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BREVE HISTORIA DEL PARADOR NACIONAL DE TURISMO DE MAZAGÓN

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Estado: Parador en servicio desde 1968 Categoría: Cuatro estrellas (tres hasta 1989) Clase: Naturia Dirección postal:

Carretera de San Juan del Puerto a Matalascañas p.k. 31,100 (antiguo 24) 21130 MAZAGÓN, Moguer (Huelva) Andalucía, España Coordenadas: 37.11278705504658, -6.769769122684465

Altitud sobre el nivel del mar: 43,10 m Referencia catastral: 21050A047000030000FM Edificio original: de nueva planta Propietario: Dirección General del Patrimonio del Estado Superficie de la finca: 1 015 111 m2 Superficie construida: 8530 m2 Plazas totales: 126 huéspedes (39 en 1968, 46 en 1986, 86 en 1989) Habitaciones totales: 63 (20 en 1968, 23 en 1986, 43 en 1989) Proyecto para parador: Julián Luis Manzano-Monís y Mancebo, 1966 Inauguración del parador: martes 15 de octubre de 1968, 19:30 h. Autoridad: Ministro de Información y Turismo, Manuel Fraga

Iribarne Reformas de importancia: 1980, 1989, 2002, 2019 Restaurantes: Enebro Marmitia (82) y Piscina Eventos: Rocío (140), La Rábida (20, antes Doñana), Doñana (40, antes La Rábida), Santa Bárbara o Chimenea (30), Santa Clara, La Niña o Televisión (60) y Pinar Alto o Del Rey (20)

Integrado desde 1989 dentro del espacio protegido del Parque Natural de Doñana, corona del parque nacional homónimo, entonces ya una copiosa pinada conseguida por el Servicio de Repoblación Forestal para potenciar el ecosistema que da riqueza al lugar, el Parador de Moguer, popularmente conocido como de Mazagón, localidad a caballo entre aquel municipio y el de Palos de la Frontera, es un oasis natural asomado al océano que costó al estado 33

español exactamente 31.326.950 pesetas, una pequeña fortuna para la época, de la que un millón fue solamente destinado a diseñar y dotar su espléndido jardín.

Para remontarse hasta los fastos de la

inauguración en la tarde del martes 15 de octubre

de 1968, hay que hacer un ejercicio retrospectivo:

Durante la visita al litoral de Huelva que efectuó, rodeado de técnicos de su departamento, el 16 de diciembre de 1962, el subsecretario del Ministerio de Información y Turismo, Antonio García Rodríguez-Acosta, se trataron especialmente con las autoridades locales, reunidas en el Gobierno Civil, los lugares escogidos para el futuro parador nacional de Ayamonte y, «debido a sus magníficas condiciones naturales», otro en el acantilado de Mazagón, que ya empezaba a despuntar entre el turismo nacional y extranjero, propósito que se comenzó a trasladar a la opinión pública a partir de los anuncios de la prensa nacional del 29 de octubre del año siguiente, 1963. Se puso de manifiesto también en aquella reunión la necesidad previa de mejorar los accesos por carretera, que entonces eran muy deficientes. El propio titular del departamento, Manuel Fraga Iribarne, giró visita de inspección el 17 de enero de 1966 al solar del futuro parador y aprovechó para almorzar en el antiguo parador nacional de Palos de la Frontera, la Hostería de La Rábida, que desde 1951 había sido desafectada de la Administración General del Estado a favor de la Diputación Provincial de Huelva. Desde allí se dirigió a pernoctar al parador de Ayamonte que sería inaugurado a la mañana siguiente, el 18 de enero de 1966. Muy poco después, el primero de marzo de 1966, el Boletín Oficial del Estado publicaba el decreto 514/1966, de 17 de febrero, con el plan de obras de la Subsecretaría de Turismo del Ministerio de Información y Turismo para el bienio 1966-1967. En él quedaba previsto el presupuesto para la construcción de la gran obra de Mazagón.

