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LA MIRADA DEL FOTÓGRAFO: MARÍA ANTONIA GARCÍA DE LA VEGA

LA MIRADA DEL FOTÓGRAFO

María Antonia García de la Vega

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Castillo de Loarre

El paisaje constituye un elemento esencial en mis fotografías y los elementos artísticos y etnográficos que se encuentran en él.

Fotografiar un paisaje supone una elección personal motivada por aquellos que nos seduce. Cuando un paisaje nos gusta es porque conecta con algo de nosotros, nos invita a sacar la cámara y convertir aquello que vemos en una imagen.

Cuando visité el Castillo de Loarre (Huesca), su visión para mí fue inolvidable. Allí emplazado sobre un peñasco en ese paraje agreste. Al contemplar tan impresionante conjunto, con el sello inconfundible del arte románico, me produjo una emoción enorme que es lo que intenté plasmar en la fotografía.

Del ángulo noreste del castillo propiamente dicho arranca la espectacular muralla exterior, siempre en descenso y describiendo un gran arco hasta rodear el castillo por el sur, terminando en unos singulares peñascos, de formas caprichosas, denominados «mallos» en toda la comarca.

Dentro del recinto quedan vestigios de algunas viviendas y lo primero que se destaca es la airosa torre vigía y la visión magnifica del ábside de la Capilla Real, dedicada a San Pedro, que es uno de los monumentos más perfectos y mejor preservados del románico aragonés.

Muchos escritores, arquitectos, historiadores han expresado su admiración por este monumento, entre ellos, Fernando Chueca Goitia , quien dijo que era

uno de los monumentos más extraordinarios y sugestivos en todo el arte románico español y Julian Gállego, lo definió como «arquitectura de fuerza cósmica».

Pasear por todo el espacio sin prisa, recorriendo las escaleras, los pasadizos, las mazmorras, admirando las Torres del Homenaje y de la Reina y demás estancias, constituye una experiencia muy recomendable.

Esta fotografía fue tomada con una cámara Canon EOS 5 D el 20 de julio de 2010.

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