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SEGUIMIENTO DE LOS VARAMIENTOS DE CETÁCEOS Y QUELONIOS DESDE LA PLAYA DE MAZAGÓN A LA DESEMBOCADURA DEL GUADALQUIVIR

MIGUEL BALLESTA MEICHSNER / Agente de Medio Ambiente / Espacio Natural Doñana

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El litoral de Doñana presenta una diversa y abundante fauna marina, manteniendo importantes

poblaciones de cetáceos y de tortugas marinas. El seguimiento de los varamientos que se producen en la playa del Parque Nacional de Doñana, se inició por parte del personal del Área de Conservación del Espacio Natural de Doñana (END) en el año 1983. Como resultado de este seguimiento, y hasta mediados de 2021, fecha de publicación de este texto, se han producido un total de 375 varamientos de cetáceos y 733 de quelonios. Esto supone un total de 1108 varamientos, que en los 38 años de observación equivale a una media de 29 varamientos/ año. En una gran parte de ellos ha sido posible determinar la especie: aproximadamente el 70% de los cetáceos y el 90 % de los quelonios, en el resto no fue posible debido, sobre todo, al estado de descomposición que presentan al llegar a la playa.

Tanto los cetáceos (mamíferos) como los quelonios (tortugas marinas) son especies de interés comunitario en el ámbito de la Unión Europea por la Directiva 92/43/ CEE del Consejo, de 21 de mayo (modificada por Directiva 97/62/CEE del Consejo, de 27 de octubre), relativa a la conservación de los hábitats naturales y de la fauna y flora silvestres, y todas las especies presentes de manera habitual en el litoral andaluz están catalogadas como amenazadas en los ámbitos internacional, nacional y/o autonómico.

Cada año decenas de estas especies marinas varan o son capturadas accidentalmente a lo largo de las costas andaluzas. Generalmente estos animales se encuentran enfermos, heridos o desorientados, y, lamentablemente en la mayoría de los casos aparecen ya muertos.

En la mayoría de las ocasiones son los pescadores y usuarios de las playas quienes avisan de la existencia de este tipo de incidentes. La importancia de estos avisos y la rapidez en las actuaciones resulta vital. Ahora bien, las actuaciones sobre los varamientos y capturas accidentales

de mamíferos y tortugas marinas deben tener una respuesta estructurada y organizada. En consecuencia, para dar una adecuada respuesta a este fenómeno, el 13 de junio de 2017 se firmó un extenso protocolo de 48 páginas de actuaciones frente a varamientos de mamíferos y tortugas marinas en el litoral de Andalucía, en la que se trata de diferenciar claramente los varamientos de animales vivos y muertos. La finalidad de este protocolo es:

- Facilitar una actuación rápida y eficaz frente a los posibles varamientos y capturas accidentales de mamíferos y tortugas marinas en el litoral de Andalucía. - Obtener el máximo conocimiento del estado de conservación actual de las distintas especies de cetáceos y tortugas marinas presentes habitualmente en el litoral andaluz. - Velar por la seguridad y la protección de las personas que intervienen en el varamiento y del público en general evitando posibles accidentes y riesgos para la salud.

Así pues, este protocolo servirá para coordinar los esfuerzos necesarios para dar una atención apropiada a los ejemplares de mamíferos y tortugas marinas que lleguen enfermos o heridos a cualquier punto del litoral andaluz, así como conocer el estado sanitario en el que se encuentran las poblaciones andaluzas de este tipo de especies, lo cual permitirá evaluar el riesgo real que existe para su conservación y su susceptibilidad ante posibles amenazas.

Dentro de este protocolo, la tarea de los Agentes de Medio Ambiente y Celadores Forestales es: - El coordinador de los Agentes recibirá los avisos de varamientos a través del Técnico Regional y pondrá en marcha el operativo coordinando a los Agentes de Medio Ambiente y Celadores Forestales, para que se desplacen al lugar donde se haya producido el incidente para tomar las primeras medidas sobre el terreno: - Evaluar la situación. - Delimitar el área de intervención de personas en el caso de animales vivos. - Realizar las actuaciones previstas en el presente protocolo, registro de datos y toma de datos biométricos. Fotografías de la actuación y en detalle del individuo varado. - En el caso de animal vivo colaborar en los primeros auxilios, siguiendo las instrucciones en todo momento del equipo veterinario. - Comunicación e información al ciudadano. - Contactar con las autoridades locales para la retirada de los animales una vez se hayan tomado los datos.

El equipo de personas que forman el Área de conservación y vigilancia del Espacio Natural de Doñana lleva desde el año 1983 aportando toda esta información a una base de datos; en la que, como se indica, se detallan datos biométricos, coordenadas GPS, fotografías, y resto de datos de interés con lo que se ha obtenido una información muy valiosa que da una idea de las especies marinas que pasan, o llegan a nuestras costas.