Tres días antes de la solemne puesta en marcha del parador, tuvieron lugar en La Rábida los tradicionales actos del Día de la Hispanidad, fiesta nacional de España. Aquel doce de octubre de 1968, el gobernador civil de Huelva, Julio Gutiérrez Rubio, se desplazó de Palos a Mazagón con el alcalde de Moguer para supervisar los últimos preparativos. Allí les esperaba el secretario de la Delegación Provincial de Información y Turismo, Antonio Martínez Raja. El ministro de Información y Turismo, Manuel Fraga Iribarne, al que acompañaba el director general de Empresas y Actividades Turísticas, León Herrera Esteban (años después, su sucesor) fueron recibidos por fin el 15 de octubre de 1968 primeramente en el límite de la provincia de Huelva por el gobernador civil, Julio Gutiérrez Rubio. Venían de Zafra (Badajoz) de despachar la primera parte del doblete del día, inaugurar también el parador Hernán Cortés. En el cortejo oficial también estaban el director general de Carreteras, el presidente de la Diputación Provincial, Francisco Ferrero, y el alcalde de Huelva, Federico Molina Orta.

Ya en el vestíbulo del nuevo parador, el obispo católico de Huelva, José María García Lahiguera, bendijo las nuevas instalaciones como era costumbre a la sazón y se pronunciaron por las autoridades los discursos de apertura, tras de los que se sirvió un vino de honor en el salón principal y hubo un curioso detalle por uno de los asistentes, el cónsul de Alemania en Huelva, Luis Claus, quien ofreció al ministro Fraga, en nombre de la fábrica de porcelanas Lorenz Hudschenzeuther, de la

localidad bávara de Selb, una reproducción hecha en una medalla del Renacimiento, original de Guido Massoni, con la efigie del almirante, gobernador y virrey de las Indias, todo un guiño a las gestas colombinas preparadas en el entorno de este territorio que apadrinaron al entonces 82.º parador con su sobrenombre de Cristóbal Colón.

El propio arquitecto, Julián Luis Manzano-Monís y Mancebo, guió al ministro de la nación por las instalaciones que en aquel momento del bautizo se componían de una traza –se aseguraba– con planta en forma de cruz de brazos desiguales, uno de ellos en dos alturas y dotada de un pabellón anexo de sólo una, al que abrazaba.

En sus primeros años de andadura la capacidad hotelera se compuso de diecinueve habitaciones dobles y una individual que pronto se vieron insuficientes, lo que ha determinado una constante evolución que ha llevado al parador por sucesivas reformas y ampliaciones hasta la configuración actual de 63 estancias para hasta 126 huéspedes, que en el presente se divide en treinta y dos estándares (dos con cama de matrimonio); dieciocho superiores, de las que siete son matrimoniales; doce superiores plus; y una junior suite. La totalidad, menos tres, con vistas al océano. Ya el 17 de junio de 1972 se anunció la primera ampliación que propuso el ambicioso propósito de alcanzar hasta ciento veinte plazas hoteleras, pero los trabajos tuvieron que esperar hasta acabadas las fiestas de año nuevo de 1979, y cuyas obras se prolongaron hasta el mes de mayo de 1980, sin llegar al techo deseado. La reapertura del primero de junio de 1980 elevó momentáneamente la capacidad inicial, que pasó a un discreto aforo máximo de cuarenta y seis residentes hasta 1987, con veintitrés habitaciones.

El seis de marzo de 1988 se publican las primeras noticias de la gran ampliación de 1989 que elevó a cuatro estrellas la categoría oficial y casi duplicó la capacidad (pasa a 43 habitaciones y 86 plazas) con la construcción de un pabellón sur de veinte dobles y una suite. Asimismo, a las zonas comunes se les dotó de más iluminación natural y artificial y se renovaron completamente las instalaciones en las salas de máquinas de producción de calor y frío, lavandería, centro de transformación eléctrica y también la implantación de una depuradora de aguas residuales.

En total, la entonces Secretaría General de Turismo invirtió algo más de doscientos cuarenta y siete millones de pesetas, de las de agosto de 1989, en la ampliación y modernización. Los fastos de la reinauguración tuvieron lugar el sábado 7 de octubre de 1989 a cargo del secretario general de Turismo, Ignacio Fuejo Lago, junto con el director general de Paradores, Juan Ramón Yáñez.

Durante la década siguiente se produjeron importantes aumentos en la demanda, que conminaron al gobierno central a anunciar, el primero de febrero de 2000, que en los Presupuestos Generales del Estado habría consignados ciento veinte millones de pesetas para dotar al parador de Mazagón de un importante espaldarazo que se formalizó con creces al año siguiente, al fijar el 19 de mayo de 2001 en doscientos setenta y cinco millones de pesetas la reforma integral, ampliación con un nuevo pabellón hacia el oeste y redecoración, culminados en 2002, que ha llevado al parador hasta su configuración presente.

