Cáncer de colon: prevenir mejor

Unidad de Aparato Digestivo y Endoscopias

Dr. Pablo Hernán Ocaña Dr. Jorge López Vicente Dr. Iván Romero Sánchez-Miguel

CÁNCER DE COLON:

PREVENIR MEJOR QUE CURAR

El cáncer de colon supone un problema de salud de primer orden. Es el tercer tumor en frecuencia en los hombres, por detrás del cáncer de pulmón y del cáncer de próstata, y en el caso de las mujeres es el segundo tumor en frecuencia por detrás del cáncer de mama. Cada año se diagnostican en España más de 40.000 casos nuevos de esta enfermedad. Si consideramos ambos sexos conjuntamente, el cáncer de colon

constituye el tumor más frecuente hoy en día en España, y ocupa el segundo lugar

en cuanto a la mortalidad por cáncer.

El cáncer de colon aparece con mayor frecuencia entre la quinta y la séptima década de la vida. Se desarrolla a partir de una lesión en el colon, lo que llamamos pólipo, y que sobre todo en función de su tamaño tiene mayor o menor probabilidad de malignizarse. Desde la aparición de un pólipo en el colon hasta su transformación en un cáncer pueden pasar varios años. Los síntomas más frecuentes para su detección son el sangrado con las heces, la diarrea crónica o la pérdida de peso no justificada.

En los últimos años se han producido considerables avances en todos los campos implicados en la asistencia sanitaria a los pacientes con este tipo de cáncer, tanto a nivel de las técnicas diagnósticas (cribado, endoscopia, radiología,…) como de las terapéuticas (quirúrgicas, fármacos citostáticos, anticuerpos monoclonales, etc.), que han mejorado la supervivencia y su calidad de vida. Pero, indudablemente, la prevención continúa siendo el pilar fundamental para evitar la aparición de estos tumores, así como para disminuir el daño y el coste de esta enfermedad.

Para prevenir la aparición del cáncer de colon (prevención primaria) es aconsejable realizar ejercicio físico moderado, evitar el sobrepeso y consumir alimentos ricos en fibra, frutas y vegetales. Se ha demostrado que el consumo de carne roja y de carne procesada se asocia a un mayor riesgo de padecer este tipo de cáncer, por lo que la ingesta de estos productos debe moderarse. También el consumo de alcohol y de tabaco se han asociado con un mayor riesgo de desarrollar cáncer colorrectal.

Sabemos que la detección de lesiones precancerosas (pólipos del colon) o de lesiones malignas (adenocarcinoma), en fases precoces, mejora indudablemente el pronóstico y disminuye la mortalidad de las personas que lo padecen. Esto es lo que llamamos prevención secundaria o cribado del cáncer de colon, y para ello, disponemos de dos pruebas que han demostrado su eficacia para disminuir la mortalidad por el cáncer de colon: el test de san-

gre oculta en heces y la colonoscopia.

El test de sangre oculta en heces consiste en el análisis de una pequeña muestra de heces para determinar si existen o no restos de sangre microscópicos. En el caso de que el test sea positivo la persona deberá realizarse una colonoscopia para confirmar o descartar la existencia de pólipos en el colon o de un adenocarcinoma.

La colonoscopia consiste en la introducción de un tubo flexible por el ano, provisto de una cámara en su punta que permite visualizar la totalidad del colon. Esta es una técnica invasiva, que requiere una adecuada limpieza previa del colon y que se realiza bajo sedación para evitar molestias en el paciente.

El cribado del cáncer de colon para las personas sin síntomas, y que no tienen antecedentes familiares de este cáncer se debe iniciar a los 50 años de edad, y preferiblemente mediante el test de sangre oculta en heces o mediante la colonoscopia.

Para las personas con uno o dos familiares de primer grado con cáncer de colon (padres, hermanos o hijos), el inicio de las pruebas de cribado es a partir de los 40 años y preferiblemente mediante colonoscopia. Si los familiares con cáncer de colon son de segundo o tercer grado el cribado se debe realizar a partir de los 50 años mediante el test de sangre oculta en heces o mediante colonoscopia.

En el caso de que existan 3 o más familiares con cáncer de colon en una misma familia, ésta debe de ser valorada por un especialista de Digestivo o de Oncología para descartar alguno de los síndromes hereditarios asociados al cáncer colorrectal.

Estas medidas han mostrado su eficacia para reducir la mortalidad por el cáncer de colon y han demostrado ser coste-efectivas. Por todo ello, es necesaria la máxima difusión de estas pruebas de cribado entre la población general y promover su realización.