Por su rareza, en cuanto al número de ejemplares hallados o por lo llamativo de su tamaño, se van a describir algunos de los ejemplares aparecidos. Se van a evitar al máximo posible fotografías desagradables, lo cual es inevitable hacerlo por completo, puesto que se trata en más de un 90% de animales que llegan muertos o malheridos a la costa.

Dentro de los quelonios o tortugas marinas que son los animales más comunes que aparecen en los varamientos en este tramo costero (733 descritos) son la tortuga boba y la tortuga laúd, por este orden, con prácticamente un 99% de las ocasiones en las que han aparecido tortugas varadas. Como ejemplo se añade la fotografía 1 y 2 para que le resulte sencilla al lector su identificación, puesto que serán los animales que con

Foto 1. Tortuga Boba. Geocam_21-04-2020.

mayor probabilidad verán varados por nuestras playas. Como especie de tortuga marina rara, en la zona se han descrito los varamientos, en sólo dos ocasiones (2003 y 2008) de tortuga verde, más común en mares tropicales o subtropicales, como la que puede observarse en la fotografía 3.

Foto 3. Tortuga Verde 2008.

Entre los Cetáceos son varios de los miembros de la familia de los delfines, común, mular o listado los que aparecen con mayor frecuencia en los alrededores de Mazagón; además de Marsopas (morfológicamente parecidos). Sin embargo, durante estos años han aparecido algunos ejemplares de otras especies que son bastante menos comunes o aún apareciendo en varias ocasiones, llaman la atención, sobre todo, por su tamaño. Especie que ha sido descrita en seis ocasiones, se trata de uno de los rorcuales de mayor tamaño. El ejemplar de la fotografía 4 apareció entre Mazagón y Matalascañas en 2018.

En dos ocasiones el varamiento ha sido de la especie Cachalote pigmeo (Kogia breviceps) esta especie, y la siguiente, no es frecuente avistarla en el mar; por tanto, son en estos varamientos los lugares en los que su estudio alcanza una mayor relevancia. De la misma familia, en una ocasión, ha sido descrito un Cachalote enano (Kogia sima). Este ejemplar apareció en 2019, son algo más pequeños que el pigmeo y la forma de su cabeza cuadrada, que puede observarse en la fotografía 5, no se debe a deformaciones producidas por el varamiento o golpes.

El 20 de marzo de 1996 apareció en la playa de Mazagón un Rorcual común (Balaenoptera physalus) de más de 18 m de longitud, y cuyo esqueleto se conservaba en el Museo del Mundo Marino de Matalascañas, y actualmente preside la entrada del Pabellón de Perú y se ha convertido en “Marino”, la mascota del Museo de la Casa de la Ciencia de Sevilla.

El primero de los cetáceos que se va a describir será la Yubarta o Ballena Jorobada (Megaptera novaeangliae). Se ha descrito también el varamiento de un Zifio de Blainville (Mesoplpdon densirostris), del que lamentablemente no se dispone de fotografías para mostrar.

Las fotografías 6 y 7 pertenecen al varamiento de un Rorcual norteño o boreal (Balaenoptera borealis) de 2020. Esta especie puede alcanzar hasta 20 metros de longitud y pesar de 20 a 30 toneladas. La fotografía 8 corresponde

Foto 7. Rorcuar Boreal 2020 (Balaenoptera borealis).

Foto 8. Rorcual Común 2019.

a un enorme Rorcual común (Balaenoptera physalus) que se encontró en 2019.

Aunque no son cetáceos, sino pinnípedos, también merece la pena destacar el varamiento de un ejemplar de Foca vitulina (Phoca vitulina) en el año 2006. Que puede ser observado en la fotografía 9; no es una especie amenazada, pero sí de aguas mucho más frías que las de Mazagón.

Dentro de los peces, sólo se va a describir el varamiento de un tiburón pelegrino (Cetorhinus maximus) en 2018, se trata del segundo pez más grande del mundo después del tiburón ballena. En la fotografía 10 puede observarse este ejemplar muerto por enredarse en aparejos de pesca.

La viabilidad de muchas poblaciones de cetáceos y tortugas marinas está amenazada por actividades que directa o indirectamente tienen su origen en el ser humano. Las capturas accidentales o no deseadas, la sobreexplotación de los recursos, la contaminación de los mares y la pérdida de habitad son algunos ejemplos. La costa de Mazagón no es ajena a estos problemas. Se puede afirmar del estudio de estos varamientos que en torno al 30 % de los animales que aparecen varados mueren como consecuencia de las interacciones con pesquerías.

Dar a conocer esta información, divulgarla en revistas como Marzagón, es una necesidad que ayudará a mejorar entre todos la conservación de nuestro litoral, su riqueza

Foto 9. Foca 2006.

Foto 10. Tiburón Pelegrino.

y sus especies. Implicarnos todos los ciudadanos en su protección es una garantía de futuro para este entorno que tanto amamos.

AGRADECIMIENTOS:

Este artículo ha sido posible gracias a que el Área de Conservación y Dirección del Espacio Natural de Doñana ha permitido el uso de la base de datos e información al autor del mismo.

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