El palmarés de visitantes, acontecimientos, eventos de relevancia y sucesos acaecidos en este medio siglo largo de existencia sería imposible de pormenorizar en el reducido espacio de este resumen, pero caben destacar algunos muy señalados:

En los dos primeros meses tras la puesta en marcha se alojó en el parador el químico jerezano, ministro de Educación y Ciencia y presidente del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas, Manuel Lora-Tamayo Martín.

El miércoles 7 de mayo de 1969 almorzó en el restaurante el capitán general de la II Región Militar, Manuel Chamorro Martínez. Un viernes, el 27 de junio del mismo año, otro almuerzo, el ofrecido solidariamente por el Gobierno

Civil, Ayuntamiento y Diputación de Huelva, honró a los participantes en la III Semana de Derecho Marítimo de Andalucía, cuya presidencia de honor ostentaron los ministros Antonio María de Oriol y Urquijo, de Justicia, y Pedro Nieto Antúnez, de Marina.

A las doce del mediodía del domingo 30 de mayo de 1971, en helicóptero, llegaba a la playa del parador el ministro de Información y Turismo, Alfredo Sánchez Bella, a quien acompañaba el subdirector general de Empresas y Actividades Turísticas. Fueron recibidos por el gobernador civil, Juan Alfaro Alfaro. Una vez en los salones, le fueron explicados por los técnicos algunos detalles de los proyectos turísticos para Huelva. Luego, el ministro se desplazó para comer al parador de Ayamonte. El sábado 17 de febrero de 1973 también el ministro Sánchez Bella volvió por la Casa para almorzar y ofrecer una rueda de prensa sobre las obras de abastecimiento de aguas y saneamientos de toda la Costa de la Luz. En aquella ocasión se acompañó de su subdirector general de Inmuebles y Obras, Alfredo Timermans Díaz, y también del comisario turístico de la Costa del Sol, Francisco Javier Fernández Galas. Con otro almuerzo de trabajo, el subsecretario del Ministerio de Agricultura, Virgilio Oñate Gil, futuro ministro de su ramo, despachó el jueves 6 de marzo de 1973 con las autoridades locales, el jefe de la División Regional Agraria y con el subdirector general de Coordinación de Programas.

La prensa se hizo eco de sociedad del elegante cóctel de la boda entre María Bravo Candón con el empresario Augusto Lahore Camuña, celebrada en las mesas del parador el sábado 2 de marzo de 1974. Otro cóctel, pero con cena y desfile de modelos, brilló el jueves 9 de mayo de 1974 en los actos de la I Convención Sur de la Asociación española de Mujeres Empresarias, con la presidenta nacional al frente, la destacada Pilar Díaz-Plaja y Contestí. En 1974 el pintor Benjamín Palencia fue uno de los clientes alojados más recordados. Del 24 al 26 de enero de 1975 se concentraron en las instalaciones los dieciséis jugadores del Real Club Recreativo de Huelva dirigidos entonces por José María Martín (estuvieron convocados Espejo, Romero, Isabelo, Ortiz, Julito, Toñánez, Ángel, Cayuela, Suárez, Juan María, Conejo, Jeromo, Cruz Carrascosa, Otero, Del Cura y Morón).

El subdirector general de Ordenación Turística del territorio, Pedro Manuel Cobelas Schwartz, almorzó el viernes 3 de diciembre de 1976 con el gobernador civil de Huelva, para tratar de la posible ubicación de servicios de camping y aparcamientos autorizados en aquellas playas. También los días 26 al 28 de septiembre de 1980 se volvieron a concentrar los jugadores del Real Club Recreativo de Huelva, dirigidos ya por Roque Olsen, en las dependencias del parador (acudieron Bau, Comas, Navarro, Juanjo, Zuloaga, Benito, Moret, Ibáñez, Juanma, Aitor Aguirre, Módigo, Romero, los hermanos Zambrano y José Luis).

