5 minute read

SECRETARÍA Y TECNOLOGÍA

Next Article
LA RAZÓN

LA RAZÓN

ISAÍAS PASCUAL VALLÉS / Exsecretario del IES Odón Betanzos / Profesor de Tecnología

Advertisement

Como suelo decirle a mis amigos: “Habla por ti”.

Y eso, concretamente, es lo que hago. Hablar como han sido los últimos cursos (los profes hablamos por cursos, como las temporadas de los futbolistas) en el IES Odón Betanzos de Mazagón. Gracias a Paco Domínguez, primer director del centro, pude iniciar el curso 2007/2008 que fue el primero que se realizó. Comenzamos con todos los cursos excepto cuarto, por eso siempre las graduaciones son una menos de los años que lleva el centro abierto. El curso siguiente ya tuve el destino definitivo aquí. Fueron unos años de adaptación, donde tuvimos que quitarnos el estigma de que el nivel de nuestro centro era bajo. Yo de broma, decía que no. Que nuestro centro tenía escaleras de acceso y una rampa. Estábamos por encima del nivel. Me preguntaba con qué criterio se podía afirmar eso. ¿Qué instrumentos de evaluación usaban? En fin, desde luego mi hija estuvo aquí estudiando y se fue en cuarto a Sevilla para entrenar en piragüismo, no por problemas de nivel.

De hecho, ya tenemos promociones que han completado sus estudios en carreras universitarias o en ciclos formativos.

Desde el primer momento tuve claro como profesor de Tecnología que un recurso de lo más cercano y llamativo era nuestro propio centro. Cuando llegué a la secretaría (curso 2011/2012) todos aquellos pequeños arreglos y proyectos que surgían del mantenimiento del centro los realizaba el alumnado; preferentemente de cuarto, por ser mayores y con menos ratio. Así, hicieron trabajos de fontanería (cisternas, desagües, cambio de urinario, colocación de termos eléctricos, etc.), albañilería (escalera de obra, colocación de señal, colocación de azulejos, etc.), carpintería (arreglos de puertas, cambios de cerraduras, manillas y bombines), cerrajería, pintura, electricidad (temporizadores de luces, colocación de seca manos, cambios de mecanismos, instalación de enchufes, etc.).

Ver las caras de satisfacción cuando lograban terminar un trabajo -el interés por realizar ese tipo de actividades: ¿hoy no tenemos nada que arreglar? - me hacían seguir planificando futuros arreglos.

Cierta vez, un alumno me comentó: “maestro somos mano de obra barata”. “No; sois mano de obra gratis”. Y en otra ocasión un chico alemán que vino a estudiar de intercambio me preguntó muy serio: ¿los españoles lo arregláis todo con fixo? “Qué va, contesté, también usamos cinta americana”.

También nos implicamos en proyectos como la creación de la ballenita para el carnaval, la participación en el Desafío First Lego League de robótica, durante dos cursos; la participación en la carrera de vehículos solares de la Universidad de Huelva (con mi compañera Francis Fernández) y el proyecto del barco Matapón. Gracias al ingeniero naval José Ruiz logramos construir un barco que

no sólo no se hundió sino que además navegó a vela y a remo. estado posible. No me han importado tardes, festivos, sábados o domingos.

Como secretario he estado muy cerca del alumnado, concretamente a 40 cm, cuando les hacía a todos la foto que iba a aparecer en su expediente. Así las familias se ahorraban también las típicas fotos carnet.

Me propuse que las matrículas del alumnado fueran cómodas de realizar, los datos se completaban con los suministrados por la aplicación Seneca. Ahorrando una segunda matrícula de los que repetían o pasaban en septiembre.

Y qué decir de las graduaciones y Semanas Culturales. He preparado audiovisuales para todas, hasta que llegó el Covid.

Pienso con mucho cariño en los conciertos de Rock in Tuto que hacíamos en el patio del centro, y el último en el parque junto al Faro. Llegamos hasta la V edición. Espero que pronto se pueda hacer “Rock in Tuto VI”. Recuerdo a una compañera que solicitó plaza en Huelva y después de unos meses en su destino me dijo: “Cómo me acuerdo de ti, en mi centro no funciona nada”. Es de los mejores cumplidos que he recibido. Y me he sentido feliz solucionando los pequeños problemas que impedían que mis compañeros hicieran su labor; aunque, a veces me pidieran las cosas como si yo fuese el culpable de que no funcionasen.

Y como es de buen nacido ser agradecido, quiero resaltar la confianza y libertad que me dieron Alejandro Rodríguez (9 cursos) y Patricia Pérez (1 curso) para realizar mi labor. Y a los concejales de Mazagón y al Ayuntamiento de Moguer por atender las innumerables peticiones de medios realizadas. Gracias.

Y como no, a toda la comunidad educativa de Mazagón: profes, familias, alumnado…ha sido un verdadero placer haber estado 10 años a vuestro servicio.

En verano y de noche, el sistema de riego y el llenado de la pequeña laguna me tenían entretenido. Cierta vez, manipulando los programadores, una linterna me iluminó y escuché: “¿Qué hace usted ahí? Aquí programando el riego, le contesté a la pareja de Guardias Civiles. “¡Aahh vale, vale!”.

Siempre he intentado que el profesorado pudiese impartir sus clases con los medios adecuados y en el mejor Dejo el cargo pues me jubilo en noviembre de este

año.

ASÍ QUE, CUANDO PASE CERCA DEL INSTITUTO PARA IR AL BARATILLO, A LA PLAYA, A LA ROMERÍA… MIRARÉ EL EDIFICIO Y RECORDARÉ LOS BUENOS MOMENTOS QUE HE PASADO EN ÉL. ESTE CENTRO SERÁ SIEMPRE COMO MI CASA.

This article is from: