diente por diente” y, aunque esto en su día supuso un grandísimo avance en términos de justicia, hoy nos resulta ofensivo y hasta bárbaro.
Poco a poco, para hacer justicia de forma más civilizada, se ha ido estableciendo un complejo sistema recogido en las leyes. Pero desde esto ya han pasado también varios siglos y debemos darnos cuenta que llevar ante el juez muchos de nuestros problemas es casi igual de bárbaro, en el siglo XXI, que la ley del Talión.
A ello se añade que, la mayoría de las veces, las soluciones que tiene en su mano dar el juez son totalmente inadecuadas o inexistentes para dar respuesta a un conflicto personal, pongamos de ejemplo la convivencia familiar entre miembros de diferentes edades y generaciones. En ese caso nos encontramos con formas de pensar y actuar totalmente distintas unas de otras que deben coexistir diariamente, con los roces que ello supone, y que pueden convertir la convivencia diaria en un “infierno” para todos los miembros de la familia. Este problema no tiene solución judicial y no se puede resolverse de otra forma que no sea escuchándose y tratando de razonar con la ayuda de un tercero que haga posible lo uno y lo otro, si ello fuera necesario; no es una utopía, este sistema existe y se llama MEDIACIÓN.
Lógicamente la MEDIACIÓN no es una solución para todo tipo de problemas. Nuestro actual sistema de justicia seguirá siendo necesario y tendrá que seguir avanzando para dar respuestas adecuadas. Pero sin duda hay multi-
tud de conflictos cuya solución más apropiada no está en la justicia, ni por tiempo de resolución, ni por coste, ni por resultado. A ello se añade el hecho de que la mediación ya está legalmente reconocida como método alternativo de resolución de conflictos por lo que los acuerdos alcanzados en mediación son equiparables a los alcanzados judicialmente.
Entonces, siendo así las cosas me pregunto: ¿Merece la de conflictos adecuado y aconsejable para nosotros? Pues SI. Desde mi experiencia profesional como abogada y mediadora, sigo creyendo que HABLANDO SE ENTIENDE LA GENTE y que merece la pena apostar por LA MEDIACIÓN como medio de resolución de conflictos adecuado y aconsejable para nosotros en muchas más ocasiones de las que pensamos.
Como individuos y sociedad debemos avanzar y no retroceder. Es probable que para ello aun precisemos un cambio en nuestra mentalidad, como la hemos necesitado para ser más conscientes de la necesidad de cuidar el medio ambiente, de alcanzar una mayor igualdad entre sexos, etc. Pero conformarnos con el modo que tenemos de resolver hoy todos nuestros problemas, es inaceptable. En nuestras manos está el seguir avanzando. La MEDIACIÓN está a su alcance, conózcanla.
Y aquí terminan las reflexiones de una Abogada y Mediadora que espero les sirvan en un presente o futuro próximo.... Saludos y Felices Fiestas!!!