Una desgracia, por fortuna sólo material, sobresaltó a personal y clientes el viernes 10 de julio de 1981 debido a un aparatoso accidente de aviación militar en el que dos reactores de caza modelo F-5 pertenecientes al Ala 21, radicada en la base aérea de Morón de la Frontera (Sevilla), chocaron en pleno vuelo poco después del mediodía cuando realizaban unas prácticas de combate en la cercana zona de tiro de las Fuerzas Aéreas Españolas. Los pilotos, que, eyectados, resultaron ilesos y cayeron en paracaídas. Uno tocó tierra sobre la aldea de El Rocío, y el segundo junto al parador.

El domingo 27 de septiembre de 1981, el director general del Instituto para la Conservación de la Naturaleza (ICONA) clausuró el Simposio Internacional sobre el aprovechamiento turístico de Doñana. Otra de las presencias más celebradas fue la pernocta del 10 al 11 de marzo de 1982 de Felipe de Edimburgo, príncipe del Reino Unido y esposo de la Reina Isabel II de Inglaterra. El consorte aprovechó, como hoy en día hacen muchos clientes, para recorrer el

Parque Nacional de Doñana, y reunirse con los miembros de la Asociación para la Defensa de la Naturaleza (ADENA), organismo que representaba en España a la Fundación internacional para la Defensa de la Naturaleza (World Wildlife Found International), de la que el príncipe era presidente. Le acompañó Carlos de Borbón-Dos Sicilias y Borbón-Parma, duque de Calabria e infante de España, y el presidente del Patronato de Doñana, José Luís Leal Maldonado; así como el gobernador civil de Huelva. En visita familiar, el vicepresidente del gobierno de España, Alfonso Guerra González, pasó los días 19 y 20 de marzo de 1987, puente de San José, disfrutando con los suyos y jugando al tenis. Otro de los mandatarios internacionales más significados que honraron con su presencia al complejo fue Amadou-Mahtar M’Bow, director general de la UNESCO, que se alojó el jueves 4 de agosto de 1987. Al final del mes siguiente, la jornada del viernes 25 de septiembre, se conmemoró el Día Mundial del Turismo en el parador. A las veintidós horas hubo cena de bienvenida a su convención de prensa con actuación de grupo folclórico. Se cerraba así un dilatado día que había empezado con fecundas sesiones de trabajo en las salas orientadas al mediodía de la cercana Hostería de La Rábida, el mítico y cercano establecimiento que perteneció a la red de paradores nacionales entre 1930 y 1951.

A esta altura, la prensa nacional se había quejado alguna vez de la insuficiencia de personal para atender momentos de elevada demanda, como ocurrió en el artículo publicado en la página 21 de la edición de Sevilla del diario ABC, el 11 de diciembre del año 1987. Unos clientes habituales del parador, miembros de la secta Comunidad del Espíritu del Gran Águila, con centro en Mazagón, fueron detenidos el 29 de noviembre de 1988 y finalmente condenados por distintos delitos, entre ellos su líder, Ana Camacho Carrasco. La diputada por Huelva en la III Legislatura, del grupo parlamentario Coalición Popular (GCP), Isabel Ugalde y Ruiz de Assin, pasó sus vacaciones de agosto de 1989 en la tranquilidad del recinto. Acudieron para inaugurar la ampliación de 1989, cuentan las noticias del 7 de octubre, como ya va dicho, el secretario general de Turismo, Ignacio Fuejo Lago, junto con el director general de Paradores, Juan Ramón Yáñez.

El jueves 31 de enero de 1991 tuvo lugar la entrega de premios a la Promoción Turística de Huelva por el presidente del Patronato Provincial de Turismo y de la Diputación, Manuel Eugenio Romero Castilla. Al evento acudió, de nuevo, el secretario de Estado para el Turismo, Ignacio Fuejo Lago, y el consejero de Economía y Hacienda de la Junta de Andalucía, responsable del área de Turismo, Jaime Montaner Roselló. El acto se desarrolló en tres fases: a las 20:30 fue la cena; a las 22:30 la entrega de premios; y a las 23:00 una celebrada actuación flamenca.

Durante los días 20 y 21 de junio de ese 1991 se organizó el Seminario sobre la Industria Química en Huelva, la evolución histórica de la presencia del Polo Químico y la incidencia medioambiental. A la clausura asistió el delegado de Gobernación de la Junta de Andalucía, Carlos Sánchez-Nieva Navas; la alcaldesa de Palos de la Frontera, Pilar Pulgar Fraile; y el presidente de la Asociación de Industrias Químicas y Básicas de Huelva, Juan Manuel Díaz Cabrera.

