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Alonso de Ojeda y Casar de Miajadas, celebración feliz
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Los pueblos de colonización cambiaron hace cincuenta años el futuro de Extremadura. También el de Miajadas, que vio como dos de estos pueblos se integraban en él. Hablamos, claro está, de nuestras dos pedanías, Casar de Miajadas y Alonso de Ojeda. Unidas, en este caso, por un hecho común, aunque cada una sienta y viva a su manera.
No podía, ni quería, el Ayuntamiento de Miajadas dejar pasar en blanco tal ocasión y quiso conmemorar la efeméride con una serie de actos, populares y solemnes, que siempre estuvieron arropados por la grata presencia de alonseños y casareños, donde convivieron los homenajes y reconocimientos con los más entrañables recuerdos.
Mujeres y hombres, unas y otros, con sus manos levantaron una nueva vida. Partían de cero pero sus ganas por salir adelante pudieron con todo. Su ilusión y trabajo, muy duro en aquellos difíciles inicios, les hizo labrarse una vida nueva. De orígenes distintos, con costumbres diferentes, fueron capaces de unir sus voluntades, aparcaron sus diferencias y hoy son un ejemplo de convivencia.
Estas líneas son también un homenaje al sacrificio y generosidad de todos ellos, un reconocimiento a todas las familias que hace medio siglo llegaron y se quedaron. Empezaron, entonces, a escribir la historia de sus respectivos pueblos. Fueron todos, grandes y chicos, quienes, con su trabajo y dedicación, forjaron su manera de ser y sentir, quienes con sus vidas han hecho que existan Alonso de Ojeda y Casar de Miajadas. ¡Felicidades!