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El Club de Lectura de la Biblioteca Municipal de Peñafiel

El Club de Lectura de la Biblioteca Municipal de Peñafiel

¡Hola! Mi nombre es Truhana. Soy de Peñafiel. Más exactamente de la Biblioteca Municipal de Peñafiel. Sí, soy el Club de Lectura de la Biblioteca.

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Hace ya once años que nuestra querida Judit, después de hablar con una amiga, dijo: “¡EUREKA! Peñafiel necesita un club de lectura”. Rápidamente corrió a la Biblioteca para hablar con Pilar y proponer la ejecución de su brillante idea. Pilar, en ese momento, dio libertad a Judit para poner en marcha su idea.

Y así, desde la nada, nací yo, EL CLUB DE LECTURA DE LA BIBILIOTECA MUNICIPAL DE PEÑAFIEL.

Por cierto, mi nombre no ha sido siempre Truhana. Ese nombre fue elegido para mí en mayo de 2014. Y lo eligieron por votación entre mis lectores. Está sacado de uno de los relatos incluidos en el El libro de los ejemplos del Conde Lucanor y de Patronio, de nuestro inmortal infante Don Juan Manuel. Tuve ceremonia de bautismo, y por todo lo alto. Fue en la iglesia de San Pablo, con lectura y bendición.

En estos once años han pasado muchas personas y muchos libros por el club.

Al principio éramos unos pocos lectores. Eso fue el primer año. Con el tiempo, muchos más lectores quisieron formar parte de la gran experiencia. Al año siguiente, eran tantas las personas que querían venir a leer conmigo, que tuve que desdoblarme. Ahora hay un Club, pero con dos secciones: Truhana I y Truhana II. Entre las dos secciones somos unos cincuenta lectores. O más bien debería decir lectoras, porque son mayoritariamente mujeres las que leen en Peñafiel. ¿Qué les pasa a los hombres? ¿No quieren participar en esta maravillosa aventura que es un libro?

Desde el principio Judit supo impregnar al Club de su alegría y su energía. Esta chica es contagiosa. Buscaba libros para poder debatir. Nos ha traído a fantásticos profesores que nos han introducido en una lectura más profunda de los libros. Y los miembros del club estaban encantados, con los libros y con ella. Bajo mis alas. Siempre nos hemos reunido

una vez al mes con un nuevo libro. Y ahí empezaban los debates. “Yo creo que el personaje… Ya pero el autor quería… No, que lo importante es la ambientación…”

Y no os digo nada cuando empezamos con las novelas gráficas. Ese mundo, casi desconocido, fue apasionante. Mis lectores disfrutaron con obras como Persépolis, de Marjane Satrapi, El azul es un color cálido, de Julie Maroh, o, el más divertido de todos, Recuerdos de perrito de mierda, de Marta Alonso Berná.

Además de leer los libros, Judit, en colaboración con nuestra amiga Estrella, de la librería Oletum de Valladolid, ha traído a muchos e interesante autores, con los que hemos comentado su obra. Ahora mismo me vienen a la mente autores como Gustavo Martín Garzo, Oscar Esquivias, Julia Navarro, Pérez Gellida, Pilar Adón, Emilio Barco… Unos más conocidos que otros Han venido muchos. Pero quiero rendir un homenaje muy especial a José Manuel de la Huerga, que recientemente nos ha dejado.

Ha habido muchas más actividades. Hemos recorrido juntos la Ruta del Hereje, de Delibes, y hemos asistido a la ruta teatralizada de Memento Mori, de Gellida. ¿Veis? No solo leemos.

Si hay algo de lo que me siento muy orgullosa, es que en nuestro club haya dos lectores que han publicado sus obras: Almudena y Mochín.

Sí, nos lo hemos pasado realmente muy bien. Hemos disfrutado de los libros, del debate, de la maravillosa compañía…

¡Ah, casi lo olvido! Mi familia es muy amplia. Tengo un hermano pequeño, el Club de Lectura Juvenil EL PODER DE LA BOTELLA. ¡Ah, no piensen mal! El

nombre se refiere a ese juego en el que se hace girar una botella, y al que le toca, tiene que pagar prenda. Los niños son muy imaginativos.

Y también tengo dos primos, aunque coincidimos poco y no les suelo ver, porque ellos van por las mañanas. Son mucho más jóvenes que yo, pero hacemos lo mismo. El Club de la Mañana, que aún no tiene nombre (¿a qué esperáis? que quiero ir de bautizo), lo dirige Pilar, que también dirige el Club de Lectura Fácil, en el que personas con distinta capacidad lectora leen y debaten sobre libros especialmente adaptados a una fácil lectura. Es emocionante. Los lectores no trabajan igual que los míos, pero sin este Club personas que jamás habrían leído un libro, se sumergen en este mundo maravilloso de la lectura.

Bien, como veis, Peñafiel es un pueblo que ama a los libros.

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