Otro seminario, el Taller internacional de investigación avanzada sobre los orígenes físicos de la asimetría del tiempo, dirigido por el astrofísico Juan Antonio Pérez Mercader, del Consejo Superior de Investigaciones Científicas, y por el Laboratorio Nacional de Los Álamos (EE. UU.), la OTAN y el Instituto de Tecnología de Massachussets, bajo el patrocinio y cooperación de la Fundación BBV, trajo al parador entre el 30 de septiembre y el 4 de octubre de 1991 a una cuarentena de científicos especialistas en cosmología, mecánica cuántica y teoría de la gravitación, entre ellos el premio Nobel de Física 1969 Murray Gell-Mann, el astrofísico Wojciech Hubert Żurek, el español Pedro Félix González Díaz, el profesor chileno Claudio

Teitelboim Weitzman, el argentino Juan Pablo Paz, el especialista en agujeros negros John Archibal d Wheeler, de la universidad norteamericana de Princeton, y el ya célebre profesor de física teórica Stephen William Hawking.

El 9 de abril de 1994, a propósito del debate La sanidad en Huelva hoy, organizado por la Asociación para la Defensa de la Sanidad Pública de Huelva, asisten cien profesionales, entre ellos altos cargos directivos del Servicio Andaluz de Salud. En el capítulo de sucesos climáticos, el 4 de enero de 1996 toca hacer balance de los daños por lluvias torrenciales, que ascienden a trescientos millones de pesetas sólo en la franja de Mazagón, y desencadenan el corte temporal de los accesos a la playa del parador. El miércoles 19 de marzo de 1997 la cadena Canal Sur presenta desde el recinto la gala de premios Veo Veo con la popular María Teresa Rabal Balaguer.

El secretario general del sindicato UGT de Andalucía, Manuel Pastrana Casado, se reúne el 13 de diciembre de 1999 con los responsables de UGT de toda Andalucía para coordinar las mesas de negociación colectiva. La prensa nacional se hace eco el 5 de agosto de 2001 en el ABC de Sevilla (página 82) de los problemas con los aparcamientos de la playa del parador que incitan a la picaresca de estacionar dentro de él a quienes no son clientes; también se incomoda por los supuestos precios elevados de la cafetería y anuncia la normalización de la parte nudista de la playa. El edificio se actualizó en el año 2002 con una potente intervención en la que destacó la creación del salón Rocío y una redecoración en la que se eliminó la chimenea del comedor que había estado presente, según el diseño del propio arquitecto Manzano-Monís, desde 1968. Los salones La Rábida (entonces con 40 plazas de capacidad) y Doñana (20) permutaron entre sí sus nombres a los actuales.

El celebérrimo pino centenario del parador es declarado el jueves 9 de septiembre de 2003 monumento natural por resolución del Consejo de Gobierno de la Junta de Andalucía. Se encuentra a escasos metros de la entrada al parador. Sus 12 m de altura, 4,50 m de perímetro (4,80 en la base), y 23,50 m de diámetro de copa proyectan una inmensa sombra de 424,51 m2.

La pintora Paloma Ramírez-Montesinos clausura la exposición de su obra el 22 de agosto de 2005. El 5 de marzo de 2007 tuvo lugar la reunión en el Parador de Mazagón entre la consejera de Medio Ambiente de la Junta de Andalucía, Fuensanta Coves Botella con los directivos del Parque Nacional de Doñana y los medios informativos.

Tiene que ser realojada en el parador, el 10 de julio de 2007, una familia de la urbanización CIPARSA por el incendio de cuarenta hectáreas de pino piñonero declarado la tarde del día 9 en el cercano paraje de El Picacho, de Palos de La Frontera.

Las III Jornadas Pascal organizadas por CEPSA el 5 y 6 de noviembre de 2007 sobre temas de protección ambiental, seguridad y calidad atraen al parador la visita del consejero de Agricultura y Pesca de la Junta de Andalucía, Isaías Pérez Saldaña, y también del consejero delegado de CEPSA, Dominique de Riberolles y del director general técnico del grupo, Ignacio Gómez Martínez.

Del 12 al 21 de agosto de 2008 expone nuevamente su obra pictórica Paloma Ramírez-Montesinos. El 30 de julio de 2009 un vertido accidental de petróleo durante una operación de descarga en la monoboya de la refinería de La Rábida, de CEPSA, alcanza la zona del espigón Juan Carlos I y

las cercanías de la playa del parador. Elogios al restaurante Marmitia aparecen publicados en el periódico ABC de Sevilla del 17 de abril de 2010 (página 104).

Por contra, el mismo diario se lamenta de nuevo el 10 de agosto de 2010 por el precio del aparcamiento de la playa del parador y por los tiques que llevan borrado el nombre del establecimiento (página 16). La última visita real tuvo lugar el 27 de octubre de 2010 tras inaugurar por la mañana la ampliación de la citada refinería de CEPSA en Palos de la Frontera. El almuerzo privado del rey Juan Carlos I en el parador sirvió de alto en el camino para visitar por la tarde el complejo metalúrgico de Atlantic Copper, en Huelva, con motivo del XL aniversario de la segunda mayor fundición de cobre de Europa. Un misterioso y desmentido encuentro entre el polémico empresario y líder del partido Unión Cordobesa (UCOR), Rafael Gómez Sánchez, con representantes del Partido Popular de Andalucía para garantizar un eventual apoyo para la elección de Javier Arenas Bocanegra, del Partido Popular, en los comicios autonómicos de marzo de 2012 pudo, según la prensa, haber tenido lugar en el parador el 5 de diciembre de 2011. Termina, por el momento, la historia reciente con el suceso que tuvo lugar el domingo 25 de junio de 2017 al ordenarse por Protección Civil a las 00:32 horas la evacuación del parador por el incendio declarado a las 21:15 del sábado 24 en Las Peñuelas de Moguer. El perímetro del parador, por suerte, fue lo único afectado, sobre todo el restaurante-chiringuito del nivel inferior de la piscina y la escalera de acceso.

La peor parte se la llevaron las ocho mil quinientas hectáreas de bosque y matorral quemados. Mala racha para la empresa, puesto que al de Mazagón siguieron otros dos incendios recientes en Paradores: Tejeda: 29.09.2017 15:49 Cádiz: 24.11.2018 09:05 El Cristóbal Colón pasó página el 30 de junio de 2017 con la reapertura a los clientes a las once de la mañana. Para transmitir una imagen de normalidad, visita ese mismo día de los ministros de Energía, Turismo y Agenda Digital, Álvaro María Nadal Belda, y de Empleo y de Seguridad Social, María Fátima Báñez García, acompañados del delegado del Gobierno en Andalucía, Antonio Sanz Cabello.

Entre los meses de enero a marzo de 2019, a cargo de la constructora sevillana Díaz Cubero, se aprovechó la tranquilidad de la temporada baja para mejoras de accesibilidad en pavimentos del jardín central y en la vereda de bajada a la piscina e instalación del ascensor al pabellón sur (habitaciones 40s y 50s) y al SPA. También se implementó una plataforma elevadora para la lavandería.

El 6 de febrero de 2019 se puso al día el dotado gimnasio del establecimiento con una renovación completa de su enlosado deportivo. Este detalle coincidió en el tiempo con la visita que el reconocido historiador e hispanista dublinés nacionalizado español Ian Keith Gibson Ritchie, quien ocupó la habitación 18, disfrutó entre los días 2 y 5 de ese mes.

El parador dispone de confortables salones: Santa María, Santa Clara (La Niña o televisión), Santa Bárbara (o La Pinta, de característicos colores), y Del Rey (o Pinar Alto, ampliación del restaurante Enebro), sobre el salón Santa Clara, debido a haber sido usado por el rey emérito Juan Carlos I, quien en sus tres visitas ha utilizado las habitaciones 13, la junior suite 20 y un inesperado cambio a la 52 para la que hubo que adquirir en un tiempo récord un galán de noche para el servicio de trajes. La actual configuración del parador distribuye sus habitaciones entre una junior suite (20), treinta superiores, veinticinco dobles y siete dobles de categoría básica que hacen una cantidad total de 126 plazas.

Encantadoras son las diez primeras (01 a 10), construidas en un pabellón de planta baja, verdaderos chalés con jardín abiertos al océano. Las únicas habitaciones que no disponen de vistas directas al océano son los números 31, 32 y 33; pero, en compensación tienen amplias terrazas viradas al jardín.

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